Glosario Bibliotecológico: Libros Pop-Up

Alicia pop-up

En esta entrega del Glosario Bibliotecológico hablaremos de los libros pop-up.

¿Quién no ha quedado fascinado frente a un libro que, cuando lo abrimos, saltan figuras tridimensionales en papel?

Yo de niña era una de esas personas y aún hoy en día puedo quedar encantada al encontrarme con uno de estos libros. Pues bien, estos libros son conocidos con el nombre de Pop-Up, es decir, libros que despliegan imágenes en tercera dimensión y acorde con la temática del texto; aunque también los hay con pestañas móviles que hacen interactuar a los lectores con los personajes del libro.

Aunque actualmente los pop-up se destinan en su mayoría a los lectores infantiles, esta técnica es muy antigua y en un inicio pensada para ilustrar libros de anatomía o astrología. El primer libro pop-up del que tenemos conocimiento es un manuscrito astrológico de 1306; en 1564, aparece otro libro movible titulado Cosmographia Petri Apiani y Lancelot Brown, mejor conocido como Capability Brown, fue uno de los arquitectos que más utilizó esta técnica para ilustrar sus diseños por ahí del siglo XVIII.

Pero es hasta el siglo XIX cuando, gracias a Ernest Nister and Lothar Meggendorfer, aparece el libro pop-up propiamente dicho. En 1929 esta técnica alcanza gran popularidad con la publicación del Daily Express Children’s Annual Number 1, producido por Louis Giraud y Theodore Brown, y a partir de ese entonces la publicación de libros pop-up no ha parado y se ha centrado en el público infantil.

Los primeros libros pop-up estadounidenses eran fabricados en Japón, Singapur, Colombia y México; actualmente, las fábricas especializadas en producir este tipo de material se concentran en Colombia, China y Tailandia donde los libros son ensamblados a mano. Cabe señalar además que para la publicación de un pop-up es necesaria la participación de al menos tres actores: el escritor responsable de la historia, el ilustrador y un ingeniero del papel que será el encargado de que cuando abramos nuestros libros, literalmente nos salte la historia.

Como anotación final, quizá quieras probar ofreciendo un libro pop-up a un niño al que no has convencido por ningún otro medio que lea. No se si conseguirás que se convierta en lector, pero casi puedo asegurar que lograrás que pase de la primera página.

Imagen: Nuevos viajeros del tiempo.

Fuente: Recursos para bibliotecas infantiles y juveniles.

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