Quiero aprovechar un par de posts para mostrarles algunas de las 244 bibliotecas públicas y 55 bibliotecas públicas institucionales que forman parte de la Red de Bibliotecas Públicas de la Ciudad de México.
Este post está dedicado a las Bibliotecas Públicas Alcaldía Magdalena Contreras. Cuenta actualmente con siete bibliotecas públicas pertenecientes a la Red. La Biblioteca Pública Digna Ochoa está cerrada por reparación; sin embargo, aquí les muestro las otras seis y espero que en cuando vuelvan a abrir sus puertas, salgan corriendo a sacar su credencial y usarlas.
Si en las fotos ven que las bibliotecas están un poco solas, es por dos razones: 1) su grueso de usuarios en muchas de ellas es en el turno vespertino y mi visita la realicé por la mañana, y 2) algunas de ellas están en remodelación, como en el caso de la Biblioteca Pública Solidaridad. Aunque una tercera siempre puede ser que no la comunidad no la conoce, y una cuarta, que el servicio no es el mejor. Pero quedémonos con las dos primeras opciones, que también ocurren mucho.
Biblioteca Central Delegacional Juventino Rosas
Dirección: Av. México Camino Real de Contreras No. 27 Entre Felipe Ángeles y 1ª Contreras, La Concepción, CP 10830, La Magdalena Contreras, Ciudad de México.
Teléfonos: 5645 7916
Horario: Lunes a domingo de 8:30 a 20 hrs.
Servicios
Préstamo interno y a domicilio.
Consulta.
Orientación a usuarios.
Fomento a la lectura.
Digitales.
Biblioteca Pública Emiliano Zapata
Dirección: Progreso s/n Esq. Benito Juárez San Nicolás Totoloapan CP 10900, La Magdalena Contreras, Ciudad de México
Teléfono: 1675 7396
Horarios: Lunes a Domingo de 8 a 20 hrs.
Servicios
Préstamo interno y a domicilio.
Consulta.
Orientación a usuarios.
Fomento a la lectura.
Biblioteca Pública Teocalli
Esta biblioteca tuvo que ser reubicada debido al Programa Pilares. Actualmente se encuentra ubicada en:
Dirección: 10 de junio s/n, colonia Pueblo Nuevo Alto, C. P. 10640. La Magdalena Contreras, Ciudad de México
Horario: Lunes a viernes
Servicios
Préstamo interno y a domicilio.
Consulta.
Orientación a usuarios.
Fomento a la lectura
Biblioteca Pública Atacaxco
Dirección: Piaztic s/n, entre Popocani y Av. Palmas, San José Atacaxco, CP 10378, La Magdalena Contreras, Ciudad de México
Teléfono: 01 55 1520 6221
Horario: Lunes a domingo de 8 a 20 hrs.
Servicios:
Préstamo interno y a domicilio.
Consulta.
Orientación a usuarios.
Fomento a la lectura.
Digitales
Biblioteca Pública Solidaridad
Esta biblioteca hasta inicios de marzo se encontraba en remodelación. Supongo que en cuanto termine esta contingencia, ya estarán listos para abrir nuevamente sus puertas.
Dirección: Av. San Jerónimo s/n Esq. Av. Ojo de Agua, Lomas de San Bernabé, CP 10360, La Magdalena Contreras, Ciudad de México
Teléfonos: 5595 3000 ext. 1143
Horario: Lunes a domingo de 8 a 20 hrs.
Servicios:
Préstamo interno y a domicilio.
Consulta.
Orientación a usuarios.
Fomento a la lectura.
Digitales
Biblioteca Pública Francisco Zendejas
Dirección: Av. Luis Cabrera No. 1 Esq. Av. México-Contreras, San Jerónimo Lídice, CP 10200, La Magdalena Contreras, Ciudad de México
Horario: Lunes a viernes de 8:30 a 20:30 hrs. / Sábados y domingos de 8 a 20 hrs.
El día de hoy se llevó a cabo el foro virtual#BibliotecasEnCasa, una iniciativa a cargo de Infotecarios, @IFLALAC y ASCOLBI, Colegio Colombiano de Bibliotecología; que reunió a distintos bibliotecarios para hablar sobre la forma en que las bibliotecas y los profesionales de la información están dando respuesta a la pandemia por el COVID-19 que enfrentamos a nivel mundial.
Sin duda esta iniciativa es una manera de enfrentar a puertas cerradas, mientras que abre ventanas virtuales a la reflexión y el acompañamiento. Y varias de las cosas que abordaron los 10 panelistas, me han dejado reflexionando y con varias inquietudes que ya previamente he venido dejando en otros espacios y que quiero rescatar en este post:
No sólo se trata de compartir recursos
En primer lugar, las bibliotecas se han volcado a poner al alcance de sus usuarios recursos de información en formato electrónico. Y no son los únicos. En estos días hemos podido ver a través de redes sociales a distintas personas ofreciendo acompañamiento virtual desde sus distintos saberes: escritores leyendo, mediadores leyendo, profesionales en distintas áreas ofreciendo talleres, y un cúmulo de proyectos virtuales que tienen como fin hacer la reclusión menos dura. Muchas editoriales también han puesto sus obras en acceso libre, si no permanente, al menos durante este periodo.
Claro que se agradece esta amplia oferta de actividades y acompañamiento de gente para otra gente. Sin embargo, a ratos ha sido abrumador constatar en esta época vivimos con la obsesión de estar ocupados todo el tiempo, produciendo, haciendo, estudiando, consumiendo, “aprendiendo”, ¡leyendo casi por obligación! Mientras que el ocio y el aburrimiento son vistos como un veneno, como algo malo. Comentaba hace unos días en mis redes que un rato de sano ocio y recogimiento no están mal. Aburrirse de vez en cuando tampoco está mal, necesitamos esos espacios en blanco para reencontrarnos y volver a crear.
Lo anterior me lleva a retomar las palabras que mencionó mi querido colega Fernando Gabriel Gutiérrez en su intervención en este foro: “no sólo se trata de compartir recursos” ¿Dónde queda la biblioteca como el lugar para estar? Si perdemos de vista esa función de la bibliotea y la centramos sólo en los recursos, quizá sin darnos cuenta estemos contribuyendo a la infoxicación y la infodemia.
Porque además algo que he podido notar estos días es que las y los bibliotecarios no hemos sabido dar a conocer nuestros recursos. El mejor ejemplo, es el revuelo que causó la noticia que la Unesco “liberó” su Biblioteca Digital Mundial ante esta crisis. En lo personal encontré sorprendente (y no en un sentido positivo) que entre los bibiotecarios corriera como pólvora esta noticia, pues en realidad la Biblioteca Digital Mundial nació en 2009 y siempre ha estado al alcance de todo aquel que tenga conexión a internet. Es decir, qué bueno que esta crisis ha servido para darla a conocer entre quienes no tenían idea de su existencia; pero que muchos colegas celebraran esta noticia, me hace preguntar ¿dónde estamos?
La biblioteca como lugar de información confiable
Esta semana en México se lanzó VERIFICOVID para verificar información relacionada con la pandemia en México, muy similar a Verificado 2018 que sirvió para verificar todas las noticias de la campaña electoral de 2018 en México. En Verificado 2018 participaron periodistas, medios informativos y universidades; en VERIFICOVID están participando periodistas, médicos, comunicólogos y diseñadores. ¿Por qué ninguno de estos dos proyectos tienen profesionales en el área de bibliotecología y la información?
En España está #AyudaBiblioteca, un proyecto en el que participan cerca de 40 bibliotecarios de ciencias de la salud que comparten información, artículos y recursos de calidad relacionados con el COVID19. Ese es un buen ejemplo de lo que podríamos estar haciendo.
¿Qué otras iniciativas a nivel América Latina y México hay al respecto? El que las y los bibliotecarios validemos información y la difundamos es una labor que deberíamos estar realizando de forma natural, ¿o no?
La biblioteca como lugar de encuentro
Entonces vuelvo a la pregunta, ¿poner al alcance recursos electrónicos es todo lo que cae en nuestra cancha? Si la respuesta es sí, aunque espero el párrafo anterior nos ayude a entender que no, ¿entonces dónde quedan todas esas comunidades que no tienen conexión a internet? Y más importante aún, ¿dónde queda la biblioteca como lugar de encuentro? Porque sí, la biblioteca tiene el deber de seguir siendo un lugar de encuentro y un lugar para estar aún en “épocas de guardarse”. Podemos volver, como en el caso de las bibliotecas en Colombia, a servicios tradicionales como contar historias por teléfono, algo simple y a la vez efectivo.
Por último, #BibliotecasEnCasa es, desde luego, un buen ejemplo que nos sirve para la reflexión, para el ensayo, para reconocernos y tomar este papel social en un momento tan complejo a nivel mundial.
Rosa María Quesada es pedagoga, actual aspirante al Doctorado en Pedagogía por parte de la UNAM; fue asesora pedagógica para la Editorial SM, Coordinadora IBO en el Colegio Williams, autora de libros de texto en Santillana e ILCE.
Rosa María es una grata coincidencia de la Literatura Infantil y Juvenil. Gracias al Comité Lector de IBBY México hemos podido cruzarnos en el camino y tener en común el interés y reflexión sobre los libros que se escriben para niñas y niños.
Les cuento todo esto porque, deben conocerla, y qué mejor manera de hacerlo que a través de sus sesudas e interesantes reseñas que, de tiempo en tiempo, generosamente nos regalará en el blog. Querida Rosa María, me encanta que ya estés de vuelta en México, y me encanta que seas parte de este blog. ¡Bienvenida y mil gracias por colaborar!
El oficial Correa y Gloria
TÍTULO ORIGINAL: Officer Buckle and Gloria
AUTORA: Peggy Rathmann
TRADUCTORA: Teresa Mlawer
PIE DE IMPRENTA: Venezuela : Ekare, 2012.
ISBN: 978-84-939912-3-4
Escrito en 1995, este libro ganó la Medalla Caldecott en 1996, y en 2007 fue mencionado en la lista de los mejores 100 libros para maestros por la National Education Association de E.U. Además, el School Library Journal lo incluyó en la lista de los 100 mejores libros ilustrados en 2012 y este año fue elegido para ser parte del nuevo Programa de Lectura de la SEP.
¿Qué hace a este libro tan especial?
La historia es en realidad muy sencilla:
El oficial de la policía Correa da unas aburridísimas charlas en los colegios de Napville sobre cuestiones de seguridad y escribe unos lemas en pequeños carteles que va colocando por todas partes. Las cosas cambian cuando le asignan a una perra llamada Gloria para que vaya con él: la perra se pone detrás de Correa y, cuando él explica algo, lo escenifica, con lo que consigue que los chicos atiendan y disfruten como nunca. Pero Correa no sabe cuál es la razón de su éxito, pues él no ve lo que hace la perra. Cuando, al verse videograbados, se da cuenta de que los niños responden a los trucos que Gloria realiza a sus espaldas, él se deprime y pues se siente traicionado. Sin embargo, cuando Gloria va sola a las conferencias, su presencia tampoco le dice nada a los niños. El oficial Correa se da cuenta que la magia sólo se da cuando trabajan en equipo.
Aunque la trama es interesante, no es suficiente para ser un libro sobresaliente. Lo que lo distingue es, en primer lugar la extraordinaria relación entre texto e ilustraciones, que lo convierte en un excelente libro álbum, y en segundo, los niveles de ironía que maneja.
El Oficial Correa y Gloria como libro álbum
La autora comenta en una entrevista que ella hizo este libro como respuesta a una tarea académica. El reto era escribir una historia que no se entendiera sin observar las ilustraciones. Es decir, tenía que crear un libro álbum. Dice que al crear a sus personajes, pensó en ellos como los dos elementos de este género: por una parte, el Capitán Correa, sería el texto y Gloria la ilustración. Y así es como se lleva a cabo la trama, por un lado el Capitán les lee sus notas sobre seguridad a los niños, y por el otro Gloria las actúa. En este sentido, el libro resulta inclusive didáctico para los estudiosos del libro álbum, pues estos personajes y el final de la historia son una excelente alegoría de que sólo en colaboración es que funciona este tipo de textos.
Es por demás decir que las ilustraciones en sí mismas son de una alta calidad artística, lo que hace que los niños realmente disfruten de Gloria y sus acrobacias.
He aquí algunos ejemplos del cuidadísimo trabajo que realizó Rathmann en acuarelas de colores brillantes y llamativos al llenar sus ilustraciones con detalles informativos:
Las guardas están llenas de post-its con reglas de seguridad, que, al igual que la historia, están escritas con letra e ilustradas por Gloria en acción. Son realmente chistosas, pues, por ejemplo, la que dice “nunca juegues con cerillos” muestra a Gloria con la cola incendiada, y la que dice “nunca aceptes aventones de extraños” muestra a Gloria capturada por una camioneta de la perrera municipal. Los niños pueden disfrutar estas imágenes por horas e inventar las suyas propias.
El libro constantemente presenta claves para predecir lo que va a pasar. Desde la primera página, antes de que empiece la narración, se presenta una silla “de rueditas”, y es precisamente porque posteriormente se suben en una de ellas que sucede un grave accidente. El otro elemento es un pudín de plátano que se cae al suelo, en donde se resbala la silla, y éste también está presente muy subrepticiamente en la primera ilustración.
Las ilustraciones contradicen al texto, pues mientras el Oficial Correa se la pasa impartiendo conferencias sobre seguridad, las ilustraciones muestran cómo en la escuela suceden todo tipo de accidentes todo el tiempo.
Las ilustraciones muestran el entusiasmo de los niños por la conferencias, ya que muestra a cada vez más de ellos portando una playera con el escudo de “La seguridad ante todo” que es una cáscara de plátano con el signo de prohibido. En la última página son casi todos los que la llevan puesta.
Las cartas de los niños son textos dentro del texto que nos dan más claves, pues lo que escriben los niños corroboran, amplían y algunas veces contradicen al discurso del Oficial. Gracias a ellas, cada una también ilustrada, nos enteramos de que la niña Claire se ha salvado del accidente gracias a que siguió las reglas de seguridad impartidas por los dos personajes.
Otra serie de información se nos transmite únicamente a través de los dibujos, como el hecho de que Gloria, convertida en toda una Rockstar, ofrece autógrafos a los niños a espaldas del policía, o que el Oficial Correa ama tanto su trabajo que su pared está llena de diplomas de cursos de capacitación que ha tomado e incluso su pijama está llena de señales de tránsito y seguridad.
El Oficial Correa y Gloria como libro subversivo.
Otro de los aciertos del libro es que es subversivo sin ser violento, ni grosero, ni contestatario. Se va por lo bajito, contradiciendo al “establishment”, pero al mismo tiempo con un alto grado de ternura. Apunta algunas contradicciones de las normas establecidas, pero termina incluso dando un mensaje sobre uno de los valores que todos buscamos: “Quédate con tus amigos”, en otras palabras, sé leal.
Veamos cómo es que Rathmann logra poner el dedo en la llaga sin herir susceptibilidades:
El personaje principal es un total antihéroe. Rathmann crea un personaje que representa a la Policía, que, dicho sea de paso, es una de las instituciones más respetadas en E.U., pero que aquí no juega el papel de héroe o de salvador del pueblo-ni qué decir de la Humanidad. Para nada, El Oficial Correa ni siquiera persigue criminales, se dedica a dar pláticas en escuelas primarias y secundarias. Nada de lo que un policía pueda presumir. Es un personaje gris que vive la vida en el completo anonimato. Es un discurso netamente antiautoritario. Por otra parte, parecería que un policía viejo, soltero, sin hijos, y amante de la ley distaría mucho de ser un personaje central de una historia, y mucho menos cuando está dirigida a niños entre 6 y 8 años. Sin embargo lo logra porque en la misma historia él se acerca a su público infantil y le importa, tiene comunicación con ellos, los atiende y los quiere. La trama refuerza esta ironía, pues el éxito de las conferencias consiste en un chiste que es cliché de los payasos: que uno haga travesuras a espaldas del otro sin que nunca lo cachen. Irónico que un policía logre su fama a través de este truco tan gastado e infantil. Es así que la historia se coloca dentro de la subversión: “Las estrategias de subversión son formas del discurso literario que hacen tambalear los presupuestos establecidos, los constructos sociales y culturales configurados como metarrelatos tradicionales sobre temas como lo femenino, lo masculino o la infancia” (Guerrero, 2012:102), la autoridad representada por el Oficial Correa, en este caso.
Gloria (el mismo nombre es irónico), una perra, se lleva las palmas tanto de la narración como de los lectores. Que el perro se robe los reflectores del personaje principal es una situación realmente ridícula que aquí se presenta totalmente verosímil.
Es justo la directora la que no sigue las reglas de seguridad y a partir de eso es que sucede el gran accidente escolar.
El Oficial Correa y Gloria puede considerarse un libro posmoderno porque se desliga de todo lo didáctico y moralino, y porque pone a trabajar al lector intensamente, pues requiere de un lector inteligente y observador que puede encontrar detalles escondidos desde la portada hasta la contraportada.
Finalmente, es un libro cuyo mensaje más importante está implícito. A simple vista se podría decir que el tema son las reglas de seguridad, pero el objetivo de la narración va más allá: es tan simple, pero a la vez tan importante como que no hay nada más valioso que la amistad para mantenernos sanos y a salvo. Así es como logra al mismo tiempo agradar tanto a lectores conservadores como vanguardistas y ser acreedora a tantos premios y reconocimientos.
En la pasada FIL de Guadalajara se presentó Cuando leo… cuando escribo. Encuesta sobre prácticas de lectura y escritura de la comunidad estudiantil de la UNAM, que presenta los resultados sobre las prácticas de lectura y escritura de sus estudiantes universitarios.
Aunque, como lo menciono arriba, esta encuesta está delimitada a una comunidad estudiantil muy específica; representa una importante brújula sobre la lectura que, si la analizamos en conjunto con otras encuestas similares como la Segunda Encuesta Nacional sobre Consumo Digital y Lectura entre Jóvenes Mexicanos elaborada por IBBY México y de la que ya les platiqué anteriormente, nos daremos cuenta que ese fatídico 2.9 libros al año es un mito muy arraigado y que es necesario tomarnos más en serio el tema de las prácticas lectores y los lectores.
En los resultados de esta encuesta podemos encontrar varias cosas interesantes
Algo en particular me llama la atención de esta encuesta: es de las pocas que toma a la lectura y la escritura como dos prácticas que no se pueden disociar, como se menciona en la misma encuesta “…leer nos lleva a escribir, nos lleva a compartir”. De hecho, a quienes les leían de niños (42%) tienen un mayor gusto por la escritura. Y aquí también las pantallas están jugando un papel importante, pues les permiten un mayor abanico de opciones para expresarse.
Los estudiantes universitarios tienen una percepción positiva ante la lectura. De hecho, es quizá una de las etapas en las que más leen y por gusto: más de la mitad (54%) tanto de bachillerato, como de licenciatura les gusta bastante leer. Sería sin duda interesante poder realizar un seguimiento sobre qué pasa con las prácticas lectoras de estos estudiantes una vez que terminan sus estudios, se mantienen, disminuyen. Esta encuesta revela que el 60% de los estudiantes lee menos que en el nivel de estudios anterior, principalmente por falta de tiempo (68%).
La falta de dinero, es otra de las limitantes para acceder a los libros es una característica que no podemos pasar de largo y nos obliga a reflexionar sobre el papel que están teniendo o deberían tener las bibliotecas entre los estudiantes de una Universidad con un consolidado sistema bibliotecario. De acuerdo con la DGB de la UNAM, su red bibliotecaria se compone de133 bibliotecas; es decir, que los estudiantes, con o sin dinero, tienen opciones de sobra para acceder a los materiales de lectura: prestamo a domicilio, interbibliotecario (entre las bibliotecas de la UNAM y otras bibliotecas fuera de la red universitaria), acceso a bases de datos, a libros electrónicos, etc.
Es interesante ver quiénes son las principales influencias de lectura. Mientras que en la Segunda Encuesta de IBBY México los padres son quienes más influyen en sus hijos; en la de la UNAM son los maestros con el 65% de influencia, aunque los padres con el 64% no están muy alejados. En ambas encuestas el papel del bibliotecario como influencia de lectura es bastante flojo, sólo 4% en la Encuesta de IBBY y 3% en la de la UNAM. Lo anterior debería estar encendiendo focos rojos en el gremio sobre el papel que estamos teniendo.
¿Y qué pasa con la lectura en pantalla?
95% prefiere leer libros en formato impreso; sin embargo, es innegable que las pantallas están diversificando los tipos de lectura; por ejemplo, más de la mitad (65%) prefiere leer noticias en formato electrónico. Pero además, estamos hablando de lectores híbridos que migran de un formato a otro conforme a sus necesidades: sólo 3% lee todo en impreso y 2% lee todo en digital; mientras que el 23% lee más impreso, 33% lee más en digital, lo que implica que también está leyendo en el otro formato; y el 39% lee mitad y mitad. Sin duda, echo en falta al audiolibro, un formato que aunque no es nuevo y su uso a muchos parecerá incipiente (o incluso inexistente), está teniendo un gran auge que lo posiciona como EL formato a futuro, no olvidemos el 18% de lectores de audiolibros de la Segunda Encuesta de IBBY México.
Resulta curioso que la forma de acceso a contenidos digitales sea, en primer lugar, a través de compra directa en librerías, seguido de las descargas gratuitas en internet, mientras que el préstamo en bibliotecas queda en tercer lugar. Y es curioso porque, como ya lo mencionaba anteriormente, la oferta de acervo digital en el sistema bibliotecario de la UNAM es inigualable. ¿Por qué no tienen a las bibliotecas de la UNAM como primera opción de acceso a estos materiales? ¿no lo conocen? ¿no encuentran lo que buscan? ¿no es sencillo o atractivo? Algo que también se queda en el tintero para la reflexión bibliotecaria.
Y, desde luego, al igual que otras encuestas a nivel mundial, es el smartphone con el 63% el rey en el acceso, tanto a internet como a materiales de lectura; muy alejado con sólo un 19% encontramos a las laptops como medio de acceso; las tabletas o computadoras de escritorio sólo son usadas por un 9% y, los dispositivos de lectura dedicados, sólo se llevan el 1% del acceso a la lectura en pantalla.
Lectura social
Aunque muchos sigan insistiendo que la lectura es un acto solitario, lo cierto, es que los lectores comparten intensivamente lo que leen, y así lo demuestra la Encuesta de la UNAM, 77% considera que se puede construir comunidad a través de la lectura. 52% comparte lo que lee. De estos, 45% lo hace entre sus amigos, 30% con sus padres. Sin embargo, pocos son los que han participado en una comunidad lectora (9%), o bien, no saben que lo han hecho pues la conciben como un espacio formal o institucional. Es decir, que aquí nuevamente nos estamos enfrentando a conceptos tradicionales que nada tienen que ver con prácticas lectoras reales.
Conclusiones
Como todas las encuestas sobre las prácticas de lectura, esta resulta reveladora si no nos tomamos a pie juntillas los número duros y aprendemos a analizarlos y a leer entre líneas, me quedo con estas reflexiones:
Como ya lo mencionaba, siempre hay una discrepancia entre prácticas reales y prácticas aceptadas.
El audiolibro es un formato que se debe explorar más.
El papel que tiene la biblioteca y el bibliotecario entre los lectores en una etapa de su vida de lectura intensiva es casi nulo. A pesar del 62% que asegura que disfruta ir a las bibliotecas; el bibliotecario no ejerce gran influencia entre los lectores (3%) y el acceso a los materiales de lectura no se dan en primer lugar en la biblioteca.
La convivencia de formatos de lectura. Aunque hay preferencias, en la práctica, están leyendo en diversos formatos.
Con gran beneplácito recibo en mi correo la noticia de que ha sido prohibida la entrada de Macmillan a DBW 2020 en respuesta al embargo a las bibliotecas. En el comunicado señalan:
Ante la falta de respeto sin precedentes y fundamento que ha mostrado Macmillan hacia las bibliotecas públicas, hemos prohibido la entrada de sus empleados a Digital Book World hasta nuevo aviso.
Pero vayamos por partes, ¿qué es DBW y por qué es bienvenida esta decisión?
DBW o Digital Book World es uno de los espacios más prestigiados en el que se dan cita los diferentes actores del mundo de la edición para discutir todo lo relativo a la edición digital. La próxima reunión se realizará del 14 al 16 de septiembre.
Desde que llegaron los libros electrónicos a nuestras vidas, las bibliotecas y los bibliotecarios hemos realizado grandes esfuerzos para permitir a los usuarios el acceso a estos contenidos; desde luego, no ha sido una tarea sencilla, pero uno de los principales retos a los que nos hemos tenido que enfrentar son todas las restricciones que las editoriales y distribuidores nos imponen para que podamos ofrecer ese acceso: licencias de uso, periodos de embargo, costos más altos que al lector final, materiales en exclusividad a los que no es posible acceder. Todo lo anterior en el entendido (de las editoriales) de que están perdiendo dinero al permitir que un libro electrónico esté disponible en una biblioteca.
El 2019 fue, sin duda, uno de los años más difíciles para las bibliotecas en este sentido, en este blog pueden ver varias notas que he estado documentado sobre este tema. Los bibliotecarios y las asociaciones bibliotecarias unen fuerzas para no permitir o al menos tratar de negociar estas restricciones absurdas, en específico para las restricciones que Macmillan ha venido imponiendo, la ALA lanzó la campaña #eBooksforAll de la que también les platiqué en este blog. Sin embargo, las editoriales (especialmente los grandes grupos editoriales como Macmillan, Penguin Random House, Hachette, HarperCollins y Simon and Schuster) nos ponen el camino cada vez más difícil y poco se ha podido hacer.
Por ello nunca vienen mal los aliados que hagan contrapeso. Hace algunos días mientras me enteraba que Penguin Random House había decidido retirar todos sus títulos de Storytel (plataforma de audiolibros, no biblioteca), reflexionaba en twitter que los escritores harían mucho por las bibliotecas si decidieran no publicar en estos sellos editoriales.
Neil Gaiman ya lo ha planteado también y creo que es momento de considerarlo seriamente.
Pensémoslo de esta manera, la Red de Bibliotecas Públicas de la DGB tiene más de 7 mil bibliotecas en todo el país. El sistema de Bibliotecas de la UNAM (bibliotecas académicas) tiene más de 130. Pero además existen las bibliotecas escolares y otros centros documentales regados por todo el país. Para un autor no hay mejor ventana de exposición que una biblioteca, si una editorial no le facilita a la biblioteca ofrecer acceso al libro de determinado autor, le está quitando una gran oportunidad de exposición, además de estar perdiendo dinero. Por otro lado, recordemos que un libro que llega a la biblioteca tiene mayores probabilidades de ser adquirido por sus usuarios. Esto es algo que ya se ha planteado en varios estudios y conferencias, incluido DBW.
Los mismos usuarios de las bibliotecas y otros actores en el mundo del libro también pueden ser nuestros aliados antes esta problemática. Por ello, la decisión de Digital Book World de prohibir el acceso a los empeados de Macmillan y su sellos es tan relevante. Además sienta un precedente importante que las editoriales no pueden minimizar. En el comunicado Bradley Metrock, CEO de Score Publishing y la cara detrás de DBW, señala que esta situación puede durar días o 50 años y que están en todo su derecho de prohibir la entrada a los empleados de Macmillan hasta que cumpla con las solicitudes de la ALA.
El 11 de octubre pasado se llevó a cabo en la Biblioteca de la Escuela Superior de Comercio y Administración del IPN el taller “Agenda 2030, bibliotecas y la nueva sociedad Red“, organizado por la Asociación Mexicana de Bibliotecarios (AMBAC) e impartido por la gran Lourdes Feria e Iván Urbina. Este taller tuvo como propósito darnos a conocer el contexto de la Agenda 2030 de Naciones Unidas y la forma en que las bibliotecas de todo tipo pueden incidir en el logro de los 17 objetivos y de las 169 metas de desarrollo propuestas por dicha agenda.
Pero además de darnos a conocer de qué va la Agenda 2030, este taller también buscó que los asistentes compartiéramos las distintas experiencias que las bibliotecas mexicanas están teniendo y la forma en que éstas impactan en los 17 objetivos. Recordemos que en agosto de 2017 les anunciaba en este blog el lanzamiento del Library Map of the World de la IFLA, una página web que recoge a nivel mundial las distintas experiencias bibliotecarias que impactan en la Agenda 2030; sin embargo, a dos años de distancia México aún no contaba con experiencias y, en este sentido es que el taller buscó identificar aquellas historias que pudieran integrarse en el Mapa de la IFLA.
Se ha dicho hasta el cansancio, y todos siempre hemos estamos de acuerdo, que las bibliotecas tienen un importante papel en el desarrollo de las comunidades. De hecho, es un discurso muy común desde que estudiamos la carrera; sin embargo, a veces cuesta trabajo aterrizar con ejemplos lo que se da por hecho e incluso aún nos encontramos a quienes insisten en limitarla a los libros y la lectura (algunos, incluso toman decisiones en este entendido). Por ello, este taller resultó interesante, pues no sólo hizo visibles algunos esfuerzos que distintas bibliotecas y bibliotecarios están haciendo en pro de sus comunidades, sino que también nos ayudó a darnos cuenta que las bibliotecas, efectivamente, pueden jugar un papel importante en el logro de los ODS y en el desarrollo de sus comunidades (con o sin Agenda 2030, con o sin Objetivos del Milenio -el antecedente de los ODS-).
Un último objetivo de este taller fue identificar de entre estas experiencias, las más valiosas para integrarlas a México en el Library Map of the World de la IFLA. De esta manera, en el marco de la 33 Feria Internacional del Libro de Guadalajara se presentó Bibliotecas 2030 MX: historias detrás de las historias, un cuaderno de acceso gratuito que recoge varias de las experiencias del taller, algunas de ellas se integrarán posteriormente al mapa de la IFLA.
Sirva pues, este primer post del año para dar a conocer estas experiencias y proponernos ser partícipes de más experiencias que valga la pena publicar en el mapa de la IFLA.
Pues ya sólo me resta desearles un 2020 muy lleno de quehacer bibliotecario que redunde en incremento de colecciones, usuarios, credencialización y actividades en pro de las comunidades.
Diciembre se acerca a su fin, y con ello también llega el final de un año vertiginoso, complejo y que no dio tregua, un año difícil; menos en la lectura que se convirtió a ratos en mi salvación y catarsis. Un año lleno de ensayo, novela, literatura infantil y juvenil, biografía y escritoras, porque vale la pena mencionar que me dio mucho gusto encontrar entre un favorito y otro a tantas escritoras, estoy segura que con unos 100 días extras a este 2019 habría agregado a varias escritoras más de los libros que aún no finalizo en un año que ya casi se va.
Sin orden particular, porque a todos los considero grandes libros, aquí va mi muy nutrido top ten de lecturas 2019, que como en Los tres mosqueteros que no eran tres sino cuatro, este top ten no es de diez sino de nueve, pero nueve que valen por diez. Así que, como les decía, va lo mejor de 2019:
Título: Su cuerpo dejarán Autora: Alejandra Eme Vázquez Pie de imprenta: México : Enjambre Literario : El Periódico de las Señoras, 2019. ISBN: 978-84-948229-6-4 Premio Dolores Castro 2018
Este libro descorre un velo: deconstruye la endoclturización y hace evidentes las dinámicas perversas que invisibilizan el trabajo de cuidados y que lo vuelven algo explotadoramente familiar. Devela a los Tíos Jubilados que no cuidan a su madre anciana y que normalizan que ella los siga cuidando. Sin embargo, no lo hace confrontando, sino con amor, porque este es un libro de amor a la Abuela… La Autora fue capaz de compartir no sólo la forma en que construyó el libro, de manera personal y entrañable, sino que trasciende lo políticamente correcto; muestra y se ríe de sus propios prejuicios y miedos: el miedo a envejecer, a las ollas de presión y las dentaduras postizas.
– Lauri Cristina García Dueñas
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Un ensayo como pocos sobre el cuidado doméstico… aunque, ahora que lo pienso quizá sea el único en abordar esta temática. Todo lo que tenemos (si me equivoco, corríjanme) son estadísticas, estudios que nos hablan del envejecimiento y los problemas que nos planteará en un futuro que cada vez se ve más cercano. Alejandra Eme Vázquez nos brinda un gran ensayo en el que, desde su papel de cuidadora, reflexiona sobre las implicaciones sociales, culturales y económicas de quienes cuidan a ese ser cercano, pero también de los altibajos a los que se enfrentan quienes han asumido este rol. Un trabajo que, al insertarse en el ámbito de lo doméstico, siempre queda velado en el rincón del deber, del hacer por gusto, porque “te amo”. Un trabajo invisible que muchas personas (mujeres en su abrumadora mayoría) encaran todos los días.
Es una reflexión cercana, entrañable, personalísima, amorosa y sí, muy dolorosa a ratos, un libro que se puede leer una, dos, tres, muchas veces y siempre dejará pensando en quiénes cuidan o hemos cuidado; en quiénes nos cuidarán y cómo lo harán; en hacerte viejo y dejarte cuidar, si es que corres con la suerte de tener alguien quién te cuide; en dejar de pensarlo en un ambiente doméstico de obligación por amor, por responsabilidad, porque te toca.
Un libro en el que muchas de nosotras nos reconoceremos y diremos: yo también le tengo terror a las ollas de presión, yo también tengo pánico a envejecer, a enfermar, a tener que ser cuidada y que el trabajo de quien me cuide quede velado por esta obligación de lo doméstico.
Título: Nunca jamás Autora: Carola Martínez Arroyo Pie de Imprenta: Buenos Aires, Argentina : Norma, 2019. Colección: Zona Libre ISBN: 978-987-545-828-4
Nunca me pasó nada malo.
Nunca me rompí un hueso ni me operaron el apéndice, no me lastimé, no repetí un grado, no se separaron mis papás, no pasé hambre, no me tuve que mudar y dejar a mis amigos. No me rompieron la nariz en una pelea.
Durante trece años no me pasó nada y de repente mi mamá se murió.
Se murió.
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Un libro que nos habla de la vida misma y también de la muerte, de sanar el alma y aprender a vivir con las ausencias, aunque eso a ratos provoque cierta culpa en quienes siguen a pesar del dolor. Sin embargo, no es una historia condescendiente con final feliz, no es un libro aleccionador, ni tampoco es una receta de cocina para que ayuda a los niños que han perdido a alguien. No, Nunca jamás es un continuar aunque no se sepa cómo, como ocurre en la realidad, es acompañar a Fiore en su duelo y desear que esté bien.
La voz de la protagonista es auténtica e irla conociendo es un disfrute, aunque a ratos te saque unas o varias lágrimas. La incorporación de extractos de Peter Pan de J. M Barrie no sólo es atinada, sino que da sentido a la obra.
Título: La enfermedad y sus metáforas Autora: Susan Sontag Pie de imprenta: Barcelona, España : Penguin Random House, 2011. Formato: electrónico. ISBN: 978-84-9989- 622-9
Susan Sontag escribió La enfermedad y sus metáforas en 1978, mientras se trataba de un cáncer. En el libro quiso demostrar cómo los mitos acerca de algunas enfermedades, en especial del cáncer, añaden más dolor al sufrimiento de los pacientes y a menudo los cohíben en la búsqueda de tratamiento adecuado.
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Este libro no se trata de una investigación sobre los últimos descubrimientos en torno a la enfermedad, tampoco es una explicación del por qué o el cómo del cáncer y mucho menos es un libro de autoayuda para superar la enfermedad a través de la meditación, la buena alimentación, el bienestar, el amor, el pensar positivo y el “echarle ganitas” como tantos libros hay sobre el tema. No, La enfermedad y sus metáforas es un acercamiento al cáncer desde una visión muy personal de una escritora que vivió en carne propia este padecimiento y quien, como tantos enfermos de cáncer, se tiene que enfrentar no sólo al dolor físico, sino también a todos esos mitos, miradas reprobadoras, compasión y quizá alejamiento que envuelven a la enfermedad.
Aunque es un ensayo con más de 40 años de haber sido escrito sigue siendo actual, abrumadoramente actual en cuanto a las visiones y mitos en torno a la enfermedad; porque si bien es cierto que el cáncer ya no es necesariamente una sentencia de muerte, no deja de ser un mal aterrador al que se le achacan muchos mitos, entre ellos la culpa, “tú tienes la culpa de haberte enfermado”. Así que nadie con más autoridad que una escritora para tratar de tirar todos estos mitos y devolverle a la enfermedad esa característica humana alejada de misticismos que tanto daño hacen al enfermo, sin importar si es una persona buena o mala (lo que sea que eso signifique), positiva, negativa, que come carne o es vegana, que sufre o es feliz, que guarda resentimientos o que confronta.
Título: Entre los rotos Autora: Alaíde Ventura Medina Pie de imprenta: Ciudad de México : Penguin Random House, 2019. ISBN: 978-607-318-615-5 Formato: Kindle Edition Premio Mauricio Achar – Literatura Random House 2019
Una joven encuentra la colección de fotos de su hermano menor. No entiende por qué Julián decidió conservar esas imágenes. No retratan momentos particularmente alegres, por el contrario, casi todas pueden verse como la antesala de una catástrofe doméstica. Pensándolo bien, eso fue su infancia en Veracruz: la antesala y las secuelas de una catástrofe continua, la construcción minuciosa de las ruinas que son ella, su hermano y su madre. Su padre, un hombre imprevisible y violento, los lastimaba a la más arbitraria provocación. Julián, sin embargo, siempre se llevó la peor parte, por lo que encierto momento, alzó una muralla de silencio para protegerse a sí mismo. Pero el silencio tiene la capacidad de contaminarlo todo con su propia forma de violencia.
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Una historia que es como ir recogiendo los pedazos de una taza que se ha roto (o, mejor dicho, que han lanzado de forma violenta hasta dejarla hecha añicos), juntar sus piezas poco a poco para rearmarla con grietas y fragilidad. Alaíde Ventura nos narra de forma magistral una historia de violencias, de familia, de dolor, de complicidades rotas, de traición, aunque esa traición sea la única forma de autopreservación.
Una historia dura, que llega de lleno y golpea fuerte. Es estremecedora y no necesitas identificarte con los personajes para que te deje un poquito rota. Lo cual no es malo, si una historia no te conmueve, entonces qué caso tiene seguir leyendo. Da gusto y se agradecen mucho estas historias tan complejas, tan fuertes, tan desgarradoras.
Título: Los rojos camaradas Autora: Ana Romero Ilustradora: Natalia Gurovich Narrador: Federico Ordás Pie de Imprenta: México : Storyside : SM, 2017. Formato: Audiolibro y Edición electrónica ISBN: 9786072418554 / 9789177913436
El abuelo Tomatías falleció. Todos están muy tristes pero Lobo menos que todos porque antes de morir, su abuelo le enseñó a buscar los rastros de los que se van. Ahora Lobo y su hermana menor seguirán el rastro de Tomatías hasta encontrarlo en la cosa más maravillosa del mundo.
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He leído Los rojos camaradas unas cuatro veces este año, en audiolibro y en electrónico, y no me canso, y sí, en todas termino llorando. No deja de fascinarme lo hermosa, lo triste y sabia que es cada página de este libro. Cómo se pueden decir tantas cosas y tan profundas en tan pocas páginas, cómo se logra ser tan cercano, cómo se puede hablar de muerte y sanar de forma tan entrañable. Sin duda, los que nunca se han acercado a la literatura infantil, deberían conocer este libro para darse cuenta lo mucho y lo bien que se puede contar desde esta etiqueta poco favorecedora de “infantil”. Quisiera poder decir más, algo que de cuenta de lo hermosa y valiosa que es esta historia, pero creo que vale la pena quedarnos con el “lo he leído unas cuatro veces”.
Título: Me acuerdo Autor: Joe Brainard Pie de imprenta: España : Sexto Piso, 2009. ISBN: 8496867455
Joe Brainard era tan polifacético que él mismo parecía uno de sus propios collages. Más conocido como artista que como escritor, su inclasificable libro Me acuerdo se consideró una obra excepcional desde su irrupción en 1970 en el panorama literario de Estados Unidos. Su impacto fue tal que, años después, Georges Perec escribió su Je me souviens bajo el modelo de Brainard, y se lo dedicó a éste. La fórmula es tan simple que escritores como Ron Padgett, poeta y gran amigo de Brainard, se preguntaron: «¿Por qué no se nos habrá ocurrido a nosotros una idea tan elemental?». Su original forma, basada en una repetición casi de mantra, recoge más de mil evocaciones que empiezan con las palabras «Me acuerdo». Se trata de frases, en su mayoría breves, que activan un resorte en la mente al rescatar imágenes con las que han crecido varias generaciones de todo el mundo. Una entrañable mirada a lo más íntimo de la vida de Brainard y un retrato de la cultura y del imaginario popular del Estados Unidos de los cuarenta y los cincuenta.
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Me acuerdo que este libro me lo prestó Rafa después de un taller de escritura. Me acuerdo que estaba al borde de las lágrimas como he estado casi todo el año. Me acuerdo que comenzar a escribir con la premisa me acuerdo, resultó muy prolífico, dudo que haya sido tan fascinante como Brainard, pero sí muy inspirador.
Y sí, Me acuerdo es una obra excepcional en la que el autor nos permite conocerlo de a poco, pero también es conocer un poco del momento histórico que le toco vivir, de las costumbres, de los modos de ser, de la vida. Cuando lo terminas entiendes por qué otros escritores han seguido sus mismos pasos y se han reconstruído a través de acordarse, a través de compartirnos su baúl de recuerdos.
Me acuerdo es divertido, es profundo, es revelador, es cercano, todo a partes iguales. Es un libro maravilloso.
Título: Los desaparecidos de Clarodeluna (La Pasaespejos # 2) Autora: Christelle Dabos Pie de Imprenta: Colombia : Panamericana, 2018. ISBN: 9583056928 Premio Concours du premier roman Jeunesse 2012
Ophélie ha sido nombrada vicecuentista, y así descubre los odios y los complots que se tejen bajo los techos dorados de la Citacielo. En unas circunstancias cada vez más peligrosas, ¿podrá contar solo con Thorn, su enigmático prometido? ¿Qué significan las misteriosas desapariciones de personalidades influyentes de la corte? Sin quererlo, Ophélie se ve involucrada en una investigación que la llevará más allá de las ilusiones del Polo, en medio de una temible verdad. Ganadora del Concours du premier roman Jeunesse, organizado por Gallimard Jeunesse, RTL y Télérama en 2012, Christelle Dabos confirma con este segundo tomo un talento fuera de lo común.
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He de confesar que tenía miedo que, después de Los novios del invierno, esta segunda parte de La Pasaespejos me decepcionara. Sin embargo, no sólo continúa de manera espectacular con la serie, sino que supera a la primera parte. Intrigas, complots, fantasía, amor a la lectura. Vamos entendiendo un poco más los por qué de muchos personajes, por ejemplo, la obsesión de Lord Farouk por la lectura del libro misterioso.
Esta segunda entrega de La Pasaespejos crece en complejidad y en intrigas, no te deja debiendo nada, más que la ansiedad por una pronta tercera entrega. Me sorprende, y no de forma grata, que esta serie no tenga mayor difusión y que sea tan poco conocida pues es una gran, gran historia.
Título: Atascado Autor e ilustrador: Shinsuke Yoshitake Pie de imprenta: España : Barbara Fiore, 2018. ISBN: 978-84-16985-02-9 Mención Especial Bologna Ragazzi Award 2017
Es la hora del baño y el pequeño protagonista decide desnudarse solo, pero la cabeza se le queda atascada en su propia camiseta. Superado el primer momento de temor, el niño imagina los desafíos que tendrá que superar: ¿Cómo podrá jugar con los demás niños? ¿Qué hará si su gato le hace cosquillas en la barriga? Menos mal que su madre llega al rescate. Pero cuando finalmente consigue quitarse la camiseta, otro peligro le asalta… ¡es hora de ponerse el pijama!
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Este libro es una verdadera delicia de ver y leer, al imaginar todas las vicisitudes a las que se tendrá que enfrentar este niño al que en un arranque de independencia se le ha quedado la playera atascada. Un libro inteligente y divertido que demuestra una vez más que la literatura infantil es todo menos infantiloide.
Un libro perfecto para un niño de 2 años, para sus padres y para cualquier lector que sepa apreciar una historia sencilla y entrañable, pero no por ello menos inteligente y bien contada.
Título: El emperador de todos los males: una biografía del cáncer Autor: Siddartha Mukherjee Pie de Imprenta: España : Taurus, 2011. ISBN: 8430606459
En 2010, siete millones de personas murieron de cáncer en todo el mundo. Con esta fría estadística Siddhartha Mukherjee, médico e investigador oncológico, arranca su amplia y absorbente biografía de una de las enfermedades más extendidas de nuestro tiempo. El emperador de todos los males es una crónica completa del cáncer desde sus orígenes hasta los modernos tratamientos quimioterapia de diversos tipos, radioterapia y cirugía, además de la prevenciónque han surgido gracias a un siglo de investigación, ensayos y pequeños avances trascendentales en muchos lugares distintos. Este libro es un repaso a la ciencia del cáncer y a la historia de los tratamientos que le han hecho frente, pero también es una reflexión sobre la enfermedad, la ética médica y las complejas y entrelazadas vidas de los oncólogos y sus pacientes. La empatía que muestra Mukherjee hacia los enfermos de cáncer y sus familias, así como hacia los médicos que muy a menudo tan pocas esperanzas les pueden ofrecer, hacen de este libro una historia llena de humanidad de una enfermedad compleja e inasible.
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Un ensayo escrito a modo de biografía sobre una enfermedad que a todos aterra. Muy bien documentado, el autor nos da un recorrido histórico desde los hallazgos de fósiles de dinosaurios con vestigios de cáncer, pasando por Galeno y las primeras mastectomías (más mutilaciones que cirugías), hasta llegar a nuestros días. Sin la ansiada cura, pero conociéndolo un poco más.
Me tomó varios meses leer este libro y me costó mucho trabajo, tanto que tuve que dejarlo en espera un par de meses. Cuando pude volver a él me resultó un libro intenso por los casos de estudio, por las metáforas (sí, esas mismas contra las que tanto luchó Susan Sontag), por las explicaciones y la información científica, que además resulta completamente accesible y comprensible para un lector sin conocimiento de medicina, biología, química y todas las disciplinas que se unen para luchar contra esta enfermedad.
Me quedo con un fragmento casi al final del libro que creo resume esta lectura: “La mejor manera de ‘ganar’ la guerra contra el cáncer consiste, quizás, en redefinir la victoria”.
Pues ya está, un muy buen año literario. Y ahora sí, felicidades a todas y todos, les deseo un gran 2020.
Hace unos días, en el marco de la 34 Feria Internacional del Libro de Guadalajara, se presentaron los resultados de la Segunda Encuesta Nacional sobre Consumo Digital y Lectura entre Jóvenes Mexicanos realizada por IBBY México en colaboración con Citibanamex y en la que tuve la enorme oportunidad de formar parte del Comité Técnico.
Esta Encuesta resulta particularmente interesante por varios motivos:
Han pasado cuatro años desde la elaboración de la primera encuesta. Cuatro años pueden parecer poco tiempo, pero en materia de creación y consumo de contenidos, y en específico, de la lectura, muchas cosas han cambiado y estamos aprendiendo a ver de manera distinta a la lectura.
Se tomaron en cuenta lecturas en formatos distintos al impreso, algo que otras encuestas siguen sin considerar, el ejemplo más destacable, los audiolibros.
Es una encuesta que nos ayuda a reflexionar la lectura de un modo distinto al tradicional.
La Encuesta contempla una muestra representativa de más de 4700 jóvenes de entre 12 y 29 años de zonas rurales, urbanas y estudiantes universitarios. Acá algunos de los resultados que considero particularmente interesantes:
El smartphone se consolida como el principal dispositivo para conectarse a internet y como dispositivo de lectura, una tendencia que vemos desde hace ya algunos años. Además el tiempo promedio destinado a internet no presentó cambios entre la encuesta de 2015 y esta segunda encuesta, 6.1 horas diarias.
El 36% de los encuestados utilizan internet para leer, lo que representó un incremento del 9% en comparación con 2015. Y quizá lo más interesante es que la mayoría de los encuestados expresó gusto por la lectura, en especial a los jóvenes de 15 a 17 años, es decir, el 78%. En este mismo orden de ideas, resulta interesante que sean los jóvenes en la Ciudad de México los que más expresan que les gusta leer. Aunque, sin duda, esto daría pie a otro estudio, sería interesante reflexionar por qué precisamente en la Ciudad de México hay un mayor gusto por la lectura. Una hipótesis que me aventura a formular es que en la CDMX hay mayor acceso a estos contenidos: más librerías, más bibliotecas públicas y universitarias, etc.
¿Y qué hay de los formatos? Aquí también encontramos cosas muy interesantes. Los resultados indican que los jóvenes prefieren el formato impreso para leer; sin embargo, la elección por el formato digital ha mostrado un crecimiento del 20%.
Al analizar más detenidamente el tema de formatos, podemos notar que una cosa es la preferencia y otra el formato en el que están leyendo. Por ejemplo, el 51% de los estudiantes universitarios prefieren leer novelas en formato impreso, frente al 39% que lo hace en formato electrónico; sin embargo, si lo comparamos con el 29% de los que preferían el formato digital en 2015, vemos que este formato ha tenido un incremento del 10% en tan solo cuatro años. Resulta particularmente interesante que para el género poesía, un género que da la impresión es poco explorado no sólo entre los jóvenes, se prefiera el formato electrónico en ambas encuestas. Aquí hay otro punto para un análisis más detenido.
El audiolibro, por su parte, tiene un modesto 16% de consumo, pero no cometamos el error de menospreciarlo. Recordemos que si bien no es un formato nuevo, en México tiene sólo un año la entrada de plataformas de suscripción a este formato. Así que, sin dudarlo, veremos en encuestas y estudios futuros que incluyan a esta forma de lectura, como el audiolibro va creciendo y consolidándose. ¿Estamos hablando de un regreso a la oralidad? ¿por qué es tan atractivo?
En esta encuesta no podemos alejarnos del fantasma de la media nacional de 3.8 libros por año, lo anterior visto de manera pesimista; sin embargo, visto de otra manera, tanto los jóvenes en zonas urbanas (4.2 libros al año; 2.5 libros por gusto y 1.7 libros por obligación), como los estudiantes universitarios (6.5 libros al año; 3.5 libros por gusto y 3 por obligación) superan la media nacional. De hecho, esta segunda encuesta demuestra que se leen diversos contenidos: noticias, artículos de blogs, post o comentarios en redes sociales, novelas, cómics, historietas, cuentos, revistas, poesías, todo lo anterior además en formato impreso y digital. Es decir, que los jóvenes están leyendo intensivamente, y leen más allá del libro impreso, aunque aseguren que prefieren este formato.
El acceso a los libros a través de la compra también muestra un incremento para el formato digital. Lo anterior es, sin duda, un llamado de atención a las editoriales y distribuidores de libros electrónicos que aseguran que los jóvenes sólo descargan versiones pirata. Así que valdría la pena que hicieran más amigable y eficiente el acceso a los contenidos digitales si quieren ver un incremento importante en las ventas en este formato.
Y como este es un blog sobre bibliotecas (además de temas relacionados con el mundo del libro), destaco el papel que éstas juegan en permitir el acceso a todos estos materiales. El 20% de los encuestados accede a los contenidos a través de las bibliotecas digitales de sus escuelas. ¡Alguien por piedad informe al genio que canceló Digitalee sobre este tema! Bibliotecarios, prestemos atención a esto, los jóvenes necesitan el acceso y somos la principal puerta de entrada a los libros.
¿Y a quiénes prestan atención los jóvenes al momento de escoger una lectura? Desde luego, padres, amigos y maestros son los principales influencers, el boca a boca no pierde vigencia ni eficacia. Resulta sorprendente, y no sé si necesariamente en un sentido positivo o negativo, que los booktubers o influencers tengan poca “influencia” cuando recomiendan libro. Aquí también urge un estudio o reflexión más atenta al papel que están jugando realmente todos estos chicos en la cadena del libro.
Por cierto, aunque los padres, amigos y maestros nos superen por mucho, los bibliotecarios no quedamos tan mal parados en la influencia que ejercemos al recomendar libros si nos comparamos con los booktubers. Así que los bibliotecarios debemos seguir leyendo y conociendo nuestros acervos, pero también debemos conocer al usuario y saber acercarnos a él/ella, ¡no todo es catalogar y clasificar!
Conclusiones
Aunque hay muchísimas cosas que me vienen a la mente con los resultados de esta Segunda Encuesta Nacional sobre Consumo Digital y Lectura entre Jóvenes Mexicanos, una cosa es muy clara: existe un imaginario sobre el libro, la lectura y los lectores, y una realidad en el comportamiento lector.
Donde los jóvenes perciben una cosa, su comportamiento lector nos indica otra más alentadora. Por ejemplo, aseguran que prefieren el formato impreso, pero se está incrementando la lectura en formato digital. La realidad está superando a la ficcióncuando hablamos de lectura. Por ello y aquí la segunda conclusión, debemos replantear a la lectura, al libro y a los lectores más allá del libro impreso. Si seguimos entendiendo a la lectura en términos de libro impreso, no vamos a alejarnos nunca de esa media tan poco esperanzadora de 3.8 (décimas más, décimas menos) libros por año.
Y ya para terminar, unas preguntas para seguir la reflexión sobre la lectura entre los jóvenes mexicanos:
¿Los jóvenes se asumen como lectores? Seguramente no.
¿Qué es lo primero que les cruza por la cabeza cuando les pregunta si les gusta leer? Muy probablemente libros, aunque estén leyendo todo el día.
¿Por qué dicen que prefieren el formato impreso, mientras un género que podríamos insertar de forma muy natural en dicho formato, se lee más en el formato digital? Aquí no puedo esbozar ninguna hipótesis.
De nuevo, ¿por qué si dicen preferir el formato impreso, se ha incrementado la compra en el formato digital?
¿Y qué pasa con la creación? ¿están creando contenidos? Desde luego que sí.
¿Qué pasa con el consumo de medios digitales distintos a la lectura que en algún momento se cruzan con ésta, como es la narrativa transmedia?