
Hace unos días la revista Forbes publicó un artículo de las Bibliotecas vs Amazon, o ¿por qué Amazon debería reemplazar las bibliotecas y ahorrar impuestos? (Amazon Should Replace Local Libraries to Save Taxpayers Money), un artículo de Panos Mourdoukoutas, profesor de Economía, colaborador en Forbes y autor del libro The Ten Golden Rules of Leadership. Un artículo que ha causado gran malestar entre la comunidad bibliotecaria y los usuarios de bibliotecas.
En esencia, Amazon ha proporcionado algo mejor que la biblioteca local sin los impuestos. Esta es la razón por la cual Amazon debería reemplazar las bibliotecas locales. Esta medida ahorraría dinero a los contribuyentes y mejoraría el valor para los accionistas de Amazon de una sola vez.
Me he tomado algunos días para escribir con calma este post, no sólo porque me trae muchas reflexiones sobre las bibliotecas públicas, la sociedad, los usuarios de las bibliotecas… y los otros como Mourdoukoutas; pero también quería evitar escribir desde las visceras. No sé si lo logre, pero ahí voy.
En el artículo, Mourdoukoutas afirma que “Las bibliotecas ya no tienen el mismo valor que antes”, entre otras razones porque actualmente hay otros lugares que pueden funcionar como tercer espacio, tal es el caso de Starbucks donde la gente puede sentarse a leer libros obtenidos a través de servicios como Amazon Prime o ver películas a través de Netflix.
Hace varios años escribí un post titulado Las bibliotecas vs los Starbuks en donde hablaba de la hospitalidad (una palabra que en ocasiones parece desconocida entre algunos bibliotecarios) y de la importancia de voltear a ver cómo se hacen las cosas en otros lugares para lograr que clientes o, en este caso usuarios prefieran un lugar. Es muy claro que la naturaleza de una biblioteca y la de un Starbucks es muy distinta, abismal, pero finalmente en aquel entonces resultó interesante atisbar por qué varias personas prefieren tener en un Starbucks su “centro de operaciones”. El punto de aquel artículo nada tenía que ver con el reemplazo, sino con la atención al cómo se hace y a los detalles.
Por otro lado, Mourdoukoutas parece desconocer que Netflix tiene un costo mensual de entre MX$109.00 para el servicio básico y MX$199.99 para el Premium, mientras que Amazon Prime tiene un costo de MX$449.00 al año, es decir que con nuestros impuestos, infinitamente inferiores a cualquiera de los servicios ya mencionados, es posible tener bibliotecas que nos ofrecen mucho más que Netflix o Amazon Prime. Pero además en la visión de Mourdoukoutas hay un profundo elitismo al no entender que no todos pueden pagar esas sumas; sin olvidar que las bibliotecas no sólo prestan libros o películas, sino que hay todo un trabajo con y para la comunidad, razón por la cual actualmente son ampliamente identificadas como un tercer espacio.
Y si nos quedáramos exclusivamente con la biblioteca como sinónimo de libros, Mourdoukoutas desconoce también que las bibliotecas ofrecen todo un acervo de libros, no sólo impresos, sino también electrónicos y audiolibros con servicios como Overdrive, entre muchos otros, que tan sólo el año pasado logró más de 225 millones de préstamos electrónicos en las más de 30 mil bibliotecas en 40 distintos países.
Varias carencias más se encuentran en artículo y en el autor, Alejandra Quiroz las ha resumido a la perfección en su tuit:
Somebody hasn’t been to public libraries in a long time.
Somebody ignores that libraries do count as third spaces.
Somebody thinks that tax money is the only thing that sustains libraries.
Somebody is just wrong.
https://t.co/iL8fQGBcdF— Ale QH (@agorathauma) July 22, 2018
A estas alturas Forbes ha eliminado el artículo de Mourdoukoutas, pues la respuesta de bibliotecarios y usuarios fue contundente: más de 7.9k tuits (y ya no se puede saber cuántos comentarios en el post original) evidenciando lo ridículo e ignorante de la propuesta. Desde luego la respuesta ha sido una grata sorpresa, no así el manejo de crisis que ha hecho Forbes y que resulta muy cuestionable. Según el comunicado de un portavoz de la revista:
Forbes aboga por el diálogo sobre la diversidad de temas, incluidos aquellos que a menudo presentan opiniones contrarias… Las bibliotecas juegan un rol importante en nuestra sociedad. Este artículo estaba fuera del área de experiencia específica del colaborador, y por eso ha sido eliminado.
Y yo me pregunto, ¿para que publicar sobre un tema que no se domina?, ¿no hubo una revisión antes de publicar el artículo?, ¿nadie se dio cuenta de lo errado de dicha opinión?, ¿qué necesidad de llegar al manejo de crisis y al “borrón y aquí no ha pasado nada”, que además fue pésimo?
Este artículo inevitablemente me trae a la mente a la Biblioteca Vasconcelos, el “elefante blanco”, como muchos (aunque cada vez menos) la siguen llamando después de 12 años de existencia. Cada que alguien se refiere así de esta biblioteca no puedo evitar preguntar si la han visitado recientemente o si en estos 12 años se han parado por ahí; la respuesta siempre es No. Pues bien, el artículo de Mourdoukoutas es exactamente lo mismo que se piensa sobre la Vasconcelos o tantas bibliotecas, y que, al final de cuentas es una muestra de infinita ignorancia:
- Sobre la naturaleza de una biblioteca: servicio, espacio, comunidad, creación, recreación, pensamiento, estar, convivencia, ciudadanía, acceso a la información, estudio, lectura, etc.
- Sobre la naturaleza de Amazon: una tienda en línea que vende productos.
Pero prestemos más atención, el artículo en realidad es más que una muestra de profunda ignorancia porque:
- Lo grave no es que Mourdoukoutas hable sobre algo que no conoce; sino que tenga un espacio para que lo publiquen.
- Lo grave es que ese espacio sea una revista como Forbes.
- Lo grave y peligroso es que personas e instancias que toman decisiones han argüido cosas similares y por ello muchas bibliotecas han cerrado y seguirán cerrando, el mejor (peor en realidad) ejemplo es el cierre de bibliotecas públicas de Gran Bretaña.
Así que, aunque la defensa de bibliotecarios y usuarios resultó conmovedora y útil para que Forbes borrara el artículo (porque Mourdoukoutas además de ignorante es soberbio y no ha aceptado su error), no es suficiente para que desaparezcan estas ideas equivocadas sobre las bibliotecas. Es imprescindible entender que las bibliotecas son una inversión, no un gasto y, ante la duda yo digo siempre: ponga una biblioteca en su vida.
Muchas gracias Verónica por esta muy oportuna reflexión. Difundiré entre mis redes de salud.
Un fuerte abrazi
Muchas gracias, Antonia María 🙂
Muchas gracias Verónica, por la información y la reflexión. Es importante que cosas se sepan y que además se defiendan.