Amazon lanzó el día de hoy Prime Book Box, un nuevo servicio de suscripción exclusivo para los miembros Prime con el que recibirán de forma mensual, bimestral o trimestral, un paquete con dos libros infantiles en pasta dura o bien, con cuatro libros infantiles en edición cartoné. En ambos casos la selección puede ser clásicos de la literatura infantil, novedades editoriales o el libro que se adapta a la edad del lector.
El costo mensual del Prime Book Box de Amazon es de USD$22.99 (aprox. MX$435.00 dependiendo de lo voluble del tipo de cambio y del presidente en turno) con lo que Amazon presume que el cliente estará ahorrando hasta un 35% sobre el precio de lista.
Los libros están divididos en cuatro edades: bebés y hasta dos años, de 3 a 5 años, de 6 a 8 y de 9 a 12. Para ello Amazon ha curado los libros mejor calificados por sus usuarios y los editores de Amazon Books.
El procedimiento parece bastante simple: 1) el usuario de este servicio determina las preferencias lectoras y señala la periodicidad con la que desea recibir sus paquetes de libros, 2) Amazon realiza la curaduría y el usuario decide de un listado comentado qué libros quiere recibir, aunque también está la opción de recibir los libros sin conocer este listado, y 3) recibir el paquete de acuerdo con la periodicidad previamente señalada.
Prime Book Box de Amazon: mediación lectora o mercadotecnia
Aunque generalmente me gustan los distintos servicios de Amazon, el Prime Book Box me causa conflicto por varias razones:
No me fío de la selección de libros basada en la calificación de otros usuarios. Si bien es cierto que muchas de mis compras de libros se basan en la revisión de reseñas; al final soy yo quien decide si ese libro que tiene 3 estrellas y una reseña poco favorecedora merece una oportunidad o si, por lo contrario, ese libro que ya es best seller y tiene todas la reseñas y las estrellas realmente vale la pena. Decidir sobre una lista de los libros mejor calificados y curados por los editores de Amazon no garantiza calidad, sino popularidad.
No me fío del criterio de los padres para seleccionar de entre una lista de libros de cuya selección, como ya lo dije, tampoco me fío. Aceptémoslo, no todos los padres son lectores, basta con ir a bibliotecas, librerías o ferias del libro para escuchar las barbaridades en las que algunos padres basan las selecciones literarias para sus hijos: “Este libro es muy caro, mejor llévate el de princesas”, “Llévate los libros de Disney”, “Éste libro no porque habla de X tema que mi hijo/a no comprende”, “Quiero un libro con dibujitos”, y un nutrido y exasperante etcétera. No todos, es cierto; que hay padres que conocen muy bien a sus hijos, sí; que hay padres lectores que han formado hijos lectores con la suficiente autonomía para seleccionar su próxima lectura sin dejarse influir por la popularidad de un libro bien calificado, también.
Esto me lleva a pensar en el papel que realiza la figura o figuras de las que sí me fío en algo tan crítico como la selección de un libro, EL LIBRO, para un niño o una niña: el bibliotecario infantil y el mediador de lectura. Quienes en mayor o menor medida conocen los libros, conocen al lector, conocen a los padres y esto les brinda la posibilidad de saber guiarlos hacia el libro ideal para el lector o lectora.
Prime Book Box de Amazon no es un servicio barato, aunque presuma de hacernos ahorrar hasta un 35%, repito, no garantiza calidad. Los bibliotecarios y los mediadores llevamos años haciéndolo, así que alguna garantía debemos de ofrecer. Esto me lleva a recordar lo que escribía Toño Malpica hace poco:
Fue hace casi cuarenta años que un bibliotecario puso en mis manos los primeros libros que verdaderamente me hicieron salir de mi cuerpo…
Dudo mucho que un servicio como el de Prime Book Box de Amazon, con listas de libros curados y populares logren esa catarsis en los lectores. En caso de duda, acuda a su biblioteca pública, a su sala infantil o a su biblioteca infantil de confianza, se van a ahorrar USD$22.99 y de paso tendrán la oportunidad de elegir entre un acervo mucho mayor que, además ya fue previamente seleccionado.
Cartel oficial del Día Internacional del Libro Infantil 2018
Como cada año, el 2 de abril celebramos el Día Internacional del Libro Infantil, promovido por IBBY desde 1967 y cuya fecha coincide con el nacimiento de Hans Christian Andersen. Cada año una sección nacional de IBBY patrocina este día y selecciona un escritor de ese país para que envíe el mensaje, así como un ilustrador también representativo quien es el responsable del cartel conmemorativo. El patrocinio del Día Internacional del Libro Infantil 2018 está a cargo de Letonia, Inese Zandere es la escritora encargada del mensaje cuyo lema es Los libros hacen grande lo más pequeño y el cartel corre por cuenta de Reinis Petersons.
Y bien, como cada año toca celebrarlo acá de la mejor manera posible que es leyendo o recomendando algunas lecturas para este día. Pero este Día Internacional del Libro Infantil 2018 lo quiero hacer con libros muy especiales, no que los de años anteriores no lo sean; sin embargo, los libros de los que les hablaré en esta ocasión son una muestra de que el libro infantil va mucho más allá de un “libro con monitos” como muchos despectivamente piensan. Por ello, en esta ocasión casi todo el repertorio (hay algunos colados que bien vale la pena que estén en esta selección de celebración) estará compuesto de libros álbum, que son la muestra perfecta de que la propuesta literaria infantil no es simplista o no debe serlo, ni en historia, ilustración y/o edición.
¿Listos?
Armstrong: el increíble viaje de un ratón a la luna
Armstrong es un pequeño y curioso ratón que todas las noches con su telescopio observa la luna. Tras arduas investigaciones descubre que, contrario a la creencia popular de los ratones, la luna no es una gran bola de queso. Emocionado corre a contarle a sus congéneres su descubrimiento; sin embargo, estos no le creen y se ríen de él. A pesar de ello, sus investigaciones han llamado la atención de un ratón científico que lo invita al Museo Smithsoniano y ahí lo convence de seguir con sus estudios y lo aliente para que compruebe su hipótesis, ¿cómo? viajando a la luna.
De este libro ya hablé en Medium, pero no puedo dejar de emocionarme cada que vuelvo a él. Un álbum ilustrado, que a ratos es también un libro informativo, juega con realidad y fantasía sin romper con el pacto de ficción para traernos una tierna historia sobre el primer viaje de un ser a la luna.
La edición no puede ser más exquisita y es un claro ejemplo de que los libros para niños y niñas no son simples páginas con monitos.
Ficha Título: Armstrong: el increíble viaje de un ratón a la luna Autor/Ilustrador: Torben Kuhlmann Traductor: Susana Tornero Pie de imprenta: Barcelona : Juventud, 2017. ISBN: 9788426144195 Calificación: *****
El tigre de mar y otros cuentos para soñar
Un arenque fanfarrón que se va a conocer el mundo, un tigre mentiroso cuyas mentiras se convierten en realidad, un gato con un humor de perros cuidado por una anciana, un oso extravagante que usa la bañera de su pequeña anfitriona y se convierte en su mejor amigo, o algo así…
De este libro también ya hablé en Medium, pero bien vale la pena incluirlo en este festejo pues es una libro en el amplio sentido de la palabra, donde todo está puesto en su justa medida, donde cuenta y se une para ofrecer la mejor experiencia de lectura: diagramación, paleta de colores, historias divertidas y absurdas, la tipografía, la portada, todo suma, todo aporta. Cabe señalar que tanto autores como ilustrador son figuras clave de la literatura infantil en Gran Bretaña.
Ficha Título: El tigre de mar y otros cuentos para soñar Autores: Nannete Newman y Terry Jones Ilustrador: Michael Foreman Traductor: Carlos Mayor Pie de imprenta: Barcelona : Juventud, 2006. ISBN: 8426135390 Calificación: *****
El caballero impetuoso
Esa mañana el caballero se levantó muy temprano, estaba más que listo para ir a hacerle la guerra su peor enemigo, el caballero del otro reino. Pero antes, antes, debía realizar varias diligencias, porque hay que dejar todo listo y en orden si te embarcas en algo de lo que quizá no vuelvas. Así que no podía irse sin antes darle un beso a su esposa, sin jugar con sus hijos, sin salvar a la princesa que necesitaba su ayuda, sin desayunar, ¿cómo va a poder alguien luchar en una batalla a muerte sin antes desayunar? Bien, ya ha desayunado, ahora sí, ya va… o ya casi va.
Este álbum es puro humor e ironía. Y tiene un gran mensaje: está lo urgente y lo importante, el caballero impetuoso tiene muy clara la diferencia. Los textos son muy cortos y sencillos, la detallada y colorida ilustración está repleta de guiños que ironizan con el texto, mientras uno dice una cosa, la ilustración te está mostrando otra.
Un álbum que sin duda te hará reír mucho y que, de forma muy inteligente, te invita a leer texto e imagen.
Ficha: Título: El caballero impetuoso Autor/Ilustrador: Gilles Bachelet Traducción: Pau Joan Hernández Pie de imprenta: Barcelona: Juventud, 2015. ISBN: 9788426142542 Calificación: *****
Qué leen los animales antes de dormir
¿Sabías que a los animales también les gusta leer antes de irse a la cama? ¿sabías que entre ellos hay lectores voraces y lectores insaciables? Si no lo sabías, seguramente te preguntarás qué libros leerán. ¿Qué leerán las ranas? ¿y los murciélagos? ¿y las ratas?
Libros que hablan sobre libros hay muchos. Algunos de esos libros son más afortunados que otros; algunos más insufribles que otros; algunos más inteligentes que otros; algunos con mayor maestría que otros. Qué leen los animales antes de dormir pertenece felizmente a la primer categoría, a la de los libros afortunados, de los que hablan con maestría sobre el tema, de los que no comenten el error de endiosar y poner en un pedestal inalcanzable al libro y la lectura.
Un álbum que es un homenaje al libro y la lectura, pero que es también un reconocimiento a la diversidad lectora y una invitación a reconocernos en esa diversidad.
Ficha Título: Qué leen los animales antes de dormir Autor: Noé Carlain Ilustrador: Nicolas Duffaut Traductor: Teresa Farran Pie de imprenta: Barcelona : Juventud, 2011. ISBN: 9788426138446 Calificación: *****
¿Dónde oso?
Había una vez un osito que vivía con un niño, eran los mejores amigos, pero el oso creció, y creció, y, creció, y ya no cabía en casa; así que niño y oso se dieron a la tarea de buscar un nuevo hogar que fuera adecuado para el oso y, lo más importante, donde se sintiera contento. Pero, ¿dónde oso? La búsqueda resulta más complicada de lo que en un principio parece.
¿Dónde oso? es un álbum ilustrado cuya tierna historia nos habla de cambios, de objetos transicionales, de amigos imaginarios, de pertenencia, de crecer, de soltar. Y quizá lo más importante, nos habla de que cada persona siempre tiene un lugar al que puede volver.
Un álbum con ilustraciones sencillas pero muy expresivas, textos cortos y donde todo cuenta, la tipografía, la paleta de colores, los espacios, los silencios.
Ficha: Título: ¿Dónde, oso? Autor/Ilustrador: Sophy Henn Traducción: Margarida Trias Pie de imprenta: Barcelona: Corimbo, 2015 ISBN: 978-84-8470-522-2 Calificación: *****
Las nuevas aventuras de oso y plumas
Y ya para terminar, ¿se acuerdan que les había dicho que casi toda esta celebración se compondría de álbum ilustrado? pues bien, aquí está el casi.
Oso y Plumas son dos grandes amigos, comparten todo y se acompañan en su día a día: Año Nuevo, los cumpleaños, los sueños, el día que se pierde Oso, etc. Juntos enfrentan alegrías, miedos, ilusiones, amistad y todo lo que es parte de la vida.
Las nuevas aventuras de Oso y Plumas es un libro con cinco cuentos donde los protagonistas son un oso y un ave. Ursula Dubosarsky, la autora, es una de las escritoras para niños más reconocida, premiada y leída en Australia, así que es un agasajo tener en español a Oso y Plumas.
Las historias son sencillas, pero no por ello menos profundas; las ilustraciones a lápiz retratan a la perfección la atmósfera tranquila de las historias. La edición en pasta dura es cuidada. En fin, veo a Las nuevas aventuras de Oso y Plumas como uno de esos libros que tienes de niño, pero que conservas toda tu vida.
Ficha Título: Las nuevas aventuras de Oso y Plumas Autora: Ursula Dubosarsky Ilustrador: Ron Brooks Traductor: Macarena Salas Pie de imprenta: Barcelona : Corimbo, 2014. ISBN: 9788484704959 Calificación: *****
Pues ya está, esa es mi propuesta de celebración para este Día del Libro Infantil 2018. ¡A leer!
Bajo la premisa de que en Estados Unidos hay menos del 5% de libros publicados que son traducciones, en el blog de FeedBooks publicaron un interesante, aunque bastante reducido, Mapa de traducción de Literatura Latinoamericana al inglés. Un mapa que además de interesante, me ha dejado con varias ideas dando vueltas, que si bien no son nuevas y se han abordado en otros espacios, no por ello no es válido volver a la reflexión.
Desde luego que los libros que aparecen en este mapa son sólo aquellos que, además de estar traducidos al inglés, están disponibles en FeedBooks; razón por la cual puede resultarnos un tanto escueta la selección. Aunque, sin duda, este mapa de literatura latinoamericana es un triste reflejo de lo poco que se consume nuestra literatura en un mercado tan grande e importante como los es Estados Unidos. Pero lo que es más importante, un país cuya población de migrantes latinos alcanza, según el informe del Pew Research Center en septiembre de 2017, la nada despreciable cifra de 57.5 millones, es decir, el 18% de la población de Estados Unidos; un país en el que también el español es el idioma más estudiado como segunda lengua, seguido por el francés y la Lengua de Señas Americana, esto último de acuerdo con datos de la Modern Language Association (MLA) en 2016.
Y si eso ocurre en literatura latinoamericana traducida al inglés, no hablemos de traducciones a otros idiomas distintos del inglés, por ejemplo, acá dos artículos que hablan sobre la literatura latinoamericana traducida al japonés o al chino. Traducciones que abarcan casi exclusivamente a clásicos de la literatura latinoamericaca como es el caso de Pablo Neruda.
Por cierto, como se menciona en el artículo del caso de la traducción de literatura latinoamericana al chino en las décadas de los 50, 60 y 70 del siglo pasado obedecía a objetivos políticos en los que se quería ejemplificar el poco valor estético de las obras literarias de los “pueblos políticamente débiles”. Afortunadamente la visión cambió en la década de los 80 cuando se tradujeron cerca de 130 obras donde ya podemos encontrar a autores como Gabriel García Márquez con Cien años de soledad y Mario Vargas Llosa con La ciudad y los perros.
Volviendo a la traducción literatura latinoamericana al inglés, de acuerdo con El País, en 2014 se tradujeron sólo 67 títulos. ¿Sesenta y siete de una producción de cuántos en ese año? Si mi lectura no estuvo mal sólo contemplaron los títulos de autores españoles, aunque si se incluyeran las obras de autores latinoamericanos, no estoy segura que esta cifra aumente considerablemente.
En fin, una cosa es la escasa traducción de literatura latinoamericana a otros idiomas, especialmente al inglés. Pero esto también nos da para reflexionar por qué en América Latina leemos tantas traducciones, qué nos hace tan receptivos a leer traducciones y por qué no ocurre lo mismo con nuestra literatura.
La lectura fácil son textos adaptados, maquetados e ilustrados de tal forma que permiten una fácil comprensión a lectores con necesidades especiales: por ejemplo, líneas cortas de texto, adaptación o definición de términos no comunes, ilustraciones, etc. Por cierto, para comenzar a trabajar textos en lectura fácil, hay pautas muy específicas, así que no es simplemente acortar textos o adaptar palabras.
¿Quiénes utilizan los textos en lectura fácil? En realidad son muchas las personas que se pueden beneficiar es estos textos: personas con capacidad intelectual, síndrome de Down, personas con dislexia (para quienes curiosamente les resulta más sencillo acercarse a la lectura a través de dispositivos móviles gracias a las líneas cortas de texto), personas con transtorno mental, personas con dificultades de desarrollo de lenguaje (como el caso de la comunidad sorda, que maneja un lenguaje escrito muy distinto al de los oyentes y, por ende, les puede resultar complicado acercarse a la cultura escrita) e, incluso, comunidades de migrantes, personas que están aprendiendo un idioma distinto a su lengua materna o, tan simple como personas que están aprendiendo a leer (niños y adultos).
Acá les comparto un ejemplo del texto de la Convención Internacional de las Naciones Unidas, tanto en su versión original como el adaptado en lectura fácil, para que se den una idea de qué va la lectura fácil (den click en la imagen para ver los textos en detalle).
Los textos en lectura fácil tienen una gran tradición en países como Inglaterra y Estados Unidos. En países de habla hispana existe legislación, asociaciones y desarrollo de estos textos en países como España, Chile y Argentina. Infortunadamente, México (a excepción de la Biblioteca Vasconcelos que incluyó la Lectura Fácil en su micrositio de Lengua de Señas) es un país que parece desconocer del tema y del potencial de estos textos.
Potencial que, por cierto, también estamos desperdiciando los bibliotecarios, quienes deberíamos incluir libros en lectura fácil en nuestras bibliotecas (principalmente las escolares y públicas) para ponerlos a disposición de usuarios con necesidades especiales y del público en general. De hecho, hace tiempo ya lo comentaba en otro post, ponerle a una biblioteca el mote de “incluyente” y/o “accesible” no se limita a colocar rampas, tener un acervo de audiolibros y/o libros en idioma braille. La inclusión va más allá y contar, además de lo anterior, con libros en lectura fácil es parte de ser accesible y quizá más difícil de lograr dada la escasa oferta de textos en este formato. Desde luego, en la parte de accesibilidad no puede faltar la sensibilización e información que reciba el personal de la biblioteca en relación con estos temas.
En fin, que, este no es un post para hablar de nuestras carencias bibliotecarias (que son muchas, por cierto, especial y paradójicamente en el tema de la lectura), sino un post en el que además de platicarles sobre el tema y esperar interesarlos un poco, también para darles una noticia que en lo personal me emociona y llena de muchas expectativas en relación con dar a conocer el tema de la lectura fácil: Barco de Vapor de la Editorial SM lanza su colección en lectura fácil.
La colección de Lectura Fácil de El Barco de Vapor nace con cuatro títulos muy populares que se encuentran entre los más vendidos y prescritos en los colegios: Pirata Plin y Pirata Plan, La lista de cumpleaños, El club de los raros y Siete reporteros y un periódico. Los libros cuentan con el sello de Inclusion Europe (Asociación Europea de Personas con Discapacidad Intelectual y sus Familias), que garantiza que han sido adaptados de acuerdo a las pautas europeas y validados por potenciales lectores.
Imagen de Editorial SM
Esta colección está dirigida a niños de entre 6 y 10 años. Si bien no es la única en su tipo (LoqueLeo de Santillana también cuenta con la colección Cuéntamelo Fácil), son realmente pocas las editoriales que publican libros en lectura fácil. Espero que pronto más se sumen y replique el trabajo de Barco de Vapor y Loqueleo.
Acá les dejo el link a la nota de prensa y, casi para terminar, les comento que el tema de la lectura fácil siempre me ha resultado particularmente interesante porque demuestra claramente aquello que también he comentado en otros momentos, existe diversidad de lecturas y de lectores y que, desde luego, ya no podemos pensar en la lectura exclusivamente como la lectura de obras literarias en libro impreso.
En fin, como les decía, en lo personal encuentro muy útil y emocionante que una editorial comercial que publica libros para niños y niñas ponga al alcance de los lectores libros en lectura fácil y repito, espero pronto ver a más editoriales haciendo lo mismo.
Por último, para los y las bibliotecarios que estén interesados en comenzar a empaparse sobre este tema, les dejo el link a las Directrices de la IFLA para materiales en lectura fácil.
¿Leer ciencia ficción hace que leas peor? Es una pregunta que ni siquiera deberíamos hacernos, pero es evidente que el prejuicio que “conocedores” tienen hacia ciertos géneros y lectores es una constante. En fin, según un estudio publicado en la revista Scientific Study of Literature y realizado por los investigadores Chris Gavaler y Dan Johnson se ha llegado a la conclusión de que leer ciencia ficción hace que leas peor.
Para ello midieron la forma en la que un texto de ciencia ficción hace que los lectores automáticamente asuman que es menos valioso, en un sentido literario y, por ello, realizaron una lectura menos dedicada – por cierto, que este estudio parte de otro realizado en 2013 en el que se encontró que la ficción literaria genera mayor empatía que otro tipo de géneros–.
Para realizar este estudio se trabajó con 150 personas a las que se les dio a leer un texto de 1000 palabras. En una primera versión del texto, el personaje entra a un área de comida e interactua con la gente después de que se hiciera pública su opinión negativa de la comunidad. En la “versión literaria” del mismo texto, el personaje entra a una cafetería después de que el editor publica su carta en un periodico local. De igual forma, en la versión de ciencia ficción el personaje entra a una galera en una estación espacial habitada por aliens, androides y humanos.
Después de que leyeran estos textos, se le pidió a los participantes que respondieran a preguntas como Puedo ponerme en los zapatos del personaje, así como cuánto les costó tratar de entender los sentimientos del mismo.
Lo interesante comienza aquí pues, los dos textos son básicamente los mismos, pero en ambos se utilizaron distintas palabras. Resulta que palabras como ‘cámara de descompresión’ (airlock) y ‘antigravedad’ (antigravity) son una especie de detonante que hace que el lector sea más descuidado al momento de leer pues “convertir los textos a ciencia ficción reduce dramáticamente la percepción de calidad literaria, a pesar de que los participantes leyeran la misma historia en términos de argumento y relaciones de los personajes.” Los autores del estudio también agregan, “…en comparación con los lectores de una narrativa realista, los lectores de ciencia ficción reportaron baja transportación y empatía. De igual manera, los lectores de ciencia ficción reportaron ejercer un mayor esfuerzo para entender el mundo de la historia, pero un menor esfuerzo para entender las mentes de los personajes.”
Señalan, sin embargo, que “…la ciencia ficción parece predisponer a los lectores a realizar un tipo de lectura menos esforzado y entendido.” Lo anterior es quizá la parte más importante de acuerdo con los autores, pues implica que la lectura de ciencia ficción no es que atrofie nuestro cerebro, sino que el prejuicio en torno al género hace que prestemos menor atención o, lo que es lo mismo no tomemos en serio la lectura (esto último es interpretación mía).
Algo que también es interesante es que, de acuerdo con The Guardian, Gavalier en realidad realizó este estudio porque le enojó el realizado en 2013 –algo similar me ocurrió– al que además le encontró varios problemas, entre ellos la categorización de los géneros. Y sí, desde luego, un gran problema de prejuicio hacia el género.
Sería interesante ver los resultados de un estudio similar pero a lectores que leen generalmente o que son seguidores declarados de obras de ciencia ficción. Seguramente los resultados serían totalmente opuestos.
Como podemos ver, este estudio sólo demuestra el gran prejuicio que existe a las obras de ciencia ficción y que también podemos percibir en, por ejemplo, la literatura para niños y niñas. Es curioso pues, que haya tan poca empatía entre lectores y literatura de distintos géneros, pareciera pues que la forma erudita como nos han querido presentar a la literatura hace que perdamos esa empatía. En resumen, leer ciencia ficción está mal visto.
Los días 13, 14 y 15 de noviembre se estuvo llevando a cabo en el marco de la 37 FILIJ el XIX Seminario Internacional de Fomento a la Lectura que, como cada año, reunió a distintos expertos de la cadena del libro infantil y juvenil para discutir, en este ocasión, el tema de las migraciones con el lema De mundo en mundo, de libro en libro. La migración en los libros infantiles y juveniles.
Sin duda, la migración –y temas que están estrechamente relacionados como el exilio, el desplazamiento, las guerras, la violencia– es un tema sensible pero muy necesario. Me atrevo a decir que es la primera vez que en este seminario se trata un tema de esta naturaleza, lo cual se agradece y da cuenta de la importancia de abrirse a estos temas que todavía muchos consideran inapropiados para los niños.
De hecho, la pregunta constante que estuvo rondando los tres días del seminario fue: ¿es necesario tratar estos temas en los libros para niños? Como ya lo mencioné, quizá la que mejor ha sabido responder a esta interrogante fue la escritora chilena María José Ferrada quien, palabras más, palabras menos nos dice:
Los libros nos pueden ayudar a dar una visión con todos los matices. A entrar dentro de las cifras con toda su complejidad y quitarles lo frío y lo lejano. Dice también que la literatura es una forma de guardar memoria y preguntarnos cómo estamos viviendo.
Algo en lo que coincidieron muchos participantes es que, pareciera que todo se reduce a cifras que, en un inicio, pueden impactarnos; pero a la larga (o quizá no tan a la larga), deshumanizan el problema, lo alejan. En este sentido, los libros nos sirven para ponernos en los zapatos del otro y para acercarnos nuevamente al problema.
Acá algunas otras reflexiones que surgieron sobre la importancia de presentar a los niños el tema de la migración en los libros infantiles y juveniles a lo largo de estas tres jornadas:
Nos dan a conocer realidades desconocidas.
Fomentan el conocimiento del pasado para entender el presente y no repetir la historia.
Tenemos que dejar de ser condescendientes con los niños y pensar que no comprenden ciertos temas.
La guerra es compleja, no es en blanco y negro, por eso no puede haber libros planos.
¿Cuántas formas de migrar existen? Sólo una, lo que cambia son las circunstancias y eso es lo que en muchas ocasiones hace a la migración tan dolorosa.
La migración en los libros infantiles: algunas reflexiones
Un seminario que, como pocos, me ha dejado con muchas ideas dándome vueltas:
¿Hay censura de las editoriales para tratar estos temas? ¿Y qué pasa con la censura de las autoridades educativas, de los padres, de los bibliotecarios, mediadores, de los mediadores?
¿Por qué apostarle a un libro que habla de la migración o la violencia si va a ser rechazado por los padres o los maestros?
¿Cómo nos enfrentamos a estos temas?
¿Cómo debería escribirse un libro para niños que aborde estos temas? No hay recetas, pero sin duda, es desde la honestidad, desde la necesidad que surge en el escritor para contar esta historia.
¿Cuál es el papel del bibliotecario frente a los libros que presentan estos temas? ¿cómo abordarlos?
Fueron tres días intensos que difícilmente se pueden resumir en un post, así que les dejo el link al canal de la Biblioteca Vasconcelos en el que podrán ver cada conferencia y conversatorio.
Por último, aunque existe una escasa producción editorial nacional que trate estos temas en específico, para los interesados en abordar la migración en los libros infantiles y juveniles les dejo algunos títulos que se estuvieron barajando estos días y algunos otros que me vienen a la cabeza sobre el tema.
Juan Manuel Landeros, taxista de la Ciudad de México, me hace llegar vía correo electrónico un video sobre Poetaxi, antes conocido como Taxi libre-ria, una iniciativa que desde 2013 recorre en ruedas la ciudad para “…seguir fomentando la lectura” y con el que se busca aprovechar los tiempos muertos durante los traslados en taxi para acercar a sus pasajeros a la lectura, específicamente poesía de autores como Efraín Huerta, Jaime Sabines, Mario Benedetti y Octavio Paz.
Y es que, definitivamente, los traslados en el transporte público son quizá uno de los principales momentos que la gente destina para leer. No por nada existen otros proyectos similares que, como Poetaxi, también ven en el transporte público una oportunidad ideal para que la gente lea (como es el caso de Para leer de boleto en el metro, Taxis con…ciencia, los Libro Puerto en el metro o incluso algunos taxis que he abordado y que también ofrecen libros para que los pasajeros los lean durante su trayecto) y que son incluso más exitosas que tantas otras campañas que también buscan acercar a la gente a la lectura pero que, al no entender los intereses y tiempos lectores, nacen destinadas al fracaso.
Enhorabuena al Sr. Landeros por Poetaxi, esperemos que esta iniciativa dure varios años más y que otros taxis se sumen al proyecto, además de los 5 que ya han replicado el proyecto.
Para leerte mejor explora, desde un punto de vista empírico, sin más pretensiones que el fomento a la lectura y el placer de perderse en los libros, algunos mecanismos exitosos para formar lectores capaces, letrados, que vayan más allá de las asignaturas escolares y descubran la importancia y el gusto de leer.
Felipe Garrido, uno de los más destacados promotores de la lectura y de la escritura en México, plantea en este libro la diferencia entre los lectores alfabetizados y los letrados, explora el rol que juegan los padres, las escuelas, los tutores e incluso los bibliotecarios en la percepción que desde pequeños tenemos de los libros, la valoración que asignamos a la lectura dentro de nuestras actividades diarias y la prioridad que damos a la misma conforme la tecnología invade nuestros hábitos.
Felipe Garrido es, sin duda, una de las figuras clave en el tema de la lectura y la mediación lectora; quizá por ello Para leerte mejor: mecanismos de la lectura y de la formación de lectores capaces de escribir me ha dejado con sentimientos encontrados:
Para leerte mejor: lo que me gustó
Es un libro que aborda a la lectura y la escritura como un binomio indisoluble y deseable en la formación de lectores capaces de expresarse por escrito; binomio que muchos parecen olvidar y que es al que debemos apuntar para evolucionar de un simple lector alfabetizado a un letrado.
Garrido habla de cuatro niveles de lectores: elemental, utilitario o útil, autónomo y los lectores letrados. Es precisamente en el nivel más desarrollado, el del lector letrado, en el que se puede pensar en un lector que irremediablemente también va a escribir. Un lector que curiosamente el sistema educativo parece no tener presente o desconocer, pues se piensa que alfabetizar es sinónimo de formar lectores.
Otro aspecto atinado de este libro es que, como pocos libros y que hacen tanta falta, habla de las muchas formas de la lectura y las distintas habilidades requeridas para, por ejemplo, leer un cuento de hadas, o leer un mapa, un diccionario, un artículo científico y, sí, también leer libros electrónicos. Formato que es visto con muy buenos ojos por Garrido y en el que ve, incluso, una forma de enriquecer la experiencia de lectura.
Explora también el papel que juegan los distintos involucrados en la mediación lectora: padres, maestros, promotores y, desde luego, bibliotecarios; y de forma cercana nos comparte sus experiencias en la mediación lectora, algo que seguramente muchos encontrarán muy útil en su propio quehacer diario.
Lo que no
Y a pesar de aceptar nuevos formatos tan rechazados por muchos “expertos” o formatos distintos al libro impreso, es curioso que caiga en algunos clichés sobre la lectura, como el “amor a los libros” o señalar a la televisión como el principal enemigo de esta actividad. Quizá no se ha dado cuenta que el “enemigo de moda” (entiéndase el sarcasmo) de la lectura es internet y las redes sociales. O quizá ha perdido de vista que tal vez el sistema educativo es el principal enemigo de la lectura, con sus programas fallidos y con, en el mejor de los casos, empecinarse en dejar a los estudiantes en este primer nivel lector, el elemental, el alfabetizado que sólo sabe decodificar signos.
Asegura también que la única manera de conocer un libro y saber si conviene leerlo en voz alta o recomendarlo, es leerlo completo. Creo que un lector, de los letrados que menciona el propio Garrido, no necesita leer completo un libro para saber si le gusta o no y, de hecho, creo que esto depende más de distintos momentos para enfrentarse a distintas lecturas. Pero si nos referimos al mediador que va a hacer una lectura en voz alta, la pertinencia del libro no sólo dependerá de si a él/ella le ha funcionado una vez que lo ha leído completo, sino del público al que va a enfrentar el texto y el momento en que va a hacerlo, es decir, que el mediador tendrá que hacer una lectura antes, durante y después de la lectura en voz alta de un libro que previamente ya haya aprobado.
También encuentro algunas de sus reflexiones un tanto contradictorias, por ejemplo, cuando menciona que leer no surge de manera espontánea y que ni los niños ni los adultos generan por ellos mismos la voluntad de leer, mientras que en otro capítulopáginas más adelante afirma que … los niños se acercan a los libros por motivos de curiosidad y de asombro, para aprender a hacer cosas… y a explorar múltiples intereses.
Y en este caer en clichés e ideas preconcebidas y románticas sobre los lectores y la lectura, hace eco a otros que también tienen ideas muy extrañas, por decir lo menos, como ésta de Poniatowska:
Antes de editar libros hay que crear lectores. Si no hay lectores, ¿de qué sirven las bibliotecas?
Como ya lo mencioné en otro momento, esta idea de la razón de ser de la biblioteca resulta bastante limitada, obsoleta y hace gala del desconocimiento del uso que se está haciendo de las bibliotecas. Pero además, como bien señalaba Carola Díez cuando lo mencioné en Facebook:
Además es un poquito extraño esperar a que haya lectores (¿por generación espontánea, tal vez?) para editar los libros que son un ingrediente más o menos importante para la formación de… ¡lectores!
En resumen, Para leerte mejor: mecanismos de la lectura y de la formación de lectores capaces de escribir es un libro con reflexiones interesantes y necesarias en torno a la lectura y la escritura pero, al mismo tiempo, maneja ideas contradictorias y, en muchos casos románticas que terminan por opacar aquellas otras tan acertadas.
Ficha Título: Para leerte mejor: mecanismos de la lectura y de la formación de lectores capaces de escribir Autor: Felipe Garrido Pie de imprenta: México: Paidós, 2014. ISBN: 9786079377366 Calificación: **