Aunque ya lo he dejado ver en otras entradas de este blog, hace tiempo tenía ganas de escribir un post sobre los prejuicios sobre la lectura y el libro, y es que se habla tanto y estamos tan empecinados sobre el deber ser que pocas veces nos detenemos a analizar que los lectores están ahí, leyendo, a pesar de nuestros prejuicios; eso, en el mejor de los casos porque en el peor, los lectores están ahí, tratando de encontrar ese libro que se ajuste y se salga de todos los prejuicios sobre la lectura que les hemos vendido.
Se habla de libros que no son libros, de lecturas que no son lecturas, de formatos que no son libros, de géneros que no son lectura que vamos dejando al lector muy poco margen de disfrute. Pensemos, por ejemplo, en los audiolibros, el libro electrónico, la Literatura Infantil y Juvenil, el cómic, la ciencia ficción y nos comenzaremos a dar cuenta de los prejuicios que se tienen en torno a este vasto mundo del libro y la lectura.
Así que aprovechando que últimamente he podido documentar algunos de los “deber ser” de los libros y la lectura, se los comparto acá.
Prejuicios sobre la lectura y el libro
Algunos géneros y temáticas son lectura, otros no
Por favor, no se detengan en el personaje a quien se hace referencia en esta imagen, sino en la crítica muy sutil hacia los libros de religión y espiritualidad, el “aunque” no es gratuito en el texto, pesa mucho. No sé si estoy leyendo entre líneas más de la cuenta, pero esta crítica pareciera una especie de “sólo determinado tipo de personas puede leer eso” o “sí lees esto, ahora entiendo por qué es así”.
Este formato y esta forma de leer ni es libro, ni es lectura
Se piensa que libro sólo es el impreso, se piensa que la lectura sólo es de novelas. ¿Qué pasa cuando alguien lee en pantalla o lee un audiolibro? Entonces hay quien asegura que ese ocioso que osa desperdiciar su tiempo a través de las pantallas no está leyendo. O, como se ve en la imagen, se tipifica al lector, porque nos han vendido una idea romántica del lector y del valor didáctico que debe dejarnos todo libro.
Aquí hay prejuicios no sólo respecto al formato, sino respecto al ocio como algo necesariamente malo porque, infortunadamente, vivimos en una época en la que se ve muy bien vivir ocupados todo el tiempo, mientras que los momentos de introspección y de descanso son malos. Ya lo he dicho en otras ocasiones, esos momentos necesitamos recuperarlos.
Volviendo, al tema de los libros y el formato, asegurar que el audiolibro no es libro es tan absurdo como decirle a un ciego que la lectura de libros en braille no es lectura porque no están pasando sus ojos por las letras.
Menospreciar la LIJ y la Ciencia Ficción
Si me dieran un peso, no, mejor un dolar por cada vez que he escuchado “Disfruté mucho el libro a pesar de ser para niños”, ya tendría resuelto el próximo lustro. Pensar que los libros para niños y jóvenes no pueden ser disfrutables o tratar cualquier tema, es no sólo menospreciar a esos libros, sino también a sus destinatarios principales (que no únicos, ni exclusivos), además de creer que estos no merecen historias disfrutables, impactantes, inteligentes, profundas, divertidas, etc. Como bien dicen los de Goodreads “Be proud of what you read”.
El valor didáctico de la lectura
Especialmente de la LIJ. Un prejuicio muy ligado al menosprecio del que les hablaba en el punto anterior y los grandes culpables de que tengamos en librerías libros insulsos, maniqueos y condescendientes que pretenden “dejar un mensaje” y lo único que logran es enseñar a los destinatarios que los libros son muy aburridos y que más vale pasarlos de largo.
Me creí el “deber ser” de los libros y la lectura que no me permito disfrutar lo que se sale de ese canon
Quiero cerrar el post con este ejemplo, quizá el más decepcionante de lo bien que muchos han hecho para vender prejuicios sobre la lectura: “este libro me gusta, pero no me puedo permitir ese disfrute porque no es literatura”, “no es buena literatura”. Hace algunas semanas, en el cierre del círculo de lectura de Literatura Infantil y Juvenil que mi querida Abril G. Karera dirigió en la Biblioteca Vasconcelos se mencionaba algo similar, lectoras y lectores que durante mucho tiempo se han privado de los libros para niños en el entendido de que estos no son libros. ¿Cuántos lectores habrá que se estén privando de ciertos géneros, autores y/o formatos sólo porque piensan que eso no es lectura?
Y podría contarles más, pero me quedo con eso, ¿conocen otros prejuicios sobre la lectura? ¿han caído en estos prejuicios o en otros? ¿no se han permitido disfrutar una lectura pensando cualquiera de las cosas que les cuento en este post?
Los leo.
Hola,
Hay otro tipo de lectores que rechazan libros porque el protagonista les cae mal, quiero decir, no tienes por qué empatizar con los personajes. Un caso por ejemplo es el de “Lolita”, trata un tema bastante fuerte y el protagonista es un pederasta, hablando claro, eso no quita que el libro sea bueno y esté genialmente escrito.
Sí, hay muchos matices en este tema. Quizá de para una segunda entrada donde se incluya esto que mencionas.
Saludos
Muy buena nota, muchas gracias.
Leí y leo por puro placer. Libros “para chicos”, desde siempre, y tengo la teoría infundada de que son mejores que los “para grandes”, porque los chicos son lectores exigentes; en cambio los adultos leen cualquier cosa: hay público para todo.
Hasta otra nota.
Hola, no sé si sean mejor o peor, no me gustaría entrar en esa discusión, pero estoy totalmente de acuerdo contigo en que los niños y niñas son exigentes, si de entrada no los atrapa no tienen ningún empacho en botar el libro y decir “me aburrió”, “no me gusta”. Y es que además de exigentes, los niños no son tontos, se dan perfecta cuenta cuando les estás contando algo y cuando quieres moralizar, educar, dejar mensaje.
Saludos.
el prejuicio más horrible, según yo, es que “leer” y “disfrutar la lectura” parecen reservados únicamente a la literatura: ¿y los ensayos, manuales, libros didácticos, diccionarios, enciclopedias, compendios, textos críticos, revistas de divulgación y hasta de mera diversión, los libros de texto de cualquier nivel, los blogs, los sitios web… ? ¿no valen como lectura?
¡Y claro que valen! Pero muchos entienden lectura = libro impreso = novela.