No pasa un día sin que alguno de mis contactos compartan una liga o información interesante, como es el caso del retweet de Catuxa Seoane, @deakialli en twitter, donde nos comparte este video, que sumo inmediatamente a mis favoritos de “Campañas de promoción lectora” y que también les comparto.
Insisto, aunque en México (donde ni la mitad de la población tiene acceso a internet) hace falta mucho por trabajar en materia de alfabetización informacional, es un hecho que los estudiantes cuentan con herramientas que les permiten aprender distinto a como lo hicimos muchos de nosotros.
Vale la pena entonces que el sistema educativo tome en serio estas herramientas, y vale aún más la pena que los bibliotecarios aprovechemos todas estas tendencias para lograr que los usuarios, especialmente los más jóvenes, se acerquen a las bibliotecas y aprovechen el mar de información que se nos ofrece hoy en día.
Me ha dejado con una gran sonrisa. Y luego vienen a decirme que no somos diversos y multidisciplinarios! (bueno, algunos tenemos que esforzarnos un poco más).
NOTA: Se recomienda ponerla de música de fondo en su biblioteca de confianza.
Fuente: Gracias a Burgostecarios que nos ha compartido este video.
Vía Libraries matter he visto este interesante documental de sólo 10 minutos donde se habla del futuro de la biblioteca y de nuestra profesión. Lo cual me lleva también a una conversación que se dio hoy por la mañana en el perfil de Facebook de Enzo Abblagiatti en relación con la entrevista que le hicieron en RecBib a Dídac Margaix y donde se hablaba también del futuro de nuestra profesión.
Como se menciona en el video: es imposible predecir un futuro para las bibliotecas
pero, al igual que Enzo y Dídac, creo que antiguamente nos hemos ya enfrentado a muchos cambios de soportes de la información, el de ahora es uno más y nuestra responsabilidad como bibliotecarios es saber adaptar y adoptar todo este mar de aplicaciones en nuestro propio beneficio y en el de los usuarios para, finalmente, cumplir con nuestra esencia bibliotecaria que es la que no cambia, es decir, proveer información:
La esencia de nuestro trabajo es la misma: seleccionar, analizar y permitir el acceso, pero cuando pienso en el futuro pienso en el cambio que han vivido las hemerotecas universitarias con los grandes paquetes de revistas-e. Ni se selecciona igual, ni se analiza igual ni se da el acceso igual, lo que no sé es si ese cambio es aislado o va a afectar a otras áreas de la biblioteca. Lo que sí tengo claro es que cada día cuando llego a la biblio lo que me preocupa es hacer bien mi trabajo, no ser moderno.
Dídac Margaix
A lo anterior agregaría: no se trata de ser modernos sólo por serlo, no es cuestión de modas, se trata de analizar lo que realmente necesitan nuestros usuarios y cómo podemos ofrecerles, permitirles el acceso a la información, para ello nos apoyamos en tecnologías y aplicaciones, pero esto ha sido así desde las mismas tabletas de arcilla:
Veo a Google como a un compañero bibliotecario.
Sarah Thomas, Bibliotecaria de los Servicios Bibliotecarios de la Universidad de Oxford
No dudo que es un gran reto y mucho menos dudo que en los años venideros habrá más y más tecnologías, más y más aplicaciones de las cuáles sacar provecho, más y más cambios a los que enfrentarnos, pero mientras no perdamos de vista nuestra esencia entenderemos como explotar mejor no sólo las herramientas, sino la información misma. Cambian los tiempos, cambian las formas, cambian las herramientas, nosotros cambiamos y nos renovamos y todo eso en pro de seguir cumpliendo nuestra labor.
Insisto, no se trata de caer en la eterna discusión respecto a si va a desaparecer el bibliotecario, las bibliotecas o los libros, se trata de aceptar los cambios, adoptarlos, adaptarlos y beneficiarnos de ellos
La tecnología puede ayudar a las personas a hacer mejor las cosas, pero también la gente debe cambiar para usar esas tecnologías.
Sarah Porter, JISC.
Vía Libros y bitios de José Antonio Millán he visto este interesante video de Microsoft donde se muestran los avances tecnológicos que se supone estarán al “alcance de nuestra mano” para 2019: traducción de conversaciones en tiempo real, niños de diferentes partes del mundo compartiendo clases a través de una especie de pizarrón electrónico, pases de abordar electrónicos y desde luego, para los amantes de la lectura y defensores del papel, también provocan nuestra imaginación con un diario electrónico que se antoja bastante para lectura.
Quizá no haya que esperar a 2019, muchos dispositivos que hoy en día tenemos disponibles y nos parecen lo más normal, hace unas cuántas décadas eran sólo sueño: iPod/iPhone, teléfonos celulares, e-Books, GPS, computadoras portátiles, ventas en línea, etc.
El tema de la información me remontó a las viejas discusiones en la universidad, donde se trataba de explicar que la información puede ser casi cualquier cosa, no necesitamos de papel y escritura y, como se menciona en el video, la información no tiene forma: podemos escribirla, pintarla, verbalizarla o actuarla. Encontramos información en los libros o las revistas especializadas, pero información la encontramos también en un documental, una pintura, el disco de nuestro artista favorito, videos, mapas, blogs, wikis, etc.
Interesante reflexión hace Juan Zurita en El falso letrado con este curioso video donde se muestra (sin importar la época) la dificultad que puede representar para el ser humano enfrentarse a nuevas herramientas. Quizá en algunos años así seremos percibidos los bibliotecarios al utilizar las aplicaciones 2.0.