Toda literatura existe, pues, en un medio material, sea éste cera, piedra, arcilla, papiro, papeo o incluso – en el caso del lenguaje peruano a base de nudos, el khipu- en cuerda. Dado que tiene una dimensión material, la literatura misma participa de la vulnerabilidad de su sustancia. Todos los elementos conspiran contra ella: el fuego y el agua, el aire seco que altera, la tierra fangosa que descompone. El papel resulta especialmente vulnerable: puede romperse o desgarrarse, mancharse o rasparse. Son incontables los seres vivos que pueden comérselo, desde parásitos y hongos hasta insectos y roedores; incluso se come a sí mismo, quemándose con sus propios ácidos.
– Kelly, Stuart. La biblioteca de los libros perdidos.
Los intereses de lectura de los alumnos que llegan a la escuela son nuestra oportunidad, pero los intereses con los que salen son nuestra responsabilidad.
1616 es el año en el que tres escritores mueren: Miguel de Cervantes (22 de abril 1616), William Shakespeare (3 de mayo 1616) y Garcilaso de la Vega (23 de abril 1616). Por tal motivo, es en 1996 que la UNESCO, a manera de homenaje a estos tres grandes de la literatura universal, promulgó el 23 de Abril como el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, fecha en la que cada año, muchos países se unen para realizar actividades enfocadas a fomentar la lectura, la industria editorial y los derechos de autor.
Las iniciativas que propone este año la UNESCO para conmemorar el Día Mundial del Libro y el Derecho de Autor, están enfocadas, como siempre al fomento de la lectura; muchos países organizarán talleres de lectura, se llevan a cabo seminarios y conversaciones en torno al libro y la industria editorial.
En México, 9 Estados de República participarán con diversas actividades en la conmemoración del Día Mundial del Libro y el Derecho de Autor, menciono algunas:
La Coalición de Libreros de México está llevando a cabo desde el 16 de abril y hasta el 26 del mismo mes, actividades en la Explanada de la Presidencia Municipal de Tecamac, Estado de México.
El Gobierno de Tabasco, a través de las bibliotecas públicas de la región llevará a cabo talleres de lecturas.
En la Biblioteca Vasconcelos se realizará un maratón de lectura, al que se tiene contemplado asistan varios escritores y se dará lectura en voz alta a diversos libros.
El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) participará se podrán escuchar los archivos sonoros de obras de Elena Poniatowska, Jorge Ibargüengoitia, Carlos Monsivais y otros pertenecientes al archivo de la Coordinación Nacional de Literatura.
Margie lo anotó esa noche en el diario. En la página del 17 de mayo de 2157 escribió: ¡Hoy Tommy se ha encontrado un libro de verdad!
Era un libro muy viejo. El abuelo de Margie contó una vez que, cuando él era pequeño, su abuelo le había contado que hubo una época en que los cuentos siempre estaban impresos en papel.
Uno pasaba las páginas, que eran amarillas y se arrugaban, y era divertidísimo ver que las palabras se quedaban quietas en vez de desplazarse por la pantalla. Y cuando volvías a la página anterior, contenía las mismas palabras que cuando las leías la primera vez.
Como cada año los comités nacionales de IBBY (International Board on Books for Young People) se unen para celebrar el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil, fecha instituida en 1967 y que coincide también con el aniversario de uno de los representantes más importantes de la literatura infantil, Hans Christian Andersen; el objetivo de esta conmemoración es promover, a través de distintas actividades, los hábitos lectores entre los niños alrededor del mundo.
Para celebrar este día, IBBY internacional selecciona a un país miembro para que funja como patrocinador del Día Internacional y entre sus actividades principales están las de convocar a un escritor y un ilustrador para que elaboren un mensaje a los niños y diseñen un cartel, respectivamente. Este año, IBBY ha designado a la sección nacional de Egipto como su patrocinador internacional y, a través de ésta se ha pedido al escritor egipcio Hani D. El-Masri para que escriba el mensaje a los niños y también para que diseñe el cartel oficial.
En México, por su parte, la Sección IBBY de México y la Comisión de Libros para Niños y Jóvenes de la CANIEM estarán llevando a cabo actividades del 2 al 5 de Abril para celebrar este día.
En el sitio de IBBY Internacional puedes revisar el mensaje y cartel oficial del Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil.
Ray Bradbury escribió en 1953 “Fahrenheit 451” donde se narra la historia de una sociedad imaginaria en la que la lectura está prohibida pues, según el gobierno, leer impide a la gente ser feliz; de esta manera, los bomberos no se encargan de apagar incendios, sino de crearlos utilizando como combustible los libros.
A raíz de esta premisa, surge el proyecto Fahrenheit 451: las Personas libro que he conocido vía Información y Cambios este proyecto no es otra cosa que las personas que se apropian y visten de su libro favorito y salen a la calle a recitarlo a todo aquél que quiera escucharlo.
Al más puro estilo juglar de la Edad Media o de los Cuentacuentos de este siglo, esta iniciativa española poco a poco ha ido cobrando más fuerza. Espero en algún momento veamos que se extiende a otros puntos del planeta y por lo pronto yo sigo decidiendo qué libro quiero ser.
Hace unos días fue publicado el documento México lee: programa de fomento para la lectura y el libro coeditado por la SEP, CONACULTA y el Consejo Nacional de Fomento para el Libro y la Lectura; en él se pretende explicar la recientemente aprobada Ley de Fomento para la Cultura y el Libro y las pautas para lograr un país lector. De acuerdo con este documento, el Estado argumenta que el acceso a la cultura (incluida la lectura) incide directamente en altos índices de desarrollo humano.
Sí y No. Como bibliotecaria podría dar un discurso políticamente aceptado, conocido, nostálgico y algo hueco de la importancia de la lectura, pero creo que este ya es un tema bastante manoseado por muchos, con fines casi siempre truculentos, si no recordemos la Biblioteca Vasconcelos.
Creo que las autoridades y muchos nostálgicos de la lectura aún no se han dado cuenta de la verdadera importancia de la misma. Seamos honestos y vayámonos al mundo práctico, al día a día. ¿Qué pasa cuando cualquier ciudadano simplemente no sabe qué baño es el de hombres o mujeres porque no descifró el código que hay en las puertas de los baños públicos? ¿qué pasa cuando una persona se pierde en el metro aunque en cada estación existan mapas y señalizaciones? ¿qué pasa cuando un aparato electrónico se descompone simplemente porque el usuario no entendió las instrucciones (o no las leyó)? ¿qué pasa cuando alguien se intoxica por no seguir las indicaciones de determinado medicamento? Simple, la persona no sabe leer, decodificó los caracteres, pero no comprendió.
En México, la tasa de alfabetismo en 2005 era del 97% en mujeres y 97.1% en hombres, todos ellos entre 15 y 29 años. Índice nada despreciable y bastante alto por cierto, no cabe duda que el Estado ha hecho un estupendo trabajo en este aspecto (no quitemos el mérito) y en poco más de 20 años ha logrado alfabetizar a casi la totalidad de la población en el territorio nacional. Pero hay algo que se llama analfabetismo funcional es decir, las personas han adquirido las habilidades para descifrar los signos y pasar sus ojos por un texto, pero no han desarrollado la habilidad de interpretarlos, no comprenden los textos. Creo que en eso es en lo que están fallando nuestras autoridades y todos los que de alguna forma nos relacionamos con el mundo de la información y el libro. Es un hecho que la gente no lee, aunque en teoría tenga los conocimientos para “pasar la vista por lo escrito o impreso comprendiendo la significación de los caracteres empleados”.
Para qué es pues, importante la lectura: coincido en verdad con que es importante por el placer mismo de leer, porque se desarrolla la imaginación, porque nos hace mejores humanos; pero sólo soy capaz de dar este crédito a la lectura una vez que superemos etapas elementales del desarrollo lector.
Como se dice popularmente, no pretendamos correr sin antes haber aprendido a gatear; no pretendamos ir de la alfabetización a los niveles avanzados de hábitos lectores, sin antes haber pasado por una comprensión lectora, por una alfabetización funcional. Desafortunadamente en México no logramos dar ese salto; aún hace falta emprender campañas que sean un poco menos románticas y más realistas. Mientras se siga viendo a la lectura como un acto intelectual y exista la idea de que “leer nos hace mejores” sin saber explicar cómo la lectura nos hace mejores, entonces los planes y programas habidos y por haber siguen destinados al fracaso.