En lo personal me defino como una lectora promiscua, desordenada y todo terreno, porque generalmente leo más de un libro a la vez, acostumbro a tomar notas, subrayar y dejar todo tipo de papeles en los libros; lo de todo terreno lo digo en el sentido de que no importa si es en pantalla o en papel, y tampoco tengo prejuicios en leer blogs, creo que lo importante es lo que se lee, no dónde se lee. Pero y tú, ¿qué tipo de lector eres?
Lo anterior viene a colación porque, como ya lo he comentado cada que tengo oportunidad, existen lecturas y existen lectores, a estas alturas ya no se puede hablar de LA lectura, ni del lector como entes superiores y únicos.
Y teniendo en cuenta que hay lecturaS y hay lectoreS, en el sitio Book Likes han realizado una infografía donde nos presentan 6 tipos de lectores:
Lector polígamo (yo lo llamo promíscuo): lee varios libros a la vez.
Lector monógamo: es, desde luego, lo opuesto a lector anterior, sólo un libro a la vez y disfruta las relecturas de sus libros favoritos.
Lector extrovertido: es un aventurero que no teme probar nuevos géneros literarios y nuevos autores.
Lector introvertido: se identifica con la obra y los personajes.
Lector altruista: ayuda, lee y recomienda lecturas a otras personas.
Lector neurótico: se distrae fácilmente y cambia constantemente sus lecturas, como resultado difícilmente termina un libro.
A mi gusto a esta infografía, en su afán de separar tan estrictamente, no ha tomado en cuenta que al lector que combina a todos los anteriores, por ejemplo, ¿qué impide que el lector introvertido, no recomiende libros tal como lo hace el altruista?, ¿cómo asegurar que el lector monógamo no prueba nuevos géneros y nuevos autores? En esta categoría del “lector combinado,” por llamarlo de alguna manera, el único que quizá no entre sea el lector neurótico quien más que neurótico, es un lector desubicado que no ha encontrado su lectura o lecturas.
Por cierto, dudo que sólo el lector monógamo sea el único que relee sus libros favoritos, creo que todos los lectores en algún momento releen, unos más a menudo que otros, pero todos hemos repetido lecturas.
En fin, quizá estén de acuerdo con estos tipos de lectura y, ¿qué tipo de lector eres tú?, ¿agregarías una nueva clasificación
¿Se acuerdan que hace un par de semanas les preguntaba si la calidad literaria era una cuestión de género? En fin, una pregunta digna de meterse en un callejón sin salida y quizá absurda para los “tiempos modernos” en los que vivimos y donde se supone que estamos ya muy avanzados para entrar en este tipo de cuestionamientos. En fin, que en mi post no intentaba entrar en dilemas sexistas de qué es mejor, sino dar una idea de lo prejuiciada que ha estado la literatura escrita por mujeres, al final del post les dejé una encuesta que aún sigue recolectando información y espero pronto poder compartirles los resultados.
Lo anterior viene a colación porque el día de hoy en Goodreads se publicó Sexo y lectura: quién está leyendo a quién, una interesante infografía que se relaciona un poco con la encuesta del final del post mencionado, es decir, qué están leyendo los hombres y las mujeres, si los libros leídos son de escritores de su mismo género y qué creen los y las lectores de los libros de escritores del sexo opuesto.
Los datos de esta infografía se obtuvieron de una muestra de 40,000 usuarios activos en Goodreads (20,000 hombres y 20,000 mujeres), entre los resultados destacan:
80% de la audiencia de escritoras son lectoras, mientras que sólo la mitad de la audiencia de escritores serán lectores.
De los libros publicados en 2014, las mujeres han leído dos veces más que los hombres.
El libro escrito por mujer más leído por hombres en 2014 ha sido City of heavenly fire de Cassandra Clare, por su parte, el libro escrito por un hombre y el más leído por las mujeres es Hollow city de Ransom Riggs.
Tanto hombres como mujeres calificaron mejor a los libros de las escritoras, 4.0 y 3.9 respectivamente.
Quizá el dato más interesante de este análisis es que de los libros más leídos publicados durante 2014, 45 son de escritores y sólo 5 son de escritoras. ¿A qué creen que se deba esto si, de acuerdo con la infografía, tanto hombres como mujeres calificaron mejor los libros de las escritoras?, ¿prejuicio o tienen mayor exposición los escritores?
Hace unos días tuve la oportunidad de compartir espacio con Juana Hernández, Coordinadora del Proyecto del Centro de Negocio en la Biblioteca Comunitaria Rija’tzuul Na’ooj (“Semilla de la Sabiduría” en Tz’utujil, lengua maya), una mujer admirable y a quien tenemos mucho que aprender tanto en materia bibliotecaria, como líder comunitaria y, desde luego, como ser humano comprometida con su entorno.
En fin, lo anterior viene a colación porque no pude dejar pasar la oportunidad de preguntar a Juana cómo se dice libro y biblioteca en lengua Tz’utujil, para muchos de ustedes no es ninguna novedad que me fascina todo lo que esté relacionado con el lenguaje y, más específicamente, con el lenguaje del libro.
Pues nada, he aquí la respuesta, que sirva además de muy buena excusa para celebrar el Día Nacional del Libro en México (12 de noviembre):
Libro: Wuuj
Biblioteca: K’ojb’aal wuuj (lugar del libro).
Por cierto, hace tiempo, publiqué acá un post similar, pero en lengua Tzotzil y Tzeltal, por si quieren recordarlo.
Ya está, hemos aprendido dos hermosas palabras en lengua Tz’utujil y ahora, vámonos a celebrar este día con un buen libro (lo que para cada quien sea un buen libro), o mejor, leyéndole a alguien un libro.
Nota: Mil gracias, Juana, por compartirme algo tan valioso.
Vía Teleread llego a la Guerra de los géneros literarios, una infografía ampliamente recomendable elaborada por Mediaworks para Furniture UK que presenta un listado con los títulos más representativos de todos los tiempos en 8 géneros literarios distintos:
Literatura infantil
Fantasía
Misterio
Ficción clásica (hasta 1950)
Ficción moderna (a partir de 1950)
Realismo mágico
Novela histórica
Literatura juvenil
Entre los títulos más interesantes podemos destacar, por ejemplo, en Literatura Infantil la saga de Harry Potter con 50 millones de copias vendidas por cada libro (100 millones de copias para Harry Potter y la piedra filosofal) y más de 450 millones de dólares en ventas a nivel mundial, y El Principito que ha sido traducido a cerca de 250 idiomas; mientras que en Fantasía encontramos, como es de esperarse, El señor de los anillos y El Hobbit como dos de los más importantes.
El Realismo Mágico sólo está representado por 100 años de soledad de García Márquez, traducido a 30 idiomas, aunque a mi gusto, esta infografía no hace justicia al género donde hay otros representantes como Juan Rulfo con la novela Pedro Páramo que, según Wikipedia, está listada por el periódico español El Mundo entre las 100 mejores novelas en español del siglo XX y ha sido traducida a 29 idiomas. En fin, sería interesante ver una infografía similar exclusiva para este género literario.
Pero en esta infografía no sólo se mencionan los libros más vendidos de todos los tiempos en cada uno de los géneros literarios que, por otra parte, no son todos los que hay, sino también nos muestra las ganancias por género encabezada por la literatura infantil (39%) con, nada más y nada menos que mil millones de dólares, seguida de Ficción moderna (16%) y Fantasía (13%) con 409 y 350 millones respectivamente; en último lugar, encontramos al Realismo Mágico con sólo un título y 50 millones de dólares en ganancias.
«Ésta es nuestra credencial de biblioteca,» me dijo. «Hay muchas cosas que jamás podré comprarle a mis niños, pero gracias a que tenemos esta credencial no hay nada que no puedan tener. Pueden viajar a donde sea, aprender lo que sea, conocer a quien sea y, básicamente, llegar a ser las personas que quieran porque tienen esta credencial y eso nos permite acceder a un mundo de libros y esos libros son los que ayudarán a Gary a encontrar su lugar en este mundo.»
Así es, perderte en un libro es algo mágico, pero encontrar tu camino a través de ellos es mejor.
¿Qué es mejor, un libro escrito por un hombre o uno escrito por una mujer? ¿Es posible –si no es que arriesgado y además de muy sexista– afirmar que la calidad literaria es una cuestión de género? Está bien, reconozco que me estoy metiendo en camisa de 11 varas con esta pregunta y que no tengo ninguna respuesta en específico, tampoco quiero entrar en una lucha de género en la literatura, porque además tampoco creo que la calidad literaria esté basada es ser hombre o mujer.
A lo que quiero llegar realmente, y estoy convencida que mi pregunta inicial está mal planteada, es a si existe un prejuicio literario basado en el género, es decir, los lectores (y desde luego las lectoras) piensan que son mejores los libros escritos por hombres que aquellos que salieron de la pluma de una mujer; o bien, de manera inconsciente preferimos libros escritos por hombres. ¿Adquirimos –de forma consciente o inconsciente– más libros escritos por hombres o por mujeres?
Lo pregunto (y admito nuevamente que me estoy metiendo en un laberinto del que no se si saldré fácilmente) porque recién terminé de leer The shelf: from LEQ to LES, adventures in extreme reading, un excelente libro escrito por Phillys Rose (sí, una mujer) y que recomiendo ampliamente a cualquier bibliotecario o a cualquier lector que le guste conocer los caminos literarios recorridos por otros lectores.
El libro en cuestión trata de las lecturas y disertaciones que Rose tuvo a raíz de un experimento autoimpuesto que consistía en leer los libros de un estante de la Biblioteca de la Sociedad de Nueva York. Después de establecer una serie de características que debía cumplir dicho estante, resultó que el elegido sería el de los autores cuyos apellidos fueran de LEQ a LES.
Gaston Leroux, Rhoda Lerman, Alain Le Sage, Alexander Lernet-Holenia son sólo algunos de los autores incluidos en el experimento de Rose; sin embargo, para su sorpresa y, desde luego para mi sorpresa una vez que leí el capítulo 5 Women and Fiction: a question of privilege, resultó que en el estante sólo figuraban 3 escritoras, ¿cuántos libros en promedio caben en un estante de una biblioteca?, en el estante LEQ to LES había espacio para 11 escritores, de los cuales sólo 3 eran mujeres, o lo que es lo mismo, de los 30 libros que leyó Rose, sólo 8 fueron escritos por mujeres.
Como bien lo indica Rose, quizá muchos pensaríamos que el número de escritoras en un estante elegido al azar no tiene la mayor importancia y quizá más valiera disfrutar las lecturas en lugar de entrar en una lucha de géneros absurda, pero créanme que el asunto no es tan burdo como “es mejor el hombre o la mujer…” no, la sorpresa de Rose es genuina una vez que analizan algunos otros datos interesantes relacionados con este mismo tema.
Por ejemplo, en 2010 la organización literaria VIDA comparó el número de reseñas realizadas a libros escritos por hombres frente a las realizadas a libros escritos por mujeres y resulta que en los distintos sitios especializados en el tema, los libros escritos por hombres tenían mayor visibilidad; The New York Times Review, por sólo mencionar uno de ellos, incluyó en ese periodo reseñas de 283 libros escritos por mujeres, frente a las 807 reseñas de libros escritos por hombres. Por cierto, las comparaciones no han cambiado mucho en años posteriores.
Pero la cosa no termina ahí, todo parece indicar que las mujeres no tienen ningún problema en comprar libros escritos por hombres, pero los hombres son más reacios a comprar libros escritos por mujeres y, de acuerdo con Rose, esto se ve claramente con Oprah Winfrey quien, con sólo mencionar un libro lo convierte en un Best Seller; el asunto es que según algunos escritores como Jonathan Frazen creen que aparecer en el programa de la presentadora puede convertirlos, sí, en autores superventas, pero también en escritores para ser leídos por amas de casa; cuando la entrevistadora se enteró de estas declaraciones canceló la entrevista y con razón de sobra ante comentarios sexistas no sólo sobre la literatura, son también sobre las lectoras y, desde luego, la audiencia de Winfrey.
J.K. Rowling, ha sido otra quien ha sufrido en carne propia los prejuicios por ser una escritora y no un escritor, en una entrevista concedida a Leslie Stahl en el programa 60 minutes overtime, Rowling declaró (minuto 10) que cuando envió su manuscrito como Joanne Rowling, el editor le preguntó si podían utilizar sus iniciales en lugar del nombre completo pues a los niños no les gustaba leer libros escritos por mujeres. Quién imaginaría además que, de acuerdo con La noche en que Frankenstein leyó el Quijote de Santiago Posterguillo, la verdadera descubridora de Rowling fue Alice Newton, una niña de 8 años e hija del editor de Bloomsbury, la editorial que sacó a la luz los libos de Harry Potter. El que gracias una niña de 8 años llegara un libro escrito por una mujer a millones de lectores y lectoras en todo el mundo, nos debería dar una idea de que no hay motivo para ser tan prejuiciosos con las escritoras, con las lectoras y con los niños (y niñas).
La escritora Jennifer Weiner también tiene algo que decir al respecto:
Creo que existe una antigua y muy asentada norma que sostiene que cuando un hombre escribe sobre la familia y los sentimientos, estamos hablando de Literatura con L mayúscula; mientras que, cuando una mujer escribe sobre los mismos temas, entonces se le considera novela rosa…
Y como estos ejemplos hay tantos otros, pero no me voy a detener en ellos y tampoco en las preguntas que abren este post, como ya lo mencioné, están mal planteadas, pues nos llevan a una lucha sexista y sin sentido en un época en la cual ya es inadmisible afirmar que lo que escribe un hombre es mejor porque es hombre o viceversa. A lo que quiero llegar y creo que son las preguntas que realmente debemos plantearnos son: ¿existe un prejuicio de género cuando hablamos de libros?, ¿se respetan más los libros escritos por hombres que los libros escritos por mujeres? ¿se publican, adquieren, reseñan, premian y leen más y mejor libros de hombres? ¿tienen mayor aceptación (consiente o inconsciente) los libros escritos por hombres? Si una o todas las respuestas son afirmativas, me viene a la mente otra pregunta y quizá más difícil de responder, ¿por qué? ¿por qué es menos visible y/o respetada la literatura escrita por mujeres?
¿Ustedes qué opinan? Es más, ¿me ayudan con esta encuesta que no tiene otro propósito que demostrar la visibilidad de libros escritos por mujeres?
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¿Eres de los que se van al baño con un libro, revista, tablet o celular bajo el brazo?, ¿eres de los que su lugar favorito de lectura no es el transporte público, sino el baño? ¿eres de los que se toma la entrada al baño con calma y tiempo para actualizar sus lecturas? Si respondes positivamente a una o más de las preguntas anteriores, no te sientas avergonzado porque seguramente perteneces a ese selecto grupo de lectores que “hacen del baño” su biblioteca y entonces este post es para ti.
Hábitos de lectura en el baño es una interesante infografía a la que llego gracias a Galleycat y que muestra, precisamente, los hábitos de los lectores en este espacio tan íntimo y oloroso, me vinieron a la cabeza todos aquellos defensores del libro impreso que hablan de la nostalgia del olor del libro, ¡ok ya! Veamos:
30 minutos es el tiempo promedio que las personas pasan en el baño diariamente.
63% leen libros, revistas y periódicos en el baño, mientras que 75% de los lectores utilizan sus teléfonos celulares. No se por qué me vino a la mente este otro artículo que menciona que los teléfonos tienen más bacterias y virus que el mismo inodoro, ¡gente, aquello de lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño no es broma! Vamos, que no toda la lectura es sana, entonces si lees en el baño puedes desarrollar hemorroides y, volviendo al tema de los bichos, pues que algunos pueden sobrevivir bastante bien por varias horas en las portadas plastificadas o en los componentes de plástico de los dispositivos móviles.
De los lectores en pantalla, 24% declara que jamás van al baño si su celular, me pregunto cómo vivían su día a día en el baño hace unos 20 o 30 años.
El baño es quizá en el único lugar donde la lectura le ha ganado a la televisión (ya saben, por aquello de que la televisión vino a destruir los libros y la radio), pues sólo 3% de los estadounidenses han puesto uno de estos infames aparatillos en sus baños.
Pero más allá del formato, ¿qué es lo que lee la gente en el baño? Los hombres leen revistas eróticas (38%), las mujeres leen revistas de diseño de interiores (34%). Otras temáticas de interés de los hombres son: biografías deportivas (36%) y novela policíaca (24%); las mujeres leen, por su parte, novela romántica (27%) y revistas de espectáculo (21%).
Los dejo con la infografía y cuéntenme, ¿qué leen en el baño?
¿Qué hay detrás de los libros además de las historias que nos cuentan? Palabras, muchas palabras sin las cuáles no serían posibles las historias ni los propios libros. ¿Sabías, por ejemplo, que La comunidad del anillo, primera parte de El señor de los anillos está compuesta por nada más y nada menos que 187,790 palabras y que este número queda muy por debajo de las 530,982 palabras de que está compuesto Los miserables de Víctor Hugo?
Así es, los libros pueden contarnos mucho más que las historias y de esto trata precisamente Las palabras en libros famosos (Famous literature word by numbers) o Libros famosos en números, una interesante infografía creada por Cartridge Discounts y publicada en Short List donde nos dan una muestra del número de palabras que componen los libros más famosos de todos los tiempos, porque sí, los libros cuentan más que historias.
Otros datos interesantes de esta infografía:
Harry Potter, otro gran clásico contemporáneo también fue creciendo conforme sus lectores se iban haciendo mayores, Harry Potter y la piedra filosofal inició su andar con sólo 76,944 palabras, mientras que la última parte Harry Potter y la orden del Fénix alcanzó la nada despreciable cantidad de 257,045 palabras, muy por encima de cualquiera de las novelas de El señor de los anillos o de las obras de Jane Austen.
Un dato interesante a tomar en cuenta entre aquellos que piensan que los niños y jóvenes no leen: la misma saga de Harry Potter está compuesta por 7 libros de entre 309 y 870 páginas, es decir, 4,095 páginas en total.
En caso de que no te animes a leer grandes clásicos con “grandes” cantidades de palabras, la infografía presenta también 3 buenas opciones para leer en menos de 30 minutos y entre ellas encontramos La última noche del mundo de Ray Bradbury.
Otras obras arriba de las 500,000 palabras y para “grandes” lectores son Guerra y paz de Leon Tolstoy con 561, 304 palabras y A suitable boy de Vikram Seth con 593,674 palabras.
Pero si no te sientes capaz de leer una obra de más de 500,000 palabras de una sola sentada, quizá te interese regresar a las sagas: El señor de los anillos se compone de 1728 páginas o lo que es lo mismo a 576,459 palabras, sin contar los apéndices y libros suplementarios.
Esos son sólo algunos números interesantes de las palabras en los libros famosos, los dejo pues con la infografía.