Estamos a unos días de finalizar un año que a pulso se ha ganado el título año del e-book o mejor dicho, de la explosión de la lectura en pantalla; sin duda, falta mucho que definir en este respecto: DRMs, el papel de las editoriales, lo que harán los escritores, saber si habrá respuesta de editoriales para ofrecernos más libros electrónicos en nuestro idioma, que aparezcan en el mercado más dispositivos de lectura, el rol que adoptarán las bibliotecas frente a este tipo de lectura, los derechos de los lectores digitales y se podrían mencionar mil cosas más; sin embargo, es claro que 2010 fue un año en el que el e-book entró con fuerza a los lectores, entonces ¿qué podemos decir del e-book en México este 2010?
En México, ya lo he dicho en otras ocasiones, falta mucho para que este tipo de lectura arranque y se establezca; aunque 2010 ha sido un año en que el libro electrónico ha hecho sus pinitos en el mercado mexicano, sigue un poco lento comparado con lo que ocurre en otros países. Veamos algunos de los principales sucesos del e-book en México durante este año:
Recién comenzaba el año y el e-book ya daba de que hablar en México. En enero el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey incorporaba a sus programas de estudio el uso de los e-readers. Este programa arrancó con 50 alumnos utilizando un Kindle y para agosto de este mismo año se esperó que el número se incrementara en 200 alumnos haciendo uso de este dispositivo de lectura.
A principios de marzo llegó a México el Sony Touch (PRS-600) con un precio al público de MX$4,599.40.
El 23 de julio las tiendas mexicanas dieron la bienvenida al iPad, convirtiendo a México en el primer país de América Latina en contar con la tableta.
En septiembre Librerías Gandhi anunció la venta del lector Cybook Opus convirtiéndose así en la primer librería mexicana en ofrecer dispositivos de lectura para el mercado mexicano. Recordemos además que en diciembre de 2009 eran también los primeros en poner a disposición del público mexicano un catálogo de libros electrónicos. Hasta ahora, ninguna otra librería—como Sótano o el Péndulo, por mencionar unos ejemplos—parece estar interesada en hacer la competencia a la oferta de Gandhi.
Quizá la noticia más agradable es que a comienzos de diciembre, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (la más importante de habla hispana y segunda después de la Feria del Libro de Frankfurt), el Fondo de Cultura Económica (la editorial mexicana más importante) y la UNAM anunciaron el lanzamiento de su catálogo de libros electrónicos. Los libros pueden leerse en distintos dispositivos como el Sony Reader, el Papyre,
el Nook de Barnes & Noble, entre otros. El catálogo inicial es de aproximadamente 90 títulos y se espera que el FCE inicie negociaciones para ampliar la oferta de libros en formato ePub.
Es claro que aunque lento, algunos comienzan a ver el e-book un poco más en serio; así que valdrá la pena estar atentos como se desarrolla el tema en 2011.
Aunque hay una infinidad de artículos enlistando aplicaciones de lectura indispensables en el iPod/iPhone, esta es una lista más personal de los 10 básicos que utilizo para leer:
Desde luego, _Stanza_ debe estar en primer lugar, no sólo porque es de las primeras (quizá la primera) aplicaciones para leer e-books en el iPod. De Stanza ya he hablado anteriormente , pero justo hace un par de semanas le descubrí una característica más que la pone por encima de otras aplicaciones de lectura: en Stanza puedes subir tus documentos, previamente convertidos a ePub; imaginen todos esos documentos en PDF que han querido leer en la pantalla de su PC y no han podido hacerlo, con Calibre conviertes esos PDFs a ePub y luego se van directo a Stanza. Yo he subido algunos reportes y me ha funcionado excelente leerlos de esa forma.
Si algo ha caracterizado a Amazon, es que ha sabido hacer competencia al iPad, no sólo bajando el precio a sus dispositivos Kindle, sino también con aplicaciones de lectura para todos aquellos que quieran leer los ebooks de su catálogo pero que no tienen un Kindle; así, encontramos Kindle para Mac, Kindle para iPad, Kindle para PC, Kindle para Android y, el que nos ocupa aquí, Kindle para iPod/iPhone.
La versión 2.2.1 es la más reciente, y permite hacer lo que la mayoría de las aplicaciones permiten: subrayar, marcar, buscar una palabra en el diccionario, google o Wikipedia y buscar dentro del texto; permite además cambiar el tamaño de la fuente, descargar capítulos de muestra.
Lo pongo en segundo lugar después de Stanza, porque le falta poder compartir texto en Twitter y Facebook, además de cargar otros documentos que no sean de la tienda de Amazon; desafortunadamente, con tanto DRM que hay hoy en día, creo nunca podremos gozar de estas características en ningún Kindle.
Te ofrece las mismas características de casi cualquier aplicación para leer e-books en el iPod: cambiar tamaño de la fuente, cambiar el fondo, agregar notas, subrayar, buscar en diccionario y buscar en el texto. A excepción de compartir texto y cargar libros o documentos distintos a los de los catálogos (eReader/Fictionwise Shelf, eReader mobile site y manybooks.net)
Con Instapaper puedes salvar cualquier página web para una lectura posterior sin necesidad de estar conectado. Muy útil para lugares donde tienes que esperar y no hay conexión. Instapaper te permite también archivar los artículos en folders temáticos que el usuario crea y puedes además compartir dichas lecturas a través de Twitter y Tumblr.
Hoy en día la mayoría estamos suscritos a los blogs de nuestro interés vía agregadores de Feed, tal es el caso de Google Reader, Bloglines, etc., estos servicios nos permiten estar atentos a diversas fuentes de noticias, sin necesidad de revisar diariamente cada uno de estos sitios.
Aunque actualmente existen muchas aplicaciones para leer tus Feeds en el iPod, los que estamos suscritos a Google Reader tenemos la opción del cliente MobileRSS, cuenta con las mismas características de Google Reader: búsqueda y suscripción a Feeds, tomar notas, compartir artículos, destacar contenidos; te permite también compartir los artículos vía Twitter, Facebook, email, delicious y agregarlo a Instapaper o ReadItLater para lecturas posteriores.
La versión gratuita de esta aplicación ofrece un catálogo de 2,800 clásicos literarios. Además del clásico audiolibro, esta aplicación ofrece características que la hacen muy interesante para todos aquellos que gustan de “leer escuchando”; por ejemplo, puedes utilizar el modo Sleep para escuchar 15min, 30 min y hasta 1 hora del audiolibro antes de que la aplicación se cierre automáticamente; también te permite compartir notas sobre el libro vía Facebook, Twitter o email. Las narraciones están en varios idiomas, incluido el español; sin embargo, son mejores en inglés. Sin duda, la mejor aplicación de audiolibros que conozco.
Por sólo $20.00 tendrás al alcance de tu oido 2,947 clásicos literarios. Se puede compartir el archivo vía correo electrónico. Se pueden cargar los archivos a través del email
Muy útil para importar, archivar y leer tus archivos en formatos pdf, txt, doc, ppt, xls, iWork, archivos HTML, imágenes y audio. Los archivos se cargan vía email, Google Docs, Dropbox, FTP, WiFi o con la URL.
Cuando Apple lanzó el iPad el 27 de enero pasado, una de las principales menciones fue iBooks, que es la aplicación de lectura de Apple. Tuvieron que pasar algunos meses para que iBooks pudiera ser utilizada en el iPod y en el iPhone, hubiera sido un error dejarla sólo disponible para el iPad.
iBooks tiene casi las mismas características que cualquier otra aplicación de lectura: cambiar el tamaño de la fuente, buscar en el libro, buscar en google y en Wikipedia; cambiar la intensidad del brillo de la pantalla, subrayar, agregar notas, agregar bookmarks y copiar el texto. Los libros los descargas del catálogo de la iBookStore, que sería el equivalente a Amazon, pero en Apple.
La mala noticia es que esta aplicación sólo está disponible para el iPhone y la 2a y 3a generación del iPod, pues sólo corre bajo el sistema iOS4 y el iPod 1a generación no soporta este sistema.
10. B&N eReader
Costo: Gratis
Debo confesar que dudé un poco en incluir esta aplicación en la lista, pues ya no aparece en la AppStore, supongo que debe ser por la llegada de Nook, la actual aplicación de Barnes & Noble para leer sus ebooks en el iPod. Desafortunadamente, Nook no está disponible aún en la AppStore de México. Sin embargo, decidí incluirla porque era, sigue siendo para los que aún la tenemos en nuestro iPod una excelente aplicación para leer e-books, y sólo la hubiera puesto en un segundo lugar después de Stanza de seguir disponible. Espero que pronto esté disponible Nook en la AppStore de México y ver que mejorías tiene en comparación con lo que era B&N eReader.
Después de dos días de especulaciones sobre la llegada de un Kindle 3, generadas por la falta de existencias del Kindle 2 en la tienda de Amazon, el día de hoy Jeff Bezos, CEO de la tienda en línea, anunció la llegada de una nueva generación de este dispositivo, el Kindle Wireless Reading Device, Wi-Fi 6″.
La pantalla tiene 50% más contraste que sus hermanos, tiene una capacidad para almacenear 3500 libros y documentos en PDF (más del doble del Kindle 2), la batería tiene una duración aproximada de un mes antes de que sea necesario recargarla, pesa sólo 240 gr. y, lo más importante, viene equipado con Wifi que permite descargar libros en 60 segundos, ofrece además los títulos del New York Times Review a sólo USD$9.99 y su catálogo de libros electrónicos es de más 630,000 títulos, permite el acceso a los principales diarios y a más de 9,000 blogs.
Estará a la venta a partir del 27 de agosto; sin embargo, se puede ordenar desde hoy a un costo es de USD$139.00; nada mal, considerando que la versión equipada con WiFi = 3G tiene un costo actual de USD$189.00
Pero mejor los dejo con la Carta donde Jeff Bezos informa a los Clientes sobre la llegada y bondades de este nuevo juguetito:
La competencia se pone sin duda cada vez más interesante y es claro que con este nuevo Kindle, Amazon intenta dar la cara a su más aguerrido competidor, el iPad de Apple, a mi francamente se me antojan ambos.
Esta mañana Jobs anunció que la aplicación de lectura para el iPad, iBooks, tendrá funciones de notas y bookmarks, igual que el Kindle y otros dispositivos de lectura. Además los libros que se compren a través del iPad , las notas y los bookmarks de los lectores podrán sincronizarse en el iPhone y en el iPod Touch, tal como sucede con el Kindle, la versión para iPod/iPhone y la versión para Mac y PC.
Asimismo informa que para julio de este mismo año, se podrán visualizar documentos en formato PDF en el iPad.
Por último, anuncia durante los primeros 65 días de lanzamiento del iPad, los usuarios de este dispositivo han descargado más de 5 millones de libros, una media de 2,5 libros por usuario. Esto, representa el 22% del mercado de compra de ebooks de las 5 grandes editoriales en USA.
Creo que uno de los temas a los que más he dedicado espacio en este blog ha sido al relacionado con el naciente y creciente mundo de los e-readers; en particular, me parece apasionante ver como poco a poco va evolucionando el mercado—tanto el editorial, como el de los fabricantes de dispositivos de lectura—, con los avances y reticencias que siempre van a existir en torno a cualquier nuevo soporte y más con el libro. Aprovechando que hay una sección de Glosario Bibliotecológico, quiero dedicar un par de entradas para tratar de definir los diferentes términos utilizados para referirse a los nuevos soportes de lectura:
E-book
El e-book es la versión electrónica de un libro, es decir, es una publicación cuyo soporte no está en el tradicional papel, sino en un formato electrónico, por ejemplo .pdf, .txt y, más recientemente, ePub. Sin embargo, al hablar de e-book no sólo nos referimos a versiones electrónicas de determinado libro, sino a cualquier documento creado exclusivamente en formato digital, sin que exista una versión impresa. Dado que es un documento en archivo electrónico, es necesario tener un soporte de lectura para poder almacenarlo y, desde luego, leerlo, entre estos soportes de lectura encontramos los e-readers, las computadoras, los smartphones, las tabletas, entre otros.
De esta manera es posible afirmar que ebooks son los documentos que encontramos en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes , los libros digitalizados de Google Books así como los libros digitales compramos en Amazon o Barnes&Noble para descargarlos en Kindle o el Nook, los libros que encontramos en el catálogo del Proyecto Gutenberg , entre otros.
Libro digital
Conocido también como libro electrónico no es otra cosa que la traducción al español para e-book. Es decir, un documento en formato electrónico.
E-Reader
Sony Touch
El e-reader, por su parte, es el dispositivo específico para la lectura de libros digitales, es decir, el Kindle, el Nook, el Sony Reader,el Papyre, e incluso el iPod, entre muchos otros son e-readers. Esta confusión que supone el libro impreso entendido como soporte y como contenido, es la que quizá nos lleva también a algunas confusiones con tantos términos nuevos en materia de lectura; sin embargo y aún con algunos desacuerdos en cuanto terminología, esta nueva forma de lectura nos debería permitir hacer una clara distinción entre libro-contenido (ebook) y libro-soporte (e-reader).
Por si alguno lo ha estado pensando mucho y necesita solo de un pequeño empujoncito para adquirir su e-reader de confianza, aquí les dejo este anuncio.
Aunque Kindle no es la úna opción, recuerden que ahora podemos encontrar en el mercado una variedad que hace unos cuantos años no existía y en este timeline que se mantiene en constante actualización pueden revisar algunas de las opciones.
Recientemente se publicó en Ars Technica el interesante artículo The Once and Future: on reading in the digital age donde se habla del presente, pasado y futuro de la lectura en dispositivos que no son precisamente libros. Hace algunos días, publiqué en Moccablog un post sobre este mismo tema y creo que el artículo de Ars Technia nos ayuda a esclarecer un poco más el panorama en torno a el libro electrónico (e-Book) y las recientes formas de lectura, por eso me permito presentarles (en varias entregas) la traducción libre de algunos extractos que me parecen de sumo interés.
En esta primera entrega Un libro con cualquier otro nombre, se habla de la lectura en formatos distintos al papel, la vieja discusión de separar la forma (dispositivo) del contenido (texto):
Parte del problema está justo en el nombre: e-book. En el mundo de la impresión, la palabra “libro” se utiliza para referirnos tanto al contenido como al medio. En el mundo digital, el e-book se refiere sólo al contenido, o mejor dicho, esa es la intención. Desafortunadamente, al estar ambos términos fundidos en la jerga del mundo impreso, se transfiere también a la terminología digital, de ahí mucha de la confusión.
Esto no sucede igual con la música, donde el medio y el contenido están separados; el medio cambia (vinil, cassette, CD, MP3) pero la música sigue siendo música. La música es el producto, lo que estás adquiriendo; el medio es sólo un recipiente que cambia implacablemente. Cuando aparece un mejor medio más conveniente, barato o rápido, la música le sigue, con o sin los propietarios del contenido.
Sin embargo, con el libro… hay tanto a cuestas en torno a este término: tomos gigantes, libros en encuadernación rústica o tapa dura, y todos se identifican como libros. Actualmente no ha habido en el mundo escrito una discontinuidad de forma que enfatice la separación de la forma y el contenido igualable a la que existe en la industria musical.
Algunos géneros literarios se aferran al libro como forma y como contenido: novela, biografía, historia; “estoy escribiendo un libro,” “lleva contigo un libro,” “trabajo en una librería.” Aunque fuera posible que la mayor parte del contenido de Ars Technica apareciera en un libro, quizá no sea lo que estás pensando cuando lees la palabra “libro”. Como ya lo dije, hay mucho a cuestas.
Mi discusión no se centra en el punto de la nomenclatura, es muy claro que existe un rostro poco amigable detrás de las quejas más comunes en torno a los e-book.
Tigres de papel Existe una legión de objeciones populares en contra del e-book, y, sorpresivamente son los entusiastas de la tecnología (por ejemplo, muchos de los que están leyendo este artículo) los que están entre los más ofendidos. Aquí les presentamos algunas de las principales objeciones:
La pantalla “No puedo leer una novela entera en una pantalla!” “El papel tiene un contraste superior” “Vista cansada! vista cansada!” “Despiértenme cuando tengamos pantallas de 1200 dpi.”
Con muy pocas excepciones, todas las comparaciones desfavorables de la pantalla frente al libro impreso son acertadas, pero estoy aquí para decirles que eso no es lo que importa.
En el mundo industrializado, el tiempo que las personas invierten para leer en una pantalla ha anulado el inconveniente de la pantalla misma. Literalmente, millones de personas han demostrado estar dispuestas y ser capaces de leer grandes volúmenes de textos en pantallas que resultan poco cómodas, pensemos por ejemplo en los mensajes de texto de los celulares: habrá quien diga que los mensajes de texto son cortos, pero puedo apostar que el Estadounidense promedio leerá sustancialmente más texto en su celular que en un libro.
Sin embargo, los celulares son sólo la punta del iceberg -un iceberg llamado “la web.” ¿Cuántas palabras y texto en páginas web crees que se leerán este año en Estados Unidos y otros países desarrollados que tienen similar penetración de Internet? ¿cómo puede esto compararse con el número de palabras que serán leídas en los libros durante el mismo periodo por la misma gente?
Es claro que la gente espera leer en las pantallas, pantallas viejas y llanas con un pequeño texto y grandes pixeles. Se leen grandes cantidades de texto durante periodos extendidos, más de 40 horas en una semana laboral, es decir, cuando muchos oficinistas se sientan a trabajar frente a una computadora todo el día. Y también se sientan a leer por placer en casa. Es probable que lo estés haciendo en este momento (a no ser que imprimas la versión en PDF de este artículo o pagues para que te lo lean).
Lo diré nuevamente: la gente leerá en las pantallas. La superioridad óptica del papel aún es real, pero también irrelevante. El umbral de calidad mínimo para las lecturas extendidas hace tiempo quedó atrás.
Entonces ¿esto significa que las personas tienden a leer novelas y otros “libros” tradicionales en las pantallas? No necesariamente, mi único objetivo en esta sección es poner sobre la mesa de una vez por todas el argumento tecnológico.
No voy a pedirte que desees leer realmente una novela en una pantalla, lo que intento decirte es que tu reticencia a hacerlo no tiene nada que ver con la tecnología en pantalla a pesar de las fervientes protestas (…donde “tú” es estadísticamente proporcional a un grano de arena, obviamente. Algunas personas tienen problemas físicos legítimos con las lecturas prolongadas en la pantalla -y papel. De cualquier forma siguen siendo sólo un ruido estadístico).
Creo que la gente lo entiende, aún cuando es muy real la reticencia incluso a considerar leer un “libro” en algo que no es un libro. La mente pide a gritos una explicación lógica, especialmente las mentes técnicas; por lo tanto, la racionalización falsa en torno a la pantalla es ya muy conocida por los entusiastas de la tecnología.
El dispositivo Ah! la queja del dispositivo es prima hermana de la queja que pesa sobre la pantalla: insatisfacción con el dispositivo de lectura, “Es muy grande,” “No puedo doblarlo,” “Me da miedo romperlo,” “La pila nunca se agota en un libro real.”
Menciona el término e-book a una persona que jamás lo haya escuchado y su inclinación natural será pensar primero en algún tipo de dispositivo con forma de libro. El hecho de que los dispositivos como estos existan y sean comercializados sin considerar la diferencia entre un “lector de e-book” y un “e-book” solidifica esta asociación incluso entre los consumidores que conocen el e-book.
Es muy cierto que la conexión del libro físico normalmente es adoptada sin reservas por la industria, lo que resulta en aparatos con proporciones similares a las del libro, nombres tecnológicos como “e-ink” (e-tinta) e incluso las cubiertas rudimentarias o las cubiertas de pasta dura. Todo esto conspira para consolidar la conexión entre el dispositivo y el contenido. Por lo tanto, la insatisfacción con el dispositivo se traduce en la insatisfacción con el e-book en general.
Y la mayoría de las veces, hay mucho para estar insatisfecho: la pantalla es a menudo, el primer objeto de crítica. De hecho ya se han cubierto los temas de apariencia, pero las proporciones de la pantalla y la durabilidad también están bajo la mira, sin mencionar la influencia de la pantalla sobre la vida de la batería. También resulta difícil obtener un dispositivo de tamaño, peso y precio exactamente igual a cualquier otro producto.
Es claro que los dispositivos, tanto los portables como los estacionarios, que la gente ha mostrado ser capaz de leer (en el caso de los portables) traen consigo casi cualquier defecto; así que cuando llega el momento de considerar invertir en los llamados “e-books,” hay un inmediato cambio de contexto en las mentes de los consumidores pues comienzan a preocuparse por las fallas reales o imaginarias de los dispositivos que pretenden encarnar este concepto.