Una biblioteca en un comercial de Coca Cola
Y bueno, si nos promocionan gratis, qué importa que sea la Coca… sólo habrá que cuidar ahora que no haya derrames en los libros.
(Visto en Universo abierto).
Y bueno, si nos promocionan gratis, qué importa que sea la Coca… sólo habrá que cuidar ahora que no haya derrames en los libros.
(Visto en Universo abierto).
El día de hoy se llevó a cabo una conversación vía web chat sobre el “Programa de Innovación en Bibliotecas Públicas (PLIP)” con el objetivo de que Pilar Pacheco y Enzo Abbagliati nos dieran a conocer dicho programa:
El Programa de Innovación en Bibliotecas Públicas promueve el desarrollo de servicios innovadores para mejorar la vida de las personas a través del uso de tecnologías. Este programa de donaciones de tres años ayudará a bibliotecas en países en desarrollo o países en transición convertirse en centros de la vida de sus comunidades.
El propósito del PLIP es apoyar a las bibliotecas públicas en los proyectos que hagan uso de las tecnologías para crear servicios innovadores en pro de las necesidades de su comunidad. En esta primera etapa se aceptarán 10 propuestas y para ello, los responsables de bibliotecas tendrán hasta el 28 de febrero de 2010 (Roma/hora de Italia) para mandar su solicitud a plip@eifl.net o bien, por correo tradicional .
En la primera ronda de donaciones participarán aquellos países en los que eIFL o la Fundación Bill & Melinda Gates tienen presencia, aquí menciono sólo los países de América Latina que participarán en la primera ronda: Argentina, Chile, Colombia, Guatemala y México.
Los proyectos seleccionados se anunciarán a finales del mes de marzo y tendrán que ser puestos en práctica en un plazo de 12 meses.
Imagen vía: Asociación de Amigos y Amigas de la Biblioteca Provincial de Huelva
Y ahora Spiderman, los X men y Batman se quedarán cortos ante un nuevo superhéroe al más puro estilo del bibliotecario. Un superhérore, de esos, que tanto estamos necesitando en algunas bibliotecas, Biblos, superhéroe de biblioteca, es un cómic presentado el 10 de diciembre pasado y editado por la Biblioteca Provincial de Huelva, con el cual se pretende acercar a los usuarios a la biblioteca.
Enhorabuena a la Biblioteca de Huelva por esta excelente y original iniciativa que busca acercar a la gente a las bibliotecas y crear un vínculo menos rígido.
(Vía Burgostecarios e Iwetel).
Vía Librarian in black veo este video tomado por Buffy Hamilton, bibliotecaria en una biblioteca escolar en Georgia, donde pregunta a los estudiante ¿qué hace que una biblioteca sea biblioteca?
La mayoría de las respuestas coinciden en definirlas como un espacio donde el ambiente permite elaborar proyectos, además de ser un espacio lúdico donde reunirse con los amigos y pasar un rato agradable (que no sólo tiene que ver con leer).
Les transcribo mi respuesta favorita:
Una biblioteca debe tener algo al interior que te provoque visitarla: los bibliotecarios, su gran ayuda, los libros, su atmósfera, tus amigos. Debe tener algo.
Hace un par de semanas Javier López Gijón compartió en su muro de FB un artículo de la revista Crítica bibliotecológica titulado Librarianship in Mexico: a discipline in crisis de J.A. González y C.A, Martínez. En dicho artículo se hace una revisión y crítica bastante dura y acertada en muchos aspectos de nuestra disciplina en México, a lo que Javier López cuestionaba lo siguiente:
… me parece un artículo interesante que nos puede servir de base para debatir una serie de temas sobre nuestra profesión: ¿necesitamos una formación más humanística? ¿nuestra disciplina ha caído en el positivismo? ¿podemos llegar a ser ciencia o sólo somos un arte? ¿somos acríticos ante las TICs? Creo que el artículo puede servir para tratar estos temas y algunos más.
He de confesar que le he estado dando la vuelta a este post, porque, a pesar de que tengo muchos comentarios al respecto, no sabía muy bien cómo abordarlo. Antes que nada les comparto parte de la respuesta que daba a Javier López G. en un mail referente al artículo:
En relación con el resto del artículo, creo que yo también ya lo he planteado en otros momentos. Nuestra formación no es suficiente y hay muchas carencias que se reflejan al momento de salir al mundo laboral. En el artículo se menciona que nuestra formación es más técnica que humanística y/o científica; y aunque esto es cierto, debo señalar que incluso en la formación técnica se está fallando. A mi blog han llegado colegas que están trabajando en bibliotecas y a estas alturas no entienden los sistemas de clasificación. Tenemos grandes lagunas y como siempre lo he dicho, no te puesdes quedar con lo que te dan en la universidad, al menos en el caso de las licenciaturas en bibliotecología.
En julio de 2008, publiqué en este blog el post Apatía: ¿de qué nos quejamos? donde hablaba de la situación bibliotecaria en México tal como yo la concibo; creo que mi post coincide en mucho con las preocupaciones del artículo de Crítica bibliotecológica y a su vez, da respuesta a algunos de los cuestionamientos que nos comparte Javier en FB. En ese post, al igual que en mi mail, yo comentaba que los actuales planes de estudio en Bibliotecología en México tienen lagunas que provocan profesionales incompletos tanto en materia de entender nuestra responsabilidad social, como en materia de uso y provecho de las TICs: a veces parece que a algunos sólo entienden a la bibliotecología en términos de “catalogación, RCA, clasificación y Dewey” , que les gusta quedarse detrás del mostrador sin actualizarse y lo peor, sin entender realmente su labor.
En fin, tratando un poco de responder a las interrogantes de párrafos anteriores y enfocándome en la situación mexicana:
¿Necesitamos una formación más humanística?
No, necesitamos una formación integral que tome en cuenta las necesidades actuales, sin perder de vista la esencia bibliotecológica: ser un intermediario, contribuir a ser un vehículo de información útil para lograr que se transforme en conocimiento, que es cuando la información y nuestra labor alcanzan su justo valor. Necesitamos una formación que encuentre el equilibro que nos permita desarrollar habilidades, así como que nos permita comprender nuestro rol social.
¿Nuestra disciplina ha caído en el positivismo?
No, al menos no en México. Como se menciona en el artículo, los actuales planes de estudio están más enfocados a convertir al profesional de la información en un técnico. A pesar de lo anterior, se está fallando incluso en esta formación y nos encontramos profesionales que no son capaces de entender sistemas de clasificación, pero tampoco son capaces de definir su función social o desarrollar un estudio estadístico.
¿Somos acríticos ante las TICs?
La mayoría lo son. En ciertos casos, los que llegan a tener alguna opinión lo hacen de manera escéptica y con la creencia de que “Internet es sólo para chatear o para pasar el tiempo en Facebook”, parece que pocos conocen la existencia de blogs, de redes sociales para compartir perfiles profesionales, de catálogos colectivos, de utilizar el microblogging para compartir información y mucho menos de crear podcas donde se hable de la profesión o de las actividades de determinada biblioteca; a mi me parece increíble que mientras en otros países se está cuestionando el papel del bibliotecario frente a las TICs; en México aún se cuestione la importancia e implementación de muchas de las herramientas.
Para ejemplificar lo anterior, en el pasado Congreso Nacional de Bibliotecas Públicas celebrado en la Ciudad de Xalapa del 19-21 de noviembre pasados, algunos de los comentarios de los asistentes caían en la trillada idea de que las tecnologías nunca van a igualar la utilidad de un libro impreso e incluso se llegó a discutir la desaparición de éste; otro de los comentarios señalaba “las bibliotecas se enfrantan a gobiernos estatales que no se interesan por mantener equipo actualizado e incluso pagar la luz.” Lo anterior me lleva a pensar que no sólo somos acríticos a las TICs, sino que existe un desconocimiento total de éstas y muchos prejuicios que hablan de un mal entendimiento y temor hacia las mismas.
Al igual que Javier, yo compartí el link al artículo y extendí la pregunta a mis contactos en FB ¿quién se anima a hacer un comentario? Desafortunadamente, hasta el momento que escribo este post, no ha habido ningún comentario, ¿es acaso esto una señal clara de la apatía, crisis o falta de interés que se menciona en el artículo o de la que yo hablo en este blog? Espero que no sea así. Invito pues, a los que visitan este espacio nos ayuden dando sus percepciones de la actual bibliotecología en México.
Via @medejean conozco este bonito proyecto llamado Biblioburro que funciona de manera similiar a los bibliobuses, pero en lugar de hacer llegar la biblioteca a la comunidad a través del recorrido de un autobús, el biblioburro lo hace, desde luego, a través de un burro.
En Librarian.net nos explican la noble labor que realiza Luis Soriano, un maestro de la comunidad de La Gloria, en Colombia, quien una vez por semana sale con su burro cargado de una selección de libros para dirigirse a la Gloria donde los niños lo esperan para leer. Luis Soriano está convencido que la lectura es un medio de progreso no sólo para esta comunidad, sino también para Colombia.
Quizá no les esté contando nada nuevo y muchos ya conozcan esta historia; sin embargo, para mi es completamente nueva y he de reconocer que me ha emocionado, al mismo tiempo que impresionado, el cariño y profesionalismo que un maestro tiene no sólo hacia los libros y la lectura, sino también a su comunidad.
En los tiempos que corren, donde muchos parecen (parecemos) hablar sólo de las bondades de la famosa “Web 2.0”, confirmar a través de un video las sospechas de que aún existen personas sin acceso a un libro, y mucho menos a una computadora, resulta un balde de agua fría. Al mismo tiempo, ver que existen personas comprometidas y que cumplen su labor sin importar las barreras físicas, económicas, geográficas o humanas, es reconfortante y es también una llamada de atención para hacer bien nuestro trabajo, sea cual sea nuestra trinchera.
Recientemente leo el artículo publicado Gadgetoblog: Con el libro electrónico, vuelta a la biblioteca donde se expllica que las bibliotecas pueden beneficiarse de los e-reader, al implementar en su servicio de préstamo el préstamo de estos dispositivos.
Como lectora, me emociona la consolidación que este año van teniendo los e-books; y si bien es cierto que aún falta resolver muchas incógnitas (el papel de las editoriales, los derechos de autor, formatos universales, la permanencia de la obra en el dispositivo, los derechos del lector como dueño de la copia de un título, etc.), creo fielmente que en los años próximos el uso de estos dispositivos se irá generalizando y, como lo dije ya en un post anterior, la competencia entre las empresas hará que los costos se reduzcan y la oferta sea mayor, lo que se traduce en: habrá más y mejores dispositivos con precios asequibles para nuestros bolsillos.
Sin embargo, debo reconocer que como bibliotecaria estaba perdiendo de vista la entrada del e-book como una oportunidad para nuestras bibliotecas: mediante el clásico servicio de préstamo de libros, ahora es posible que los usuarios pidan un título y lo descarguen en sus ebooks durante un periodo similar al del préstamo tradicional, o bien, solicitar en préstamo el dispositivo mismo. En algunos lugares esto ya es una realidad, tal es el caso de las Bibliotecas de la Universitat Politécnica de Catalunyadonde se ha implementado el préstamo del e-reader iRex iLiad 2nd Ed con tres colecciones de libros: Ediciones UPC, O’Reilly y Leer-e. Otros ejemplos pioneros en el préstamo de e-books los encontramos en Estados Unidos e Inglaterra.
Aunque la realidad en México es un tanto distinta y este futuro nos queda todavía un poco lejano ya que son muchos los factores que lo dificultan—aún no se distribuyen en el país, a excepción del Kindle, el precio no es el idóneo para un país donde la lectura no es prioridad, algunas de las bibliotecas enfrentan carencias económicas y humanas, entre otros—, se viene haciendo necesario tomar en serio la llegada del e-book y su uso en las bibliotecas, no sólo como una moda pasajera, sino como una manera de dar un nuevo impulso y hacer que las bibliotecas vuelvan a ser atractivas.
Recuerden además que en Dipity he elaborado un timeline del e-book y está en constante actualización.
Como cada 24 de octubre, una vez más celebramos el Día Internacional de la Biblioteca.
Este año es especial pues viene marcado por la consolidación de las redes sociales (Facebook), los sitios de microblogging (twitter) y los e-books. Quizá por ello en el 2009 más que en cualquier otro año, valga la pena que la celebración venga acompañada de una reflexión sobre nuestra labor y nuestro rol de cara a una sociedad cada día más “conectada”; y si vamos un poco más lejos, de un compromiso con la información y nuestros usuarios.
Así que para todos aquellos que vivimos de y en las bibliotecas, detengámonos unos minutos a celebrar y a felicitar, después a seguir haciendo mejor nuestro trabajo.