Hace un par de semanas Javier López Gijón compartió en su muro de FB un artículo de la revista Crítica bibliotecológica titulado Librarianship in Mexico: a discipline in crisis de J.A. González y C.A, Martínez. En dicho artículo se hace una revisión y crítica bastante dura y acertada en muchos aspectos de nuestra disciplina en México, a lo que Javier López cuestionaba lo siguiente:
… me parece un artículo interesante que nos puede servir de base para debatir una serie de temas sobre nuestra profesión: ¿necesitamos una formación más humanística? ¿nuestra disciplina ha caído en el positivismo? ¿podemos llegar a ser ciencia o sólo somos un arte? ¿somos acríticos ante las TICs? Creo que el artículo puede servir para tratar estos temas y algunos más.
He de confesar que le he estado dando la vuelta a este post, porque, a pesar de que tengo muchos comentarios al respecto, no sabía muy bien cómo abordarlo. Antes que nada les comparto parte de la respuesta que daba a Javier López G. en un mail referente al artículo:
En relación con el resto del artículo, creo que yo también ya lo he planteado en otros momentos. Nuestra formación no es suficiente y hay muchas carencias que se reflejan al momento de salir al mundo laboral. En el artículo se menciona que nuestra formación es más técnica que humanística y/o científica; y aunque esto es cierto, debo señalar que incluso en la formación técnica se está fallando. A mi blog han llegado colegas que están trabajando en bibliotecas y a estas alturas no entienden los sistemas de clasificación. Tenemos grandes lagunas y como siempre lo he dicho, no te puesdes quedar con lo que te dan en la universidad, al menos en el caso de las licenciaturas en bibliotecología.
En julio de 2008, publiqué en este blog el post Apatía: ¿de qué nos quejamos? donde hablaba de la situación bibliotecaria en México tal como yo la concibo; creo que mi post coincide en mucho con las preocupaciones del artículo de Crítica bibliotecológica y a su vez, da respuesta a algunos de los cuestionamientos que nos comparte Javier en FB. En ese post, al igual que en mi mail, yo comentaba que los actuales planes de estudio en Bibliotecología en México tienen lagunas que provocan profesionales incompletos tanto en materia de entender nuestra responsabilidad social, como en materia de uso y provecho de las TICs: a veces parece que a algunos sólo entienden a la bibliotecología en términos de “catalogación, RCA, clasificación y Dewey” , que les gusta quedarse detrás del mostrador sin actualizarse y lo peor, sin entender realmente su labor.
En fin, tratando un poco de responder a las interrogantes de párrafos anteriores y enfocándome en la situación mexicana:
¿Necesitamos una formación más humanística?
No, necesitamos una formación integral que tome en cuenta las necesidades actuales, sin perder de vista la esencia bibliotecológica: ser un intermediario, contribuir a ser un vehículo de información útil para lograr que se transforme en conocimiento, que es cuando la información y nuestra labor alcanzan su justo valor. Necesitamos una formación que encuentre el equilibro que nos permita desarrollar habilidades, así como que nos permita comprender nuestro rol social.
¿Nuestra disciplina ha caído en el positivismo?
No, al menos no en México. Como se menciona en el artículo, los actuales planes de estudio están más enfocados a convertir al profesional de la información en un técnico. A pesar de lo anterior, se está fallando incluso en esta formación y nos encontramos profesionales que no son capaces de entender sistemas de clasificación, pero tampoco son capaces de definir su función social o desarrollar un estudio estadístico.
¿Somos acríticos ante las TICs?
La mayoría lo son. En ciertos casos, los que llegan a tener alguna opinión lo hacen de manera escéptica y con la creencia de que “Internet es sólo para chatear o para pasar el tiempo en Facebook”, parece que pocos conocen la existencia de blogs, de redes sociales para compartir perfiles profesionales, de catálogos colectivos, de utilizar el microblogging para compartir información y mucho menos de crear podcas donde se hable de la profesión o de las actividades de determinada biblioteca; a mi me parece increíble que mientras en otros países se está cuestionando el papel del bibliotecario frente a las TICs; en México aún se cuestione la importancia e implementación de muchas de las herramientas.
Para ejemplificar lo anterior, en el pasado Congreso Nacional de Bibliotecas Públicas celebrado en la Ciudad de Xalapa del 19-21 de noviembre pasados, algunos de los comentarios de los asistentes caían en la trillada idea de que las tecnologías nunca van a igualar la utilidad de un libro impreso e incluso se llegó a discutir la desaparición de éste; otro de los comentarios señalaba “las bibliotecas se enfrantan a gobiernos estatales que no se interesan por mantener equipo actualizado e incluso pagar la luz.” Lo anterior me lleva a pensar que no sólo somos acríticos a las TICs, sino que existe un desconocimiento total de éstas y muchos prejuicios que hablan de un mal entendimiento y temor hacia las mismas.
Al igual que Javier, yo compartí el link al artículo y extendí la pregunta a mis contactos en FB ¿quién se anima a hacer un comentario? Desafortunadamente, hasta el momento que escribo este post, no ha habido ningún comentario, ¿es acaso esto una señal clara de la apatía, crisis o falta de interés que se menciona en el artículo o de la que yo hablo en este blog? Espero que no sea así. Invito pues, a los que visitan este espacio nos ayuden dando sus percepciones de la actual bibliotecología en México.
Bueno a mi forma de ver si ha habido un interés por preparar un poco más a los bibliotecólogos, el plan de la FFL de la UNAM, ya no está enfocado a solamente la catalogación y el Dewey, también hay que tener conciencia que en México no se da la importancia que se requiere al área de las bibliotecas, y también tomar en cuenta el perfíl de los bibliotecólogos del campo, porqué no decirlo su indiosincracia o su apatía para participar en eventos que promuevan un cambio en el área, como dice el dicho, si tu no te quieres no puedes querer a nadie.
MGB. Bibliotecóloga FFL, UNAM
Es triste pero es una realidad como todo se va por un agujero sin que nadie meta las manos… bien por ti hermano que haces tu labor, estoy por egresar y comparto ideas contigo. Animo… todo esta en hacer lo mejor posible, así comienza el cambio.
Justo tengo tarea de eso ¿por que quiero ser bibliotecologo? son amplios los criterios que definen a nuestra carrera si es arte, si es ciencia etc…creo que eso irradia en la falta de conciencia que como profesionales tenemos, somos multidisciplinarios y sin embargo el gobierno y colegas mismos no queremos abrir los ojos ante la función social que nos corresponde tomar. Y estoy de acuerdo…si uno mismo detesta su carrera pocas probabilidades tendrá de ejercer esta bella profesión, esto debe ser un trabajo en equipo ¿acaso no tenemos la capacidad para la organización? o depende más del poder de quien esta al más arriba de los estudiantes ¿maestros? ¿coordinadores? ¿gobierno? ¿nosotros mismo?.
Necesitamos actualizarnos somos humanistas, la información esta ahí…grandes organismos necesitan de nuestra carrera solo es cuestión de tocar puertas y abrir la mente. Tengo un conocido que llego a realizar practicas en los pinos…y ni el mismo presidente sabía que existía nuestra profesión. Animo que el trabajo colectivo si se puede solo falta tocar más puertas 🙂
Incluso la misma Unam en la fundamentación del plan de estudios hace hincapié en los dos problemas fundamentales de nuestro plan de estudios,a saber; La incapacidad para formarnos en otras ares de los estudios de la información lo que nos restringe a trabajar sólo en bibliotecas escolares y la según gran deficiencia, la cual considero más apremiante, es que afirman que el Bibliotecologo en sí no tiene interés en la investigación de sus disciplina . Con relación a las TIC’s no puedo concebir que los formadores de nuestra disciplina aún alimenten esa escisión entre la humanidades y las Tics, como yo mismo he presenciado en otras disciplinas como la filosofía. Yo creo que eso se podría resolver con la formación de cursos enfocados a historiar e incluso fomentar la crítica a la historia de la cultura libresca, ver cómo cosas tan aparentemente nimias como el uso del alfabeto pueden interpretarse e incluso compararse con técnicas equiparables a las nuevas tecnologías y por tanto a través de esa misma comparación re-construir una visión que de cabida plenamente a la tecnología al panorama de la cultura humanística. Un libro fundamental al respecto es uno escrito por Iván Ilich llamado En el viñedo del texto. Etología de la lectura: un comentario al “Didascalicon” de Hugo de San Víctor (Historia)
De acuerdo y, de hecho, no estaría tan segura incluso de nuestra formación como bibliotecarios escolares, no es cosa nimia la biblioteca escolar. En relación con las TICs, te doy toda la razón, en la misma UNAM se está haciendo en la Facultad de Filosofía estudio en humanidades digitales que no sé por qué parece pasar desapercibido por nuestro colegio. Creo que los egresados continúan con muchas carencias y no lo digo al aire o recordando mis años de estudiante, hace poco tuve la oportunidad de hacer reclutamiento y selección de personal y los egresados de Bibliotecología dejaban mucho que desear en las entrevistas.