Recientemente leo el artículo publicado Gadgetoblog: Con el libro electrónico, vuelta a la biblioteca donde se expllica que las bibliotecas pueden beneficiarse de los e-reader, al implementar en su servicio de préstamo el préstamo de estos dispositivos.
Como lectora, me emociona la consolidación que este año van teniendo los e-books; y si bien es cierto que aún falta resolver muchas incógnitas (el papel de las editoriales, los derechos de autor, formatos universales, la permanencia de la obra en el dispositivo, los derechos del lector como dueño de la copia de un título, etc.), creo fielmente que en los años próximos el uso de estos dispositivos se irá generalizando y, como lo dije ya en un post anterior, la competencia entre las empresas hará que los costos se reduzcan y la oferta sea mayor, lo que se traduce en: habrá más y mejores dispositivos con precios asequibles para nuestros bolsillos.
Sin embargo, debo reconocer que como bibliotecaria estaba perdiendo de vista la entrada del e-book como una oportunidad para nuestras bibliotecas: mediante el clásico servicio de préstamo de libros, ahora es posible que los usuarios pidan un título y lo descarguen en sus ebooks durante un periodo similar al del préstamo tradicional, o bien, solicitar en préstamo el dispositivo mismo. En algunos lugares esto ya es una realidad, tal es el caso de las Bibliotecas de la Universitat Politécnica de Catalunyadonde se ha implementado el préstamo del e-reader iRex iLiad 2nd Ed con tres colecciones de libros: Ediciones UPC, O’Reilly y Leer-e. Otros ejemplos pioneros en el préstamo de e-books los encontramos en Estados Unidos e Inglaterra.
Aunque la realidad en México es un tanto distinta y este futuro nos queda todavía un poco lejano ya que son muchos los factores que lo dificultan—aún no se distribuyen en el país, a excepción del Kindle, el precio no es el idóneo para un país donde la lectura no es prioridad, algunas de las bibliotecas enfrentan carencias económicas y humanas, entre otros—, se viene haciendo necesario tomar en serio la llegada del e-book y su uso en las bibliotecas, no sólo como una moda pasajera, sino como una manera de dar un nuevo impulso y hacer que las bibliotecas vuelvan a ser atractivas.
Recuerden además que en Dipity he elaborado un timeline del e-book y está en constante actualización.