Que si el olor al libro impreso, el tacto del papel, tener mi casa llena de estantes con libros de encuadernaciones hermosas…
Bonito, hermoso, nostálgico… predecible, aburrido y sin sentido:
David Lee King no pudo expresarlo mejor, en relación al olor del libro en una biblioteca (que pueden ser también bibliotecas personales):
El olor a libros que no se han movido de los estantes en mucho tiempo es igual = al olor de una biblioteca QUE NO SE USA que es igual = al olor de la muerte
Además, nos propone algunas maneras de poner a circular nuestras colecciones para evitar ese desagradable olor, anunciar en nuestros boletines los libros con los que contamos, se me ocurre ahora.
Así que, ya es tiempo de venirse a inventar otras excusas de por qué preferir el libro impreso, o mejor, ponernos a leerlos, promoverlos, prestarlos y realmente usarlos, que no necesariamente significa olerlos y acumularlos ¿no?
Cerramos una semana más y con ella el mes de septiembre, los días parecen irse más rápido, no sin antes dejarnos con muchas novedades, al menos en materia de libros electrónicos; aquí lo más destacado de la semana:
(Septiembre 27, 2010) Blackberry presenta su nueva tableta La nueva Blackberry PlayBook viene a hacer competencia al iPad; tiene pantalla táctilLCD, pesa 400 gramos, memoria RAM de 1 GB, sistema operativo BlackBerry Tablet OS, y conexión a Internet vía WiFi. Todo indica que estará a la venta en Estados Unidos a inicios de 2011 y para el resto del mundo en abril del mismo año.
(Septiembre 28, 2010) Amazon lanza Kindle para Web Esta aplicación simula la lectura de los libros electrónicos Kindle directamente en la Web. Por ahora sólo es posible leer el primer capítulo de los libros; sin embargo y como lo mencioné en twitter, la gente de Amazon está tirando para todos lados (Kindle, kindle para PC, Mac, iPod/iPhone, iPad, Blackberry y Android). Definitivamente no se pueden quedar con los brazos cruzados frente a su más grande competidor, el iPad, y tampoco frente a tantos dispositivos y tabletas que han hecho su aparición este año.
(Septiembre 29, 2010) Universidades españolas crean una plataforma para la venta de sus e-books en un esfuerzo por dar respuesta a las demandas de docentes y estudiantes universitarios, las universidades españolas, la UNE y Publidisa se unen para crear una plataforma desde la cual el usuario podrá consultar y adquirir los libros electrónicos publicados por las universidades y centros de investigación españoles. Esperemos no sea otro Libranda.
(Sept 29, 2020) Kobo lanza al mercado su Kobo Wireless eReader Como todos los dispositivos Kobo, este soporta formatos abiertos como ePub y PDF, además de una entrada para tarjeta SD que permite almacenar cualquier documento. Y lo que es mejor, a un precio de USD$139.00, esto lo pone muy por encima del Sony Touch que era hasta hace poco la opción ideal por su conexión WiFi y aceptar documentos con o sin DRM en formato ePub y PDF. Parece que, después de esta guerra de precios y llegadas de dispositivos, Sony se está quedando atrás.
El jueves pasado, Alonso Lujambio, secretario de Educación, presentó los Estándares Nacionales de Habilidad Lectora, con el cuál la SEP y especialistas establecieron las supuestas capacidades mínimas de velocidad, fluidez y comprensión lectora entre los alumnos de primaria y secundaria:
Primaria
1o grado—> 35 a 59 palabras por minuto
2o grado—> 60 a 84 palabras por minuto
3o grado—> 85 a 99 palabras por minuto
4o grado—> 100 a 114 palabras por minuto
5o grado—> 115 a 124 palabras por minuto
6o grado—> 125 a 134 palabras por minuto
Secundaria
1o grado—> 135 a 144 palabras por minuto
2o grado—> 145 a 154 palabras por minuto
3o grado—> 155 a 160 palabras por minuto
Durante la presentación de este documento Lujambio declaró que sólo el 30% de los alumnos de primaria y secundaria cumplen con dichos estándares de habilidad lectora y que en México sólo se leen 2.9 libros al año.
Aunque desde mi punto de vista, el secretario de Educación no dio ningún dato desconocido, sobra decir que cualquier declaración en materia de lectura no hace más que enardecer las pasiones de supuestos “lectores,” así que tuvimos todo el viernes para escuchar análisis sobre estos datos.
En el supuesto de que los alumnos alcancen el mínimo requerido de palabras por minuto al leer, la SEP cree que se mejorará la habilidad lectora; para ello, el documento propone que los padres de familia dediquen 20 minutos diarios a leer con sus hijos, y dan otra serie de recomendaciones que parecen una receta sobre cómo utilizar ingredientes y tiempos específicos para cocinar a “un buen lector.”
Además surgen algunas interrogantes como: ¿y si los papás nunca han leído? Por lo pronto, a mi me quedan dos dudas:
¿A qué le llaman habilidad lectora?
¿Quiénes son los “especialistas” y con base en qué determinaron el número de palabras leídas?
Permítanme desconfiar de entrada en estos estándares, recuerdo que cuando cursaba la primaria ya era materia bien conocida aquello de que tus padres te pusieran a leer durante un minuto, contaran las palabras leídas, las apuntaran en el cuaderno y pusieran la firma. De eso hace ya varios años y hasta ahora no hemos progresado mucho en “habilidad lectora.”
Sobra decir también que en todos estos años hemos ido de un programa de lectura a otro, casi como cambiar de administraciones, así que programas mal estructurados, pensados sólo en materia de leer más libros (por el simple hecho que los números sean mayores y no mejores) y el cambio de programas cada sexenio tampoco han ayudado mucho.
Verán, para sembrar en un niño el “gusanito lector,” nada más alejado de la realidad que ponerlo a leer como en una carrera de autos. Aquí nadie está hablando de si el niño disfruta o no de lo que está leyendo, lo cual, desde luego, es la mejor forma de garantizar la comprensión lectora.
No dudo que con este programa logren que los niños lean más rápido pero, ¿acaso comprenderán lo que están leyendo? y más importante aún, ¿formarán niños lectores y se logrará superar ese fatídico 2.9 libros anuales que tanto pesan?
Recomiendo ampliamente el artículo Matemos al libro para que multipliquemos las lecturas que Enzo Abbagliati publicó en su blog “Cadaunadas” y donde se aboga dejar tanta solemnidad e intelectualidad, para dar paso a un análisis de la lectura menos rígido y más real de lo que es la lectura.
Por si les interesa, también en este blog ya he hablado de lo que creo son las fallas en materia de promoción lectora, y precisamente en algún otro post cuestionaba la importancia de “leer rápido.”
Aunque hay una infinidad de artículos enlistando aplicaciones de lectura indispensables en el iPod/iPhone, esta es una lista más personal de los 10 básicos que utilizo para leer:
Desde luego, _Stanza_ debe estar en primer lugar, no sólo porque es de las primeras (quizá la primera) aplicaciones para leer e-books en el iPod. De Stanza ya he hablado anteriormente , pero justo hace un par de semanas le descubrí una característica más que la pone por encima de otras aplicaciones de lectura: en Stanza puedes subir tus documentos, previamente convertidos a ePub; imaginen todos esos documentos en PDF que han querido leer en la pantalla de su PC y no han podido hacerlo, con Calibre conviertes esos PDFs a ePub y luego se van directo a Stanza. Yo he subido algunos reportes y me ha funcionado excelente leerlos de esa forma.
Si algo ha caracterizado a Amazon, es que ha sabido hacer competencia al iPad, no sólo bajando el precio a sus dispositivos Kindle, sino también con aplicaciones de lectura para todos aquellos que quieran leer los ebooks de su catálogo pero que no tienen un Kindle; así, encontramos Kindle para Mac, Kindle para iPad, Kindle para PC, Kindle para Android y, el que nos ocupa aquí, Kindle para iPod/iPhone.
La versión 2.2.1 es la más reciente, y permite hacer lo que la mayoría de las aplicaciones permiten: subrayar, marcar, buscar una palabra en el diccionario, google o Wikipedia y buscar dentro del texto; permite además cambiar el tamaño de la fuente, descargar capítulos de muestra.
Lo pongo en segundo lugar después de Stanza, porque le falta poder compartir texto en Twitter y Facebook, además de cargar otros documentos que no sean de la tienda de Amazon; desafortunadamente, con tanto DRM que hay hoy en día, creo nunca podremos gozar de estas características en ningún Kindle.
Te ofrece las mismas características de casi cualquier aplicación para leer e-books en el iPod: cambiar tamaño de la fuente, cambiar el fondo, agregar notas, subrayar, buscar en diccionario y buscar en el texto. A excepción de compartir texto y cargar libros o documentos distintos a los de los catálogos (eReader/Fictionwise Shelf, eReader mobile site y manybooks.net)
Con Instapaper puedes salvar cualquier página web para una lectura posterior sin necesidad de estar conectado. Muy útil para lugares donde tienes que esperar y no hay conexión. Instapaper te permite también archivar los artículos en folders temáticos que el usuario crea y puedes además compartir dichas lecturas a través de Twitter y Tumblr.
Hoy en día la mayoría estamos suscritos a los blogs de nuestro interés vía agregadores de Feed, tal es el caso de Google Reader, Bloglines, etc., estos servicios nos permiten estar atentos a diversas fuentes de noticias, sin necesidad de revisar diariamente cada uno de estos sitios.
Aunque actualmente existen muchas aplicaciones para leer tus Feeds en el iPod, los que estamos suscritos a Google Reader tenemos la opción del cliente MobileRSS, cuenta con las mismas características de Google Reader: búsqueda y suscripción a Feeds, tomar notas, compartir artículos, destacar contenidos; te permite también compartir los artículos vía Twitter, Facebook, email, delicious y agregarlo a Instapaper o ReadItLater para lecturas posteriores.
La versión gratuita de esta aplicación ofrece un catálogo de 2,800 clásicos literarios. Además del clásico audiolibro, esta aplicación ofrece características que la hacen muy interesante para todos aquellos que gustan de “leer escuchando”; por ejemplo, puedes utilizar el modo Sleep para escuchar 15min, 30 min y hasta 1 hora del audiolibro antes de que la aplicación se cierre automáticamente; también te permite compartir notas sobre el libro vía Facebook, Twitter o email. Las narraciones están en varios idiomas, incluido el español; sin embargo, son mejores en inglés. Sin duda, la mejor aplicación de audiolibros que conozco.
Por sólo $20.00 tendrás al alcance de tu oido 2,947 clásicos literarios. Se puede compartir el archivo vía correo electrónico. Se pueden cargar los archivos a través del email
Muy útil para importar, archivar y leer tus archivos en formatos pdf, txt, doc, ppt, xls, iWork, archivos HTML, imágenes y audio. Los archivos se cargan vía email, Google Docs, Dropbox, FTP, WiFi o con la URL.
Cuando Apple lanzó el iPad el 27 de enero pasado, una de las principales menciones fue iBooks, que es la aplicación de lectura de Apple. Tuvieron que pasar algunos meses para que iBooks pudiera ser utilizada en el iPod y en el iPhone, hubiera sido un error dejarla sólo disponible para el iPad.
iBooks tiene casi las mismas características que cualquier otra aplicación de lectura: cambiar el tamaño de la fuente, buscar en el libro, buscar en google y en Wikipedia; cambiar la intensidad del brillo de la pantalla, subrayar, agregar notas, agregar bookmarks y copiar el texto. Los libros los descargas del catálogo de la iBookStore, que sería el equivalente a Amazon, pero en Apple.
La mala noticia es que esta aplicación sólo está disponible para el iPhone y la 2a y 3a generación del iPod, pues sólo corre bajo el sistema iOS4 y el iPod 1a generación no soporta este sistema.
10. B&N eReader
Costo: Gratis
Debo confesar que dudé un poco en incluir esta aplicación en la lista, pues ya no aparece en la AppStore, supongo que debe ser por la llegada de Nook, la actual aplicación de Barnes & Noble para leer sus ebooks en el iPod. Desafortunadamente, Nook no está disponible aún en la AppStore de México. Sin embargo, decidí incluirla porque era, sigue siendo para los que aún la tenemos en nuestro iPod una excelente aplicación para leer e-books, y sólo la hubiera puesto en un segundo lugar después de Stanza de seguir disponible. Espero que pronto esté disponible Nook en la AppStore de México y ver que mejorías tiene en comparación con lo que era B&N eReader.
Este video es un homenaje que hace la comediante Rachel Bloom a Ray Bradbury. Aunque la letra suene extraña y muchos “intelectuales” puedan irse de espaldas, Bloom expresa su admiración al escritor.
Lo que me gusta de este video es que puede ser una excelente forma de promoción lectora. Este video demuestra que no es necesaria tanta solemnidad, ni lecturas obligatorias en programas escolares oficiales para decirle a la gente lo interesante que puede resultar un libro.
Qué quereís que os diga, a mi lo del olor de los libros de la #biblioteca no me preocupa, casi los prefiero inoloros pero no insípidos.Fernando Juárez de Biblioblog 3a ed dixit.
Este fin de semana me topé con un artículo publicado en Univisión: Costa Rica: eliminan a ‘Don Quijote’ como lectura obligatoria en secundaria , no me extrañaría que algunos lectores se sintieran indignados con sólo ver el título, ya saben, todo lo que huela a literatura nos pone en un plan intelectual a veces “insufrible.”
De acuerdo con el artículo de Univisión, el clásico de Cervantes fue eliminado del programa curricular del último año de secundaria por considerarlo “un libro muy extenso y difícil de manejar”, no sólo por los alumnos, sino también por los profesores.
Si he de ser honesta, no me extraña que consideren al Quijote difícil, no me extraña que consideren a cualquier otro clásico de la literatura difícil; no me extraña, aunque tampoco me asusta o indigna. Tomando en cuenta que la lectura (sea clásico o no) al convertirse en una asignatura obligatoria no hace más que alejar a la mayoría del principal objetivo –mal encausado o mal entendido– de estos programas formulados por autoridades que no parecen estar muy cercanos a la lectura. Qué tal que primero formamos a profesores lectores (en Costa Rica, México o tantos países más con la misma problemática) que sepan transmitir el gusanito de la lectura; qué tal que dejamos que los niños escojan sus lecturas; qué tal que los padres de familia no dejan todo el trabajo a las escuelas, porque, francamente es como una burla que el padre pretenda que su hijo lea cuando el mismo padre jamás ha tomado un libro, un periódico, una revista, etc. Como ya lo dije en originalmente en Moccablog.
…no pretendamos correr sin antes haber aprendido a gatear; no pretendamos ir de la alfabetización a los niveles avanzados de hábitos lectores, sin antes haber pasado por una comprensión lectora, por una alfabetización funcional.
Intento ir más allá: en realidad no es “bueno” ni “malo” retirar tal o cual clásico, porque aunque clásicos literarios, debemos entender y aceptar que no a todos interesan y que la peor forma de pretender que alguien comience a leer es obligarlo/a. Ya es tiempo de que dejemos de calificar a la lectura: “leer es bueno”, “el Quijote es magnífico”, “leer en pantalla no es leer”, “nada como oler un libro impreso,” y tantas frases casi tan huecas como “clásicas” que he escuchado en torno a la lectura y que no ayudan en nada, porque aceptémoslo, si estas frases te convirtieran en lector realmente, no nos enfrentaríamos a índices de lectura tan bajos.
Creo fielmente que un buen lector… (mejor quitémosle el calificativo) creo fielmente que un lector se inicia leyendo cosas que le interesan: recuerdo los niños de la primaria en mis primeros años como bibliotecaria escolar, que durante el receso entraban corriendo a la biblioteca a buscar las enciclopedias y los libros de dinosaurios, llenos de ilustraciones. Creo fielmente que el placer de la lectura va más allá de los clásicos obligados y, aquí coincido plenamente con Enzo Abbagliati:
Con el libro está pasando como con los padres, o como con la autoridad en general: a veces hay que matarlos simbólicamente (o en forma real) porque es la única manera de avanzar.
Así que entendamos de una vez por todas que la lectura no son sólo los clásicos literarios, porque la estaríamos dejando muy corta; no es tampoco tener un estante lleno de libros empolvados y sin ser usados, porque entonces la estaríamos convirtiendo en status; la lectura tampoco es el olor del libro, porque entonces sólo sería una pose intelectual desgastada; la lectura no son los índices de cuántos libros se leen al año, porque entonces la estamos convirtiendo en estadísticas alejadas de la realidad. Entendamos al fin que la lectura no es “buena” ni “mala”, porque entonces nos estamos perdiendo la oportunidad de acercarnos a un universo en el que cabe el placer, el conocimiento, la información, el ocio y la recreación.