Hace algunos días, mientras realizaba el análisis de distintos libros para conformar el acervo infantil y juvenil de una futura biblioteca de la que espero poder platicarles pronto, me topé este comentario sobre uno de los títulos revisados:
Un libro para niños en el que, infortunadamente, lo mejor son las ilustraciones.
Acá entre nos, la ilustración dejaba mucho que desear, así que ya se imaginarán que la historia desde luego no era lo mejor del mundo. Sin embargo, como casi siempre que leo reseñas o comentarios sobre literatura infantil y juvenil, no puedo evitar que me vengan mil preguntas a la cabeza sobre lo que se piensa o asume de estos libros; ya saben, cosas como el fin meramente didáctico que muchos le dan, la condescendencia hacia el público al que van dirigidos y, por ende, el que se considere que las historias son sosas y sin complejidad, etc. Por acá esbozo también un poco sobre el tema.
Volviendo al comentario en cuestión me quedo pensando: ¿el uso de la palabra “infortunadamente”, nos obliga a asumir que la ilustración debe ser necesariamente de menor calidad al texto escrito? ¿dónde quedan entonces los libros silentes que son complejísimos pero carecen precisamente de la parte escrita? ¿dónde queda el libro álbum?
Estoy convencida de que en toda la literatura, pero especialmente en la literatura infantil y juvenil, y más específicamente en el libro álbum, todo es importante y todo cuenta: la historia escrita y la historia visual (ilustraciones), la portada y el reverso de la portada, las guardas, si la encuadernación es rústica, tapa dura o cartoné, el tamaño del libro, formato apaisado o tradicional… en fin, podría seguir, pero esto es sólo para confirmar que en un libro para niños todo es historia, todo se lee, todo importa. De ahí que no dejen de sorprenderme estos comentarios donde a estos libros se les concibe tan básicos.
Recordemos que la premisa del libro álbum es que la imagen y el texto forman un binomio en el que no se puede concebir uno sin el otro. Ambos elementos cuentan la misma historia, se complementan. Y ahí reside la riqueza del libro álbum: la forma en que cada elemento cuenta.
En otro momento y otro post les recomendaré algunos títulos para quienes deseen explorar un poco más sobre el libro álbum. Sin embargo, hoy traigo a la mesa dos libros que me parecen los ejemplos perfectos sobre la importancia de la imagen en el libro álbum y que quizá nos ayuden un poco a entenderlo en toda su magnitud y complejidad y, de paso, a los libros para niños y jóvenes. Además, son dos libros que recientemente me traen vuelta loca por la cantidad de lecturas que se puede hacer con ellos.
Uno de ellos es, desde luego, un libro álbum y el otro, más teórico, nos habla sobre la fuerza narrativa de la imagen en el libro álbum.
Título: El manual de dibujo definitivo
Autor/Ilustrador: Enric Lax
Pie de imprenta: Ekaré, 2023.
ISBN: 978-84-127536-1-5
Bajo la premisa de que cualquiera puede dibujar, Enric Lax nos invita a hacerlo y es muy fácil, por ejemplo, para dibujar un elefante, primero debes dibujar una tetera, añadir algunos detalles, quitar otros y voilá, ya tienes el elefante. De ahí te puedes ir a un caballo, pasar por un helado y hasta popó, aunque ciertamente dibujar popós nos trae ciertos problemas. Pero quizá quieras replantear con el dibujo de una oreja, aunque eso no, porque nadie quiere dibujar una oreja, todas son feas.
Las ilustraciones se van hilando como en una especie de retahíla visual que no termina ahí. Lo interesante de este libro es que el pretexto de aprender a dibujar nos lleva a observar, a hilvanar y, desde luego, a divertirnos, porque también es un libro muy divertido. Este libro es pues una manera divertida de observar y crear, así como de tomarse licencias creativas.
Título: Imagínatelo: cómo funcionan las imágenes en los libros ilustrados
Autora: Molly Bang
Traductora: Elena Iribarren
Pie de imprenta: Venezuela : Variopinta, Ekaré, Banco del Libro, 2023.
ISBN: 978-84-125929-2-4
¿Cómo ilustrar a Caperucita? ¿cómo hacerlo y salir victorioso/a cuando se han ilustrado cientos de miles de Caperucitas a lo largo de la historia? ¿por qué un lobo que se ilustra con figuras geométricas puede transmitirnos tanto miedo? ¿sentimos lo mismo cuando vemos un bosque sobre un fondo blanco, que sobre otro color?
Molly Bang va desmenuzando poco a poco no sólo la importancia de la imagen en el libro álbum, sino también, como la disposición de los elementos, el tipo de figura y los colores utilizados nos transmiten emociones distintas (¿se acuerdan que les decía que en un álbum ilustrado todo importa?).
Este libro fue publicado originalmente en 1991; sin embargo, no pierde actualidad. Gracias a la maravillosa Editorial Ekaré (ampliamente recomendada) que nos lo trae en español, podemos adentrarnos junto con la autora en el poder de la ilustración y el arte visual.
Pues eso, podríamos hablar de tantos y tantos libros que cumplen la premisa del “todo importa”, pero creo que estos dos, uno desde la práctica y el otro desde la teoría, nos ilustran a la perfección sobre la importancia de la imagen en el libro álbum.