Sí, ya se que el título de este post les sonará por demás extraño o cuando menos rebuscado, pero es que hoy traigo a colación 3 fuentes de consulta que resultan muy interesantes que, con un poco más de atención pueden llegar a ser muy útiles para aquellos bibliotecarios de consulta que gusten de hacer más amenas las visitas de los usuarios a las bibliotecas –que en esto de la competencia con las nuevas tecnologías uno se debe amigar con ellas e inventar sus maneras de atraer al usuario–.
El primero es GoodRae, un diccionario hipertextual, es decir, un diccionario con las definiciones originales de la RAE donde cada una de las palabras utilizadas en la definición viene a su vez con un enlace a su significado. Este diccionario fue elaborado por Sergio Abad (@sabad en twitter) y qué mejor que sus palabras para explicar cómo surgió GoodRae:
Soy maestro de Primaria y una situación parecida a la siguiente se daba en clase con demasiada frecuencia. Algo había que hacer.
“Maestro, ¿qué es “abaleadura”? –Búscalo en el diccionario, Ramón. (…tic, tac, tic, tac…) –Acción y efecto de abalear. Y ¿qué es “abalear”? –Pues, búscalo en el diccionario, Ramón ( …tic, tac, tic, tac…) –Separar del trigo, cebada, etc., después de aventados, y con escoba a propósito para ello, los granzones y la paja gruesa. ¿Y qué es “aventados”? ¿y qué son “granzones”? –Ehhhhh….”
Si os suena esta escena entenderéis mejor por qué resulta práctico un diccionario hipertextual. Así surgió Goodrae y, ya puestos, ¿por qué no hacer un diccionario “al revés” y añadirle un buscador?
El dato me llegó gracias a Eduardo Basterrechea (@ebaste en twitter) y no he parado de usarlo, saltando de una palabra a otra. Puede ser de gran utilidad para los bibliotecarios en bibliotecas escolares o públicas.
¿Eres un lector asiduo de Shakespeare y quieres leerlo en inglés? Seguramente sabrás que esto no resultará sencillo, porque algunas versiones modernas aún utilizan algunos términos en el inglés que se hablaba hace 400 años. Este diccionario será de gran ayuda para buscar esos términos en inglés antiguo que en ocasiones no se encuentran tan fácilmente en un diccionario “normal”. Pero además del diccionario del inglés antiguo al moderno, el OEME presenta otros recursos, por ejemplo, la sección de e-books que al momento que escribo este post es muy escueta, promete poner al alcance del usuario diferentes libros en inglés antiguo. La sección de gramática es otra imperdible del OEME y, en general, todo el OEME es un recomendado para el inglés antiguo.
Words of the world. No se trata de un diccionario, pero sí una serie de videos donde expertos de la University of Nottingham’s School of Modern Languages and Cultures explican el origen, significado y cambios que han sufrido algunas palabras. No están todas las que son, pero las que están son definitivamente para quedarnos un buen rato aprendiendo sobre la lengua, lo mejor es que son palabras en distintas lenguas, incluido el inglés, francés y español. Ampliamente recomendable.