Para los que creen que el tema de la promoción literaria es algo cuadrado y con dejos de “intelectualidad”, para los que creen que hablar de lectura es sólo hablar de libros impresos, para los que piensan que la experiencia de la lectura se limita al olor del libro y al tacto de las páginas, para los que crean que lectura es hablar de clásicos literarios, para los que piensen que un lector se mide por el número de libros (y sólo impresos) que lee en un año, para los que creen que amar a los libros se traduce en estantes de libros empolvados en casa; para todos estos vale que contemplen que cualquier lugar y momento puede ser oportuno y, nos guste o no, hablar de literatura no es sólo hablar de Homero y/o de Cervantes. En materia de promoción lectora, algo tan mundano como un baño puede ser tan útil como el club literario o la biblioteca más cercana, siempre y cuando el tema sea de interés para el lector potencial. Eso es precisamente lo que no debemos perder de vista: los intereses y necesidades de información a la que atendemos diariamente.
Para muestra un ejemplo: algunos ya habrán visto que la cadena de tiendas y restaurantes Sanborns tienen lo que ellos llaman el Círculo Sanborns con el que pretenden promover la lectura ofreciendo diferentes beneficios a los clientes de su departamento de Libros: descuentos, puntos acumulables, promociones especiales, encuentros con escritores y firmas de ejemplares, ventas adelantadas, etc.
No se si creerle a Sanborns que pretenden promover la lectura y para mi resulta claro que lo que buscan es vender más, pero eso no es lo que debe preocuparnos realmente y tampoco vale la pena cuestionarlos en este sentido, lo que sí vale la pena es prestar atención uno de los aspectos que no se mencionan en su web: los carteles de reseñas literarias que están colocando en las puertas de los sanitarios.
Y es que para nadie es novedad que el baño, junto con el transporte público, son lugares estratégicos para que la gente lea; no es gratuito que existan libros impresos en el papel higiénico, para matar dos pájaros de un tiro resulta ideal. Esto no lo ha perdido de vista la gente de marketing de Sanborns y muy amablemente nos han puesto en las puertas de los baños las reseñas literarias y contraportadas de los lanzamientos más recientes, algunos libros más interesantes que otros, algunos con más valor que otro, pero es claro que todos estos carteles son leídos.
A mi al menos me han funcionado bastante y logran atraparme cuando no tengo nada mejor que hacer (aunque esto se esté poniendo muy escatológico), es innegable que logran interesar a las personas, muchas de las cuales quizá no sean lectores habituales, pero ante invitaciones tan obvias y sin mayores opciones al alcance no hay más remedio que leer. Quizá el libro que desata la discusión literaria en el baño y que ilustra este post no sea un tema de mi agrado y tampoco me parezca valioso como material de lectura, pero vuelvo a lo mismo, los intereses son tan variados que, dando en el clavo podemos lograr que cualquiera lea.
Y lo más interesante es que la gente está leyendo y participando en un espacio que quizá no sea el esperado o el ideal (¿según quién?) para estos menesteres, pero es un hecho que hay respuesta, la gente aporta sus acuerdos o desacuerdos, dicen sí o no, se enojan, se alegran y quizá alguno de ellos termine adquiriendo el libro y, lo que es mejor, termine leyéndolo. Estoy segura que muchas bibliotecas desearían que sus clubes de lectura tuvieran igual respuesta.
Este es sin duda otro buen ejemplo para hablar de promoción lectora donde vale más hablar de lectura dando que leer, que decirle a la gente leer es bueno y creer que con eso los convertiremos en lectores. Así que no está de más probar a poner algunos pasajes literarios en los baños de nuestras bibliotecas o en las mesas de la sala de lectura.
Por cierto, el libro que desata este debate literario escatológico es Por qué es Santo de Slawomir Oder.
Me parece muy bien esta entrada, y el blog en general. Lo digo porque me ha dado para enojarme, pensar un poco y sacar estas ideas.
Me atrevo arrogantemente a decir que es un buen “post”, pero creo que resulta claro que las campañas de lectura como esta del Sanborns o las del tipo “lee porque es bueno” o “porque lo digo yo” —con una semianalfabeta Elba Esther Gordillo animándonos a hacerlo (estoy exagerando)— solo tienen la finalidad de vender, o al menos esa es su primera finalidad. Por ello es triste que instituciones públicas tipo CNCA estén tan implicadas en esto de la “promoción” de la lectura. No deja de resultar extraño que, justamente cuando el sistema educativo nacional está semicolapsado, las campañas de promoción de la lectura proliferen (me refiero a esto de los maestros de educación básica incapaces de pasar un examen o a los parámetros cuantitativos de la OCDE).
Creo que la mejor campaña de lectura es la educación, y no las promociones de tiendas como Sanborns o Gandhi (esta muy ingeniosa por cierto), o las de las grandes editoriales comerciales (favor de darse una vuelta en cualquier feria del libro, grandota o chiquita), cuyos propósitos son evidentes. Para empezar, está la alfabetización, pero también la educación avanzada, crítica, especializada, y aquella que nos enseña cuál es la historia de la cultura escrita y de las distintas formas en que se han materializado la práctica de la lectura y la formación de lectores en nuestra(s) nación(es) (algo que por cierto antes se hacía en las escuelas, no en las plazas comerciales).
Por otro lado, siempre hay en estas campañas algo que se asume sin cuestionarlo: cuando se habla de libros siempre se da por sentado que se trata de libros de literaruta o de “escritores” (autores que escriben obras de ficción). ¡Hasta la Ley de Fomento de la Lectura comienza dando una definición amplia del “libro” y acaba hablando de “literatura”! (pero bueno, así son las leyes y así con nuestros legisladores, ¿no?). ¿Alguien les ha dicho a los promotores de la lectura que también hay libros que no son de “literatura”? También hay libros académicos, monografías, enciclopedias (bueno, estas prácticamente han desaparecido), manuales, tratados filosóficos, etnografías, etcétera. ¿Los diccionarios son libros? ¿Y los libros de ciencias? ¿Acaso las bibliotecas solo tienen libros de literatura? ¿Y las revistas? ¿Y todo lo nuevo digital? Creo que conviene preguntarse también de dónde viene este dar por hecho que todo lo que tiene que ver con “leer” o con “lectura” solo es cosa de los Monsiváis, de los intelectuales plagiarios de Letras Libres o de los suplementos literarios domingueros. No todo en el mundo son libros de Carlos Fuentes o de Isabel Allende.
También veo una actitud poco crítica, nada reflexiva y muy autocolonizada en quienes asumen como su misión quijotesca el ir por el mundo en “defensa del español”. ¿Y las lenguas indígenas? Pero este ya es otro tema…
En fin, espero que no haya resultado muy agresivo. Esta es mi opinión al respecto.
Gracias por compartir.
Hola Gerardo
Tienes totalmente la razón, es cierto que lo que buscan estas campañas es vender y no crear un país de lectores; sin embargo, debemos reconocer, analizar y adaptar lo que funciona en ellas, ¿por qué criticamos a Librerías Gandhi, si al final son las campañas que más recordamos?
Es evidente que al Gobierno lo que menos le interesa es un país lector y, de hecho, no saben de qué se trata eso, por tal motivo las campañas con frases gastandas son tan recurrentes y tan poco exitosas. En otros post ya he hablado sobre ese tema y lo hueco de los mensajes. También en este espacio ya he hablado que no sólo se leen libros y no sólo se leen novelas. La lectura es mucho más amplia que 100 cuartillas encuadernadas, soy una convencida de que hay muchas lecturas y muchos lectores, así que yo no soy de las que vienen con esos mensajes gastados.
En lo único que no estoy totalmente de acuerdo contigo es que la campaña de lectura es la educación, es más que evidente que desdde ahí no va a llegar y tampoco devemos cargarle ese beneficio único. Es muy válido leer por ocio y entretenimiento.
Muy interesante tu reflexión, nos da mucho para seguir disertando sobre este tema.
Saludos.