Creo que uno de los principales temas de conversación entre bibliotecarios es el relacionado con el futuro de la biblioteca y, por ende, del bibliotecario; en algunas ocasiones y bien visto, son conversaciones optimistas y donde el autobombo no puede faltar, en el peor de los casos, son conversaciones fatalistas que infortunadamente reflejan mucho desconocimiento y lo poco que le hemos entrado al tema, porque de otra manera, nos daríamos cuenta que, en realidad, no la tenemos tan difícil.
Es por ello que libros como Biblioteca pública: mientras llega el futuro de mi tocayo y colega Fernando Juárez (@ferjur para los cuates), se hacen tan necesarios en esta época de incertidumbre mal entendida, pues se centra en el presente y no en si la biblioteca o el bibliotecario dejaremos de ser útiles o de si habrá bibliotecas sin libros en la muy manoseada “sociedad de la información“.
Este libro se enfoca en lo que está pasando en las bibliotecas y como estamos confrontando no el futuro, sino el presente que, finalmente, es el que nos debe importar y el que nos llevará al futuro. Mientras que en congresos y libros se especula con cierto recelo sobre la biblioteca y la utilidad, mientras muchos siguen peleándose con Google y montando memes de lo que este buscador no puede hacer y nosotros sí; este libro, por el contrario, nos invita a sacudirnos un poco, o un mucho, y nos platica qué se está haciendo con todos estos “demonios“ llamados libros electrónicos, buscadores, redes sociales, dispositivos móviles, computadoras y tantos otros.
Una charla muy cercana, certera y amena sobre el presente que es, al mismo tiempo, una defensa de la biblioteca pública, a veces tan ignorada en el medio. Fernando ha sabido contarnos desde su experiencia como bibliotecario público las oportunidades ante las crisis de todo tipo, en especial, las económicas, que tan mal paradas dejan a muchas bibliotecas públicas. Algunas de las ideas, en realidad hay muchas más, con las que me quedo:
- La biblioteca pública además de tener un valor social, tiene un valor económico
- El futuro empieza manteniendo el presente: la idea central del libro, enfocarnos en lo que está pasando y hacerlo bien.
- Nuestra prioridad son los usuarios del presente: no son las tecnologías, no son los libros, etc.; todo eso es sólo la herramienta para responder a los usuarios.
- Necesitamos al usuario tanto como él nos necesita a nosotros.
- El usuario no es presencial ni virtual: el usuario es simplemente el usuario, ese que necesita de los servicios y del espacio.
- No estamos solos y no podemos hacer las cosas solos: creo que este es el principal error que cometemos, no sabemos pedir ayuda y mucho menos, voltear a ver las capacidades del otro, en especial, si no es bibliotecario.
- El bibliotecario debe aprender a “sembrar conversaciones“, de otra manera puede seguir hablando, especulando y, al final, no entender qué pasa en su comunidad y no conocer las necesidades de ésta.
Y quizá la idea que más me ha gustado, con la que coincido plenamente y cada que puedo, hablo de ella: la biblioteca como tercer espacio y la biblioteca como un lugar que incentiva la creación y ya no sólo el consumo.
La biblioteca pública ya no puede ser sólo el sitio donde almacenamos libros, además tiene que ser el espacio en el que se facilita el acceso a una información (plural y de calidad) a personas que comparten lazos de proximidad y un vínculo de pertenencia a una comunidad local.
Muchas gracias, Fernando, esta oportunidad para charlar de forma tan amena sobre las bibliotecas públicas y los que nos encontramos en ellas, experimentando, valorando, estudiando, analizando y sí, muchas veces, entrando en pánico, pero siguiendo adelante.
Biblioteca pública: mientras llega el futuro
Fernando Juárez-Urquijo
Editorial: UOC
Núm. colección: 31
ISBN: 978-84-9064-666-3
Núm. páginas: 162
Formato: 12 x 17,5 cm, rústica
Fecha: septiembre 2015