Cómic, el rey de las bibliotecas es el título de un interesante artículo publicado en Publishers Weekly en el que se habla de la importancia de los cómics en las bibliotecas, a pesar de ser materiales tan menospreciados por algunos y, al mismo tiempo, tan demandados en las bibliotecas por un público creciente.
De acuerdo con este artículo, los cómics se han vuelto un básico en las bibliotecas; sin embargo, ofrecer este tipo de materiales no es tarea fácil, en especial por la censura a la que se enfrentan estos materiales dada la naturaleza visual de sus contenidos. Aunque también hay, como lo mencionaba al principio del párrafo, mucho menosprecio hacia estos materiales.
El presupuesto es otro gran pero al momento de integrar una colección de este tipo, las bibliotecas necesitan validar sus adquisiciones, pero cómo hacerlo en el caso de los cómics. También puede presentarse el caso de que ante presupuestos austeros, la biblioteca tiene que priorizar, por ejemplo, libros para satisfacer las demandas de estudiantes, la primera colección que podría verse amenazada es la de cómic y novela gráfica.
Otro gran conflicto son las series de webcomics que están teniendo una gran aceptación, es decir, cómics que nacen en la web en espacios como Tumblr y que a muchos artistas los han llevado incluso a obtener premios; los lectores, sin embargo, difícilmente pueden acceder al cómic en forma de libro, a menos que alguna editorial esté dispuesta a publicarlo y, desde luego, integrarlo en la colección de la biblioteca dependerá de los costos y las condiciones que imponga la editorial. Lo anterior sin tomar en cuenta que incluso los webcomics más aclamados pueden desaparecer de un día a otro si desaparece el blog o la red en la que están colgados.
Creo que todo lo anterior se debe principalmente al gran desconocimiento que los bibliotecarios tienen sobre el cómic y la novela gráfica. Y es tal el desconocimiento que, además de los problemas ya señalados, cuando se intenta formar una colección de cómics en la biblioteca surgen dudas del tipo:
- Qué presupuesto destinar a estos materiales
- En qué espacios ubicarlos, ponerlos en la colección juvenil no es necesariamente la solución, qué pasa con la novela gráfica para adultos o con los cómics para niños.
- Qué títulos incluir, es decir, cómo se desarrolla el proceso de selección y adquisición de estos materiales.
- Cómo mostrarlos en estantería y cómo promoverlos.
- Cómo enfrentar a lectores escépticos y posiblemente prejuiciados con ciertos contenidos, etc.
Ofrecer cómics en formato digital, es ya otro tema igual de complejo y que también acarrea muchas dudas, además de las ya anteriores, la biblioteca deberá definir con qué distribuidores y cómo hacer accesible estos materiales cuando la lectura se restringe a la pantalla.
¿Por qué ofrecer cómics en las bibliotecas?
A pesar de lo anterior, se hace imprescindible que las y los bibliotecarios comencemos a tomar en serio a este tipo de materiales. La razón es muy simple, existen los lectores y estos están demandando este tipo de materiales, las bibliotecas no pueden permanecer indiferentes a esta necesidad.
De hecho, como se menciona en el artículo, los Comic Cons que se llevan a cabo en las bibliotecas han probado tener gran aceptación entre usuarios y no usuarios de las bibliotecas.
Aunque la presencia de los cómics en las bibliotecas sigue siendo relativamente baja, parece que algunas poco a poco comienzan a ver el potencial de todos estos materiales, sin ir más lejos me vienen a la mente dos ejemplos: 1) la Sala Manga y Cómic inaugurada hace poco más de un año en el séptimo piso de la Biblioteca Vasconcelos y, 2) el Comic Zone que tiene desde el 2014 a la Biblioteca de Santiago, Chile, como sede.
Como pueden ver, la cuestión ya no es si debemos agregar o no una sección de cómic en la biblioteca, sino cómo hacerlo y, desde luego, cómo darlos a conocer a los usuarios.
Por cierto, si les interesa profundizar en el tema, hace algún tiempo les compartía la lectura Introducción al manga para bibliotecarios.