bibliopegia antropodérmicaRetomando el tema de la versatilidad del libro, vía @libreros leo esta nota aparecida hoy en el diario argentino Página 12: Al menos los ebooks están a salvo donde explican que las bajas temperaturas y la crisis han obligado a pobladores del Sur de Gales a quemar libros para poder calentarse, pues su precio es más bajo que el del carbón:

Un libro que pesa medio kilo se vende por apenas cinco peniques, mientras que una bolsa de carbón de veinte kilos sale cinco libras (una libra son cien peniques). O sea: dos libras los veinte kilos de libros, menos de la mitad que el carbón.

Esta nueva (o quizá no tanto) modalidad del libro, viene a engrandecer la lista que ya anteriormente les había compartido de las múltiples funciones que se le ha dado a los libros.

Y aunque este post se tome a la ligera y por el lado amable a la gente creativa que le gusta ver alternativas en los libros, seguro habrá quienes se sientan indignados por la “masacre” con buena causa; a estas personas no me queda más que decirles, ya en un tono más serio, que ante un caso de vida o muerte los libros pueden también cumplir una noble labor, aún cuando este no haya sido su objetivo y, al final de cuentas, igual y este resulta un fin poético.

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