El día de hoy estoy muy contenta porque tengo en el blog un invitado de lujo. Se trata de Luis Téllez Tejeda, también conocido como el @pavidonavido. Poeta, editor, cronista, promotor cultural y compañero de lecturas en el Comité Lector de IBBY México. Con una mirada muy crítica hacia todo lo que se relacione con el mundo de los libros para niños y jóvenes, siempre es un gusto escucharlo observar, analizar y pensar los libros para niñes y jóvenes.
En esta ocasión, que espero sea una de muchas, Luis nos presenta Cinco libros informativos para descubrir y preguntarse por el mundo.
Luis, muchas gracias por aceptar ser parte de este blog, estoy muy muy contenta. ¡Bienvenido!
Título: Luz propia: un libro sobre seres que brillan
Autora: María Emilia Beyer / Anthony Franz
Pie de Imprenta: México : Océano Travesía, 2019.
¿Qué tienen en común los peces sapos, las luciérnagas, las nueces de mar y algunas especies de hongos japoneses? Que todos estos seres vivos producen luz, es decir, son organismo son bioluminiscentes que se iluminan de distintas formas con motivos diversos. Ya sea para atraer a sus presas, para alejar a los depredadores, para esconderse de ellos o para llamar la atención de sus parejas, los organismos bioluminiscentes utilizan la luz que sus ellos mismos crean, volviéndose, además, un espectáculo de la naturaleza. Este libro desplegable de pequeño formato y, ofrece algunos datos puntuales sobre los seres que brillan con luz propia, ofreciendo una sorpresa a los lectores cuando la luz se apaga. Una obra informativa que invita a ver con ojos de maravilla al mundo que nos rodea, maravillándonos en sí misma.
Título: El maravilloso funcionamiento del planeta Tierra
Autora: Rachel Ignotofsky
Pie de imprenta: Loqueleo
La vida en el planeta que habitamos depende del fino entramado de los ecosistemas y de las relaciones que se establecen entre las especies que habitan en ellos. La acción del ser humano ha cambiado y puesto en peligro el equilibrio en el que coexistimos con la flora y la fauna. Comprender que comprar una manzana en Nueva York puede tener consecuencias sobre los recursos naturales de un sitio a miles de kilómetros de ahí, puede hacernos conscientes de lo vital que es para la supervivencia de nuestra especie aprender a cuidar del resto de los seres con los que compartimos el planeta. A través del recurso de la infografía, este libro lleva a los lectores a asombrarse de la complejidad e importancia de las relaciones que se han establecido entre las especies a lo largo de millones de años de la evolución de la vida sobre la Tierra. La obra puede leerse de manera fragmentada, lo que aumenta las posibilidades de acercamiento y el rango de etapas lectoras a las que se dirige. Una excelente opción para la lectura colectiva, ya sea en familia o en la escuela.
Un recetario es más que un compendio de instrucciones para preparar comida, el recetario es un ejercicio de memoria, tanto para quien lo realiza como para quien lo lee. En un recetario alguien plasma las recetas que cree que, por alguna razón, deben preservarse. En México, gran parte de la alimentación gira en torno al maíz y otros alimentos que crecen como vecinos de éste en la milpa. Este recetario muestra una serie de sencillos platillos que tienen como base de su preparación la masa, la harina o las tortillas de maíz para llevar a la mesa deliciosos manjares. Las explicaciones son sencillas y claras. Juguetonas y expositivas ilustraciones invitan a ponerse el mandil.
Título: Panthera Tigris
Autor: Sylvain Alzial
Ilustradora: Hélene Rajeack
Pie de imprenta: México: Alboroto Ediciones, 2019.
Un científico descubre que no sabe absolutamente nada de los tigres de Bengala, decide entonces que debe averiguarlo todo sobre ellos: busca todas las referencias bibliográficas posibles, investiga el nombre científico de aquel animal, revisa mapas, analiza tablas taxonómicas para conocer a la familia de felinos a la que pertenece el panthera tigris, y, por fin se aventura a explorar el hábitat de aquella bestia. Se hace acompañar por un guía local para recorrer la jungla, el guía intenta advertirle algo al científico, pero éste es demasiado inteligente y sabe ya todo sobre el animal como para escucharle. Aunque se trata de una obra de ficción, este libro ofrece datos precisos y científicos, a la vez que cuestiona, de manera irónica y con gran sentido del humor, la formas en que el mundo occidental ha construido su conocimiento “científico” sin valorar los saberes de otros orígenes. Las ilustraciones detalladas ambientan la trama y profundizan el humor de la obra.
Título:El hilo invisible de la naturaleza
Autor: Gianumberto Accinelli
Ilustradora: Serena Viola
Pie de Imprenta: Buenos Aires, Ciudad de México : Libros del Zorro Rojo, 2018.
Gatos paracaidistas, un fruto jugoso y rojo originario de México transformando la cocina de todo el mundo, una oveja clonada, lana neozelandesa llena de espinas de cactus americanos… la ambición y la búsqueda constante por facilitar y volver más cómoda la vida de los seres humanos ha llevado a que el equilibrio ecológico de algunas zonas del planeta que habitamos esté al borde del rompimiento. Después de los procesos de colonización de las grandes potencias europeas entre los siglos XV y XIX, el intercambio de flora y fauna y la explotación de ciertas especies vegetales y animales a gran escala sin reparar en las reacciones ecológicas que ello podría desencadenar, ha obligado a los humanos a realizar acciones que subsanen las consecuencias de la irresponsabilidad. Serie de crónicas entretejen hechos históricos con los procesos de daño ecológico que la acción humana ha ido desencadenando. Los textos se acompañan por ilustraciones coloridas que despiertan el goce estético del lector.
Hugo es un chico que vive entre la miseria en una estación de ferrocariles en París. Su supervivencia depende de que nadie sepa de su existencia; sin embargo, un día es descubierto por una chica muy peculiar y por un viejo juguetero. A partir de ese momento su vida cambia y se verá envuelto en un intrincado misterio. Una novela que combina elementos de los álbumes ilustrados para crear una nueva experiencia lectora.
Hugo es un huérfano que vive en una estación de trenes. Su padre ha muerto, y lo único que le queda como recuerdo es un cuaderno lleno de dibujos de un juguete, que en realidad es un autómata. Él sabe que ese juguete existe y hará todo lo posible por recuperarlo y así saber más sobre su padre. Al iniciar la búsqueda, se encuentra con que existe una historia realmente interesante detrás de su inventor. La trama se basa en los secretos que se van revelando acerca del pasado de este increíble ingeniero-mago-cineasta, quien al principio es muy rudo con Hugo y poco a poco muestra su lado humano. Es una intensa historia llena de misterio, persecuciones y secretos del pasado, que al salir a la luz le dan sentido al presente de ambos personajes, Hugo y el viejito de la juguetería, que resulta no ser ni tan inocente ni tan desconocido.
Es una excelente historia de misterio sustentada en valores universales como la familia y la resiliencia. Sin embargo, otro valor que destaca sobre ellos es el de la importancia de la fantasía y la fe en los sueños para crear esperanza.
Es por eso que aunque esta historia está clasificada dentro de la literatura infantil, como cualquier obra con calidad, puede ser enormemente disfrutada por personas de cualquier edad. Y no solo eso, sino que puede mover los pensamientos y llevar a cuestionarnos sobre nosotros mismos y el sentido de nuestra vida. Y si es verdad que el protagonista es un púber de doce años en búsqueda de su identidad, también está el viejito octogenario que necesita reconciliarse con su pasado, con lo que el tema del existencialismo es abordado desde los dos extremos de la vida.
Una de las grandes cualidades de esta historia es la manera en que se muestra cómo dos personas aparentemente tan distintas pueden tener tanto en común, y desarrollar una empatía inquebrantable. Otra de las cualidades de la historia es que se desarrolla en dualidad: por un lado se podría describir como una trama de acción, suspenso y persecuciones, y por el otro también se podría describir como una historia que nos hace reflexionar sobre el sentido de la vida y las relaciones humanas.
Por otra parte, es una novela con muchos simbolismos, y al mismo tiempo se apoya de manera importante en las ilustraciones concretas. Además, es una historia realista, al mismo tiempo que un homenaje a la literatura y cine de ficción. Sin embargo, considero que, a fin de cuentas, el mensaje más importante es que todos podemos encontrar un hogar y una razón para sentirnos valiosos en el corazón de aquellos con los que compartimos nuestras pasiones y nuestros anhelos.
En resumen, ésta novela es una invitación a revisitarnos y reinventarnos.
Gerry tiene 17 años y vive en Gateshead, Inglaterra, una ciudad industrial fría y desconsoladora que juega un papel relevante en la novela, sobre todo por el ambiente desolador que se respira en ella. Así la describe el autor: “Después de tres días de hielo, vuelven la lluvia y el viento, revolviendo la tierra hasta transformarla en profundos charcos de lodo y convirtiendo de nuevo el aire en un cuchillo afilado”, describiendo al mismo tiempo el escenario y el tono de la novela que estamos a punto de leer.
Gerry y su amigo Sewell, quien lo obedece en todo, han nacido en el sector menos favorecido de la sociedad inglesa. A pesar de ser un país desarrollado, el barrio en donde viven no cuenta con las condiciones óptimas para tener una buena calidad de vida, ni siquiera básica. Los trabajos son rudos y se pagan mal, no se cuida el medio ambiente, existen problemas sociales como el alcoholismo, la drogadicción, el embarazo en adolescentes, escuelas que parecen reformatorios, y todos en la historia sufren las consecuencias.
Los personajes más importantes en la vida de estos chicos son, en primer lugar, su fiel perro Rusty, compañero de aventuras y desventuras. Luego, su mamá, que lo quiere y lo apoya hasta donde es posible, pues padece una enfermedad crónica y hay que llevarla constantemente al hospital; su hermana Birdie quien decidió ir a vivir a la calle con una pandilla nada recomendable, y su hermano Sean que se encuentra cumpliendo una condena en la cárcel. Pensar en ellos afecta las decisiones que Gerry toma, pues le preocupa su destino.
Por otro lado, está su padre que lo marca fuertemente de manera negativa y que con sus acciones ha hecho infeliz a su familia por mucho tiempo, y los ha obligado a cambiar de hogar varias veces con tal de dejar de verlo. Es una persona agresiva, violenta y sin escrúpulos. Gerry no lo soporta, le teme y no sabe cómo enfrentarlo. Es hasta que lo sorprende robando su dinero –a su propio hijo– que se enfrenta con él por primera y última vez.
En este contexto, la trama de Pasión Futbol es realmente simple: Gerry y Sewell se enfrentan cotidianamente con una variedad de problemas, y para evadirse de ellos y creer que son capaces de lograr algo por sí mismos se han puesto la meta de conseguir abonos de temporada para ver a su equipo favorito de futbol, el Newcastle United. Pero cuando se vive en una zona marginada, ganar dinero no es fácil, y menos ahorrarlo. Sin embargo, lo intentan: venden comida, bebida y hasta muñequitos chinos, pero nada les sale bien, pues nadie confía en ellos debido a su aspecto. La familia tiene tantos líos sociales y económicos que es imposible pedirles ayuda. Incluso hacen sacrificios, como dejar de fumar y comprar cervezas. Llegan hasta a robar y a engañar a los jefes de la banda más fuerte con tal de lograrlo, porque piensan que su objetivo es noble: comprar sus abonos de temporada para poder asistir a todos los partidos de futbol de su equipo, por un año. Expulsados de la escuela, desempleados y sin apoyo, ese objetivo logra dirigirlos y enfocarlos siempre, a pesar de sus muchas caídas y fracasos, y mantenerlos a flote. Sin embargo, parece que el destino no está de su lado, siempre pierden más de lo que ganan.
Su vida no está exenta de encuentros amorosos y amistosos, de riñas de adolescentes, y preocupaciones por la salud y el bienestar de sus familiares. Sin embargo, conseguir los boletos para el estadio San James es su centro de atención todo el tiempo, de principio al fin de la novela, y los hace mantener la esperanza aún más que al propio lector. En el proceso, ellos madurarán a fuerza de cometer errores, se conocerán más y valorarán la vida, la libertad, la lealtad.
Pasión futbol es una historia desgarradora, cruda e hiperrealista que no da concesiones, que no permite esconderse del dolor ni la frustración, pero, a pesar de todo, nos recuerda que la vida sigue.
Rosa María Quesada es pedagoga, actual aspirante al Doctorado en Pedagogía por parte de la UNAM; fue asesora pedagógica para la Editorial SM, Coordinadora IBO en el Colegio Williams, autora de libros de texto en Santillana e ILCE.
Rosa María es una grata coincidencia de la Literatura Infantil y Juvenil. Gracias al Comité Lector de IBBY México hemos podido cruzarnos en el camino y tener en común el interés y reflexión sobre los libros que se escriben para niñas y niños.
Les cuento todo esto porque, deben conocerla, y qué mejor manera de hacerlo que a través de sus sesudas e interesantes reseñas que, de tiempo en tiempo, generosamente nos regalará en el blog. Querida Rosa María, me encanta que ya estés de vuelta en México, y me encanta que seas parte de este blog. ¡Bienvenida y mil gracias por colaborar!
El oficial Correa y Gloria
TÍTULO ORIGINAL: Officer Buckle and Gloria
AUTORA: Peggy Rathmann
TRADUCTORA: Teresa Mlawer
PIE DE IMPRENTA: Venezuela : Ekare, 2012.
ISBN: 978-84-939912-3-4
Escrito en 1995, este libro ganó la Medalla Caldecott en 1996, y en 2007 fue mencionado en la lista de los mejores 100 libros para maestros por la National Education Association de E.U. Además, el School Library Journal lo incluyó en la lista de los 100 mejores libros ilustrados en 2012 y este año fue elegido para ser parte del nuevo Programa de Lectura de la SEP.
¿Qué hace a este libro tan especial?
La historia es en realidad muy sencilla:
El oficial de la policía Correa da unas aburridísimas charlas en los colegios de Napville sobre cuestiones de seguridad y escribe unos lemas en pequeños carteles que va colocando por todas partes. Las cosas cambian cuando le asignan a una perra llamada Gloria para que vaya con él: la perra se pone detrás de Correa y, cuando él explica algo, lo escenifica, con lo que consigue que los chicos atiendan y disfruten como nunca. Pero Correa no sabe cuál es la razón de su éxito, pues él no ve lo que hace la perra. Cuando, al verse videograbados, se da cuenta de que los niños responden a los trucos que Gloria realiza a sus espaldas, él se deprime y pues se siente traicionado. Sin embargo, cuando Gloria va sola a las conferencias, su presencia tampoco le dice nada a los niños. El oficial Correa se da cuenta que la magia sólo se da cuando trabajan en equipo.
Aunque la trama es interesante, no es suficiente para ser un libro sobresaliente. Lo que lo distingue es, en primer lugar la extraordinaria relación entre texto e ilustraciones, que lo convierte en un excelente libro álbum, y en segundo, los niveles de ironía que maneja.
El Oficial Correa y Gloria como libro álbum
La autora comenta en una entrevista que ella hizo este libro como respuesta a una tarea académica. El reto era escribir una historia que no se entendiera sin observar las ilustraciones. Es decir, tenía que crear un libro álbum. Dice que al crear a sus personajes, pensó en ellos como los dos elementos de este género: por una parte, el Capitán Correa, sería el texto y Gloria la ilustración. Y así es como se lleva a cabo la trama, por un lado el Capitán les lee sus notas sobre seguridad a los niños, y por el otro Gloria las actúa. En este sentido, el libro resulta inclusive didáctico para los estudiosos del libro álbum, pues estos personajes y el final de la historia son una excelente alegoría de que sólo en colaboración es que funciona este tipo de textos.
Es por demás decir que las ilustraciones en sí mismas son de una alta calidad artística, lo que hace que los niños realmente disfruten de Gloria y sus acrobacias.
He aquí algunos ejemplos del cuidadísimo trabajo que realizó Rathmann en acuarelas de colores brillantes y llamativos al llenar sus ilustraciones con detalles informativos:
Las guardas están llenas de post-its con reglas de seguridad, que, al igual que la historia, están escritas con letra e ilustradas por Gloria en acción. Son realmente chistosas, pues, por ejemplo, la que dice “nunca juegues con cerillos” muestra a Gloria con la cola incendiada, y la que dice “nunca aceptes aventones de extraños” muestra a Gloria capturada por una camioneta de la perrera municipal. Los niños pueden disfrutar estas imágenes por horas e inventar las suyas propias.
El libro constantemente presenta claves para predecir lo que va a pasar. Desde la primera página, antes de que empiece la narración, se presenta una silla “de rueditas”, y es precisamente porque posteriormente se suben en una de ellas que sucede un grave accidente. El otro elemento es un pudín de plátano que se cae al suelo, en donde se resbala la silla, y éste también está presente muy subrepticiamente en la primera ilustración.
Las ilustraciones contradicen al texto, pues mientras el Oficial Correa se la pasa impartiendo conferencias sobre seguridad, las ilustraciones muestran cómo en la escuela suceden todo tipo de accidentes todo el tiempo.
Las ilustraciones muestran el entusiasmo de los niños por la conferencias, ya que muestra a cada vez más de ellos portando una playera con el escudo de “La seguridad ante todo” que es una cáscara de plátano con el signo de prohibido. En la última página son casi todos los que la llevan puesta.
Las cartas de los niños son textos dentro del texto que nos dan más claves, pues lo que escriben los niños corroboran, amplían y algunas veces contradicen al discurso del Oficial. Gracias a ellas, cada una también ilustrada, nos enteramos de que la niña Claire se ha salvado del accidente gracias a que siguió las reglas de seguridad impartidas por los dos personajes.
Otra serie de información se nos transmite únicamente a través de los dibujos, como el hecho de que Gloria, convertida en toda una Rockstar, ofrece autógrafos a los niños a espaldas del policía, o que el Oficial Correa ama tanto su trabajo que su pared está llena de diplomas de cursos de capacitación que ha tomado e incluso su pijama está llena de señales de tránsito y seguridad.
El Oficial Correa y Gloria como libro subversivo.
Otro de los aciertos del libro es que es subversivo sin ser violento, ni grosero, ni contestatario. Se va por lo bajito, contradiciendo al “establishment”, pero al mismo tiempo con un alto grado de ternura. Apunta algunas contradicciones de las normas establecidas, pero termina incluso dando un mensaje sobre uno de los valores que todos buscamos: “Quédate con tus amigos”, en otras palabras, sé leal.
Veamos cómo es que Rathmann logra poner el dedo en la llaga sin herir susceptibilidades:
El personaje principal es un total antihéroe. Rathmann crea un personaje que representa a la Policía, que, dicho sea de paso, es una de las instituciones más respetadas en E.U., pero que aquí no juega el papel de héroe o de salvador del pueblo-ni qué decir de la Humanidad. Para nada, El Oficial Correa ni siquiera persigue criminales, se dedica a dar pláticas en escuelas primarias y secundarias. Nada de lo que un policía pueda presumir. Es un personaje gris que vive la vida en el completo anonimato. Es un discurso netamente antiautoritario. Por otra parte, parecería que un policía viejo, soltero, sin hijos, y amante de la ley distaría mucho de ser un personaje central de una historia, y mucho menos cuando está dirigida a niños entre 6 y 8 años. Sin embargo lo logra porque en la misma historia él se acerca a su público infantil y le importa, tiene comunicación con ellos, los atiende y los quiere. La trama refuerza esta ironía, pues el éxito de las conferencias consiste en un chiste que es cliché de los payasos: que uno haga travesuras a espaldas del otro sin que nunca lo cachen. Irónico que un policía logre su fama a través de este truco tan gastado e infantil. Es así que la historia se coloca dentro de la subversión: “Las estrategias de subversión son formas del discurso literario que hacen tambalear los presupuestos establecidos, los constructos sociales y culturales configurados como metarrelatos tradicionales sobre temas como lo femenino, lo masculino o la infancia” (Guerrero, 2012:102), la autoridad representada por el Oficial Correa, en este caso.
Gloria (el mismo nombre es irónico), una perra, se lleva las palmas tanto de la narración como de los lectores. Que el perro se robe los reflectores del personaje principal es una situación realmente ridícula que aquí se presenta totalmente verosímil.
Es justo la directora la que no sigue las reglas de seguridad y a partir de eso es que sucede el gran accidente escolar.
El Oficial Correa y Gloria puede considerarse un libro posmoderno porque se desliga de todo lo didáctico y moralino, y porque pone a trabajar al lector intensamente, pues requiere de un lector inteligente y observador que puede encontrar detalles escondidos desde la portada hasta la contraportada.
Finalmente, es un libro cuyo mensaje más importante está implícito. A simple vista se podría decir que el tema son las reglas de seguridad, pero el objetivo de la narración va más allá: es tan simple, pero a la vez tan importante como que no hay nada más valioso que la amistad para mantenernos sanos y a salvo. Así es como logra al mismo tiempo agradar tanto a lectores conservadores como vanguardistas y ser acreedora a tantos premios y reconocimientos.
El movimiento Booktube tiene muchos claroscuros (de los que ya he hablado en otro momento), Abril Karera, mi invitada del día como parte de los festejos del 10º aniversario del blog, está de lado de los claros, de esa luz que se llama Ensayos de Abril, su videoblog que precisamente el mes pasado cumplió sus primeros 5 años de vida, de muchos, muchos más que no me cabe duda vendrán. Por cierto, al final del post les pongo los videos en los que tuve el honor de ser invitada como parte de sus 5 años. 😀
Estoy segura que muchas personas se han iniciado en la lectura, se han acercado a una biblioteca, a una librería o a una feria del libro gracias a Ensayos de Abril, escucharla desmenuzar los libros es una delicia y un peligro, porque irremediablemente uno quiere salir corriendo a comprarlos. Coincidir con ella gracias al Comité Lector de IBBY México, ha sido un privilegio. A Abril le admiro ese tesón que implica mantener un canal en Youtube, desde la parte de grabar y editar, pero en especial la parte de mantenerlo de forma honesta sobre los libros que la provocan. Verán, Abril simplemente no podía faltar en esta fiesta.
Abril nos platica en esta colaboración sobre la relación que ha entablado con las bibliotecas públicas gracias a Booktube, una visión que no sólo me ha emocionado, sino que inmediatamente me ha remitido a muchos congresos, coloquios, foros sobre bibliotecología donde imperan los cebollazos y la palabrería de lo que se supone son las bibliotecas, pero que carecen de esa visión autocrítica hacia la profesión y hay mucho desconocimiento sobre lo que los usuarios piensan, quieren y exigen de las biblbiotecas.
Abril, mil gracias por haber llegado a la celebración.
¡Hola Abril! ¡Bienvenida!
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De cómo Booktube me enseñó a valorar las bibliotecas públicas
El blog de Verónica Juárez me ha abierto la mirada sobre muchos de los usos de las bibliotecas públicas y sus alcances a través de la red. Aunque frecuenté bibliotecas desde mi adolescencia, no fue sino hasta mi incursión en el mundo de Booktube que entendí la importancia de tomar una postura con respecto a ellas y, desde este lugar que ocupo en el mundo, defenderlas y exigir lo mejor para que estos espacios formen parte de la vida cotidiana de la sociedad, de toda la sociedad. Por eso decidí contar cómo nació mi relación con estos lugares que son más que un albergue de conocimiento y de cómo, poco a poco, fui entendiendo que asumirse como lector conlleva también una responsabilidad, cien por ciento opcional, pero que una vez que se asume no se puede dejar a medias: la de generar y salvaguardar todos aquellos espacios cuya espina dorsal sea la lectura. Acompáñenme, pues, en este breve recorrido.
La primera biblioteca que conocí fue la de mi casa. Siempre me he sentido muy afortunada por haber crecido entre libros. Mis padres, profesores ambos, destinaban cada quincena una parte de su presupuesto a adquirir nuevos ejemplares para el acervo familiar. Recuerdo con especial cariño que, para mí y mis hermanos, cada libro era sinónimo de un bloque para las ciudades que construíamos. Los libros se transformaban en carreteras, puentes, edificios, incluso monstruos; y, luego, cuando mis padres llegaban a casa y teníamos que ordenar todo de nuevo, lo hacíamos con cuidado porque volvían a su forma real. Así, aprendí que mi mamá se esforzaba por crear un orden en los tres libreros que teníamos en ese entonces: una sección para los libros de papá (de historia y matemáticas, sobre todo), una sección para los libros de ella (de literatura mexicana y poesía) y otra sección para las enciclopedias y libros de nosotros. “¿Por qué ordenarlos de esa manera?”, pregunté un día cuando ya iba al kinder. “Porque así es más fácil ubicarlos”, respondió mi mamá.
La segunda gran biblioteca de mi infancia fue, sin duda, la de aula; la que teníamos en mi salón de sexto grado de primaria conformada en su mayoría por los Libros del Rincón. Recuerdo que mi profesor tuvo que instalar unas repisas para colocar ahí los ejemplares que daba el gobierno. Cada viernes, luego de alguna clase, teníamos libertad para husmear entre los títulos y llevarnos a casa el que quisiéramos. Era mi actividad favorita de los viernes. Sobre todo, me preguntaba, ¿por qué no teníamos en mi casa libros como esos? Tardaría todavía muchos años en conocer lo que es la literatura infantil y juvenil y en entender que mis padres tenían poca o nula noción sobre ello, así que adquirían siempre los libros que les gustaban más a ellos -adultos- o que tenían en el título eso de “para niños”. De otra manera, era muy complicado que se enteraran de esa literatura que comenzaba a florecer en el país. Sumemos, además, que crecí en un municipio del Estado de México donde las librerías son prácticamente inexistentes.
La tercera gran biblioteca de mi vida fue la de la secundaria. Un lunes, en un homenaje, el director dio el anuncio de que había recibido varias cajas con libros que había mandado la SEP. Dio la orden a mi profesora de español para que ella llevara el registro de préstamo a domicilio y, con tono emocionado, nos invitó a todos a conocer el acervo y leerlo enterito. ¡Eran más de cien libros nuevos! Recuerdo que esperé la hora del receso con impaciencia y cuando por fin sonó el timbre, corrí hasta la biblioteca para ser la primera en formarme y conocer todos esos títulos. No había necesidad de tanta prisa, prácticamente era la única alumna interesada en todo eso. Recuerdo la mirada luminosa de mi profesora diciéndome que podía llevarme todos los libros que quisiera, siempre y cuando los regresara. “Nunca hay que robarle a una biblioteca, porque no sabes qué libro podrá hacer la diferencia con alguien y siempre es mejor que todos los títulos estén a su alcance”, me dijo. Palabras grabadas con fuego en mi corazón.
Después, vinieron las bibliotecas de la universidad que se vienen a relacionar estrechamente con mis inicios como booktuber. Pero vayamos paso por paso. La Biblioteca Central de la UNAM fue parte fundamental de mi vida escolar, si no es que la favorita. Tardes enteras sentada en su área de estudio no precisamente estudiando, pero sí siempre leyendo. Me gustaba pasearme entre los estantes del área de literatura y elegir al azar mi próxima lectura. También se suman la biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras y la del Instituto de Investigaciones Filológicas, importantísimas para mi educación en letras y, sobre todo, para mantenerme cerca de griegos y romanos. Teniendo todo esto como base, es fácil entender que cuando comencé a ser booktuber pensaba que todos los lectores estarían relacionados con alguna biblioteca, así como lo estaba yo con las de la escuela y con las de mi pasado, pero la sorpresa fue que no.
Booktube es una comunidad de lectores que comparte sus opiniones sobre libros a través de videos en Youtube. Mi canal se incorporó a esta dinámica en el 2013 y comentaba, sobre todo, libros que tomaba de las bibliotecas. Todavía lo hago. La gran sorpresa para mí fue que casi todos los booktubers de ese entonces tenían, alimentaban y cuidaban una sola biblioteca: la suya. Lo cual me parece muy válido, por supuesto. Pero de las bibliotecas públicas no escuchaba nada. Y entonces comencé a dimensionar la cuestión de su uso.
Primero: Si yo me había mantenido siempre muy cercana a ellas era, sí, porque me gustaban, pero sobre todo porque no tenía mucho dinero para invertir en libros. Eso no quiere decir que no comprara de vez en cuando algunos, claro que lo hacía; sólo que no en la medida en que veía a otros lectores hacerlo. Entendí que las bibliotecas siempre tendrán una estrecha relación con la economía de los usuarios. De ahí la importancia de habilitarlas lo mejor posible en un país donde el salario mínimo es una burla y donde, por supuesto, siempre será más importante destinar ese dinero a la alimentación que a la lectura. Las bibliotecas son una de las mejores herramientas para demostrar que la pobreza no es excusa para la ignorancia.
Segundo: Entendí también que frecuentar las bibliotecas era la razón principal por la que no me sentía apegada al libro como objeto. Es decir, sin problema podía deshacerme de libros, prestarlos o regalarlos. Porque justo eso te enseñan las bibliotecas: que tendrás un ejemplar entre tus manos durante algunas semanas, que será parte de tu vida porque lo vas a leer, pero que al terminarlo tienes la responsabilidad de devolverlo para que lo lea alguien más, así te haya gustado muchísimo la historia. Resultó una gran sorpresa descubrir que muchos booktubers sentían tal devoción por sus libros que eran incapaces de prestarlos. Lo cual también es muy válido, no quiero que esto se malinterprete como una cuestión de comparación sobre qué es mejor y qué no. Para nada. Ambas actitudes me parecen válidas, sólo deseo compartir cómo fui descubriendo este mundo de lectores donde las bibliotecas no existían o tenían la mínima importancia.
Tercero: Debido a la poca atención que, en general, tienen las bibliotecas, no es de extrañar que las creencias en torno a ellas sean tristes. Que si los bibliotecarios siempre están enojados o que los acervos dejan mucho que desear, (pueden conocer más de estas creencias en un video que grabé junto con Verónica como parte de la celebración por el 5to aniversario de mi canal). Es más, en mi recorrido por varias bibliotecas públicas de las delegaciones de la Ciudad de México, pude constatar que en casi todas el apoyo brilla por su ausencia: espacios pequeños, descuidados, muchos sin actividades culturales. Por eso, cuando descubrí la biblioteca de IBBY México y la Vasconcelos, me aferré a ellas con alegría. Pero estoy consciente de que, como lectores citadinos, no podemos limitarnos a esas dos, aunque sean mega geniales. Y entendí una cosa más: Así como muchos de mis compañeros booktubers defendían el libro como objeto y tomaban una postura respecto a sus bibliotecas personales, sentí casi una responsabilidad tomar una con respecto a las bibliotecas públicas y su importancia en mi vida como lectora. No sé si esto hubiera sucedido de no conocer Booktube.
Quiero cerrar este texto diciendo que falta mucho por hacer para que las bibliotecas ocupen un lugar privilegiado en la mente de la mayoría de los lectores, pero que vamos por buen camino. Ahora, me da alegría constatar que muchos otros booktubers se han asumido como lectores de bibliotecas y comentan, siempre que pueden, los ejemplares que han tomado de ellas. He visto incluso bibliotecarios tomando el rol como booktubers para darle difusión a su espacio. En Booktube, mi postura como defensora del uso de bibliotecas incluye invitar a mis suscriptores a conocer la más cercana a su hogar, muchos me han escrito diciendo que no tienen ninguna y es ahí cuando cobra mayor importancia la concientización sobre su implementación y uso en la mayor cantidad de lugares posibles. ¿Quién lo va hacer? Pues de aquí a que el gobierno se pone de acuerdo, seguramente nos toca a nosotros los lectores, profesores, mediadores de lectura hacerlo: acercar títulos a las personas. Porque ¿qué son las bibliotecas sino un espacio donde tienes al alcance, literalmente, un mundo de posibilidades? Y no lo digo sólo por los libros que podemos encontrar en ellas.
En fin, ha sido un honor para mí celebrar los diez años de existencia de este blog con este texto tan personal, pero sincero, sobre lo mucho que las bibliotecas pueden cambiar, y mejorar, la vida de una persona. Que los textos de Uvejota no se acaben para que muchos más lectores alrededor de todo el mundo podamos seguir inspirándonos. Un abrazo, Vero, y mi más sincero saludo a los lectores de este maravilloso espacio.
Esto no se acaba hasta que se acaba o, lo que es lo mismo, la celebración sigue y aprovechemos mayo mientras sigan llegando los regalos.
Así que hoy toca el turno de festejar con mi querida María Esther Pérez Feria. Mediadora de lectura y compañera de lecturas con quien he tenido el privilegio de coincidir gracias al Comité Lector de IBBY México. Esther es alguien a quien definitivamente tienen que escuchar hablar de un libro y con un libro, una verdadera delicia. A ella la encuentran en escuelas, festivales de poesía y ferias del libro, pero como este país es muy grande, entonces seguro que mejor la lean en Palabras para Darte Vuelo, el blog que comenzó en 2017 y al que le deseo larga, qué digo larga, vida infinita o bueno, larguísima.
Convencida y conocedora del valor y la utilidad de la poesía, de escuchar al otro, de leerle a alguien; su colaboración y regalo es precisamente un reflexión sobre este tema. Así que búsquense un lugar cómodo para leerla, en verdad lo vale.
Esther, mil y un gracias por aceptar ser parte de este festejo, gracias por traernos más poesía al blog.
¡Bienvenida!
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¿Para qué sirve la poesía?
María Esther Pérez Feria Palabras para darte vuelo, cultura escrita, niñas y niños Blog
Foto de Marco Esteban Mendoza
Para Verónica Juárez y sus diez años de aportes a la lectura en medios digitales.
En verdad, las palabras sueñan.
–Gaston Bachelard
¿Sirve para algo la poesía? ¿La poesía es útil en la infancia? Hay quienes declaran que la poesía no sirve para nada. A veces se acota esta idea y se dice que no sirve nada en sentido práctico o utilitario. Se cuestiona la utilidad de la poesía y se la ubica en un ámbito etéreo, sublime, alejado de lo terrenal, misterioso, casi sagrado. Sin embargo, yo cuestiono esta afirmación. Declaro, en cambio, que la poesía es harto útil para la vida cotidiana y que sirve para resolver la vida práctica que implica sobrevivir el día a día. Trataré de argumentarlo en este texto, comenzando por revisar qué es lo útil.
Según el Diccionario de la Real Academia Española, “útil” es un adjetivo que, en su primera acepción, significa que “trae o produce provecho, comodidad, fruto o interés”. Según esta definición, si lo útil produce provecho, entonces produce beneficio, ¿qué podríamos decir respecto de la poesía, ¿de qué índole sería dicho beneficio? Si la poesía es útil y produce beneficio, siguiendo a la RAE, lo es porque ¿produce comodidad? Atendiendo que, a su vez, el término comodidad implica una “cosa necesaria para vivir a gusto y con descanso”, es justo decir que la poesía es una especie de cosa necesaria, ideal incluso, para vivir y, más aun, para sobrevivir. Si bien, no siempre con descanso ni tan a gusto, al menos se sabe que ha ayudado a muchos poetas, a muchos lectores y a muchos lectores-oidores (Frenk, M.) a vivir y a estar en el mundo, gracias a los versos que dan oxígeno para evitar el ahogo que suele acarrear la rudeza de la vida. Porque, sin duda, hay versos que nos dan comodidad, en el sentido de acomodo, esto es, que nos ayudan a acomodarnos en el mundo, a encontrar nuestro lugar sobre la tierra.
Así pues, la poesía, como cosa útil, puede proveernos de esa comodidad. Visto desde otro ángulo, también podríamos pensar que la poesía se acomoda en nuestra experiencia como sujetos y como lectores, es decir, que se presenta en nuestra existencia de manera conveniente, oportuna, a nuestras emociones o momentos de vida. Incluso cuando la poesía llega a resultarnos incómoda, puede ser absolutamente pertinente cuando nos habla de frente, cuando repercuten sus ecos en nuestras moradas interiores. La poesía es útil porque pasa de ser una cosa, un objeto cultural de lenguaje,a configurarse como una experiencia y como una manera de estar en el mundo, como ese entrar en poesía (Jean, G.) para pulir la mirada, aguzar el oído, hablar con el corazón, sonreír con el cuerpo y vivir con sueños, magia y esperanza.
Para ampliar esta argumentación sobre la utilidad de la poesía como experiencia, vayamos a ejemplos concretos. La manera de hacerlo será ofrecer unas cuantas respuestas a la pregunta: ¿para qué sirve la poesía? Cada respuesta se acompaña de un único ejemplo poético, esperando que sea convincente y, a reserva, de los ejemplos que cada lector de estas notas pueda aportar por su cuenta. Empecemos.
¿Para qué sirve la poesía?
La poesía sirve para crear un universo de ensoñación y música:
Por el alto río, por la bajamar, Sapito y Sapón se han ido a jugar. En una barquita de plata y cristal, ayer por la tarde los vieron pasar con Pedro Gorgojo, con Pancho Pulgar, con Juan Ropavieja y Aurora Boreal. ¡Qué suave era el viento, qué azul era el mar, qué blancas las nubes en lento vagar, qué alegres las islas de rojo coral! Por el alto río, por la bajamar, Sapito y Sapón se han ido a jugar.
(Nicolás Guillén)
La poesía sirve para jugar con las palabras, oyéndolas brotar como capullos:
Pájara pinta, jarapintada, limiverde, alimonada. Ramiflorida, picoriflama, rama en el pico, flor en la rama. Pájara pinta, pintarapaja, baja del verde del limón baja.
(Mirta Aguirre)
La poesía sirve para ver cómo llega la lluvia una tarde cualquiera:
La lluvia de pelo largo, la lluvia de fino talle, la que ensarta de chaquiras los abetos de la calle.
(Gilda Rincón)
La poesía sirve para esperar la llegada de un momento decisivo:
Cuando todavía no nace el último lirio y los ruidos quieren ya convertirse en tibia y maravillosa alegría de las nubes…
(Efraín Huerta)
La poesía sirve para confirmar por qué nos gustan nuestros amigos:
Me gustan mis amigos porque cantan canciones de cangrejos como si fueran los últimos piratas del planeta e imitan a los pájaros y luego ríen. me gustan mis amigos porque sé que estarán por mí esperando, esperando a que entremos juntos girando, girando en los juegos del aire y la fortuna debajo de las sombras, a un lado de los días, con la risa más grande de las nubes.
(María Baranda)
La poesía sirve para mirar el mar en una noche transparente:
Reflejos que de estrellas son la cuna, olas que son columpio de la luna. en tus aguas, espejo y tembladero, el cielo se cayó de cuerpo entero.
(Fernando del Paso)
La poesía sirve para sentir la llegada de las estaciones:
No son brasas colgando en la higuera, sino el verano que arde en el corazón desfallecido de los higos.
(Enriqueta Ochoa)
La poesía sirve para formular preguntas con ton y son:
¿Que sueñan los sueños? Y… ¿qué soñarán las camas? ¿Contarán las ovejas personas saltando vallas?
(Mar Benegas)
La poesía sirve para aprender a decir nuestro nombre verdadero:
me llamo arboleda con vuelo de lápices pájaros que escriben con picos de azúcar un sueño de mar con barcos de nieve viento de flores que cubren los techos de verdad mi nombre es riachuelo cereza bañada por dicha violeta madrugada de escarcha y una taza de té me llamo amapola con vestido blanco pero mis papás me dicen Céline
(César Arístides)
La poesía sirve para mirar el mundo a través del vuelo iridiscente de una libélula:
Naciste de una gota –inmóvil prendedor de laca en los cabellos de la hierba–. Ayer bendijo Basho en un haikú tus alas. Trébol de vidrio, trébol de cuatro hojas, hábil equilibrista en la cuerda del junco desde el arco de la isirada flecha de tu vuelo. Libélula alazul alabélula. Frágil vitral, libélula, libéranos, porque cada mañana nos conmueven tus espejos en los que estamos vivos.
(Ramón Iván Suárez Caamal)
La poesía sirve para llorar:
Estoy llorando derramando lágrimas. No te preocupes me dicen. (Donde quiera que me paro, donde siembro mis pies, revientan las flores de sal).
(Mardonio Carballo)
La poesía sirve para nacer y ser en la otredad:
nunca la vida es nuestra, es de los otros,
la vida no es de nadie, ¿todos somos
la vida? pan de sol para los otros,
¿los otros todos que nosotros somos?,
soy otro cuando soy, los actos míos
son más míos si son también de todos,
para que pueda ser he de ser otro,
salir de mí, buscarme entre los otros,
los otros que no son si yo no existo,
los otros que me dan plena existencia,
no soy, no hay yo, siempre somos nosotros
(Octavio Paz)
La poesía sirve para descubrir los colores:
Un día descubrí el amarillo. Y pensé que el sol, la miel y los canarios cabían dentro de él. También el verano y la vainilla. ¿Y el zumbido de las abejas? Lo pensé durate todo el día. Y supe que el zumbido de las abejas vivía en varios colores a la vez. Era amarillo. También violeta, naranjo y verde claro.
(María José Ferrada)
La poesía sirve para constatar que las cosas importantes se pueden guardar en una cajita:
En una cajita de fósforos se pueden guardar muchas cosas. Un rayo de sol, por ejemplo, (Pero hay que encerrarlo muy rápido, si no, se lo come la sombra.) Un poco de copo de nieve, quizá una moneda de luna, botones del traje del viento, y mucho, muchismimo más.
(María Elena Walsh)
La poesía sirve para recordar la luz de la infancia:
No cabe duda: de niño a mí me seguía el sol. Andaba detrás de mí como perrito faldero; despeinado y dulce, claro y amarillo: ese sol con sueño que sigue a los niños.
(Alfonso Reyes)
La poesía sirve para saber qué es el tiempo:
—¿Qué es el tiempo, abuela? —Es el viaje de la semilla al árbol, el vuelo que nadie recuerda, la ola convertida en sal, la roca que se hace arena. Y esa playa por donde vuela una gaviota y lleva en su vientre una arboleda. »El tiempo son las niñas que se convierten en abuelas.
(Excilia Saldaña)
La poesía sirve para ver la luz de nuestro propio canto:
Si no fuéramos ciegos, cantaríamos en la oscuridad, para acompañarnos.
(Luis Cardoza y Aragón)
La poesía sirve para encontrar consuelo:
Perdiste a tu mejor amigo. No intentaste ningún viaje. No tienes coche, ni barco, ni tierra. Pero tienes un perro.
(Carlos Drummond de Andrade)
La poesía sirve para esperar la llegada de la paz:
Será cuando la luna se despida del agua con su corriente oculta de luz inenarrable.
(Roque Dalton)
La poesía sirve para imaginar el tamaño del mar:
Fuensanta: ¿tú conoces el mar? Dicen que es menos grande y menos hondo que el pesar.
(Ramón López Velarde)
La poesía sirve para encontrar remedios naturales a muchos de nuestros males:
La luna se puede tomar a cucharadas o como una cápsula cada dos horas. Es buena como hipnótico y sedante y también alivia a los que se han intoxicado de filosofía. Un pedazo de luna en el bolsillo es mejor amuleto que la pata de conejo: sirve para encontrar a quien se ama, para ser rico sin que lo sepa nadie y para alejar a los médicos y las clínicas. Se puede dar de postre a los niños cuando no se han dormido y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos ayudan a bien morir. Pon una hoja tierna de la luna debajo de tu almohada y mirarás lo que quieras ver. Lleva siempre un frasquito con aire de la luna para cuando te ahogues, y dale la llave de la luna a los presos y a los desencantados. Para los condenados a muerte y para los condenados a vida no hay mejor estimulante que la luna en dosis precisas y controladas.
(Jaime Sabines)
Podríamos seguir con muchos más ejemplos, que seguramente cada lector podrá ampliar. Ahora, es momento de plantear algunas conclusiones.
Conclusión primera: la poesía es harto útil, ya que sirve para todo lo aquí soñado. Si no es así, si la poesía no nos desvela de asombro el universo, si la poesía no nos cura las heridas con sus ecos y silencios, si no nos salva del odio y el miedo, si no nos da aliento en medio del desierto, si no nos sostiene en el mundo, si no nos regala un prisma de luz para mirarnos, mirar a los otros y mirarnos en los otros, si no nos ayuda a cruzar los territorios más oscuros, los más desolados, si no nos anima a encontrar una voz propia, si no nos devuelve la esperanza, si nos nos arropa frente al vértigo de la vida, si no nos ayuda en la deconstrucción y reconstrucción del ser que somos con su música, belleza y poder del lenguaje… Si no es así o, mejor dicho, si no fuera así, entonces, la poesía no serviría para nada.
Conclusión segunda: la poesía debería ser parte de toda canasta básica, para tomarla y servirla con el desayuno y la merienda. Sería estupendo, en los hospitales de maternidad, dar la bienvenida al mundo a cada bebé con un paquete con pañales, ungüento y un libro de arrullos y de lírica popular de tradición infantil. Dar un libro de poesía como regalo en cada cumpleaños. Imaginemos dar poesía a los niños y las niñas como postre después de la merienda, un poema leído en voz alta o susurrado antes de ir a la cama o de apagar la luz, para acompañar su entrada al mundo de los sueños. En las escuelas, ni se diga, la poesía debería ser tan importante como el desayuno escolar, tan imprescindible como la hora del recreo. Pensemos qué sucedería si al abrir su lonchera, además de la torta y la fruta, los niños encontraran un papelito con unos cuantos versos para acompañarlos en el recreo. Si cada día damos la bienvenida al aula o nos despedimos al final de la jornada con la lectura en voz alta de un poema. Así nada más, como un regalo para iniciar el día o despedirnos y desear la buenaventura: dejar ¡que la poesía nos acompañe!
Conclusión tercera: la poesía no sirve para resolver otras necesidades que a veces se le han exigido, por cierto, con resultados desastrosos para la poesía misma y para los lectores y oyentes. Si usted desea que sus niños, niñas, hijos, alumnos o vecinos, aprendan a leer o la buena ortografía, a declamar histriónicamente, a dar un bonito regalo el día de la madre o del maestro, o aprendan “valores”, POR FAVOR, NO lo intente a través de la poesía. Para esos otros menesteres hay excelentes diccionarios y manuales de gramática y escritura, estupendos talleres de teatro, hojas y lápices para que los mismos niños escriban y expresen lo que les inspiran directa y auténticamente sus propios padres y maestros. Y, en el caso de los valores, los que sean, éstos siempre se enseñarán mejor con el ejemplo vivo que usted muestre y demuestre en su actuar diario y, en especial, frente a quienes desee educar. La poesía, eso sí le digo, no sirve para esos fines.
Hay dos cosas que me han gustado mucho de esta muy particular celebración: 1) el tiempo de mis invitados para regalarnos su visión, y 2) la diversidad de miradas y de formas de entender y abordar a la biblioteca, al libro, a la lectura y a la información. Esta fiesta va quedando muy bien, lo mejor, aún no acaba.
Así que en esta ocasión viajamos al sur del continente, al bello Chile, para dar la bienvenida a la gran Marcela Valdés, Directora de la Biblioteca de Santiago, una de las bibliotecas públicas más grandes e importantes de ese magnífico sistema bibliotecario chileno al que por cierto, debemos de aprenderle muchas cosas.
A Marcela tuve el gran gusto y honor de conocer en 2015, cuando asistí al 5º Congreso Innovatics y, desde la primer charla ha sido fascinante conocer su visión de biblioteca; no por nada, ella junto con el personal a su cargo son el corazón de la Biblioteca de Santiago. También es fascinante verla de tanto en tanto convertirse en mariposa y hacer que nos revoloteen mariposas en el estómago (la guata, como dicen por allá) con cada nueva actividad en la Biblioteca de Santiago a quienes muchos, incluso los más lejanos físicamente, le tenemos un gran cariño.
Este post Marcela nos habla de las bibliotecas inclusivas, es decir, la visión que tiene y quiere de las bibliotecas públicas y que nos deja ver el por qué nos revolotean esas mariposas cada vez que nos llegan noticias de la Biblioteca de Santiago siendo cada día más inclusiva.
Marcela, mil gracias por aceptar ser parte de la celebración y compartirnos esa visión de biblioteca.
¡Bienvenida!
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Construyendo bibliotecas inclusivas que pueden cambiar la vida
Quiero compartir algunas reflexiones y apuntes sobre las bibliotecas públicas y la inclusión. Son notas que he ido construyendo en este transitar por las bibliotecas, pensamientos que van formando sueños, ideas que generan proyectos. Estas reflexiones que comparto con muchos y muchas son parte de mi sentir por las bibliotecas, mi necesidad de involucrarme con las personas y parte del sueño de que para construir un mundo inclusivo la mejor forma sea ver a las bibliotecas, esas bibliotecas que existen en tantos lugares y que se han construido con el trabajo de muchos y muchas. Las bibliotecas pueden ser una hermosa vitrina del buen mundo que queremos. Ese espacio de resistencia que cobija y acoge a tantos día a día. Parto entonces diciendo algo de sentido común: cuando pensamos en bibliotecas públicas partimos de la premisa que están enfocadas y destinadas a todos y todas. No obstante eso que es tan obvio, requiere de políticas, líneas de acción, capacitación, participación de la comunidad y compromiso de quienes componen la biblioteca, es decir, trabajadores, autoridades, público potencial y objetivo, para generar un espacio realmente inclusivo y que dé cuenta de su condición de biblioteca pública.
Una biblioteca pública se plantea como un espacio abierto y democrático y debe declarar desde su misión la necesidad de la participación e involucrar a la comunidad, porque en la medida que las comunidades son parte de las bibliotecas y estas últimas comprenden que más allá de cumplir estándares y misiones de atención y servicio, deben ser un espacio que apunte a generar herramientas donde la comunidad sea un ente activo en la gestión y calidad, se generará un vínculo único entre personas y bibliotecas que provoca también, encuentros únicos con la lectura o más bien con múltiples lecturas, ya que leemos el mundo de muchas maneras.
Desde esa premisa tenemos la posibilidad de crear y recrear bibliotecas acordes a sus comunidades, con lectores distintos que fomentaran la democracia, la participación y por ende provocarán la decisión política que es el fomento de la lectura. Desde ese punto al convocar a las personas, nos damos cuenta que una biblioteca abierta y participativa debe generar una línea de trabajo con la comunidad que será el corazón de la biblioteca y que la transformará en un espacio inclusivo. Y al hablar de incluir, tenemos que pensar en todos y todas, no en una sola comunidad, sino en diversas comunidades; en las diversidades sexuales, en las personas con capacidades diferentes, en los pueblos originarios, en la tercera edad, niños y niñas, jóvenes, mujeres, migrantes, personas en situación de calle, etc. Tener una mirada amplia que permita compartir la biblioteca y que la misma se transforme en una oportunidad para las personas, un espacio que pueda de alguna forma cambiar sus vidas y logren participar de ese espacio. Entendiendo que en algunos casos para remover debemos excluir y generar actividades enfocadas sólo a ciertos grupos, como una forma de llamar la atención y enviar un mensaje que dé cuenta de lo que es estar en el lugar de otro.
Biblioteca de Santiago
En ese sentido, la biblioteca, al igual que la lectura, junto con entregarnos conocimiento e información debe ser asimilada como un espacio de encuentro comunitario y quienes trabajamos en esas bibliotecas debemos provocar ese encuentro y crear una nueva comunidad, la comunidad inclusiva de nuestras bibliotecas. La biblioteca se tiene que convertir en un puente.
Hace algún tiempo, en un encuentro donde Mempo Giardinelli nos hablaba de lectura, le escuché una frase que hasta hoy rescato y recuerdo: “…Hacer leer a una nación es una decisión política…“. Esta frase, creo que aplica a las bibliotecas, hacer que las personas vayan a la biblioteca es una decisión política. Da cuenta de lo activo que debemos ser a la hora de plantearnos el compromiso con las bibliotecas y como ese compromiso debe ser parte de la decisión de todos los actores,involucrando a mediadores, autoridades y todos y todas aquellos/as que de alguna forma son responsables de que nuestras sociedades estén conformadas por personas con capacidad crítica, personas que puedan acceder a espacios democráticos, donde estén presente la lectura por placer, información, conocimiento, que genere libertad, democracia e igualdad.
La biblioteca debe ser un espacio comunitario, donde a las personas se le entreguen los mecanismos, canales y herramientas de participación que permitan la construcción conjunta de una verdadera biblioteca pública, una real biblioteca inclusiva.
Es entonces que cuando nos planteamos la inclusión como una decisión política debemos no sólo cambiar la infraestructura de la biblioteca y generar nuevos espacios y formas de acceso, sino que debemos generar líneas de acción reales, servicios, actividades, experiencias y, principalmente debemos involucrar a las personas, porque es la única forma que se apropien y se sienta parte de un espacio. No es desde un llamado paternalista o un mero proveedor de servicios, sino que desde un llamado a construir. Para que eso suceda, debemos partir con cambiar mentalidades y entender que debemos derribar mitos y prejuicios. Esos cambios de mentalidades, de infraestructura, de servicios, es lo que convierte a la biblioteca pública en un real espacio inclusivo, trabajando para tener la inclusión tan incorporada que no podamos imaginar otra forma de funcionamiento de las instituciones, del país, hacia allá debemos avanzar como sociedad, generando posibilidades que permitan mejorar la calidad de vida de las personas y acrecentar sus capitales sociales, económicos, humanos y culturales.
Entender que el corazón de la inclusión son las personas y debemos construir bibliotecasdestinadas a ellas, hechas por personas. Cambiar mentalidades, derribar falsos mitos y prejuicios se logra en la medida que nos acercamos a nuestras comunidades y generamos un puente para crear confianza. En la medida que los que estamos permanentemente en la biblioteca cambiamos la forma de mirar, podemos transmitir a otros y otras y, entregar esa mirada inclusiva que tanto queremos. Ese cambio de mirada y de mentalidad nos permitirá enseñar a otros y seguir construyendo, finalmente la biblioteca lo que genera son puentes para lograr el encuentro entre personas y donde todos y todas aprendemos de los diferentes saberes, vidas y experiencias.
Bibliometro, Chile
Cuando tenemos una biblioteca accesible a través de su infraestructura, de sus actividades culturales y de fomento lector y escritor, con personal capacitado, que entrega oportunidades laborales y que hace parte dentro de su misión la inclusión de manera permanente, nos queda pensar como ir más allá y eliminar cualquier otra barrera, construyendo confianza, especialmente en nuestros países donde tenemos una crisis de confianza, la biblioteca debe aproximarse a las personas y generar confianza, confiar en nuestro público y ellos pueden confiar en nosotros, eliminando barreras y trámites. Estar convencidos que la biblioteca es un espacio donde las personas son sujetos de derecho y merecen no sólo ser bien atendidos, sino que participar y satisfacer necesidades culturales, formativas, educacionales y sociales.
Finalmente, la Biblioteca debe ser un laboratorio, un espacio mágico donde mezclamos ideas, sueños, experiencias que permitan mejorar y ojalá cambiar la vida de las personas. En ese sentido siempre debemos estar abiertos a probar, a incorporar y especialmente a ser generosos, a entregar nuestra experiencia para que en otros espacios se mejoren y se conviertan en nuevas experiencias. Crear experiencias de servicio, generar espacios que efectivamente permitan a las personas, a las comunidades, sentir que las bibliotecas son el lugar que nos acompañan a lo largo de nuestra vida y pueden ser un lugar de puentes maravillosos para encontrarnos con expresiones, otras personas y culturas, para encontrar ventanas que miren al mundo.
Como dice el dicho, “esto no se acaba hasta que se acaba” así que este blog sigue celebrado y muy regalado. Hoyha llegado al festejo una gran invitada, Nieves González Fernández Villavicencio, PhD, Profesora del Área de Biblioteconomía Univ. P. de Olavide y Responsable de la Bca de Económicas Universidad Sevilla.
A Nieves tuve el gran gusto y placer de conocerla en persona en 2015 en Chile cuando coincidimos en el 5º Congreso Internacional Innovatics, que ya va por su 8ª edición; sin embargo, he de decir que ya la leía muy atenta de varios años atrás en sus redes sociales, pero en especial en su blog Bibliotecarios 2020 que en sus inicios se llamaba Bibliotecarios 2.0, mismo que en 2016 cumplió 10 años y que ha sido un referente para muchos bibliotecarios no sólo de España, sino de este lado del mundo pues el cúmulo de conocimientos que Nieves compartía era y sigue siendo invaluable. Nieves nos ha dicho hasta luego en su blog, pero quedan grandes enseñanzas y reflexiones a las que podemos volver siempre que lo necesitemos.
Por eso le agradezco infinitamente que haya regresado un ratito a la vida bloguera para ser parte de este festejo y regalarnos un trabajo de recopilación sobre plan de marketing, medios sociales y bibliotecas escolares.
Nieves, muchas gracias por aceptar ser parte de este festejo y por hacer una pausa en ese hasta luego.
¡Bienvenida siempre!
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Plan de marketing, bibliotecas y medios sociales
Nieves González Fernández-Villavicencio Profesora del Área de Biblioteconomía Univ. P. de Olavide Responsable de la Bca de Económicas Universidad Sevilla @NievesGlez
Estar, estamos, pero ¿qué hemos conseguido? Los objetivos en medios sociales más allá de la interacción con los usuarios.
Hace ya casi 13 años que Michael Casey, acuñó el término en su blog LibraryCrunch, “se espera que este modelo de servicio reemplace en el futuro a los anticuados servicios unidireccionales que han caracterizado a los servicios bibliotecarios durante años”. En esos momentos muchos bibliotecarios nos estabamos ilusionando con los principios y posibilidades de la web 2.0. Y nos pusimos mano a la obra.
Esta web 2.0 o biblioteca 2.0 tenía una base completamente de interacción social, de participación colectiva y creación colaborativa, por lo que de web 2.0 pasamos a hablar de web social o medios sociales, con una gran base de red social, aunque no sólo eso en sentido estricto.
Pasados los años, las bibliotecas tienen presencia en estos medios. Si nos detenemos en las bibliotecas universitarias españolas, el 73,7% tiene presencia propia en Facebook y el 77,6% en Twitter, según el informe de 2017 de Martín-Marichal y los bibliotecarios diseñamos servicios y productos incluyendo en ellos estos componentes de la web social.
En la encuesta realizada por TechSoup y WebJunction en 2018, se ofrece una instantánea de cómo conectan las bibliotecas con sus usuarios a través de las redes sociales. Los objetivos de dicha encuesta son conocer qué plataformas sociales utilizan las bibliotecas y con qué frecuencia, cómo las usan, quién maneja las redes sociales y cuánto tiempo les dedica, cuál es el alcance y cuáles son los mayores desafíos a la hora de administrar las redes sociales.
Gestionamos redes y medios sociales, incluimos las posibilidades sociales de comunicación de estos medios, en todos los productos y servicios que producimos o formamos en su uso. Sin embargo, ¿qué hemos conseguido? ¿Muchos seguidores e interacción? Hay bibliotecas que efectivamente están estableciendo una relación más cómplice con sus usuarios, saben gestionar estos medios dedicando tiempo y recursos suficientes. Llegados a este punto podemos decir que, estar, estamos. Pero lo importante es conocer qué hemos conseguido, para qué nos ha servido esta presencia. ¿Se ha producido un aumento real de la interacción con los usuarios? Y esa interacción ¿ha servido para que la biblioteca cumpla con sus objetivos, con sus fines?
Sin embargo, gracias a los medios sociales, podemos conseguir nuestro objetivo, cumplir con nuestros fines a través de estos medios. Sin lugar a dudas, la interacción nos ayudará, es un elemento clave pero no imprescindible. De cualquier forma tenemos que seguir un plan de acción en medios sociales, bien definido y estructurado, que nos hará conseguir nuestros objetivos. En el estudio sobre plan de marketing que presento en mi tesis sobre la Rentabilidad de la Biblioteca en la Web Social, confirmamos que se puede obtener rentabilidad a esa inversión si contamos con un plan de medios sociales, un social media plan.
El plan de acción en medios sociales parte del análisis y diagnóstico de la situación para después definir los objetivos a alcanzar. Estas son las acciones que debemos llevar a cabo para obtener un retorno de la inversión en medios sociales (Parte de mi Infografía Plan de Marketing Digital, https://create.piktochart.com/output/2322885-marketing-library).
El objetivo es la pieza crítica del plan de acción y debe estar relacionado con los fines de la biblioteca.
Hay que tener en cuenta que estos objetivos siempre tienen que ser SMART, utilizando las cinco reglas resumidas en el acrónimo anglosajón: Specific, Measurable, Achievable, Realistic, Timely. Los objetivos y su número deben ser alcanzables y realistas, pero también coherentes con la misión y los objetivos de la organización, consistentes con los recursos internos y las capacidades básicas, concretos, flexibles y motivadores.
A continuación hay que definir la audiencia, el segmento de usuarios a los que nos vamos a dirigir; se trata del grupo específico de usuarios para el que se ha establecido ese objetivo y para el que se van a implementar las distintas acciones de la campaña de marketing. La audiencia hay que segmentarla, en caso contrario no llegará el mensaje adecuado. Para el mundo bibliotecario es dificil pensar en personalización ya que confunde al destinatario del servicio o producto objeto de la campaña de marketing con el segmento específico al que nos vamos a dirigir por estar más sensibilizado.
Llega el turno a la definición de los medios utilizados, es decir, elegir el medio o los medios y canales más adecuados, aquellos a los que accede o en los que esté la audiencia segmentada que hemos definido y que se adapten a los objetivos que se han marcado. En laencuesta de TechSoup y WebJunction de 2018,podemos ver los medios sociales que se utilizan y sobre todo la frecuencia de la actividad que desarrollan en cada una de ellas. Facebook y Twitter siguen siendo los reyes.
Por otro lado debe quedar bien definido quien se va a responsabilizar del plan y de cada una de sus acciones, si tienen las competencias y habilidades necesarias para llevar a cabo las acciones en su mayor parte digitales y en medios sociales. Generalmente recae esta tarea en becarios o personas recién llegadas a la organización.
En el Plan de acción se tienen que especificar cuáles van a ser las tareas que se van a realizar, es decir, cuáles son los contenidos de los que se va a hablar, de donde se van a extraer o servir de inspiración, cuales son las fuentes, con qué periodicidad, frecuencia, se van a publicar, cuál será su calendario y quien los creará, qué técnicas se van a utilizar para crear “engagement” con los usuarios, quien se va a responsabilizar de cada tarea y en qué espacio temporal.
Esta etapa incluye las métricas que se van a utilizar y el seguimiento periódico de la evolución de esas métricas. Un ejemplo de métricas usadas lo encontramos en elestudio Culture24.
Sin embargo el estudio más amplio hasta el momento de métricas es el propuesto en mi tesis Rentabilidad de la Biblioteca en la Web Social, que presenta una combinación de indicadores basándoseno sólo en el número de seguidores y la frecuencia de la actividad en los medios por parte de la organización, sino también en el impacto en los medios de la marca, la interacción o engagement y sobre todo el ROI, conseguir el objetivo propuesto.Estos indicadores van a permitir realizar un diagnóstico de la situación, para la toma de decisiones. Para ello se necesitan métricas e indicadores, KPIs, indicadores clave del rendimiento, que ilustran de la efectividad de la acción en relación con nuestro objetivo. El sistema de evaluación dependerá de los indicadores de seguimiento, de las métricas que se hayan establecido.
La etapa de difusión y comunicación de resultados resulta estratégica en cualquier campaña de marketing. La biblioteca debe usar todos los medios a su alcance para hacer llegar su mensaje a sus stakeholders, utilizando medios visuales como las infografías, cómics o vídeos, que le den mayor alcance a los resultados de su campaña. No hay que olvidar el papel de las tecnologías móviles hoy día y pensar en móvil en cada etapa de la campaña de marketing.
Un plan de marketing digital y más concretamente una campaña de promoción en medios digitales, en la que se cumplan todas las etapas que se han definido, permite conseguir los objetivos que la biblioteca se proponga incluyendo Conversión o ROI.