El e-Book pasado y futuro (Tercera y última entrega)

En esta tercera entrega de la traducción de “El e-Book pasado y futuro” se analiza como el e-book se tiene que enfrentar no solo a su competencia directa, que es el libro impreso; sino también a la creciente oferta de otros dispositivos que van más allá del simple dispositivo de lectura, como es el caso del iPod/iPhone y otros teléfonos celulares; de igual forma, se analizan algunos de los principales problemas que aún no han encontrado solución para que el e-book pueda se parte de la oferta en el mercado editorial tradicional.

EL E-BOOK PASADO Y FUTURO: LEER EN LA ERA DIGITAL
Por: John Siracusa
Tiempos modernos

El mercado actual del e-book sigue siendocomo el mercado del e-book antiguo, algunas cosas han sufrido un cambio drástico, pero aún es básicamente la misma historia.

Algunos de estos cambios son obvios, con el surgimiento de iTunes como el principal vendedor al por menor de música en Estados Unidos , ya no se cuestiona más la viabilidad de las ventas en línea. Los propietarios del contenido están dando señales de que comienzan a darse cuenta de esto cuando se trata de la Administración de Derechos Digitales (DRM, por sus siglas en inglés). Los “teléfonos inteligentes” se están convirtiendo en simples “teléfonos”, y un teléfono en particular está llevando al mercado de teléfonos celulares más allá del tímido mundo de los ringtones; sin embargo, desde la perspectiva de cualquier persona que haya sido parte de los comienzos, el aspecto más notable en el mercado del “nuevo” e-book es la manera cómo ha repetido viejas fórmulas.

Cuando nos enfrentamos con la cuestión del e-book, la respuesta obvia hacia un dispositivo de lectura es casi tan popular como lo era en 1990. El Kindle de Amazón es el actual Rocketbook , con la gran diferencia de que tiene el respaldo del vendedor minorista más poderoso a nivel mundial y que además vende exclusivamente a través de internet (se que muchos lectores nunca han escuchado siquiera hablar del Rocketbook, pero este es precisamente el punto). Y tal como en los años 90, existen otros jugadores que están apostando al Kindle y el Sony Reader y larga vida para el celular y/o e iPhone.

Aún sigo creyendo que los lectores especializados se adecuarán más a un mercado maduro de e-books, siempre y cuando los consumidores puedan justificar fácilmente el costo de dispositivos tan especializados; aunque esto no significa que los dispositivos de lectura no tengan éxito: el Kindle es el mejor ejemplo de esto, al autonombrarse la estrella de la tienda Amazon. Quizá Amazon tenga que arrastrar al desgarbado Kindle directo al umbral crítico y se convierta en el “iPod de los e-books.” Entonces Apple finalmente entenderá que el iPod (y el iPhone) es el “iPod de los e-books”. Los esfuerzos de Amazon están en desventaja frente al obstáculo que representa la venta del hardware, así que la puerta aún está abierta para el competidor más fuerte que sea capaz de presentar un buen dispositivo lector, sea o no Apple.

Las actitudes más comunes hacia el e-book no han cambiado mucho; de hecho, podrían incluso empeorar. Muchos consumidores han aprendido sólo lo suficiente sobre el e-book durante los últimos diez años, lo que ha fortalecido opiniones desfavorables, y no olviden a los entusiastas oponentes del progreso tecnológico que lucharán hasta su último aliento. En general, lo anterior nos da una sensación de con más rudeza , y se respira un ambiente de desesperación sobre los acuerdos recientes entre las grandes editoriales y algunas editoriales electrónicas relativamente oscuras. Estos tratos podrían haber desvanecido el mercado hace cinco años, pero hoy en día raramente harían algún ruido pues no están involucradas con Apple, Amazon o cualquiera de los otros líderes del mercado digital.

Mientras tanto, pareciera que en la plataforma que se encuentra más cercana a mi corazón siguiera reinando la confusión sobre el e-book; tenemos un dispositivo lector de gran aspecto que sólo puede ofrecer textos de dominio público, un sinnúmero de aplicaciones que simulan la apariencia del libro que sólo empeorarán y extenderán el malentendido sobre cómo pueden y deben funcionar los e-books sobre una plataforma móvil.

Si aún quieres tener una buena aproximación del mercado del e-book justo como yo la imaginé hace algunos años, instala entonces eReader y Stanza (ambos son gratuitos) en tu iPhone o iPod, compra y descarga un libro y siéntate a leer; puedes hacer todo esto de forma inalámbrica (WiFi, EDGE o 3G) en un dispositivo ligero, delgado y pequeño que tiene una pantalla de alta resolución, con gran capacidad de almacenamiento y que, por cierto, es también un teléfono, un MP3, plataforma para aplicaciones, buscador y máquina de juegos.

Sin embargo, aún hay una pieza del rompecabezas perdida: un almacenamiento en línea lo suficientemente confiable, y una base de millones de consumidores establecidos y fieles a los cuales venderles el e-book; mi intención no es discriminar a las tiendas de e-book donde se encuentra eReader y Stanza , pero, seamos francos, ninguna de estas tiendas tiene a más de 50 millones de consumidores utilizando su tarjeta de crédito y tampoco realizan millones de ventas electrónicas. Así que permítanme que lo diga, la App Store no es el lugar más indicado para vender libros, y tampoco lo es tienda equivalente donde se puede comprar música y videos: la iTunes Store .

Después de lo que ya he mencionado, hay muchas razones para ser optimista respecto al negocio del e-book; todavía existen jugadores poderosos que están realizando sus movimientos y otros que están listos para comenzar a hacerlos; y si los editores aún no le encuentran sentido al mercado del e-book, al menos parecen estar lo suficientemente desesperados para tomar en cuenta las ofertas que en el pasado han ignorado.

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