El 15 de febrero pasado se publicó en la revista Library Journal el artículo Web design matters: ten essentials for any library site (El diseño web importa: 10 básicos para cualquier sitio web de biblioteca) donde Brian Mathews explica la importancia de un buen diseño en las páginas web de las bibliotecas y donde además señala muy atinadamente que a menudo calificamos algo por su apariencia o lo que es lo mismo “una imagen vale más que mil palabras”. A continuación menciono los 10 puntos que aborda Mathews:
1. Promoción, darle al usuario la información relevante, pero especialmente de manera sencilla, es decir, que a simple vista se encuentren lo que el usuario llega preguntando a una biblioteca. También es importante mantener una página actualizada a manera de garantizar que el usuario regrese.
2. Segmentación, segmentar se refiere a saber a quién va dirigida nuestra página, por ejemplo, si nuestra biblioteca atiende a usuarios universitarios, entonces darles información útil a sus necesidades.
3. Indicaciones visibles, es preferible usar logos para enviar al usuario a otro sitio que llenarle una página con ligas. En el mismo artículo se da un ejemplo muy claro de una biblioteca que está utilizando indicaciones visibles.
4. Fotos inspiradoras, al igual que lo mencioné párrafos arriba, una imagen vale más que mil palabras, así que una buena foto donde se muestre el edificio de nuestra biblioteca, la sala de lectura, usuarios en el servicio de consulta y desde luego fotos de los eventos realizados en la biblioteca pueden ser de gran utilidad para dar una idea al usuario que la biblioteca es un lugar activo.
5. Herramientas de búsqueda, nada mejor para nuestro sitio web que un buscador que permita encontrar rápidamente los contenidos del sitio. Se sugiere colocarlos en los lugares más visibles.
6. Páginas web accesibles vía dispositivos móviles, por el tamaño de los dispositivos, a veces resulta complicado navegar una página en un espacio tan pequeño como puede ser el caso del iPhone o los celulares; por esto, nada mejor que tener una versión especial para estos dispositivos. Por cierto, este blog tiene su versión para iPhone.
7. Retroalimentación, siempre es importante saber lo que la gente opina de nuestro sitio y recibir cualquier sugerencia o queja, para ello no sólo basta con proporcionarle al usuario un formulario, es importante una sección especial donde sea posible dejar los comentarios y que además tenga la respuesta de los bibliotecarios o los responsables del sitio web. ¿Qué mejor manera de conocer las inquietudes de los que visitan nuestra página y, al mismo tiempo, de que el usuario se de cuenta que su solicitud está siendo leída y tomada en cuenta?
8. Redundancia, aunque a nosotros nos pueda parecer un sitio de fácil navegación, convendría ver a un usuario navegando en nuestro sitio, lo que a nosotros puede parecernos sencillo puede no serlo para ellos, por ejemplo, el lenguaje de nuestro sitio puede estar confundiendo, pensemos en términos que a nosotros nos parecen lugares comunes: servicio de referencia, web 2.0, servicio de alerta… ¿el usuario realmente sabe de lo que estamos hablando?
9. Estadísticas, no sólo basta tener la página de la biblioteca, también es importante saber quiénes están visitando el sitio, y buscando qué información. Esto nos dará una idea muy cercana de si el usuario está encontrando la información, qué es lo que más visitas tiene y si es necesario darle más espacio a determinada sección.
10. Una forma fácil para pedir ayuda, formularios que el usuario pueda llenar fácilmente para buscar información específica.
El resumen aquí es que si una página web luce mal o su navegación no es sencilla, está mandando el mensaje de que la biblioteca está mal y la organización de sus materiales no es sencilla, en este punto se me ocurren un par de ejemplos en México que caen en página web característica de los años 90 con código HTML estático y sin la utilización de herramientas 2.0 como es el caso de twitter o MetaLib y que, por si fuera poco, no están actualizadas. Por ello, vale la pena tomarnos el tiempo y revisar una vez más como luce nuestro sitio web y valorar si realmente está siendo útil a nuestros usuarios.
Anotación relacionada: Web de bibliotecas: la información esencial.
Interesante información, pero me parece que ahora para los bibliotecarios (biblioinformáticos o infotecarios) es más importante el uso del software que la colección de libros en sí.
No se ofendan, pero también le dan más importancia al sistema, que parece que el bibliotecario ya no es necesario. Y no lo es en realidad para los sistemas; quzás estos sean el principio del fin del oficio del bibliotecario.
Saludos
Ricardo
Creo que has perdido de vista que nuestra función es la información/usuario y que por información entendemos mucho más que la colección de libros, así que si hoy en día un bibliotecario se preocupara sólo por los libros estaría viviendo en la época medieval; las necesidades de información actuales van mucho más allá de tener una “colección de libros” bien organizada en un anaquel.
Te recuerdo también que el sistema o el software no es algo reciente, no estamos hablando de sistema desde hace dos años, los bibliotecarios utilizamos OPACs y bases de datos desde hace al menos más de 20 años… y hasta la fecha no hemos desaparecido, quizá nos ha costado un poco de trabajo y vamos algo lento, pero yo, más que nada veo una adaptación a las necesidades de información actuales.
Creo que si hablamos respecto a sí el bibliotecario va o no a desaparecer o ser sustituido por los sistemas, es tan ocioso y pretencioso como hablar de la desaparición del libro, son temas ya muy viejos y desgastados que sólo nos hacen perder de vista las necesidades de información actuales.
Saludos
Veronica
Coincido completamente con Ricardo en lo interesante y útil que es esta información. Pero estoy en total desacuerdo en la parte donde dice que para los bibliotecarios (biblioinformáticos o infotecarios) es más importante el uso del software que la colección de libros en sí. No creo que esa sea nuestra realidad ni la intención de la formación bibliotecaria. Pero lo que sí creo es que el bibliotecario promedio se ha quedado atrás en lo que respecta al aprendizaje de tecnologías y software aplicados al tratamiento y manejo de información, sobre todo porque ahora mucha de esa información ha dejado de estar plasmada sólo en libros y revistas analógicas, al tiempo que ha migrado a una gama de soportes como son los electrónicos y los digitales. Así que no creo que la labor consista en desplazar la figura del bibliotecario sino la de adecuarla y contextualizarla para que pueda seguir acercando el mayor número de información y conocimiento a sus usuarios. Por tal razón le auguro al bibliotecario una larga vida, pero con la inevitable condición de que se actualice y esté al tanto de las últimas novedades en su gremio.
Un saludo, Vero.
Juan
Coincido contigo, y la esencia de mi comentario es más o menos lo mismo que tú dices. Cierto, vamos lento en la educación de nuevas tecnologías y quizá muchos colegas estén quedando un tanto desactualizados, pero de ahí a pensar que seremos sustituídos y que lo importante de nuestra profesión es sólo el sistema se convierte en una afirmación sin mucho conocimiento de la labor bibliotecaria.
Saludos
Veronica