En septiembre de 2017, México fue sacudido por dos sismos (7 y 19 de septiembre, con intensidades 8.2 y 7.1, respectivamente) que volvieron a cimbrar no sólo la tierra, sino las emociones, los sentimientos y las conciencias, pues nos dimos cuenta que a 32 años de distancia de una tragedia de igual magnitud, quizá el aprendizaje había sido escaso o nulo.
La sociedad civil, al igual que lo hizo 32 años atrás, salió a las calles para ofrecer “una mano”, varias manos para ayudar y formar brigadas desde distintos frentes. La cultura no estuvo ajena, pues demás de que se necesitaron manos para sacar a la gente de los escombros, manos para ofrecer comida y cobijo, las palabras y la cultura también son necesarias para acompañar en momentos como éste. De esta manera, se formaron campañas de donación de libros y brigadas de mediadores de lectura para ir a los distintos lugares afectados a “acompañar”, Topos LIJ e Historias que Abrazan son sólo dos de los muchos ejemplos dedicados a estas tareas.
Se detectó, sin embargo, que a veces la ayuda no puede llegar adecuadamente si no existe organización y un protocolo para intervención cultural en situaciones de emergencia. Por ello, a poco más de un año de los sismos del 7 y 19 de septiembre, se publicó el libro La fuerza de las palabras. Protocolo para una intervención cultural en situaciones de emergencia, un libro que la Secretaría de Cultura y el CERLALC han estado elaborando tomando como base las experiencias del año anterior y teniendo como premisa la organización para intervenir culturalmente en medio del caos y la disrupción, pero además teniendo presente que el derecho a la cultura es esencial en situaciones de emergencia.
Para los que se preguntan, ¿en medio del caos y destrucción vale la pena hacer una intervención cultural? Marianne Ponsford, directora del CERLALC, apunta:
La lectura es la tercera pata del trípode, sin esa pata el trípode se cae.
En este libro encontraremos no sólo el por qué es esencial la cultura en situaciones de emergencia, sino también el cómo hacer que llegué desde las instituciones y también desde la sociedad civil, pero también ofrece “herramientas para entender cuándo debamos actuar y cuándo debemos replegarnos”. Por ejemplo, qué hacer, cuándo actuar, quiénes pueden participar, qué hacer fase por fase, la ética del mediador y, desde luego, una guía de autocuidado para que el mediador evalue si está en condición física y emocional para apoyar, y evalue también si no corre riesgos antes, durante y después de su intervención, algo que no puede obviarse en situaciones de emergencia.
Esta guía pretende además ser un protocolo útil para el panorama mexicano, pero también para el resto de América Latina pues, como bien señala Marina Núñez, “el sentido de la emergencia es algo común en el mapa latinoamericano”, de ahí la intervención del CERLALC a petición de la SC para que apoyara en elaboración de este manual, el que además busca estar acorde con el Plan DN-III-E con el que el gobierno de México atiende a la población en zonas de desastre
Un dato interesante de este documento previo a su publicación, la tormenta 19-E azotó el Estado de Sinaloa afectando a varios municipios; por lo que el protocolo se compartió con el Gobierno del Estado para que lo implementara por vez primera y a manera de prueba piloto que se adaptó sobre la marcha para las necesidades específicas de la emergencia en Sinaloa.
La fuerza de las palabras está disponible para descarga gratuita en la página del CERLALC, y también a través de la plataforma Libros México de la Secretaría de Cultura, la versión impresa estará disponible de forma gratuita en Librerías Educal. Por último, en el conversatorio realizado en la Biblioteca Vasconcelos el jueves pasado, el protocolo tendrá una versión regional para toda América Latina y, posiblemente, una traducción al inglés para entregarlo a la oficina de Prevención de Riesgos y Desastres de Naciones Unidas.
Ficha
Título: La fuerza de las palabras. Protocolo para una intervención cultural en situaciones de emergencia
Autoras: Mariana Schmidt y Mónica Zárate
Pie de Imprenta: México : CERLALC ; Secretaría de Cultura, 2018.
El día que llegué al albergue, sabía que no podía estar sólo de brazos cruzados, y cuando se presentó la oportunidad de servir no lo dude, y gracias a ello este Protocolo junto con la experiencia de mis demas compañeros se hizo realidad.