Ahora que estamos ya a menos de una semana para las elecciones de México, parece que esos libros que nos hacen (me hacen) pensar al país van cayendo sin que yo lo planee. En esta ocasión, en lugar de viajar a un futuro distópico nada deseable para México como fue el caso de la extraordinaria novela Mexicoland, viajé al pasado con De Drácula a Madero: viaje todo incluido a la Decena Trágica de Mónica B. Brozon, una especie de novela histórica con toques de ciencia ficción y mucho humor, publicada originalmente por Ediciones B en 2010 (supongo que como parte de las celebraciones del Centenario de la Revolución Mexicana) y que ahora llega de la mano de Castillo creo yo en un momento inmejorable.
Cuando Gonzalo compró una antigua máquina de escribir, lo hizo con la certeza de que Bram Stoker había creado en ella su máxima obra Drácula. Emocionado por su adquisición, decide invocar al famoso escritor irlandés en una sesión espiritista a la que invita a sus amigos Juan Pablo y Marisol. Con esceptisismo y entusiasmo, los jóvenes inician el ritual que tendrá un final inesperado: los protagonistas amanecerán en una ciudad en guerra, durante el preámbulo de la Decena Trágica.
A primera vista De Drácula a Madero: viaje todo incluido a la Decena Trágica puede parecer simplemente una lectura entretenida; sin embargo, Mónica Brozon ha hecho un magnífico trabajo de investigación por uno de los pasajes más sanguinarios de la historia de nuestro país, lo que le permite ir hilando de forma magistral la ficción con la historia y el humor para darnos al final una obra, sí, muy entretenida, pero también una forma muy original de invitarnos a conocer México durante la segunda década del siglo XX sin sentir que nos están dando una lección de historia, aunque nos la estén dando. Este libro es una muestra de que se puede aprender sobre la historia de nuestro país de forma amena e incluso, dejarte con ganas de seguir investigando más sobre un periodo determinado.
Todo en De Drácula a Madero es natural, resulta impresionante la forma en que Brozon nos va adentrando en la historia, las calles, las costumbres, los diálogos, la visión de aquel México de 1913, todo ello sin perder de vista a los personajes y todas las viscicitudes que tienen que pasar para regresar al México actual. Y ya que estamos en los personajes, no puedo dejar de mencionar que están muy bien delineados y podemos ver cómo van madurando, en especial Marisol, quien en un inicio podría parecer el típico cliché de niña tonta, pero conforme avanza la historia va tomando un papel más activo.
Esta obra inmediatamente me remitió a Tinta y ceniza, otra novela histórica juvenil que leí hace casi un año y en donde todo parecía forzado. Sí, ya sé que las comparaciones no son buenas, pero en De Drácula a Madero todo fluye y Mónica Brozón ha sabido colocar cada uno de los aspectos de esta historia en su justo lugar.
Me gustan las licencias drámáticas que la propia Brozon, al final de la historia, admite que se tomó, por ejemplo, la “justicia poética” para el destino de Madero (y no digo más). Pero esta licencia poética da también para reflexionar “qué hubiera ocurrido si…” ¿sería México distinto? Y es precisamente en este punto donde vuelvo a aquello de los libros que nos hacen (me hacen) pensar al país, como lo dice Brozon:
No podemos viajar al pasado para cambiar la historia. Pero sí podemos estudiarlo para no cometer los mismos errores. Creo que el país lo necesita y lo merece.
Y este libro es sin quererlo eso, una forma de acercarnos a la historia y pensar al país; pero también es un libro que te deja con muchas ganas de seguir indagando sobre un periodo histórico tan sanguinario como lo fue la Decena Trágica y, quién sabe, de ahí saltar a conocer otros periodos históricos que conformaron a nuestro país y que nos hacen entenderlo un poco más. Bien vale la pena esta lectura previa y posterior al 1 de julio.
Ficha técnica
Título: De Drácula a Madero: viaje todo incluido a la Decena Trágica
Autora: Mónica B. Brozon
Pie de Imprenta: México : Castillo, 2017.
ISBN: 9786076217658
Calificación: *****
Con tus reseñas se antoja más leer los libros Vero. Este le encantaría a Abelardo porque el ha estudiado mucho La decena Trágica!
Me gustó el libro, pero es muy corto y yo suelo leer de 800 páginas mas o menos
La longitud, creo yo, no debe ser un pero para un libro o definir novelas por longitud, sino por historia, reto y lo que nos pueda mover.
Me alegra que te haya gustado.