Cuando hablamos de biblioteca pública a menudo nos gusta ensalzarla y casi decir que es la salvadora del mundo. Pero como ya lo he mencionado en otras ocasiones, a veces tenemos poco claro cuál es su labor, de qué forma exactamente va a salvar el mundo y desconocemos qué usos se le está dando a la biblioteca. Sí, nos quedamos en la punta del iceberg hablando sólo de los libros de la biblioteca.
Afortunadamente, y como ya lo mencionaba al final del post anterior a pesar de nosotros (los bibliotecarios), son los usuarios quienes vienen a salvar el día y al apropiarse de la biblioteca pública nos muestran que ésta es mucho más que un espacio con libros y la usan de formas que ni nosotros (los bibliotecarios y “expertos” en información, claro) lo hubiéramos imaginado.
El ejemplo más reciente de formas de apropiarse de la biblioteca pública es el que me encuentro hoy. Una usuaria, @fanysitaa, dejó 30 bolsas de Totis (frituras) en distintos estantes de la Biblioteca Vasconcelos y compartió en twitter las pistas para encontrar el tesoro.
Hoy escondí 30 bolsas de Totis en la biblioteca Vasconcelos.
Aquí las pistas para encontrarlos. pic.twitter.com/amTwSkneT6— Natividad (@Fanysitaa) September 7, 2017
Mis favoritos:
- 14. Todos los Totis flotan
- 15. Totis para uno y uno para Totis
Estos Totis nos recuerdan que el amor es una enfermedad en un mundo en que lo único natural es el odio.
Gracias, @Fanysitaa pic.twitter.com/v59lSktEU2— Kukulcán (@TrianaNoSoy) September 7, 2017
Sin duda, un gran regalo de usuario a usuario de biblioteca. Y quizá lo que más me gustó es que los propios bibliotecarios le entraron al juego, reto.
¡Team Vasconcelos encontró unos! 🙂 pic.twitter.com/UmwxWWLQcx
— Pedra (@debrafig) September 8, 2017
En diciembre pasado @teabitique realizó un ejercicio similar dejando testigos por toda la biblioteca, cómo, realizó 180 dibujos y compartió 34 recetas que fue dejando entre las páginas de los libros de la biblioteca, sí, también la Vasconcelos. La idea es que cada que un usuario diera con una receta o un dibujo lo posteara en su cuenta de twitter con el Hashtag #loencontreBV. Se han encontrado algunos y supongo que cada cierto tiempo algunos usuarios se estarán encontrando estas sorpresas.
Me da mucha curiosidad qué lleva a los usuarios a tener estos gestos con otros usuarios y a utilizar la biblioteca como intermediaria. Sin duda un ejercicio que valdría la pena investigar.
Otras formas de apropiarse de la biblioteca pública
Otro ejemplo de apropiarse de la biblioteca pública, la Vasconcelos también, son todos aquellos jóvenes que montan sus coreografías en las puertas de cristal que dan hacia los jardines de la biblioteca. Cuenta la historia que las puertas fueron pensadas como eso, puertas para dar acceso a los jardines de la biblioteca. Los que planificaron el recinto, seguramente el propio Kalach incluido, hablaban de un arca del saber, con estantería colgante y libros, libros por todos lados, que está bien, me gusta la idea. Pero jamás imaginaron que los chicos y chicas verían en las puertas de cristal espejos donde reflejarse mientras ensayan sus bailes y así es como poco a poco la biblioteca se fue llenando de adolescentes que todos los días van a bailar. La biblioteca está cubriendo una necesidad de espacio para los jóvenes.
Los que se duermen son otros que ven a la biblioteca como un espacio para estar y la biblioteca, aunque no guste a muchos, cubre esa necesidad en una ciudad tan compleja que pocas veces da oportunidad para el descanso.
Seguramente no faltarán los puristas (usuarios y bibliotecarios) que digan que la biblioteca no está para eso, que la biblioteca es un recinto sagrado de libros y conocimiento (les juro que, palabras más palabras menos, he leído y escuchado ese tipo de comentarios). Yo por mi parte, digo que nada mejor que una biblioteca que es moldeada por los usuarios, una biblioteca cobrando vida gracias a los usuarios que la apropian con cada visita y que esta es la razón de ser de la biblioteca pública.
Me encanto!!