Porque si la lectura de un buen libro te agarra por el pescuezo y no puedes parar, la medicina es absolutamente alienante: una vez que lees el primer libro te das cuenta de que no sabes un carajo y que tienes que leer sobre la cosa médica todos los días del resto de tus días para ser medianamente bueno como profesional. ¡Cosa más grande en la vida!
Haroldo Martínez. La paradoja de la sabiduría

Dice la RAE de la alopatía: “Terapéutica cuyos medicamentos producen en el estado sano fenómenos diferentes de los que caracterizan las enfermedades en que se emplean.”

Así es la lectura para las enfermedades del “conocimiento”, cual medicina alópata que te cura de un malestar, creando otros o desarrollando otras dolencias, en este caso, la enfermedad de seguir leyendo. Aunque no estoy tan segura de que la mejor opción sea una literatura homeópata y curarse por completo de ese mal.

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