El 12 de noviembre pasado tuve el honor de participar en el VI Encuentro de Bibliotecarios en el marco de la 35 FILIJ con la charla Biblioteca y Familia: binomio indisoluble en la promoción de las nuevas lecturas.
En esta ocasión quise centrarme en el rol social de la biblioteca y el trabajo en conjunto que debe realizar con la familia para lograr lectores, sin importar el formato en el que lean. Para ello, en esta charla abogué por la importancia de dejar de ver a la biblioteca como un espacio para guardar libros y comenzar a entenderla en tres sentidos:
- La biblioteca como un espacio: el tercer espacio, para ser más específica, donde además de libros, la gente va para estar, crear.
- La biblioteca como personas: volviendo al mismo punto de que ya no se trata sólo de libros, debemos entender que la biblioteca está moldeada por la comunidad a la que sirve y, en este sentido, la biblioteca es las personas a las que sirve.
- La biblioteca como una plataforma: las necesidades cambian y, como lo decía en el punto anterior, la comunidad y sus necesidades van moldeando la función de la biblioteca que debe convertirse en esa plataforma no sólo física, sino también tecnológica a la que la gente acuda.
La familia, por su parte, es un factor indispensable en el proceso de promoción lectora pues es el primer contacto que los niños tienen con el mundo, con la sociedad, es una microsociedad que nos enseña (bien o mal) cómo funciona el mundo, es pues el modelo a seguir; por ello es importante tener a padres convencidos de la importancia de las bibliotecas, asiduos a las bibliotecas, para así lograr que la biblioteca se convierta en algo corriente en la vida de los niños.
Les comparto la presentación y agradezco a Karen Coeman, Directora de Promoción de Literatura Infantil y Juvenil del Conaculta, por la invitación a participar en este encuentro.