Parece que últimamente el mundo del libro y la información está comenzando a plantearse seriamente respecto a su futuro: las editoriales, los escritores, los libreros, el libro y, desde luego, las bibliotecas y los bibliotecarios no podemos ser ajenos a la revolución tecnológica y el papel que nos tocará jugar en esta “nueva” marea de información y documentación. No cabe duda que las formas están cambiando y esto irremediablemente nos lleva a pensar si nuestra función también debe cambiar, es más, nos lleva a preguntarnos ¿cuál es nuestra verdadera función de cara a la sociedad? precisamente es en Nuevas tendencias bibliotecarias o las bibliotecas no son para los libros publicado en El ciudadano-bibliotecario dónde se trata este punto haciendo referencia al artículo Libraries: stop doing it by the book publicado en Timesonline”.
En breve, en el artículo de Timesonline habla de algunas reestructuraciones que el Departamento de Cultura, Medios y Deportes (DCMS) está realizando en las bibliotecas públicas británicas con el fin de dar cara a las necesidades culturales de sus comunidades y ahorrar dinero. Entre dichas reestructuraciones se destacan la de cerrar bibliotecas y reducir horarios, así como “apostar por un nuevo modelo de biblioteca” con áreas de comida, bibliotecas infantiles con áreas de juego y, desde luego, la ya infaltable sección de computadoras. Sin embargo, se menciona que algunos no están del todo convencidos de que así deban ser las bibliotecas y apuestan por el modelo tradicional de biblioteca que no puede entenderse sin la presencia de estanterías con libros.
Este sector de la comunidad piensa que la biblioteca no es simplemente un lugar de encuentro de la comunidad, consideran que se distingue por su naturaleza literaria, por la presencia del libro.
El artículo de Timesonline y la traducción en El ciudadano-bibliotecario me lleva inmediatamente a Las bibliotecas vs los Starbucks, un post que publiqué hace poco más de un mes en este blog y en el cual reflexionaba qué llevaba a la gente a preferir los Starbucks en lugar de las bibliotecas como lugares de estudio. Creo que todos/as entendemos, o al menos deberíamos entender, que no se pretende crear “bibliocafeterías” y que nuestra función no es la de ser barista, que tampoco se trata de adoptar por adoptar nuevas tecnologías; sin embargo, creo que se está haciendo cada vez más necesario entrar en consenso respecto a lo que hacemos y de qué forma apoyamos con nuestra labor a la sociedad. Definitivamente, creo que ya es tiempo de salir de esta cómoda posición y entender que la biblioteca es más que libros empolvándose en estanterías. Quizá en la Edad Media, las bibliotecas de los monasterios existían para resguardar los libros y el conocimiento; pero, como lo mencioné en Twitter seguir pensando la biblioteca sólo en función de estanterías con libros, es dejarla corta, de hecho, muy corta.
A mi me gusta pensar a la biblioteca como garante de documentación y conocimiento, pero además como el sitio al que puedes asistir para despejar la mente leyendo un buen libro, y éstos, no tienen por qué ser necesariamente impresos y en estanterías. Me gusta pensar a la biblioteca como un lugar para el ocio, la recreación y la diversión. Me gusta pensar a la biblioteca como se mencionaba en Deakialli documental hace tiempo:
…las bibliotecas públicas en Chile como mediadoras y catalizadoras de información a tiempo real de los desaparecidos en el terremoto, ofreciendo acceso a Internet a la ciudadanía para lo que necesiten?
Imaginen ¿qué habría sido de las bibliotecas chilenas si sus bibliotecarios se hubieran quedado con la idea de bibliotecas llenas de libros ? ¿Qué estarían haciendo ahora que se hace cada vez más necesario apoyar a la comunidad, que necesitan levantarse?
Por último, me gusta pensar en la biblioteca como Pilar Pacheco, colega chilena quien no está cruzada de brazos y menos en la actual situación de las bibliotecas chilenas:
… mejor pensemos en la #biblioteca sin muros.
Una vez más, GRACIAS! por traernos a la realidad noticias de “rabiosa” actualidad las cuáles nos hacne reflexionar sobbre cuál debe ser la tendencia a seguir.
Me quedo con tu reflexión y su ejemplificación en el trabajo desarrollado por los colegas chilenos de Biblioredes ¿los ciudadanos de Chile precisan ahora pasillos de estanterias con la smejores obras de la literatura universal o demandan INFORMACIÓN, en cualquier soporte y formato, además de espacios de encuentro (en cualquier soporte) donde comunicarse e informarse?
Hola Catuxa
Gracias por tu comentario, yo creo que más que reflexionar en tendendias, debemos reflexionar qué queremos de nuestra profesión, hacia dónde vamos y cómo estamos aportando a la comunidad que servimos.
Sin duda, los colegas chilenos ahora son el mejor ejemplo a seguir, supieron dar respuesta inmediata y no se sentaron a preguntarse qué harían sin todos esos libros y espacios físicos perdidos.
Saludos