Con gran beneplácito recibo en mi correo la noticia de que ha sido prohibida la entrada de Macmillan a DBW 2020 en respuesta al embargo a las bibliotecas. En el comunicado señalan:
Ante la falta de respeto sin precedentes y fundamento que ha mostrado Macmillan hacia las bibliotecas públicas, hemos prohibido la entrada de sus empleados a Digital Book World hasta nuevo aviso.
Pero vayamos por partes, ¿qué es DBW y por qué es bienvenida esta decisión?
DBW o Digital Book World es uno de los espacios más prestigiados en el que se dan cita los diferentes actores del mundo de la edición para discutir todo lo relativo a la edición digital. La próxima reunión se realizará del 14 al 16 de septiembre.
Desde que llegaron los libros electrónicos a nuestras vidas, las bibliotecas y los bibliotecarios hemos realizado grandes esfuerzos para permitir a los usuarios el acceso a estos contenidos; desde luego, no ha sido una tarea sencilla, pero uno de los principales retos a los que nos hemos tenido que enfrentar son todas las restricciones que las editoriales y distribuidores nos imponen para que podamos ofrecer ese acceso: licencias de uso, periodos de embargo, costos más altos que al lector final, materiales en exclusividad a los que no es posible acceder. Todo lo anterior en el entendido (de las editoriales) de que están perdiendo dinero al permitir que un libro electrónico esté disponible en una biblioteca.
El 2019 fue, sin duda, uno de los años más difíciles para las bibliotecas en este sentido, en este blog pueden ver varias notas que he estado documentado sobre este tema. Los bibliotecarios y las asociaciones bibliotecarias unen fuerzas para no permitir o al menos tratar de negociar estas restricciones absurdas, en específico para las restricciones que Macmillan ha venido imponiendo, la ALA lanzó la campaña #eBooksforAll de la que también les platiqué en este blog. Sin embargo, las editoriales (especialmente los grandes grupos editoriales como Macmillan, Penguin Random House, Hachette, HarperCollins y Simon and Schuster) nos ponen el camino cada vez más difícil y poco se ha podido hacer.
Por ello nunca vienen mal los aliados que hagan contrapeso. Hace algunos días mientras me enteraba que Penguin Random House había decidido retirar todos sus títulos de Storytel (plataforma de audiolibros, no biblioteca), reflexionaba en twitter que los escritores harían mucho por las bibliotecas si decidieran no publicar en estos sellos editoriales.
Neil Gaiman ya lo ha planteado también y creo que es momento de considerarlo seriamente.
Pensémoslo de esta manera, la Red de Bibliotecas Públicas de la DGB tiene más de 7 mil bibliotecas en todo el país. El sistema de Bibliotecas de la UNAM (bibliotecas académicas) tiene más de 130. Pero además existen las bibliotecas escolares y otros centros documentales regados por todo el país. Para un autor no hay mejor ventana de exposición que una biblioteca, si una editorial no le facilita a la biblioteca ofrecer acceso al libro de determinado autor, le está quitando una gran oportunidad de exposición, además de estar perdiendo dinero. Por otro lado, recordemos que un libro que llega a la biblioteca tiene mayores probabilidades de ser adquirido por sus usuarios. Esto es algo que ya se ha planteado en varios estudios y conferencias, incluido DBW.
Los mismos usuarios de las bibliotecas y otros actores en el mundo del libro también pueden ser nuestros aliados antes esta problemática. Por ello, la decisión de Digital Book World de prohibir el acceso a los empeados de Macmillan y su sellos es tan relevante. Además sienta un precedente importante que las editoriales no pueden minimizar. En el comunicado Bradley Metrock, CEO de Score Publishing y la cara detrás de DBW, señala que esta situación puede durar días o 50 años y que están en todo su derecho de prohibir la entrada a los empleados de Macmillan hasta que cumpla con las solicitudes de la ALA.
El 11 de octubre pasado se llevó a cabo en la Biblioteca de la Escuela Superior de Comercio y Administración del IPN el taller “Agenda 2030, bibliotecas y la nueva sociedad Red“, organizado por la Asociación Mexicana de Bibliotecarios (AMBAC) e impartido por la gran Lourdes Feria e Iván Urbina. Este taller tuvo como propósito darnos a conocer el contexto de la Agenda 2030 de Naciones Unidas y la forma en que las bibliotecas de todo tipo pueden incidir en el logro de los 17 objetivos y de las 169 metas de desarrollo propuestas por dicha agenda.
Pero además de darnos a conocer de qué va la Agenda 2030, este taller también buscó que los asistentes compartiéramos las distintas experiencias que las bibliotecas mexicanas están teniendo y la forma en que éstas impactan en los 17 objetivos. Recordemos que en agosto de 2017 les anunciaba en este blog el lanzamiento del Library Map of the World de la IFLA, una página web que recoge a nivel mundial las distintas experiencias bibliotecarias que impactan en la Agenda 2030; sin embargo, a dos años de distancia México aún no contaba con experiencias y, en este sentido es que el taller buscó identificar aquellas historias que pudieran integrarse en el Mapa de la IFLA.
Se ha dicho hasta el cansancio, y todos siempre hemos estamos de acuerdo, que las bibliotecas tienen un importante papel en el desarrollo de las comunidades. De hecho, es un discurso muy común desde que estudiamos la carrera; sin embargo, a veces cuesta trabajo aterrizar con ejemplos lo que se da por hecho e incluso aún nos encontramos a quienes insisten en limitarla a los libros y la lectura (algunos, incluso toman decisiones en este entendido). Por ello, este taller resultó interesante, pues no sólo hizo visibles algunos esfuerzos que distintas bibliotecas y bibliotecarios están haciendo en pro de sus comunidades, sino que también nos ayudó a darnos cuenta que las bibliotecas, efectivamente, pueden jugar un papel importante en el logro de los ODS y en el desarrollo de sus comunidades (con o sin Agenda 2030, con o sin Objetivos del Milenio -el antecedente de los ODS-).
Un último objetivo de este taller fue identificar de entre estas experiencias, las más valiosas para integrarlas a México en el Library Map of the World de la IFLA. De esta manera, en el marco de la 33 Feria Internacional del Libro de Guadalajara se presentó Bibliotecas 2030 MX: historias detrás de las historias, un cuaderno de acceso gratuito que recoge varias de las experiencias del taller, algunas de ellas se integrarán posteriormente al mapa de la IFLA.
Sirva pues, este primer post del año para dar a conocer estas experiencias y proponernos ser partícipes de más experiencias que valga la pena publicar en el mapa de la IFLA.
Pues ya sólo me resta desearles un 2020 muy lleno de quehacer bibliotecario que redunde en incremento de colecciones, usuarios, credencialización y actividades en pro de las comunidades.
Diciembre se acerca a su fin, y con ello también llega el final de un año vertiginoso, complejo y que no dio tregua, un año difícil; menos en la lectura que se convirtió a ratos en mi salvación y catarsis. Un año lleno de ensayo, novela, literatura infantil y juvenil, biografía y escritoras, porque vale la pena mencionar que me dio mucho gusto encontrar entre un favorito y otro a tantas escritoras, estoy segura que con unos 100 días extras a este 2019 habría agregado a varias escritoras más de los libros que aún no finalizo en un año que ya casi se va.
Sin orden particular, porque a todos los considero grandes libros, aquí va mi muy nutrido top ten de lecturas 2019, que como en Los tres mosqueteros que no eran tres sino cuatro, este top ten no es de diez sino de nueve, pero nueve que valen por diez. Así que, como les decía, va lo mejor de 2019:
Título: Su cuerpo dejarán Autora: Alejandra Eme Vázquez Pie de imprenta: México : Enjambre Literario : El Periódico de las Señoras, 2019. ISBN: 978-84-948229-6-4 Premio Dolores Castro 2018
Este libro descorre un velo: deconstruye la endoclturización y hace evidentes las dinámicas perversas que invisibilizan el trabajo de cuidados y que lo vuelven algo explotadoramente familiar. Devela a los Tíos Jubilados que no cuidan a su madre anciana y que normalizan que ella los siga cuidando. Sin embargo, no lo hace confrontando, sino con amor, porque este es un libro de amor a la Abuela… La Autora fue capaz de compartir no sólo la forma en que construyó el libro, de manera personal y entrañable, sino que trasciende lo políticamente correcto; muestra y se ríe de sus propios prejuicios y miedos: el miedo a envejecer, a las ollas de presión y las dentaduras postizas.
– Lauri Cristina García Dueñas
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Un ensayo como pocos sobre el cuidado doméstico… aunque, ahora que lo pienso quizá sea el único en abordar esta temática. Todo lo que tenemos (si me equivoco, corríjanme) son estadísticas, estudios que nos hablan del envejecimiento y los problemas que nos planteará en un futuro que cada vez se ve más cercano. Alejandra Eme Vázquez nos brinda un gran ensayo en el que, desde su papel de cuidadora, reflexiona sobre las implicaciones sociales, culturales y económicas de quienes cuidan a ese ser cercano, pero también de los altibajos a los que se enfrentan quienes han asumido este rol. Un trabajo que, al insertarse en el ámbito de lo doméstico, siempre queda velado en el rincón del deber, del hacer por gusto, porque “te amo”. Un trabajo invisible que muchas personas (mujeres en su abrumadora mayoría) encaran todos los días.
Es una reflexión cercana, entrañable, personalísima, amorosa y sí, muy dolorosa a ratos, un libro que se puede leer una, dos, tres, muchas veces y siempre dejará pensando en quiénes cuidan o hemos cuidado; en quiénes nos cuidarán y cómo lo harán; en hacerte viejo y dejarte cuidar, si es que corres con la suerte de tener alguien quién te cuide; en dejar de pensarlo en un ambiente doméstico de obligación por amor, por responsabilidad, porque te toca.
Un libro en el que muchas de nosotras nos reconoceremos y diremos: yo también le tengo terror a las ollas de presión, yo también tengo pánico a envejecer, a enfermar, a tener que ser cuidada y que el trabajo de quien me cuide quede velado por esta obligación de lo doméstico.
Título: Nunca jamás Autora: Carola Martínez Arroyo Pie de Imprenta: Buenos Aires, Argentina : Norma, 2019. Colección: Zona Libre ISBN: 978-987-545-828-4
Nunca me pasó nada malo.
Nunca me rompí un hueso ni me operaron el apéndice, no me lastimé, no repetí un grado, no se separaron mis papás, no pasé hambre, no me tuve que mudar y dejar a mis amigos. No me rompieron la nariz en una pelea.
Durante trece años no me pasó nada y de repente mi mamá se murió.
Se murió.
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Un libro que nos habla de la vida misma y también de la muerte, de sanar el alma y aprender a vivir con las ausencias, aunque eso a ratos provoque cierta culpa en quienes siguen a pesar del dolor. Sin embargo, no es una historia condescendiente con final feliz, no es un libro aleccionador, ni tampoco es una receta de cocina para que ayuda a los niños que han perdido a alguien. No, Nunca jamás es un continuar aunque no se sepa cómo, como ocurre en la realidad, es acompañar a Fiore en su duelo y desear que esté bien.
La voz de la protagonista es auténtica e irla conociendo es un disfrute, aunque a ratos te saque unas o varias lágrimas. La incorporación de extractos de Peter Pan de J. M Barrie no sólo es atinada, sino que da sentido a la obra.
Título: La enfermedad y sus metáforas Autora: Susan Sontag Pie de imprenta: Barcelona, España : Penguin Random House, 2011. Formato: electrónico. ISBN: 978-84-9989- 622-9
Susan Sontag escribió La enfermedad y sus metáforas en 1978, mientras se trataba de un cáncer. En el libro quiso demostrar cómo los mitos acerca de algunas enfermedades, en especial del cáncer, añaden más dolor al sufrimiento de los pacientes y a menudo los cohíben en la búsqueda de tratamiento adecuado.
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Este libro no se trata de una investigación sobre los últimos descubrimientos en torno a la enfermedad, tampoco es una explicación del por qué o el cómo del cáncer y mucho menos es un libro de autoayuda para superar la enfermedad a través de la meditación, la buena alimentación, el bienestar, el amor, el pensar positivo y el “echarle ganitas” como tantos libros hay sobre el tema. No, La enfermedad y sus metáforas es un acercamiento al cáncer desde una visión muy personal de una escritora que vivió en carne propia este padecimiento y quien, como tantos enfermos de cáncer, se tiene que enfrentar no sólo al dolor físico, sino también a todos esos mitos, miradas reprobadoras, compasión y quizá alejamiento que envuelven a la enfermedad.
Aunque es un ensayo con más de 40 años de haber sido escrito sigue siendo actual, abrumadoramente actual en cuanto a las visiones y mitos en torno a la enfermedad; porque si bien es cierto que el cáncer ya no es necesariamente una sentencia de muerte, no deja de ser un mal aterrador al que se le achacan muchos mitos, entre ellos la culpa, “tú tienes la culpa de haberte enfermado”. Así que nadie con más autoridad que una escritora para tratar de tirar todos estos mitos y devolverle a la enfermedad esa característica humana alejada de misticismos que tanto daño hacen al enfermo, sin importar si es una persona buena o mala (lo que sea que eso signifique), positiva, negativa, que come carne o es vegana, que sufre o es feliz, que guarda resentimientos o que confronta.
Título: Entre los rotos Autora: Alaíde Ventura Medina Pie de imprenta: Ciudad de México : Penguin Random House, 2019. ISBN: 978-607-318-615-5 Formato: Kindle Edition Premio Mauricio Achar – Literatura Random House 2019
Una joven encuentra la colección de fotos de su hermano menor. No entiende por qué Julián decidió conservar esas imágenes. No retratan momentos particularmente alegres, por el contrario, casi todas pueden verse como la antesala de una catástrofe doméstica. Pensándolo bien, eso fue su infancia en Veracruz: la antesala y las secuelas de una catástrofe continua, la construcción minuciosa de las ruinas que son ella, su hermano y su madre. Su padre, un hombre imprevisible y violento, los lastimaba a la más arbitraria provocación. Julián, sin embargo, siempre se llevó la peor parte, por lo que encierto momento, alzó una muralla de silencio para protegerse a sí mismo. Pero el silencio tiene la capacidad de contaminarlo todo con su propia forma de violencia.
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Una historia que es como ir recogiendo los pedazos de una taza que se ha roto (o, mejor dicho, que han lanzado de forma violenta hasta dejarla hecha añicos), juntar sus piezas poco a poco para rearmarla con grietas y fragilidad. Alaíde Ventura nos narra de forma magistral una historia de violencias, de familia, de dolor, de complicidades rotas, de traición, aunque esa traición sea la única forma de autopreservación.
Una historia dura, que llega de lleno y golpea fuerte. Es estremecedora y no necesitas identificarte con los personajes para que te deje un poquito rota. Lo cual no es malo, si una historia no te conmueve, entonces qué caso tiene seguir leyendo. Da gusto y se agradecen mucho estas historias tan complejas, tan fuertes, tan desgarradoras.
Título: Los rojos camaradas Autora: Ana Romero Ilustradora: Natalia Gurovich Narrador: Federico Ordás Pie de Imprenta: México : Storyside : SM, 2017. Formato: Audiolibro y Edición electrónica ISBN: 9786072418554 / 9789177913436
El abuelo Tomatías falleció. Todos están muy tristes pero Lobo menos que todos porque antes de morir, su abuelo le enseñó a buscar los rastros de los que se van. Ahora Lobo y su hermana menor seguirán el rastro de Tomatías hasta encontrarlo en la cosa más maravillosa del mundo.
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He leído Los rojos camaradas unas cuatro veces este año, en audiolibro y en electrónico, y no me canso, y sí, en todas termino llorando. No deja de fascinarme lo hermosa, lo triste y sabia que es cada página de este libro. Cómo se pueden decir tantas cosas y tan profundas en tan pocas páginas, cómo se logra ser tan cercano, cómo se puede hablar de muerte y sanar de forma tan entrañable. Sin duda, los que nunca se han acercado a la literatura infantil, deberían conocer este libro para darse cuenta lo mucho y lo bien que se puede contar desde esta etiqueta poco favorecedora de “infantil”. Quisiera poder decir más, algo que de cuenta de lo hermosa y valiosa que es esta historia, pero creo que vale la pena quedarnos con el “lo he leído unas cuatro veces”.
Título: Me acuerdo Autor: Joe Brainard Pie de imprenta: España : Sexto Piso, 2009. ISBN: 8496867455
Joe Brainard era tan polifacético que él mismo parecía uno de sus propios collages. Más conocido como artista que como escritor, su inclasificable libro Me acuerdo se consideró una obra excepcional desde su irrupción en 1970 en el panorama literario de Estados Unidos. Su impacto fue tal que, años después, Georges Perec escribió su Je me souviens bajo el modelo de Brainard, y se lo dedicó a éste. La fórmula es tan simple que escritores como Ron Padgett, poeta y gran amigo de Brainard, se preguntaron: «¿Por qué no se nos habrá ocurrido a nosotros una idea tan elemental?». Su original forma, basada en una repetición casi de mantra, recoge más de mil evocaciones que empiezan con las palabras «Me acuerdo». Se trata de frases, en su mayoría breves, que activan un resorte en la mente al rescatar imágenes con las que han crecido varias generaciones de todo el mundo. Una entrañable mirada a lo más íntimo de la vida de Brainard y un retrato de la cultura y del imaginario popular del Estados Unidos de los cuarenta y los cincuenta.
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Me acuerdo que este libro me lo prestó Rafa después de un taller de escritura. Me acuerdo que estaba al borde de las lágrimas como he estado casi todo el año. Me acuerdo que comenzar a escribir con la premisa me acuerdo, resultó muy prolífico, dudo que haya sido tan fascinante como Brainard, pero sí muy inspirador.
Y sí, Me acuerdo es una obra excepcional en la que el autor nos permite conocerlo de a poco, pero también es conocer un poco del momento histórico que le toco vivir, de las costumbres, de los modos de ser, de la vida. Cuando lo terminas entiendes por qué otros escritores han seguido sus mismos pasos y se han reconstruído a través de acordarse, a través de compartirnos su baúl de recuerdos.
Me acuerdo es divertido, es profundo, es revelador, es cercano, todo a partes iguales. Es un libro maravilloso.
Título: Los desaparecidos de Clarodeluna (La Pasaespejos # 2) Autora: Christelle Dabos Pie de Imprenta: Colombia : Panamericana, 2018. ISBN: 9583056928 Premio Concours du premier roman Jeunesse 2012
Ophélie ha sido nombrada vicecuentista, y así descubre los odios y los complots que se tejen bajo los techos dorados de la Citacielo. En unas circunstancias cada vez más peligrosas, ¿podrá contar solo con Thorn, su enigmático prometido? ¿Qué significan las misteriosas desapariciones de personalidades influyentes de la corte? Sin quererlo, Ophélie se ve involucrada en una investigación que la llevará más allá de las ilusiones del Polo, en medio de una temible verdad. Ganadora del Concours du premier roman Jeunesse, organizado por Gallimard Jeunesse, RTL y Télérama en 2012, Christelle Dabos confirma con este segundo tomo un talento fuera de lo común.
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He de confesar que tenía miedo que, después de Los novios del invierno, esta segunda parte de La Pasaespejos me decepcionara. Sin embargo, no sólo continúa de manera espectacular con la serie, sino que supera a la primera parte. Intrigas, complots, fantasía, amor a la lectura. Vamos entendiendo un poco más los por qué de muchos personajes, por ejemplo, la obsesión de Lord Farouk por la lectura del libro misterioso.
Esta segunda entrega de La Pasaespejos crece en complejidad y en intrigas, no te deja debiendo nada, más que la ansiedad por una pronta tercera entrega. Me sorprende, y no de forma grata, que esta serie no tenga mayor difusión y que sea tan poco conocida pues es una gran, gran historia.
Título: Atascado Autor e ilustrador: Shinsuke Yoshitake Pie de imprenta: España : Barbara Fiore, 2018. ISBN: 978-84-16985-02-9 Mención Especial Bologna Ragazzi Award 2017
Es la hora del baño y el pequeño protagonista decide desnudarse solo, pero la cabeza se le queda atascada en su propia camiseta. Superado el primer momento de temor, el niño imagina los desafíos que tendrá que superar: ¿Cómo podrá jugar con los demás niños? ¿Qué hará si su gato le hace cosquillas en la barriga? Menos mal que su madre llega al rescate. Pero cuando finalmente consigue quitarse la camiseta, otro peligro le asalta… ¡es hora de ponerse el pijama!
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Este libro es una verdadera delicia de ver y leer, al imaginar todas las vicisitudes a las que se tendrá que enfrentar este niño al que en un arranque de independencia se le ha quedado la playera atascada. Un libro inteligente y divertido que demuestra una vez más que la literatura infantil es todo menos infantiloide.
Un libro perfecto para un niño de 2 años, para sus padres y para cualquier lector que sepa apreciar una historia sencilla y entrañable, pero no por ello menos inteligente y bien contada.
Título: El emperador de todos los males: una biografía del cáncer Autor: Siddartha Mukherjee Pie de Imprenta: España : Taurus, 2011. ISBN: 8430606459
En 2010, siete millones de personas murieron de cáncer en todo el mundo. Con esta fría estadística Siddhartha Mukherjee, médico e investigador oncológico, arranca su amplia y absorbente biografía de una de las enfermedades más extendidas de nuestro tiempo. El emperador de todos los males es una crónica completa del cáncer desde sus orígenes hasta los modernos tratamientos quimioterapia de diversos tipos, radioterapia y cirugía, además de la prevenciónque han surgido gracias a un siglo de investigación, ensayos y pequeños avances trascendentales en muchos lugares distintos. Este libro es un repaso a la ciencia del cáncer y a la historia de los tratamientos que le han hecho frente, pero también es una reflexión sobre la enfermedad, la ética médica y las complejas y entrelazadas vidas de los oncólogos y sus pacientes. La empatía que muestra Mukherjee hacia los enfermos de cáncer y sus familias, así como hacia los médicos que muy a menudo tan pocas esperanzas les pueden ofrecer, hacen de este libro una historia llena de humanidad de una enfermedad compleja e inasible.
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Un ensayo escrito a modo de biografía sobre una enfermedad que a todos aterra. Muy bien documentado, el autor nos da un recorrido histórico desde los hallazgos de fósiles de dinosaurios con vestigios de cáncer, pasando por Galeno y las primeras mastectomías (más mutilaciones que cirugías), hasta llegar a nuestros días. Sin la ansiada cura, pero conociéndolo un poco más.
Me tomó varios meses leer este libro y me costó mucho trabajo, tanto que tuve que dejarlo en espera un par de meses. Cuando pude volver a él me resultó un libro intenso por los casos de estudio, por las metáforas (sí, esas mismas contra las que tanto luchó Susan Sontag), por las explicaciones y la información científica, que además resulta completamente accesible y comprensible para un lector sin conocimiento de medicina, biología, química y todas las disciplinas que se unen para luchar contra esta enfermedad.
Me quedo con un fragmento casi al final del libro que creo resume esta lectura: “La mejor manera de ‘ganar’ la guerra contra el cáncer consiste, quizás, en redefinir la victoria”.
Pues ya está, un muy buen año literario. Y ahora sí, felicidades a todas y todos, les deseo un gran 2020.
Hace unos días, en el marco de la 34 Feria Internacional del Libro de Guadalajara, se presentaron los resultados de la Segunda Encuesta Nacional sobre Consumo Digital y Lectura entre Jóvenes Mexicanos realizada por IBBY México en colaboración con Citibanamex y en la que tuve la enorme oportunidad de formar parte del Comité Técnico.
Esta Encuesta resulta particularmente interesante por varios motivos:
Han pasado cuatro años desde la elaboración de la primera encuesta. Cuatro años pueden parecer poco tiempo, pero en materia de creación y consumo de contenidos, y en específico, de la lectura, muchas cosas han cambiado y estamos aprendiendo a ver de manera distinta a la lectura.
Se tomaron en cuenta lecturas en formatos distintos al impreso, algo que otras encuestas siguen sin considerar, el ejemplo más destacable, los audiolibros.
Es una encuesta que nos ayuda a reflexionar la lectura de un modo distinto al tradicional.
La Encuesta contempla una muestra representativa de más de 4700 jóvenes de entre 12 y 29 años de zonas rurales, urbanas y estudiantes universitarios. Acá algunos de los resultados que considero particularmente interesantes:
El smartphone se consolida como el principal dispositivo para conectarse a internet y como dispositivo de lectura, una tendencia que vemos desde hace ya algunos años. Además el tiempo promedio destinado a internet no presentó cambios entre la encuesta de 2015 y esta segunda encuesta, 6.1 horas diarias.
El 36% de los encuestados utilizan internet para leer, lo que representó un incremento del 9% en comparación con 2015. Y quizá lo más interesante es que la mayoría de los encuestados expresó gusto por la lectura, en especial a los jóvenes de 15 a 17 años, es decir, el 78%. En este mismo orden de ideas, resulta interesante que sean los jóvenes en la Ciudad de México los que más expresan que les gusta leer. Aunque, sin duda, esto daría pie a otro estudio, sería interesante reflexionar por qué precisamente en la Ciudad de México hay un mayor gusto por la lectura. Una hipótesis que me aventura a formular es que en la CDMX hay mayor acceso a estos contenidos: más librerías, más bibliotecas públicas y universitarias, etc.
¿Y qué hay de los formatos? Aquí también encontramos cosas muy interesantes. Los resultados indican que los jóvenes prefieren el formato impreso para leer; sin embargo, la elección por el formato digital ha mostrado un crecimiento del 20%.
Al analizar más detenidamente el tema de formatos, podemos notar que una cosa es la preferencia y otra el formato en el que están leyendo. Por ejemplo, el 51% de los estudiantes universitarios prefieren leer novelas en formato impreso, frente al 39% que lo hace en formato electrónico; sin embargo, si lo comparamos con el 29% de los que preferían el formato digital en 2015, vemos que este formato ha tenido un incremento del 10% en tan solo cuatro años. Resulta particularmente interesante que para el género poesía, un género que da la impresión es poco explorado no sólo entre los jóvenes, se prefiera el formato electrónico en ambas encuestas. Aquí hay otro punto para un análisis más detenido.
El audiolibro, por su parte, tiene un modesto 16% de consumo, pero no cometamos el error de menospreciarlo. Recordemos que si bien no es un formato nuevo, en México tiene sólo un año la entrada de plataformas de suscripción a este formato. Así que, sin dudarlo, veremos en encuestas y estudios futuros que incluyan a esta forma de lectura, como el audiolibro va creciendo y consolidándose. ¿Estamos hablando de un regreso a la oralidad? ¿por qué es tan atractivo?
En esta encuesta no podemos alejarnos del fantasma de la media nacional de 3.8 libros por año, lo anterior visto de manera pesimista; sin embargo, visto de otra manera, tanto los jóvenes en zonas urbanas (4.2 libros al año; 2.5 libros por gusto y 1.7 libros por obligación), como los estudiantes universitarios (6.5 libros al año; 3.5 libros por gusto y 3 por obligación) superan la media nacional. De hecho, esta segunda encuesta demuestra que se leen diversos contenidos: noticias, artículos de blogs, post o comentarios en redes sociales, novelas, cómics, historietas, cuentos, revistas, poesías, todo lo anterior además en formato impreso y digital. Es decir, que los jóvenes están leyendo intensivamente, y leen más allá del libro impreso, aunque aseguren que prefieren este formato.
El acceso a los libros a través de la compra también muestra un incremento para el formato digital. Lo anterior es, sin duda, un llamado de atención a las editoriales y distribuidores de libros electrónicos que aseguran que los jóvenes sólo descargan versiones pirata. Así que valdría la pena que hicieran más amigable y eficiente el acceso a los contenidos digitales si quieren ver un incremento importante en las ventas en este formato.
Y como este es un blog sobre bibliotecas (además de temas relacionados con el mundo del libro), destaco el papel que éstas juegan en permitir el acceso a todos estos materiales. El 20% de los encuestados accede a los contenidos a través de las bibliotecas digitales de sus escuelas. ¡Alguien por piedad informe al genio que canceló Digitalee sobre este tema! Bibliotecarios, prestemos atención a esto, los jóvenes necesitan el acceso y somos la principal puerta de entrada a los libros.
¿Y a quiénes prestan atención los jóvenes al momento de escoger una lectura? Desde luego, padres, amigos y maestros son los principales influencers, el boca a boca no pierde vigencia ni eficacia. Resulta sorprendente, y no sé si necesariamente en un sentido positivo o negativo, que los booktubers o influencers tengan poca “influencia” cuando recomiendan libro. Aquí también urge un estudio o reflexión más atenta al papel que están jugando realmente todos estos chicos en la cadena del libro.
Por cierto, aunque los padres, amigos y maestros nos superen por mucho, los bibliotecarios no quedamos tan mal parados en la influencia que ejercemos al recomendar libros si nos comparamos con los booktubers. Así que los bibliotecarios debemos seguir leyendo y conociendo nuestros acervos, pero también debemos conocer al usuario y saber acercarnos a él/ella, ¡no todo es catalogar y clasificar!
Conclusiones
Aunque hay muchísimas cosas que me vienen a la mente con los resultados de esta Segunda Encuesta Nacional sobre Consumo Digital y Lectura entre Jóvenes Mexicanos, una cosa es muy clara: existe un imaginario sobre el libro, la lectura y los lectores, y una realidad en el comportamiento lector.
Donde los jóvenes perciben una cosa, su comportamiento lector nos indica otra más alentadora. Por ejemplo, aseguran que prefieren el formato impreso, pero se está incrementando la lectura en formato digital. La realidad está superando a la ficcióncuando hablamos de lectura. Por ello y aquí la segunda conclusión, debemos replantear a la lectura, al libro y a los lectores más allá del libro impreso. Si seguimos entendiendo a la lectura en términos de libro impreso, no vamos a alejarnos nunca de esa media tan poco esperanzadora de 3.8 (décimas más, décimas menos) libros por año.
Y ya para terminar, unas preguntas para seguir la reflexión sobre la lectura entre los jóvenes mexicanos:
¿Los jóvenes se asumen como lectores? Seguramente no.
¿Qué es lo primero que les cruza por la cabeza cuando les pregunta si les gusta leer? Muy probablemente libros, aunque estén leyendo todo el día.
¿Por qué dicen que prefieren el formato impreso, mientras un género que podríamos insertar de forma muy natural en dicho formato, se lee más en el formato digital? Aquí no puedo esbozar ninguna hipótesis.
De nuevo, ¿por qué si dicen preferir el formato impreso, se ha incrementado la compra en el formato digital?
¿Y qué pasa con la creación? ¿están creando contenidos? Desde luego que sí.
¿Qué pasa con el consumo de medios digitales distintos a la lectura que en algún momento se cruzan con ésta, como es la narrativa transmedia?
Este año se ha caracterizado por el reto constante que ha representado para las bibliotecas dar acceso a libros electrónicos, lo anterior debido principalmente a prácticas insostenibles que las editoriales y los distribuidores están imponiendo. En junio pasado Hachette Book Group anunció que partir del 1 de julio eliminaría el modelo de compra a perpetuidad para libros electrónicos y audiolibros; un mes más tarde, Overdrive anunciaba el embargo de 90 días a una selección de novedades en audiolibro que Blackstone decidió imponer en las bibliotecas.
En ambos casos, los bibliotecarios en Estados Unidos han alzado la voz. Sin embargo, esto sigue sin ser suficiente y cada vez es más preocupante el camino que quieren imponer las editoriales a las bibliotecas que buscan dar acceso a libros electrónicos y audiolibros. Por ello es necesaria una llamada de atención contundente, y eso le ha quedado muy claro a la ALA que el 9 de noviembre lanzó la campaña#eBooksForAll para denunciar y expresar su preocupación después de que Macmillan Publishers impusiera a las bibliotecas un embargo de 8 semanas después del lanzamiento del libro y lo que es peor, determinó que las bibliotecas sólo podrán adquirir una copia de cada título que se publique en formato electrónico. En el comunicado emitido por Mary Ghikas, Directora Ejecutiva de la ALA podemos leer lo siguiente (las negritas son mías):
El objetivo de la ALA es enviar un claro mensaje a John Sargent, CEO de Macmillan: el acceso a los libros electrónicos no debe ser negado o retrasado. Nuestros miembros nos dicen que los usuarios quieren una manera sencilla de unirse a este movimiento y demandar el acceso a los libros electrónicos para todos… Las bibliotecas tienen millones de aliados allá afuera y los estamos invitando a tomar acciones”.
Ni los bibliotecarios, ni las editoriales, comenzando por Macmillan, podemos ignorar esa fuerza que tienen los millones de aliados a los que se hace referencia, ya lo mencionan en la campaña #eBooksforall:
Macmillan es el único editor de las Cinco Grandes en proponer un embargo de este tipo y los lectores no se pueden permanecer callados.
La ALA y las bibliotecas en todo el país te pedimos expresar tu desacuerdo con la nueva política de Macmillan firmando la petición y diciéndole a John Sargen, el CEO de Macmillan que el acceso a los libros electrónicos no debe ser retrasado o negado. Debemos tener #eBooksforall.
#eBooksForAll
Pero así como no debemos ignorar la fuerza de los usuarios, tampoco debemos obviar el papel que los autores pueden tener en esta campaña, ellos también pueden alzar la voz en favor de las bibliotecas como ya lo ha hecho Neil Gaiman que aunque no es autor de dicha editorial, pesa mucho en el mercado. Otros se pueden sumar.
De igual forma, ni los bibliotecarios, ni las editoriales debemos ignorar el importante rol que juegan las bibliotecas en la cadena del libro. Parece absurdo que las editoriales vean a las bibliotecas como una amenaza, cuando en realidad el que una biblioteca adquiera algún título representa una gran exposición para autores y editoriales; es precisamente gracias a las bibliotecas que hay un incremento en el consumo de libros electrónicos y audiolibros. Pensemos, por ejemplo, que Overdrive, la principal plataforma a nivel mundial de préstamo de libros electrónicos para bibliotecas, en 2018 alcanzó los 274 millones de préstamos digitales.
Quizá sea también un buen momento para voltear a ver lo que se está haciendo con el movimiento de acceso abierto en el campo de las revistas académicas. Otras muchas formas podemos encontrar; sin embargo, no deja de ser preocupante lo que ocurre en el ámbito del libro electrónico en las bibliotecas. Sí quieren contribuir, pueden firmar la petición que en este momento alcanza más de 213 mil firmas. Es también buen momento para que las asociaciones bibliotecarias en nuestro país, se sienten a discutir cuál va a ser la postura frente a este tema, porque también acá debemos dar acceso a estos materiales y nos enfrentamos a los mismos problemas que en las bibliotecas de Estados Unidos.
Como cada 24 de octubre, estamos hoy celebrando el Día de la Biblioteca. El origen de esta celebración ya lo conocen, y si no lo conoce los invito a que lo revisen por acá.
Y aunque casi ya no llego al festejo, no quiero dejar pasar el día, además publiqué un tuit sobre formas de celebración que creo vale la pena desarrollar un poco más acá. Así que aquí van mis sugerencias para celebrar el Día de la Biblioteca que además bien se puede extender a los 364 días restantes del año:
Pon una credencial de biblioteca en tu vida: una premisa que ya he manejado en muchas otras ocasiones, pero que nunca perderá vigencia. El poner una credencial de biblioteca en tu vida no sólo te va a permitir llevar a casa todos y cada uno de los libros que vea en la estantería; la credencial te hace parte de la comunidad, del espacio, te da pertenencia a un lugar donde encontrarás refugio, conocimiento, lectura, etc.
Pon a un bibliotecarie en tu vida: en serio, no hay cosa mejor que conocer al bibliotecarie de tu biblioteca más cercana. No sólo te apoyará en todo lo que requieras en la biblioteca, también puedes llevarte una bonita amistad, o al menos muchas anécdotas que ni te imaginabas podían suceder en las bibliotecas.
Usa la biblioteca: y mira que el uso ni siquiera tiene que limitarse a la lectura, en el caso de que no te guste leer. Tienes un verdadero mundo de posibilidades si usas la biblioteca.
Salva un libro en la biblioteca: saca en préstamo aquellos libros que no están en tu zona de confort lector, ayuda a que la colección se mueva y así quizá rescates un libro condenado al descarte.
Dona libros a la biblioteca: obvio, no los que ya no quieres, ni los libros de texto, ni las viejas enciclopedias que te tienen estornudando todo el tiempo debido al polvo que acumulan. Piensa tu donación en función de lo que te gustaría encontrar, revisa tu biblioteca personal y seguramente encontrarás libros muy valiosos a los que ya no vas a volver. Permite y ayuda a que la biblioteca lleguen a esos libros.
Haz voluntariado en la biblioteca: sí, ya sé, el tema del voluntariado tiene sus claroscuros, pero compartir tu tiempo con lo que sabes hacer nos ayuda mucho en las bibliotecas.
Haz visible a tu biblioteca: nunca pierdas la oportunidad de difundirla, de decirle a alguien que el libro que estás leyendo lo sacaste de la biblioteca, que vas ahí cada tanto por todas las actividades, que saque su credencial, que son maravillosos los clubes de lectura, que además tiene espacio para todos. Grítalo a los cuatro vientos.
Exigele al bibliotecario: exige un servicio de calidad, dale qué hacer. No te tomes a pecho sus malas caras, si es que las encuentras porque la verdad es que cada vez hay menos bibliotecaries regañones. Exige que te proporcionen un espacio hospitalario.
Comenta, sugiere, pregunta: no hay nada mejor que recibir sus comentarios y sugerencias. Finalmente la biblioteca y los bibliotecarios para eso estamos; así que quién mejor que los usuarios para darnos la pauta.
Y cierro con esta que considero la más importante, léanla como si estuviera en negritas y a 40 puntos.
Defiende a tu biblioteca: en los tiempos que corren, cuando no están todos los que son y los que están hacen barbaridades (no sé si por desconocimiento o por maldad pura), cuando el horizonte ya cruzó todos los tonos de gris y no se ve la luz al final del túnel, los mejores aliados de las bibliotecas son sus usuarios. No permitas que las cierren, pelea por ellas, con tu defensa ayudarás a que permanezcan, a que sean visibles.
Si se les ocurre otra forma de celebración, soy toda ojos. Ahora sí, vayamos a celebrar este día aunque ya casi se acabe, y si no alcanzaron a festejar hoy, pueden hacerlo cualquier otro día del año, la biblioteca no tiene caducidad.
El pasado 9 de septiembre se llevó a cabo la I Jornada de Bibliotecas Escolares en la Ciudad de Buenos Aires con el lema Bibliotecas Escolares y Cultura Digital. El evento fue organizado por la UNESCO, el Ministerio de Educación e Innovación de la Ciudad de Buenos Aires, con el apoyo de UNOPS y la presencia de IFLA; y reunió a bibliotecarios y comunidad docente para reflexionar sobre los retos que enfrentan las bibliotecas escolares para convertirse en esos espacios acordes con las necesidades escolares y de lectura actuales.
Por ello se habló de las bibliotecas escolares en la era digital, el rol de las bibliotecas escolares en el aprendizaje, las nuevas configuraciones de las bibliotecas escolares, del papel del bibliotecario escolar, las bibliotecas escolares frente al libro electrónico, las bibliotecas escolares reconfigurándose como makerspaces, etc. Lo anterior sin dejar de lado las experiencias de integración con la cultura digital que nos compartieron los docentes bibliotecarios y que nos permitieron aterrizar el discurso sobre bibliotecas escolares actuales y saber qué está pasando en algunos de estos lugares.
En el Panel 3. La irrupción del libro electrónico, tuve el honor de participar con la charla La excentricidad de la lectura en la que hablé sobre lo diversa que es la lectura y lo diversos que son los lectores, al punto de ya no poder definir la lectura en términos relacionados exclusivamente con el libro impreso, y al lector como un ente pasivo consumidor de páginas y páginas impresas. Les comparto la presentación.
Mención especial merecen las intervenciones de Alanna King (@banana29) y María Clemencia Venegas, quienes nos hablaron de la parte más humana de la biblioteca escolar y el rol que deben asumir los bibliotecarios en estos recintos y en estos tiempos; la primera con una charla muy amena y cercana nos dio pautas muy precisas de lo que debe ser la biblioteca escolar; Venegas, por su parte, nos hizo reflexionar de forma magistral (¡nos puso a cantar!) sobre nuestro rol.
Dos ideas que se plantearon y siguen dándome vueltas:
Las bibliotecas universitarias [de universidades públicas] son también bibliotecas públicas al estar financiadas con fondos del Estado. Adrián Méndez dixit.
La principal habilidad del siglo XXI es Leer, sin ello no se puede lograr nada más. Emiliano Pereiro dixit.
Antes de cerrar, no quiero dejar pasar la oportunidad de agradecer profundamente a Carola Martínez, Coordinadora del Plan de Lectura de Buenos Aires, por la invitación a participar en esta Jornada y dejarme aprender un poquito de lo mucho que se hace por allá; Carola y familia, muchas gracias, son de lo mejor. Extender también mi agradecimiento a Diletta Assorbi, del Programa para Educación de la Unesco, por todas las gestiones realizadas para hacer posible mi participación en esta interesante Jornada.
Para los que quieran leer más de esta intensa semana hablando de lectura en pantalla y bibliotecas, acá y acá encuentran la información.
El 22 y 23 de agosto pasado se llevo a cabo en la Biblioteca Pública Piloto (BPP) el XII Encuentro de Bibliotecas, organizado por el Sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín y la BPP. En esta edición con el lema ¿Cuál es el tiempo de las bibliotecas? reflexionamos sobre los desafíos que enfrentan las bibliotecas públicas de cara a la Agenda 2030 de Naciones Unidas (aquí pueden ver el programa).
En el entendido de que las bibliotecas no son islas, previo al encuentro se realizaron tres talleres que reunieron a responsables de diferentes perfiles de bibliotecas con el propósito de recoger las inquietudes particulares de cada institución. El primero, con bibliotecas académicas, universitarias, especializadas y centros de documentación (22 de mayo); el segundo, con bibliotecas escolares de escuelas públicas y privadas (4 de junio); y el último, con bibliotecas públicas, populares y comunitarias (6 de julio).
Los resultados de dichos talleres se presentaron en la primer charla del encuentro Socialización de resultados de los encuentros previos con bibliotecas académicas, universitarias, especializadas, escolares, públicas, populares y centros de documentación,a cargo de Lina Villa, consultora en estrategia y sostenibilidad de la Reflejarse. Los temas prioritarios que se identificaron en el primer taller (el de las bibliotecas académicas, universitarias y especializadas) son la conectividad y la articulación entre bibliotecas. Por su parte, las bibliotecas escolares ven que hay grandes diferencias entre bibliotecas escolares de instituciones públicas y especializadas, y que carecen de respaldo institucional; desdde luego, la inclusión es un tema prioritario. Las bibliotecas públicas y privadas, por su parte, ven el gran poder de influir sobre sus públicos, tienen mucha claridad en cuanto a los retos que deben enfrentar y son concientes del interés de distintos actores sobre la biblioteca pública.
En la charla Las bibliotecas como garantes de los derechos culturales, acceso y promoción del desarrollo bibliotecario: líneas estratégicas del Plan Nacional de Desarrollo “Pacto por Colombia” 2018-2022, Sandra Suescún, Coordinadora de la Red Nacional de Bibliotecas, nos llevó por un breve recorrido histórico de los planes y políticas nacionales de lectura en Colombia desde el periodo 2002-2010 hasta la actualidad, y la forma en que éstos y el desarrollo de las bibliotecas públicas han incidido en el incremento de los índices de lectura en Colombia, además del uso y percepción que se tiene de la biblioteca pública en el país. Una palabra clave que podría resumir esta charla es continuidad. Algo que poco se ve en otros países de América Latina (pienso específicamente en México), para lograr un cambio de visión sobre el papel de la biblioteca pública, pero también de la percepción de los usuarios.
Algo que llamó poderosamente mi atención en este encuentro es que desde el Sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín se tiene muy claro que las bibliotecas inciden en varios aspectos de la vida cotidiana; por ello no pueden actuar aisladas y, como muestra, este encuentro no se limitó a tocar temas netamente bibliotecarios, también se llamó a expertos en otras áreas para hablar de temas que tocan muy de cerca a la biblioteca pública.
Muestras claras de lo anterior fueron los talleres previos al Encuentro, pero también las charlas Desafíos coyunturales y problemas estructurales del desarrollo económico-social de América Latina y de Colombia, Prospectiva económica de Colombia; apuestas y retos de sostenibilidad y Trayectorias y desafíos culturales, sociales y educativos a nivel local y nacional, que reunieron a distintos expertos para ofrecernos una panorámica muy clara de Colombia desde lo político, lo social y lo económico, y la forma en que las bibliotecas públicas inciden en cada uno de estos aspectos, así como la forma en que estos inciden en la biblioteca.
En la conversación Las bibliotecas como centros de participación ciudadana y democracias, retos para América Latina, que tuvieron Natalia Espejo y Clara Budnik, nos hablaron de cómo deben ser percibidas las bibliotecas y como deben percibirse los bibliotecarios a sí mismos; habló de la importancia de la formación profesional y de las compencias blandas que debemos tener los profesionales de la información –como el liderazgo, la empatía, la escucha y el reconocimiento de saberes– en aras de poder pensar a la biblioteca como un espacio para la participación y la democracia.
En la conversación Visión 2030; prospectiva bibliotecaria, escenarios y posibilidades de cambio e innovación, Mauricio Fino y yo tuvimos la encomienda de cerrar el Encuentro y resumir los temas y puntos claves que se abordaron. De la mayoría ya he hablado en este post, pero no quiero pasar de largo por otros no menos importantes:
¿Debe haber modelos bibliotecarios? No, tomando en cuenta que cada biblioteca tiene una particularidad. Lo que es necesario es tener un concepto general de la función de la biblioteca y, sobre ello, encaminar a cada biblioteca en cada comunidad.
Es importante estudiar al usuario no sólo porque es nuestra materia prima, sino porque ellos son los que dan uso a la biblioteca y la moldean. Es importante recordar que el bibliotecario no es el usuario, planificar sin incluirlo y conocerlo, es planificar pensando en el bibliotecario.
¿Cómo se conoce a los usuarios? A través del diálogo horizontal y constante.
Las bibliotecas son más que libros, son espacios de diálogo y reconocimiento.
Es importante medir y documentar, pero igual o incluso más importante ponerle rostro a las cifras. Las cifras nos sirven para la negociación institucional; el rostro, para hacer cercana la biblioteca.
Innovar en bibliotecas cuesta, por ello es importante voltear a ver qué se ha hecho, cómo se ha hecho y si hay posibilidad de implementarlo y “tropicalizarlo” en nuestras bibliotecas.
La necesidad de redefinir a la lectura más allá del objeto libro.
El futuro es algo abstracto, el tiempo es hoy. La biblioteca no tiene futuro, si no entendemos el presente y trabajamos en el presente.
Cuesta trabajo aterrizar en bibliotecas los ODS de la Agenda 2030, en especial si no se consideran las particularidades de cada biblioteca.
Al final de la conversación de cierre
Como parte de este encuentro, durante las tardes se llevaron a cabo distintos talleres encaminados a compartir distintas experiencias y reflexionar sobre las bibliotecas públicas. Comparto la presentación del taller que tuve a mi cargo Bibliotecas ante el siglo XXI: planificar nuevos espacios de acción.
Por último, el día sábado se realizó un taller destinado a visualizar, interpretar y ensayar las distintas formas en que las bibliotecas impactan y son impactadas desde las dimensiones social, política, económica, ambiental. Sólo teniendo presente el amplio contexto en que se mueve la biblioteca podremos aspirar a que en otros países (México) los usuarios puedan decir que la biblioteca pública es “Una ayuda importante para mi vida” o “Lo es todo en mi vida”, tal como sucede en Colombia, un referente para la región en materia de desarrollo bibliotecario.
tiempo de las bibliotecas
Y ya para cerrar, quiero agradecer al Sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín por la invitación a ser parte de este evento (y de paso volarme la cabeza con todo lo que están haciendo), a Isabel Cristina Bernal de Eventos Académicos por las gestiones para hacer posible mi participación, y a Gonzalo Oyarzún por ponerme en la mira.