Que si el olor al libro impreso, el tacto del papel, tener mi casa llena de estantes con libros de encuadernaciones hermosas…
Bonito, hermoso, nostálgico… predecible, aburrido y sin sentido:
David Lee King no pudo expresarlo mejor, en relación al olor del libro en una biblioteca (que pueden ser también bibliotecas personales):
El olor a libros que no se han movido de los estantes en mucho tiempo es igual = al olor de una biblioteca QUE NO SE USA que es igual = al olor de la muerte
Además, nos propone algunas maneras de poner a circular nuestras colecciones para evitar ese desagradable olor, anunciar en nuestros boletines los libros con los que contamos, se me ocurre ahora.
Así que, ya es tiempo de venirse a inventar otras excusas de por qué preferir el libro impreso, o mejor, ponernos a leerlos, promoverlos, prestarlos y realmente usarlos, que no necesariamente significa olerlos y acumularlos ¿no?
Este post sonará un tanto esotérico, sin embargo, aprovechándome un poco del “algo más” del título de este blog y dado que está relacionado con el libro, hoy les hablaré de la Bibliomancia.
La palabra Bibliomancia proviene del griego biblion, que significa libro y manteia, que quiere decir adivinación , es decir, el arte de la adivinación que se practicaba —o practica— abriendo un libro en cualquier página y leyendo el texto que se supone nos dará respuestas sobre nuestra vida. La RAE la define como “Arte adivinatoria que consiste en abrir un libro por una página al azar e interpretar lo que allí se dice.”
A esta práctica también se le conoce como esticomancia y los orígenes se remontan al Imperio Romano; aunque alcanzaría mayor auge a partir de la Edad Media. Dependiendo del libro utilizado la bibliomancia recibía los siguientes nombres: cuando se utilizaba la Eneida de Virgilio, se le llamaba “Sortes Virgilianae”; si se usaba la Iliada o la Odisea de Homero, entonces se trataba de “Sortes Homérica”; por último, en caso de utilizar la Biblia, se decía que era “Sortes Sanctorum”.
En cuanto a la Sortes Sanctorum, cabe destacar que la Biblia ha sido uno de los libros preferidos para esta práctica a lo largo de la historia, lo cual resulta curioso, pues es bien sabido que el cristianismo prohibió y condenó toda actividad relacionada con prácticas adivinatorias o que buscaran predecir el futuro, en el supuesto de que Dios era el único capaz de determinarlo y dictar nuestro destino.
Hoy en día, además de la Biblia, los que gustan de esta actividad, utilizan libros de esoterismo, ocultismo o metafísica; así que no faltarán en nuestras bibliotecas libros que nos ayuden a predecir nuestro futuro y quizá hasta resulte divertido probar con libros científicos.
Como nota final, queda probado una vez más que los libros no son sólo para leerse :).
¿Recuerdan los Juguetes mi Alegría? En México son juguetes didácticos, algunos con enfoque científico, como en el caso de los “Juegos de Química 1, 2 y 3”; mientras que en otros casos da la impresión que algunos juguetes están pensados para satisfacer al adulto que todo niño lleva dentro: como la Serie Hadas y las zapatillas.
Pues bien, hoy les traigo, a colación del párrafo anterior, nada menos que Little Librarian (El pequeño bibliotecario), un juego creado por Amanda y Kriss Miller, cuyo fin es el de reforzar el hábito de la lectura, lograr que los niños conozcan entiendan la importancia de la organización bibliotecaria y algunos servicios como el de préstamo bibliotecario.
Con el kit Little Librarian, al más puro estilo Juguetes mi Alegría, los niños pueden convertir su biblioteca personal en una colección de una biblioteca tradicional, para ello viene equipado con toda clase de “curiosidades” bibliotecarias: tarjetas de préstamo, fichas de catálogo, credencial de la biblioteca, etiquetas, etc. Muy Old Fashioned Librarian el asunto…
Se un auténtico bibliotecario, sólo agrega tus libros reza el empaque. Lo más interesante de este kit es que la revista FamilyFun Magazine de Disney lo tendrá como un proyecto destacado en el número de Noviembre de este año y, a pesar de que no ganó el concurso de Disney, estuvo dentro de los 30 finalistas de 500 proyectos participantes.
Cuesta creer que actividades lúdicas relacionadas con la biblioteca sean tan exitosas en una época donde imperan los videojuegos, ¿no? Especialmente, cuando Little librarian está hablado de la biblioteca tradicional. El Kit saldrá a la venta en Amazon en enero de 2011, pero también lo pueden encontrar en línea en la tienda de regalos de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos (venta para USA, Canadá, Reino Unido y Australia) y en la tienda de la Biblioteca de Los Ángeles.
Así que ya sabes, si quieres hacerle un regalo a tus hijos y sospechas que ya están hartos de que les regales libros, nunca es tarde para que comiencen a organizar sus materiales .
Lo dicho, estamos en todos lados. Y para que vean que hasta Dewey sirve para ayudar a resolver crímenes o cometerlos (sería bueno llamarlos “Dewey Serial Killers”), gracias a Honorio Penadés y Juan Zurita por el dato.
Por cierto, los crímenes de este Dewey Serial Killer fueron inspirados por los siguientes temas:
130 Parapsicología, ocultismo
640 Economía doméstica
990 Historia de otras regiones
260 Teología social y eclesiología
También gracias a Carlos García por su contribución 🙂
No cabe duda que los bibliotecarios/as somos todos unos rockstars (¡sí, aja!)
Hablando sobre la parte “romántica” del robo de libros, José Vasconcelos, escritor, abogado, rector de la UNAM y quizá el personaje que ha hecho más por la cultura y el libro en México; responsable de la primera edición de Libros del Rincón.
Muchas “grandes obras culturales” de los gobiernos recientes llevan su nombre como una supuesta manera de honrar su obra (por ejemplo, muchas bibliotecas públicas llevan su nombre, no sólo la mega biblioteca inaugurada hace unos años), yo diría que la mayoría son sólo vanos intentos de que los gobiernos no pasen desapercibidos una vez finalizada la gestión y al final, siempre nos queda la duda de si dichas obras o actividades culturales han sido analizadas, planificadas, pensadas o si acaso, los responsables conocen realmente la obra de José Vasconcelos.
Como les decía al comienzo, Vasconcelos era una persona comprometida con el libro y la cultura, tan es así que el que era entonces responsable de la Librería Madero cuenta divertido esta historia sobre cómo veía este personaje el robo de libros:
Ayudante: ¡Maestro, se están robando los libros!
José Vasconcelos: ¡Qué bueno que se los están robando!
Ayudante: Oiga, pero se los están robando para venderlos
José Vasconcelos: Qué bueno que hay pendejos que los compran.
Entre las muchas técnicas de encuadernación (rústica, de tapa dura, grapada, alzado, en piel, etc.), existe una que resulta… “curiosa,” por describirla de alguna manera: la bibliopegia antropodérmica, es decir, la encuadernación de libros con piel; aunque lo curioso en esta técnica es que la piel no es de vaca o cabra comúnmente utilizada, este tipo de encuadernación se realiza con piel humana.
Aunque la encuadernación en piel data del siglo XIII, no se tiene certeza de cuando comenzó a utilizarse piel humana para encuadernar los libros; se sabe, sin embargo, que esta técnica cobró gran fuerza a partir del siglo XVII.
Por extraño que nos parezca, esta técnica fue muy famosa y, de hecho, muchos libros antiguos que versaban sobre anatomía humana estaban encuadernados precisamente con la piel del cadáver diseccionado, también era común que algunos procesos judiciales estuvieran encuadernados con la piel del acusado, tétrico, ¿no?
Muchos creen que los nazis llegaron a utilizar piel humana con estos fines, y es bien conocido el caso del famoso y legendario Necronomicón que se suponía estaba encuadernado con piel humana; sin embargo, en el caso de los nazis todo parece indicar que es sólo un mito y que en realidad nunca utilizaron la piel humana para encuadernar y, en el caso del Necronomicón, no olvidemos que es un libro ficticio de la literatura lovecraftiana, y aunque H.P. Lovecraft dio detalles muy elaborados para hacer creer a sus lectores que el libro existía, lo cierto es que este libro no existe.
Sin embargo, existen libros encuadernados con esta técnica, podemos mencionar el caso del Practicarum quaestionum circa leges regias Hispaniae perteneciente a la colección de libros raros de la Biblioteca de Derecho en la Universidad de Harvard y que fue encuadernado con la piel de Jonas Wright. Por otro lado, el libro De Humani Corporis Fabrica está encuadernado en piel y pertenece a la colección de libros raros de la Universidad Brown.
Este video es un homenaje que hace la comediante Rachel Bloom a Ray Bradbury. Aunque la letra suene extraña y muchos “intelectuales” puedan irse de espaldas, Bloom expresa su admiración al escritor.
Lo que me gusta de este video es que puede ser una excelente forma de promoción lectora. Este video demuestra que no es necesaria tanta solemnidad, ni lecturas obligatorias en programas escolares oficiales para decirle a la gente lo interesante que puede resultar un libro.