Aunque últimamente todo parece girar en torno de la Inteligencia Artificial, no puedo dejar de comentar sobre esta propuesta sobre el uso de IA en bibliotecas que encuentro particularmente interesante y, por qué no, divertida. Se trata de AI Search, la herramienta de búsqueda basada en AI y desarrollada por LibraryThing, la comunidad de catalogación compartida que desde 2005 ha sido un espacio importante de catalogación en línea y de apoyo entre los más de 2,600,000 usuarios en todo el mundo, bibliotecarios y bibliotecas en su mayoría.
Volviendo a AI Search de LibraryThing: se lanzó el 28 de marzo pasado y el día de hoy lanzaron una segunta versión. ¿Se acuerdan del meme donde a un bibliotecario le piden un libro que es rojo y grande? Se supone que con AI Search esto ya no pasará, pues te ayuda a encontrar un libro cuando no te acuerdas del título. Y aunque los parámetros de búsqueda no son tan absurdos como el color o el tamaño del libro, lo cierto es que el usuario puede realizar la busqueda a través del argumento o ideas principales de la obra, o simplemente de lo que recuerdes de algún libro, por ejemplo:
AI Search está basada en tecnología Open AI GPT3 API y, de acuerdo con LibraryThing, fue desarrollada para ayudar a las y los bibliotecarios a realizar consultas sobre libros. Algo interesante que se menciona en LibraryThing sobre la IA GPT3 es que, aunque es una muy buena herramienta, en el camino puede arrojar resultados de búsqueda e información sobre libros que literalmente no existen. Para evitar esto con AI Search, sólo se ha solicitado información sobre autores y títulos, además de verificar cada elemento existente en la base de datos de LibraryThing, misma que al día de hoy cuenta con 186,777,179 de libros catalogados. Como bien señalan:
Entonces, si bien, AI Search de LibraryThing puede equivocarse, no inventa libros.
Las negritas son mías y esto es quizá lo más destacable de esta herramienta: no inventa información inexistente, algo que sucede mucho en herramientas como ChatGTP y que puede llegar a ser muy convincente entre usuarios no acostumbrados a verificar la información.
Por otro lado, de acuerdo con LibraryThing, esta herramienta de búsqueda a través de IA aún presenta algunos problemas que, si bien no son menores, son mejorables:
Es lento: la búsqueda de cualquiera de los ejemplos anteriores (salvo los dos primeros que son ejemplos que presenta LibraryThing) tardó en arrojar resultados entre 3 y 8 segundos. En comparación con grandes sistemas de búsqueda, 8 segundos podrá parecer una eternidad, aunque personalmente me parece
No puede encontrar títulos publicados después de septiembre de 2021.
Considero que el segundo punto es sobre el que se debe trabajar más, pues es de esperar que las y los usuarios quieran saber el título de cualquier libro y no sólo los que se publicaron antes de 2021.
A pesar de estas dos limitaciones, encuentro interesante y divertida esta propuesta de búsqueda de libros utilizando IA y espero se comience a usar para que, como es de esperarse con una Inteligencia Artificial, aprenda y así se convierta en una herramienta útil para bibliotecarias y bibliotecarios.
Recientemente el Cerlalc (Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe) publicó la Agenda de prioridades para el desarrollo de las bibliotecas y el fomento de la lectura, la escritura y la oralidad en Iberoamérica.
Esta publicación que, con motivo del 50 aniversario del Cerlalc, es el resultado de una serie de cuatro etapas (evento regional académico, encuesta bibliotecaria, diálogo y construcción participativa y trabajo con Redplanes) en la que participaron más de 5,600 actores del libro, la lectura y las bibliotecas en Iberoamérica , entre ellos: bibliotecarios, especialistas, responsables de sistemas bibliotecarios públicos y escolares, responsables de las políticas y planes de lectura, asociaciones y colectivos de bibliotecarios.
* Nota al margen: encuentro interesante que México fuera el país que mayor participación tuvo con 1705 actores en total, cosa que pudiera no parecer tan interesante si tomamos en cuenta que nuestro sistema bibliotecario público cuenta con más de 7,400 recintos y si a eso sumamos otros sistemas bibliotecarios, es comprensible esta respuesta y participación.
La etapa de diálogos, por su parte, se realizó en cinco sesiones mediante las cuales se convocó a distintos grupos para abordar el desarrollo de las bibliotecas y el fomento a la lectura y la escritura desde sus distintas trincheras:
Asistentes de las jornadas latinoamericanas.
Directores y miembros de sistemas de bibliotecas públicas y escolares.
Asociaciones y redes de bibliotecas, además de gremios profesionales y colectivos bibliotecarios.
Especialistas de Iberoamérica en lectura, bibliotecas, educación y cultura.
Una sesión final donde se reunieron los participantes de las distitas sesiones.
Resultado de este trabajo intenso son las 10 prioridades identificadas durante las distintas sesiones y que son a su vez 10 recomendaciones para hacer frente a la renovación y el desarrollo de las bibliotecas y la lectura en Iberoamérica.
Algunas reflexiones de los resultados de la agenda para el desarrollo de las bibliotecas
Resulta interesante ver que en las distintas etapas de la agenda de prioridades hubo dos temas (¿ocupaciones, preocupaciones?) recurrentes; por un lado la digitalización desde sus distintas vertientes (acceso, infraestructura, digitalización, ecosistema digital, equipamiento, etc.), y el fomento a la lectura.
En lo referente al tema de digitalización y que, de hecho, es parte de una de las diez prioridades (prioridad 4) de la agenda; recordemos que las etapas y las sesiones de diálogo se desarrollaron durante el periodo de pandemia, por lo cual es comprensible que este tema, que ya venía siendo prioritario previo a la emergencia sanitaria, cobrara particular importancia e interés en la región cuando las bibliotecas se vieron en muchos casos imposibilitadas de dar acceso durante el periodo en que las puertas físicas permanecieron cerrados.
Llama postitiva y particularmente mi atención la prioridad 10 “…formación permanente y la cualificación del perfil de bibliotecarios públicos y escolares”. Sin duda no puedo estar más de acuerdo que, a través de esta agenda, se visibilice la formación como una prioridad para el desarrollo de las bibliotecas y la lectura en la región; es un tema que he venido reflexionando desde hace ya algunos años y que también he tenido la oportunidad de conversar con algunos colegas: se necesita formar a profesionales en bibliotecología de una forma más integral y amplia donde, desde luego se aborden aspectos técnicos como se viene haciendo desde siempre, pero también se de espacio a la lectura, a la mediación lectora, a la biblioteca pública, a la biblioteca escolar y en especial a la concientización del importante rol que tenemos en el desarrollo social de las comunidades a las que atienden las bibliotecas.
Para que vean a lo que me refiero, les dejo el enlace al plan de estudios de Bibliotecología y Estudios de la Información del Colegio de Bibliotecología de la UNAM 2015 y 2003.
El 2022 ha sido un año muy vertiginoso e intenso, tanto que me ha resultado imposible escribir todo lo que hubiera querido. Había días en que por más que intenté y aunque tenía mil cosas de qué platicar, la cabeza cansada no me dio para sentarme a escribir. No quiero, sin embargo, finalizar el año sin, claro, hacer mi post de las mejores lecturas del año (es un siguiente post), pero también hacer un resumen de las cosas que me han inspirado mucho durante el 2022 y que en su momento no tuve el tiempo compartirles, algo así como un top bibliotecario 2022.
El orden es totalmente aleatorio, pero se trata recorrido por trabajo en bibliotecas públicas, algunas charlas y cosas que he visto y no les he podido compartir. Disfruten.
Muro de personajes en bibliotecas de Azcapotzalco
Muro de Personajes Ilustres en la Biblioteca Pública Itzcóatl
Cada dos meses, les bibliotecaries de Azcapotzalco se reunieron en una biblioteca distinta de las 10 adscritas en la alcaldía con el objetivo de planificar actividades, pero también para que cada biblioteca presentara un proyecto.
Además tienen otra consigna: cada biblioteca entrega a los encargados de las nueve restantes una fotografía enmarcada del personaje que lleva el nombre de la biblioteca con la intención de que las biblioteca reunan en un muro las fotos de todos los personajes ilustres de las bibliotecas. Una manera interesante de conocer por qué la biblioteca recibe el nombre de determinado personaje. Una manera interesante de nombrar y resignificar.
Esta idea me gusta para llevarla a todas las bibliotecas de las alcaldías.
Sala Infantil-Ludoteca “Yali”, Biblioteca Pública Itzcóatl
También en Azcapotzalco, las bibliotecarias de la Biblioteca Pública Itzcóatl nos consultaron a principio de año la posibilidad de convertir su biblioteca en sala infantil, pues es un espacio muy pequeño que recibe casi exclusivamente a público infantil. Dado que es una biblioteca adscrita a la Red Nacional, no puede perder el caracter de pública; sin embargo, las bibliotecarias no se conformaron con la respuesta y decidieron dar un giro para que el proyecto fuera posible: acondicionar una sala infantil-ludoteca.
Lo más especial de todo fue que el proyecto corrió a cargo de las bibliotecarias y las donaciones de su comunidad, el esposo de una puso el librero, usuarios llevaron juegos, otros pusieron libros infantiles. Lo ideal sería que las autoridades locales, estatales, etc., se hicieran responsables de lo que les toca, tristemente esto no sucede así; sin embargo, las ganas de las bibliotecarias fueron contagiosas y finalmente en diciembre pudimos ver cómo se concretó el proyecto con la inauguración de la Sala Infantil Ludoteca “Yali”, “alegría” en náhuatl, y sí qué alegría haber visto el proceso y haber podido estar en la inauguración
Este es un proyecto que, haciendo honor a su nombre, me alegra, porque habla de bibliotecarias inquietas, comprometidas e interesadas por sus comunidades, que no se detienen.
Participación FIL Guatemala
Recibí la invitación a participar en la Conferencia Internacional sobre Bibliotecas que formó parte de la XIX Feria Internacional del Libro de Guatemala con el tema La investigación sobre bibliotecas y sus oportunidades para Centroamérica.
En un principio dudé mucho en aceptar y me sentí totalmente fuera de cancha con el tema de la investigación. Pero después de analizarlo mucho, consideré que precisamente este blog y leerenpantalla.com son un ejercicio de investigación constante. Es cierto que no se trata de investigación formal, ya saben: hipótesis, justificación del problema, experimentación, etc.; sin embargo, cada post que publico me implica lectura, revisión y claro, siempre mucha curiosidad por seguir actualizandome sobre algún tema.
Hice un recorrido por el tema de la ciencia ciudadana que es donde intenté enfocar la charla, pues desde ahí se ha hecho mucho. Además intenté abordar la importancia de la biblioteca como espacio que apoya la investigación y el papel fundamental de la biblioteca pública para incentivar la investigaciónen etapas más tempranas.
En fin, sigo meditando en tema y creo que da para mucha más reflexión e investigación; sin embargo, en definitiva no es un tema que se deba dejar exclusivamente en manos de la biblioteca académica o especializada.
Jornadas de Profesionalización Editorial, 1a Feria Internacional del Libro de Cuenca
A finales de noviembre participé en estas jornadas con la charla El libro y su reconfiguración en el mundo digital. Además de conocer un poco del ecosistema editorial en Ecuador y otro poco de las bibliotecas públicas de Cuenca, me emocionó mucho participar en las primeras jornadas con uno de los temas que ya saben más me gusta: compartir el gran potencial de la lectura en pantalla.
Por cierto, otra cosa destacable durante esta visita a Cuenca fue que pude conocer el Centro de Documentación Juan Bautista Vázquez de la Universidad de Cuenca y me emocionó encontrar una sala infantil. Siempre me emociona poder ver bibliotecas académicas que están dando espacio a los lectores más pequeños. Por cierto, que el Centro de Documentación también fue sede para recibir a niñas y niños en los talleres de mediación lectora que se realizaron como parte del programa de la Feria del Libro.
Sede de las actividades de mediaciónSala de Lectura del Centro de Documentación Juan Bautista VázquezBiblioteca Pública Antonio LloretBiblioteca MunicipalLibrería PalierCentro de Documentación Juan Bautista VázquezCentro de Documentación Juan Bautista VázquezCentro de Documentación Juan Bautista Vázquez
En fin, una gran experiencia visitar algunas librerías, algunas bibliotecas, tener la oportunidad de charlar con bibliotecarios, ver algo de la producción editorial. Espero, haber dejado algún gusanito sobre la lectura en pantalla. Gracias a Germán y Vero por la invitación y toda la logística para hacer posible mi presencia por allá.
Club de lectura infantil en la Biblioteca Nacional de México
Y ya que estamos con eso de bibliotecas académicas abriendo espacios a públicos infantiles, en México conozco el caso de la sala infantil de la Biblioteca Daniel Cosío Villegas de El Colegio de México y el trabajo que está haciendo la Biblioteca Central de la UNAM con la literatura infantil con los cuentacuentos que transmitieron a través de Facebook durante pandemia.
Pero, me quiero detener especialmente en la reciente apertura de la Biblioteca Nacional con un círculo de lectura de libros infantiles y juveniles coordinado por mi querida Abril G. Karera. Es muy destacable que una biblioteca que en algún momento parecía abierta sólo a investigadores, decidiera abrir sus puertas a un público más general para realizar círculo de lectura precisamente de libros para niños y jóvenes.
Definitivamente me entusiasmó enterarme y espero que se repitan estas experiencias en la Biblioteca Nacional que, no está de más decirlo, desde hace algunos años viene haciendo una labor más que destacable para abrirse al público en general.
Participación en el Diplomado Virtual en Formación y Acompañamiento de Procesos Lectores: Conversar con Niños y Jóvenes
Este diplomado corre a cargo del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM. Durante varios meses reune a expertos en distintos temas relacionados con el libro y la mediación lectora para reflexionar precisamente sobre temas que importan a los que se quieran dedicar a esto de la Mediación Lectora. A mi me tocó el turno de hablar sobre Las bibliotecas en México y todo lo que se hace en ellas. Fue una charla en la que me propuse hacer visible el trabajo de bibliotecarias y bibliotecarios a pesar de los pesares de un sistema poco interesado en sus bibliotecas públicas. No sé si logré emocionar, pero yo me emocioné mucho al preparar la charla y también mientras la impartí.
Por cierto, este año comenzó la segunda edición y mi turno tocará nuevamente en abril del 2023, espero puedan acompañarme para seguir intentando poner una biblioteca en la vida de las personas.
Colección especializada en el Rock Mexicano, Biblioteca Pública Mario de la Cueva
No recuerdo en qué momento del año durante algún recorrido a bibliotecas públicas de la Ciudad pasamos por la Biblioteca Mario de la Cueva, en Coyoacán. Aunque no estaba en el itinerario, porque de hecho, en esa ocasión ni siquiera visitábamos bibliotecas de esa alcaldía, no quisimos perder la oportunidad de acercarnos.
Ahí tuve la oportunidad de conocer a Rosario y Vero, las bibliotecarias, y emocionarme con su trabajo, además de conocer el proyecto que tiene Rosario de crear una colección especializada en el rock mexicano. Para ese momento ya contaba con algunos libros sobre el tema firmados por los autores y también había realizado una presentación de libro. Una cosa llevó a la otra y finalmente fue posible que Rafael González “Sr. González”, ex integrante de Botellita de Jerez, conociera el proyecto de Rosario y participara en una charla en homenaje a la obra de Armando Vega Gil en la biblioteca, además de donar algunos libros de su autoría y de Vega Gil para integrar a la colección especializada en el rock mexicano.
Acérquense a esta biblioteca y conozcan la colección.
Talleres extraescolares en bibliotecas públicas
Este año finalmente logramos implementar los talleres extraescolares en bibliotecas de la Ciudad y se han convertido en un termómentro interesante que me confirma que son los usuarios quienes moldean de formas inimaginables a las bibliotecas. Por ejemplo, el taller de “Apoyo a Tareas” diseñado para recibir a niñas y niños de primaria y secundaria, recibió en la Biblioteca Paraje de Zacatepec, en Iztapalapa, a Lupita, una usuaria de la tercera edad que está estudiando en el INEA y que vio en este taller y en la biblioteca la oportunidad para apoyar sus estudios.
Al cierre del taller de “Crianza sensible” que se realizó en la biblioteca Chalma de Guadalupe, en la Alcaldía Gustavo A. Madero, los participantes escribieron las palabras que los hacen sentir bien, y entre ellas figuró “biblioteca” porque a través de estos talleres, la biblioteca les abrió las puertas a un lugar seguro, reconfortante, de conversación y encuentro.
Otras charlas
La ineludible lectura en pantalla como parte del Conversatorio: “Fomento a la lectura, desde y con la academia” para la Universidad de los Andes y Nuevas tendencias de fomento lector en plataformas digitales en el marco del III Encuentro de Bibliotecas e Industria Editorial organizado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Biblioteca Pública Digital de Chile, Plan Nacional de Lectura de Chile y Biblioteca Digital Escolar de Chile. Ambas con la lectura en pantalla en el centro de la conversación, una desde la mediación y la otra para acercarnos a lo ineludible.
Exposición fotográfica Biblioteca Fray Bartolomé de las Casas y Sala Infantil en la Biblioteca Xavier Villaurrutia en Azcapotzalco
En las bibliotecas de Azcapotzalco están pasando cosas, ya les hablé de la sala infantil-ludoteca “Yali” en la biblioteca pública Itzcóatl, pero no puedo no mencionar la inauguración de la sala infantil en la biblioteca Xavier Villaurrutia a la que tuve la oportunidad de visitar cuando estaban acondicionando la sala y realizando el mural.
Mural en la Sala Infantil de la Biblioteca Xavier Villaurrutia
Por su parte, la Biblioteca Fray Bartolomé de las Casas inauguró una exposición fotográfica donde usuaries y bibliotecaries llevaron fotos del album familiar y de internet para dar cuenta de la historia de la alcaldía. Lo interesante es cuando las bibliotecarias comienzan hablar de sus fotos y su historia personal, que es también parte de la historia de la alcaldía.
Pues aunque se me quedan varias cosas, sirva este post no sólo como recuento de cosas que no podía no compartir, sino también como un calentamiento para volver más seguido por este blog durante 2023.
Las felicitaciones y los buenos deseos vienen con el post del top de lecturas 2022.
En 1994 se publicó por vez primera el Manifiesto IFLA-UNESCO sobre la biblioteca pública. Desde entonces, este manifiesto ha sido un pilar fundamental, una especie de guía para el ser y hacer de las bibliotecas públicas en todo el mundo. Este manifiesto ha sido en muchas ocasiones el camino a seguir para las y los bibliotecarios en nuestro andar por la biblioteca pública y al que estoy segura que volvemos cada cierto tiempo para reencontrarnos y replantearnos.
En 2020, a más de dos décadas de su creación, la sección de bibliotecas públicas de la IFLA lanzó una encuesta para recibir ideas y comentarios de las y los bibliotecarios sobre el manifiesto. Si bien es cierto que los resultados de las más de 600 respuestas recibidas arrojaban que, más que ser un documento obsoleto sin relación con la actualidad, sigue respondiendo a las necesidades del ser y hacer biblioteca pública; también se vio la necesidad de actualizarlo.
Por ello la IFLA volvió a trabajar con la sección de Bibliotecas Públicas para hacer posible esta actualización y, finalmente, después de algunos años de intenso trabajo colaborativo entre bibliotecarias y bibliotecarios de todo el mundo ante lo que parecía una tarea titánica, la tan esperada actualización del Manifiesto IFLA-UNESCO sobre la biblioteca pública ve la luz este 2022.
En esta actualización del manifiesto se adicionan temas importantes que buscan dar respuesta a los tiempos que nos tocan, por ejemplo, entre sus misiones encontramos el proporcionar acceso a los servicios bibliotecarios de manera tanto tradicional, como remota; lo anterior, muy seguramente derivado de la marca que dejó la pandemia a nivel mundia y que hizo visible la importancia de las bibliotecas y la necesidad de ampliar sus servicios aún con las puertas cerradas.
Aunque esta actualización del Manifiesto IFLA-UNESCO sobre la biblioteca pública está sólo en su versión en inglés, es de esperar que pronto veamos las versiones en distintos idiomas, incluido el español; pero muy seguramente tendremos mucho de que hablar y compartir sobre un Manifiesto actualizado que conserva su esencia y se adecua a las necesidades de lo que ocurre.
Casi se me acaba el día, pero no puedo dejarlo pasar sin venir a celebrar el Día Nacional del Bibliotecario y la Bibliotecaria en México.
En años anteriores acostumbraba a festejar este día platicándoles sobre libros que me han emocionado y que quiero que más gente conozca. En esta ocasión, sin embargo, salgo de la pausa en la que tengo este blog desde hace tiempo para reconocer la labor de las bibliotecarias y los bibliotecarios públicos de a pie, aquellos a los que en los últimos meses he tenido oportunidad de conocer y ver su trabajo muy de cerca.
Son ellas y ellos quienes a pesar de los pesares, la mayoría de las veces sin recursos pero con un gran compromiso (aunque ese no debería ser el binomio que impere), sacan a flote las bibliotecas públicas. Los que demuestran que esto de ser bibliotecaria y bibliotecario es más que acomodar libros, haber pasado por la universidad y presumir el título, o pedir que te registres en el libro de visitas:
Lulú, de la Biblioteca Central de Tlalpan. Yo siempre he dicho “ponga una biblioteca en su vida”, pero también “ponga una bibliotecaria en su vida”. Lulú es el vivo ejemplo de lo que representa esta frase. Me resuelve muchas dudas.
Victoria y Bárbara de la Biblioteca Fray Bartolomé de las Casas, en la Alcaldía Azcapotzalco por experimentar con sus comunidades, tienen una exposición fotográfica imperdible sobre la historia de la alcaldía.
Andrea, de la biblioteca Juventino Rosas, en la alcaldía Gustavo A. Madero, por esa extraordinaria vinculación con su comunidad.
Ernesto y Verónica, de las bibliotecas Chalma de Guadalupe y Paco Ignacio Taibo II, respectivamente, en la Alcaldía Gustavo A. Madero, por abrazar un proyecto que se veía lejano y que ha ido avanzando.
Gerardo de la Biblioteca Jesús H. Abitia, en Cuauhtémoc, no se pueden perder su intervención en las Jornadas sobre bibliotecas públicas y sus comunidades “Ninguna biblioteca es una isla”.
Martha y Paty, de las bibliotecas Francisco Zendejas y Teocalli, en La Magdalena Contreras, por recibir nuestras propuestas siempre con un sí ya sea en Día de Muertos, en talleres de lectura, festivales de lectura o lo que les propongamos.
Porfiria, de la Biblioteca Valentín Gómez Farías en Tlalpan, por abrazar su huerto y los juegos de parque, y usarlos de pretexto para que las abuelas y nietos tengan un espacio donde unas tejan y otros lean o jueguen.
José, de la Biblioteca Lomas de la Era, en Álvaro Obregón, por esa defensa férrea que hace de su espacio de trabajo.
Maribel, de la Biblioteca Paraje de Zacatepec, en Iztapalapa, por abrazar nuestro proyecto, adoptarlo y llevárselo a sus talleres de verano.
Laura, de la Biblioteca Itzcóatl en Azcapotzalco, que propone, busca alternativas y piensa en las necesidades de sus usuarios.
Arturo, de Batallón de San Patricio, que fue como una luz para las y los bibliotecarios en Álvaro Obregón.
Teresa, de la biblioteca Alejandro Aura, cuyos programas le han valido premios y reconocimiento.
Susana, de la biblioteca Aarón Gordián, en Gustavo A. Madero, por crear ese huerto comunitario.
Guadalupe, de la biblioteca José Alberto Manrique, por dar durante años espacio al taller de herbolaria que reune a usuarias de la tercera edad que buscan refugio a su cotidianidad.
A la bibliotecaria en la Vicente Guerrero, en Venustiano Carranza, que reune cada semana a usuarias de la tercera edad y juntas recuperan la historia de la colonia.
A la bibliotecaria en la Demetrio Vallejo, en Venustiano Carranza, que dio cabida a sobrevivientes de cáncer de mama para que realizaran ahí su círculo de lectura.
Sé que me faltan tantas y tantos, eso es lo bueno, que no están todos, que faltan muchas bibliotecarias y bibliotecarios por conocer y que nos asombren e inspiren con su hacer biblioteca.
Pues eso: ¡Feliz Día Nacional del Bibliotecario y la Bibliotecaria!
Este año, al igual que los anteriores quiero celebrar el Día Nacional del Bibliotecario y la Bibliotecaria con libros. Pero esta ocasión es aún más especial, porque los libros de los que vengo a platicarles están escritos por dos personas a las que admiro y quiero mucho, porque son libros maravillosos que hablan del quehacer bibliotecario y el poder de la biblioteca. Nuevecitos y muy necesarios.
Se trata de dos libros que conversan, coinciden y se encuentran de manera muy especial, por ejemplo, cuando ambos mencionan que la biblioteca no es neutral/apolítica, algo en lo que estoy muy de acuerdo y creo que deberíamos discutirlo y ejercerlo más entre bibliotecaries. Qué mayor fortuna que ir saltando entre las páginas de uno y otro, contraponerlos y ver que el imaginario que tenemos de la biblioteca hace mucho quedó rebasado, nos muestran esas otras bibliotecas que deben ser y que ya son en mucho lugares.
Dos libros que hablan de manera profunda sobre la biblioteca pública y su valor, poder como corrige Tere de forma muy atinada. No están llenos de frases hechas, sino que dan cuenta con ejemplos bien claros de lo que es una biblioteca y para quienes son las bibliotecas.
Se trata pues de dos miradas profundas, críticas, con tiempo para el análisis, dos visiones del andar por las bibliotecas, de observarlas de lejos, por dentro, como usuario, como investigador, como partícipe de la biblioteca. Se trata de dos maneras de escribir a la biblioteca y concebir al bibliotecario/bibliotecaria como el artífice del espacio que es posible de muchas maneras y para muchos.
Título: Manifiesto poético/político por la investigación de/en la biblioteca pública
Autora: Teresa Avedoy
Ilustrador: Juan David Quintero
Pie de Imprenta: Medellín : Tragaluz, 2021.
ISBN 9789585463448
Dice Wikipedia que un manifiesto “…es una declaración pública de principios e intenciones, a menudo de naturaleza política o artística”. Pues bien, este manifiesto de mi querida Tere Avedoy es eso: una declaración pública de principios, una declaración política para la biblioteca; pero es especialmente una declaración de amor y desde el amor por la biblioteca pública, aunque no por ello menos provocadora. Nos obliga a revisitarla, resignificarla, repensarla y salirnos de los lugares comunes.
Un manifiesto desde una mirada de usuaria, de investigadora de las bibliotecas, de amante de las bibliotecas que, como bien menciona en la introducción: “No persigue un fin bibliotecológico, sino humano”, porque la biblioteca la hacen personas (en colectivo y en individual), las que trabajan en ellas y los que acuden a ellas, y por lo tanto todos pueden, tienen el derecho hablar sobre ellas.
Este Manifiesto se compone de 80 contundentes declaraciones y en cada una de ellas podríamos quedarnos días enteros, resignificando a la biblioteca. Les comparto las cinco últimas (las negritas son mías):
76. Hay que pronunciarse socialmente,
77. Hay que pronunciarse poéticamente,
78. Hay que pronunciarse políticamente a favor de la biblioteca,
79. Antes de pensar en (re)construcción, empecemos por desestabilizar la noción actual de biblioteca,
80. Nuestra casa imaginaria, nuestra casa común.
Por cierto, el diseño no es cosa menor, se trata de una edición colorida, juguetona que nos obliga a manipular el libro-objeto.
Este Manifiesto actualmente está disponible en Colombia, pero pronto, muy pronto se publicará una edición para México. Así que en cuanto les de el aviso, salgan corriendo por el suyo y como dice Tere al final: ¡Homo bibliotecarius del mundo, uníos!
Título: La biblioteca imaginada: jardín para sembrar comunidades
Autor: Gonzalo Oyarzún S.
Pie de imprenta: Lima : Biblioteca Nacional del Perú, 2021.
ISBN 9786124045592
Dice Gonzalo Oyarzún en alguna parte de este libro “Escuchar demuestra compromiso con las personas y su comunidad…” y este libro nos muestra que imaginar a la biblioteca requiere eso: la escucha y la observación del otro, con el otro. Aunque su título es La biblioteca imaginada, nos habla de bibliotecas bien reales, que están haciendo cosas importantes y significativas para la comunidad a partir de la escucha de esa comunidad.
No se va con discursos manidos y aceptados sobre la biblioteca pública, sino que nos comparte cinco experiencias del buen hacer en bibliotecas de Latinoamérica que nos demuestran que esas otras bibliotecas son posibles, porque ya existen y, al mismo tiempo nos invita a seguir imaginando más bibliotecas: ¿de granos y semillas? ¿humanas? ¿con sólo el 30% de libros y el 70% para lo que la comunidad decida? ¿un espacio para la ciudadanía donde la nacionalidad es la biblioteca?
La buena noticia es que este libro está disponible en descarga gratuita para tode el que quiera leerlo gracias a la generosidad de Biblioteca Nacional del Perú, una biblioteca que también se está imaginando de forma distinta e impresionante (alberca, educación, con un perfil más público).
Pues eso, ya está mi propuesta de celebración del Día Nacional del Bibliotecario y la Bibliotecaria en México. No me queda más decir a Tere y Gonzalo gracias por poner estos libros tan necesarios en nuestro horizonte: sigamos manifestándonos a favor de las bibliotecas, sigamos imaginándola.
Hace unos días les platicaba del CDL o Préstamo Digital Controlado, un sistema que permite a las bibliotecas digitalizar sus contenidos y ponerlos en préstamo bajo las mismas reglas del préstamo tradicional. Como lo comentaba, si bien no estamos hablando de una medida nueva para permitir el acceso, el contexto de pandemia lo convierte en un método emergente y de gran utilidad que las bibliotecas tendríamos que explorar más.
El día de hoy quiero platicarles que la IFLA y EBSCO respaldan el Préstamo Digital Controlado. Vale la pena mencionarlo en este post porque el apoyo viene desde dos frentes que podrían parecernos muy distantes, pero que son parte del universo llamado biblioteca: la primera, la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas, la organización bibliotecaria más importante en todo el mundo; la segunda, una empresa de distribución comercial de bases de datos en bibliotecas.
Fue justamente hace unos días cuando la IFLA se posicionó sobre el Préstamo Digital Controlado arguentando lo siguiente:
… existe una sólida justificación socioeconómica para permitir los préstamos digitales controlados en bibliotecas de todo el mundo, y que donde se respetan una serie de principios deseables y ampliamente reconocidos (la capacidad de las bibliotecas para adquirir y prestar libremente, la neutralidad tecnológica de las leyes, la posibilidad de combinar excepciones), su base jurídica respalda el mayor interés público.
De acuerdo con el posicionamiento de la IFLA, son tres los principios en los que puede sustentarse el CDL o PDC (éste último por sus siglas en español):
La libertad de adquirir y prestar representa una función fundamental de las bibliotecas.
Los usos digitales deben tener como mínimo la misma flexibilidad que los físicos
Es aceptable hacer uso combinado de más de una excepción o límite.
EBSCO, por su parte, está apoyando, además del intercambio de recursos, el desarrollo del préstamo digital controlado a través de FOLIO. FOLIO es una plataforma de código abierto para bibliotecas que es alojada en la Open Library Foundation, una organización independiente sin fines de lucro diseñada para garantizar la disponibilidad, accesibilidad y sostenibilidad de los proyectos de código abierto para las bibliotecas.
De esta manera EBSCO, en colaboración con K-Int (Knowledge Integration) promoverá soluciones con las que buscan ofrecer el préstamo digital controlado a bibliotecas de todo el mundo. Algo similar a Internet Archive, pero desde una empresa comercial.
No es de sorprender que una asociación como la IFLA que representa los intereses de los bibliotecarios y las bibliotecas en todo el mundo esté respaldando el préstamo digital controlado e inste a los países a permitir que las bibliotecas digitalicen sus acervos con este fin. Sin embargo, encuentro particularmente interesante que una empresa como EBSCO, que comercializa bases de datos y contenidos precisamente a las bibliotecas, esté apoyando el préstamo digital controlado.
Considero que la principal contribución de EBSCO es ayudar a las bibliotecas a garantizar que los materiales digitalizados cuenten con los candados necesarios para que no sean duplicados y distribuidos de manera ilegal.
Resultará interesante ver más adelante si otras instituciones se suman al Préstamo Digital Controlado. En lo personal me gustaría ver editoriales (las que de seguro serán más reticentes) entendiendo que el CDL no les representa un peligro y que, por el contrario, como se ha demostrado en distintas ocasiones e incluso la misma IFLA lo señala, el préstamo en bibliotecas contribuye a futuras ventas para las editoriales.
También me gustaría ver a asociaciones de bibliotecarios locales sumándose. El trabajo de las bibliotecas hace que todos ganen, así que el Préstamo Digital Controlado no sólo es una oportunidad para las bibliotecas, como lo mencionaba en mi post anterior, sino una oportunidad para autores, editoriales y, desde luego, ganan los usuarios.
El Préstamo Digital Controlado (CDL, Controlled Digital Lending) es un tema que desde hace algunos meses sigo de cerca y del que les debía un post. Debido a la pandemia está más vigente que nunca por la necesidad de brindar acceso a los distintos materiales en un contexto de bibliotecas cerradas. Prueba de ello son los distintos webinarios que Internet Archive ha llevado a cabo en este periodo. El más reciente y que recomiendo ampliamente es Frequently Asked Questions About Controlled Digital Lending.
¿Pero de qué hablamos cuando hablamos de CDL?
El CDL o Préstamo Digital Controlado es un método “emergente” que permite a las bibliotecas digitalizar libros y prestarlos de manera similar al préstamo de libros impresos, todo lo anterior de forma controlada y, pongamos atención en la palabra “controlada” porque es esto precisamente lo que hace que el CDL sea completamente legal. La biblioteca presta el mismo número de copias que tiene en impreso, una copia, un préstamo.
Pero para ser un poco más claros, de acuerdo con la Declaración el Préstamo Digital Controlado es:
El CDL permite que una biblioteca circule de forma controlada un título digitalizado en lugar de un libro físico. Con este enfoque la biblioteca sólo podrá prestar de forma simultánea el mismo número de copias que adquirió legalmente, generalmente a través de la compra o la donación. Por ejemplo, si una biblioteca posee tres copias de un título y digitaliza una copia, puede usar el CDL para circular una copia en digital y dos en formato impreso; o bien, tres copias digitales, o dos cpias digitales y un impreso. En cualquiera de los casos sólo puede circular el mismo número de copias que poseía antes de la digitalización. Esencialmente, el CDL debe mantener la relación de préstamo y propiedad. La circulación en cualquier formato es controlada de tal forma que sólo un usuario puede utilizar una copia a la vez, por un tiempo limitado. Además, el sistema CDL generalmente emplea medidas técnicas apropiadas para prevenir que los usuarios se queden de forma permanente con una copia o distribuyan copias adicionales.
Es decir que si una biblioteca tiene un ejemplar de Artimética de Baldor (uno de los libros clave en toda biblioteca pública mexicana) y decide digitalizarlo porque quizá su ejemplar impreso de tanto uso ya está por ser inservible o quizá porque la mayoría de sus usuarios no pueden ir físicamente para llevarse el libro en préstamo.
Cualquiera que sea la razón, aunque en teoría tiene dos copias sólo podrá prestar una (la impresa o la digital), por un periodo limitado (el establecido por la biblioteca en su sistema de préstamo) y el siguiente usuario que quiera ese mismo libro estará en lista de espera hasta que se devuelva la copia.
Al final del periodo, la copia del libro se devuelve y todos felices. Al menos usuarios y bibliotecarios, pues me temo que varias editoriales y algunos autores, no tanto.
El Préstamo Digital Controlado: una oportunidad para las bibliotecas
Aunque desde 2018 existe un posicionamiento oficial en relación con el Préstamo Digital Controlado, la pandemia por Covid-19 ha hecho visible la importancia de contar con acceso a los materiales.
No es raro pues que Internet Archive haya impulsando fuertemente el CDL en estos meses, pues ante el cierre de las bibliotecas y la falta de presupuesto para contar con una plataforma comercial de préstamo digital, las bibliotecas se vieron en la necesidad de dar acceso a estos materiales.
Además de la accesibilidad, otra ventaja del CDL es que contribuye con la preservación de colecciones raras o antiguas. Por otro lado, los usuarios con necesidades especiales pueden beneficiarse de las características de la copia digital: cambiar el tamaño de la letra, la orientación, el fondo de la pantalla o, incluso, utilizar distintas apps para convertir texto en audio.
Por cierto, que el CDL no aplica únicamente para libros impresos, tambié se utiliza con otros materiales siempre teniendo presente estas dos palabras “acceso controlado”.
LA clave del Préstamo Digital Controlado
En México se explora poco esta opción, no se explora de manera correcta o incluso me atrevería a asumir que se desconoce. Sin embargo, es momento de comenzar a ensayar este sistema, por eso acá la clave a tomar en cuenta para las bibliotecas que deseen implementarlo:
El CDL no es piratería pues a través de este método se digitalizarán sólo aquellos materiales que la biblioteca adquirió.
Pero quizá lo más importante es que no se trata simplemente de digitalizar un PDF y ponerlo a disposición de los usuarios de manera indiscriminada. La digitalización implica garantizar los derechos de autor; por ello es indispensable que las bibliotecas digitalicen y protejan dichos materiales con DRM, tal como lo hacen las editoriales o plataformas de préstamo digital en bibliotecas.
Desde luego que el Préstamo Digital Controlado tiene mucha reticencia especialmente entre editoriales que no entienden la importancia de que un libro suyo se preste en una biblioteca. Sin embargo, en tanto garanticemos la palabra “controlado” es perfectamente legal utilizar el CDL en las bibliotecas.