Sobre la ortografía española
Revisando viejas notas encontré esta publicada hace tiempo sobre la ortografía española y que creo vale la pena rescatar.
Sabías que:
- El abecedario español se oficializó en 1803 con un total de 29 letras.
- Que la CH y la LL en realidad son dígrafos, es decir, signos ortográficos compuestos de dos letras.
- Que ambos dígrafos actualmente son considerados respectivamente como la cuarta y decimocuarta letras del abecedario español.
- A partir del X Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española, realizado en Madrid en 1994 quedó establecido que las palabras que comienzan con CH se registrarán y ordenarán en la letra C, y a su vez, las palabras que comiencen con LL, se registrarán en la L (esto pudo ser de mucha utilidad para los catálogos impresos de muchas bibliotecas, cuando existían).
- La letra Y puede representar dos fonemas i o ll.
- El fonema de la C precedido por una A, O, U es de k; mientras que el fonema de la C, precedido por una E o U es s.
- La Real Academia española habla de: Fonema africado palatal sordo (ch), Fonema lateral palatal (ll), Fonema vibrante múltiple (rr), Fonema oclusivo velar sordo (c y q); y así a cada letra del abecedario corresponde un fonema con un nombre.
- En la antigüedad la letra H representaba una aspiración y hoy en día no tiene sonido alguno (recordemos nuestras viejas clases de español en la primaria de “la H es muda”).
- La Ñ no tiene fonema en Latín (de donde provienen muchos del los fonemas del español) por ello otras lenguas descendientes de éste encontraron distintas soluciones: en francés (gn), en portugués (nh), el catalán (ny).
- Palabras de otros idiomas que han sido adaptadas al español se escriben en cursivas o comillas whisky, affaire, etc.
- Las mayúsculas de la i y la j se escriben sin punto (bueno, esta seguramente no es ninguna novedad).
- Se escribe siempre con mayúscula cuando se cierra una interrogación (?) o una exclamación (!); así como los nombres de fechas El Renacimiento.
- La Real Academia Española se fundó en 1713 y la Academia Mexicana de la Lengua en 1875.
Resulta extraño que a pesar de que el Español sea hablado por más de 400 millones de personas a nivel mundial, en ocasiones nos sea tan ajeno y difícil de escribir o de hablar (conocidas como faltas de ortografía). Quizá tampoco sea adecuado ser purista con la lengua pues, como todo en esta vida, debe evolucionar, adoptar y/o crear nuevas palabras. Creo que el Español se encuentra en un momento decisivo donde enfrenta su oportunidad más grande de evolución; es un hecho que Internet ha venido a cambiar las costumbres y formas de vida de muchos seres humanos, la forma en que escribimos y hablamos no es la excepción. Pero quizá todavía sea importante escribir con los signos de puntuación adecuados, utilizar la H cuando haya necesidad de utilizarla (no importa que sea muda), diferenciar entre la V y la B, así como entre la Y y la LL, saber utilizar haber (verbo) y a ver o sino (conjunción) y si no (condicional). Reconozco que a mí aún se me escapan algunas faltas – las menos quizá, aunque sería interesante saber qué opina un lingüista de mis escritos- pero siempre existe la oportunidad de ser corregida, de preguntar o consultar en algún diccionario y si no, como hace poco leí: ”aquel que no acierta a colocarla en su sitio incurrirá en falta de lesa gramática” (Delibes, 1989. Los santos inocentes. Barcelona, Planeta).
Por cierto, si tienes dudas al escribir o te interesa conocer un poco más sobre el enmarañado y, sólo algunas veces, divertido mundo de la ortografía española puedes consultar el Manual de la Ortografía Española de la RAE.












