Gracias al blog Biblioteca Imaginada, de mi querido Gonzalo Oyarzún, me entero de la presentación, el pasado 5 de agosto, del Manifiesto de la IFLA sobre internet: construyendo un mejor acceso digital con las bibliotecas. En su tercera edición (la primera versión data del 2002) este Manifiesto presenta los puntos clave para que la comunidad bibliotecaria, desde las bibliotecas, garantice el Internet centrado en las personas.
¿Qué significa contar con un Internet centrado en las personas?
Un internet centrado en las personas debe cumplir con ciertas características que van más allá de la simple conectividad. Desde luego, esto es fundamental, pero en el Manifiesto se menciona algunas otras características imprescindibles y que se dan de manera encadenada:
- Conectividad significativa: como lo menciono en el párrafo anterior, no se trata sólo de estar conectado o conectada, sino hacerlo a través de dispositivos útiles, con una buena velocidad de conexión que sea asequible y confiable. Esto permitirá una buena experiencia.
- Habilidades: para aprovechar al máximo todo el potencial de internet, todos los usuarios requerimos desarrollar permanentemente ciertas habilidades que van desde alfabetización informacional básica, hasta habilidades más desarrolladas.
- Informado: aquí se mencionan dos aspectos fundamentales, acceso a contenido relevante y el acceso abierto a los contenidos.
- Seguro: el derecho a la privacidad, sin riesgos de que terceros recolecten información personal roben datos para hacer mal uso de ellos, por ejemplo, datos bancarios.
- Inclusivo y respetuoso: un internet centrado en las personas debe garantizar que todos tengan acceso sin importar la ubicación, creencias políticas o religiosas. Se debe abogar por grupos especiales como las comunidades indígenas y las y los niños.
- Comprometido: debe ser una herramienta fundamental de comunicación e intercambio.
Lograr lo anterior no es algo sencillo, en el camino hay ciertos retos que amenazan el objetivo de tener acceso a un Internet centrado en las personas, por ejemplo, cuando es fragmentado o no hay acceso equitativo o hay exclusión digital, amenaza los derechos humanos o es un internet puramente comercial.
El papel de las bibliotecas
Y, desde luego, como se menciona en este Manifiesto, los gobiernos tienen una gran responsabilidad en construir un internet centrado en las personas; sin embargo, las bibliotecas, en su papel de garantes de acceso a la información juegan un papel crucial. Desafortunadamente, cuando no existe coordinación entre gobiernos y biblioteca, y el interés está no está puesto en fortalecer a las bibliotecas, éstas se convierten en un eslabón débil y se desperdicia su potencial.
El primer ejemplo que me viene a la mente es, precisamente, el de México, donde las cerca de 7,400 bibliotecas públicas son la infraestructura cultural más importante en todo el país y, sin embargo, hay un claro problema de conectividad y ésta siempre depende de las voluntades gubernamentales, federal, estatales o locales, en turno. En el caso de aquellas bibliotecas que cuentan con conectividad, no cumplen con los preceptos de conectividad significativa y, mucho menos, con los otros preceptos enumerados en el Manifiesto IFLA sobre internet.
Manifiesto de la IFLA sobre Internet: reflexión final
Sin duda, se trata de un Manifiesto necesario en una época en la que parece que todos tienen acceso a internet y poco nos detenemos a analizar las características que debe cumplir esta conectividad. También es un manifiesto que nos da cuenta de hacia dónde debemos apuntar las y los bibliotecarios cuando hablamos de acceso a internet. Para quienes aseguraban que internet haría desaparecer nuestra profesión, vemos con este Manifiesto que las bibliotecas y los profesionales de la información jugamos un papel fundamental.
Ir al Manifiesto de la IFLA sobre internet