e-books en bibliotecas Imagen vía: Digital Book World

De acuerdo con un estudio reciente publicado por Library Journal y Bowker titulado Understandig the behavior & preferences of U.S Public Library Users, los usuarios prefieren que las bibliotecas tengan e-books a cualquier otro material, es decir, el 28% de usuarios de las bibliotecas públicas en Estados Unidos prefieren descargar libros electrónicos y este porcentaje es mayor cuando son al mismo tiempo lectores de libros electrónicos. De hecho, se prefiere que las bibliotecas públicas cuenten en sus acervos con libros electrónicos que con otro tipo de materiales, como puede ser el caso de la música o vídeos.

A pesar de lo anterior y de la gran demanda de los libros electrónicos en las bibliotecas, las editoriales y distribuidores aún se muestran renuentes a permitir que sus contenidos se encuentren en estas instituciones, el miedo a que el servicio de préstamo bibliotecario los haga perder dinero cuando de libros electrónicos se trata, les hace perder de vista que, de acuerdo con otros estudios, los usuarios que utilizan el servicio de préstamo bibliotecario, terminan comprando los libros prestados o cualquier otro título del mismo autor.

Otros datos interesantes que arrojó este estudio: aunque los dispositivo Kindle siguen teniendo el primer lugar como dispositivos de lectura en las bibliotecas, las tabletas poco a poco van ganando terreno, comenzando precisamente por el Kindle Fire y seguido muy de cerca por el iPad y el Nook, de Barnes & Noble.

Y para los que aseguran que las nuevas tecnologías son las principales enemigos de las bibliotecas y vivan en una lucha constante por mantener la biblioteca tradicional, quizá les interese saber que son precisamente los propietarios de smartphones, e-readers, tablets o computadoras quienes más utilizan los servicios de las bibliotecas. Asimismo, son este tipo de usuarios los que esperan que las bibliotecas públicas ofrezcan servicios a través de distintas aplicaciones para los dispositivos móviles. Así que olvídense de imaginarse tras un mostrador, hoy en día se espera que la biblioteca acompañe al usuario en cualquier lugar y momento que se necesite y se espera también que exista un bibliotecario en línea que pueda responder las demandas de estos usuarios.

Esto último es quizá un tema poco estudiado por los responsables de bibliotecas, no sólo las públicas, desafortunadamente en el caso de México la ausencia de la biblioteca móvil es aún más notoria y un tema en el que habremos de trabajar en el futuro cercano, es decir, para ayer.

Visto en: Digital Book World

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