Hoy como cada 20 de julio estamos de manteles largos festejando el Día del Bibliotecario en México. Para celebrar, acá podría escribr un post sobre la importancia de la profesión y de las bibliotecas en el país; sin embargo, como en otros festejos, creo que la mejor forma de festejar una fecha relacionada con las bibliotecas, el libro o la lectura es precisamente leyendo. En esta ocasión, les traigo un libro que no puede ser más adecuado para la ocasión, se trata de Déjenlos leer: los niños y las bibliotecas de Geneviéve Patte.
Así que felicidades a todas y todos mis colegas por este Día del Bibliotecario. ¡A leer y trabajar!
Título: Déjenlos leer: los libros y las bibliotecas.
Autor: Geneviève Patte
Traducido por: Rafael Segovia
Pie de Imprenta: México: Fondo de Cultura Económica, 2011.
Colección: Espacios para la lectura.
Geneviève Patte es una bibliotecaria especializada en literatura infantil, durante 35 años estuvo a cargo de la asociación La Joie par les Livres, responsable de la edición de la Revue de livres pour enfants, además de organizar los primeros seminarios internacionales sobre Bibliotecas Infantiles y Juveniles. Patte es sin duda una figura clave en el tema de biblioteca pública y lectura, por ello este libro resulta particularmente atractivo, pues parte desde su visión y experiencia, principalmente en bibliotecas de zonas marginadas de Francia.
No nos dejemos engañar por el título, pues nada tiene que ver con hábitos de lectura y argumentos desgastados sobre la “importancia de leer”, no es un libro sobre técnicas de mediación lectora y tampoco sobre recetas para formar usuarios de bibliotecas; Déjenlos leer es, por el contrario, una profunda reflexión sobre el papel del bibliotecario en la formación de lectores, una tarea en la que no cabe la improvisación o los escalafones, sino un interés genuino por parte del bibliotecario y un respeto hacia su labor:
La gestión de la biblioteca exige una profunda capacitación y un salario digno.
Pero además del respeto hacia el bibliotecario, más importante aún es la invitación de este libro a respetar a los lectores, a no dar por sentado nada, a conocerlos y a conocer sus intereses.
Es al mismo tiempo una reflexión sobre el importante papel que la biblioteca pública tiene en la sociedad, cómo debe aprender a moverse con ella y las necesidades de su comunidad:
La biblioteca cambia de rostro de acuerdo con los lugares, las situaciones y las épocas, sin por ello abandonar los objetivos que ha elegido. Se pone en situación de escucha y se adapta para responder mejor.
Por ello la biblioteca debe entenderse como un lugar de encuentro en el que cada proceso es importante, comenzando con los aspectos a tomar en cuenta para la selección y adquisición de libros literarios e informativos, hasta el servicio que se da todos los días.
Déjenlos leer también nos habla de una biblioteca que debe ser vista como el recinto que pone el espacio y propone su uso, pero donde el usuario es quien decide lo que finalmente realiza, es decir, un espacio de cultura en el que se debe privilegiar el espíritu creativo del niño.
Toda biblioteca se convierte no ya en lugar de los libros, sino también en el lugar de las ideas.
Un libro que sin duda es la reflexión ideal para este Día del Bibliotecario sobre nuestro trabajo diario, a conocer nuestros acervos, a conocer nuestra comunidad, a saber lo que funciona y lo que no, a respetar al otro, sea el usuario o el bibliotecario.