La biblioteca pública en México es un gran esqueleto al que hay que dotar de nervio y músculo… La primera función que cumplen es la de proporcionar un espacio público para millones de estudiantes de educación básica que en sus hogares no disponen de un lugar para estudiar. Esto es lo que, por el momento, han podido conseguir las bibliotecas públicas en México. Un espacio: mesas y sillas, un techo y paredes, una colección básica de documentos, un personal que cierra y abre a sus horas y que mantiene un orden en colecciones y público. Con un poco de suerte, una computadora, con un poco más de suerte, conectada a internet, y con mucha, pero que mucha suerte, conexión de banda ancha: 32.1% tiene conexión a internet y 22.6 % accesa mediante banda ancha.
Raúl Salaberria. Apuntes de un observador de las bibliotecas públicas de México
Una lectura recomendada en la que no puedo más que estar de acuerdo, a veces los números y los cacareados informes, aunque impresionantes, siguen siendo huecos cuando la realidad refleja una situación muy distinta. De nada nos sirve hablar de bibliotecas públicas por miles, si no cumplen su función porque el material es obsoleto o no resuelve las necesidades de la comunidad. De nada sirve hablar de una gran biblioteca pública en el centro del país, si otras bibliotecas públicas están en el abandono.