¡Luego no digan que yo no les avisé!
A partir del próximo 1 de julio, la cadena de cafeterías Starbucks implementará en Estados Unidos un servicio llamado Starbucks Digital Network, es decir, que estará ofreciendo a sus clientes acceso gratuito al contenido de pago en la red, entre ellos se incluye el acceso a diarios como el Wall Street Journal y The New York Times, también el acceso a iTunes, Patch, USA Today, Yahoo and Zagat, entre otros; por cierto, como nota extra, les comento que desde el Starbucks donde escribo esta entrada veo que durante el Mundial de Futbol se incrementará el ancho de banda para que los clientes puedan ver desde sus laps los partidos.
Todo esto formará parte de lo que se conoce como la “Experiencia Starbucks”, experiencia que se resume en las 5 maneras de ser de los líderes y socios de Starbucks:
- Ser acogedores
- Ser auténticos
- Ser considerados
- Ser conocedores
- Ser partícipes
Lo anterior, conforme a _La experiencia Starbucks_ de Joseph Michelli (Editorial Norma, 2007), libro del que les hablaré tan pronto lo termine, pero que me hace replantear lo que dije en Las Bibliotecas vs los Starbucks:
Las bibliotecas seriamente deberían considerar el modelo de Starbucks. Necesitamos bibliotecarios-baristas que, además de ser expertos en CDU, te preparen tu “alto-mocca-extra-hot-descafeinado-con-soya” y que nunca te digan “shhhh!!! favor de guardar silencio.
Una vez más aclaro que no hablo del café y mucho menos que los dejemos ver futbol, pero queda la pregunta: ¿tienen nuestras bibliotecas y nosotros los bibliotecarios algo de acogedores, auténticos, considerados, conocedores y/o partícipes?
Quizá deberíamos considerar lo que dice Honorio Penadés
…si no puedes con tu enemigo, alíate con él, osea, si ellos regalan contenidos de calidad, regalemos nosotros café de calidad, en un intento de mashup cafetobibliotecario.
¿Quién de nosotros levanta entonces la manita para ser el primer bibliotecario barista? Eso sí, ¡nada de fútbol!, que quede bien claro!
(Gracias Honorio Penadés por el dato).
Prefiero la experiencia del Café el Jarocho…I mean, las bibliotecas para leer, los cafés para conversar, las cantinas para ver el fut…saludos!
¿Quedó el mensaje anterior? El caso es que con lo caro del Starbucks prefiero El Jarocho…las bibliotecas pa leer, los cafés pa cotorrear (o leer también) y las cantinas pal fut…saludos
yo quiero ser “bibliotecario barista” jejeje. Saludos!
Gerardo:
jua! Gracias, acá entre nos, yo no tomo café, pero prefiero la comodidad del SB aunque me salga un poquito más caro. Lo que en realidad quiero compartir con este y el post anterior es que en algo nos estamos quedando cortos los bibliotecarios para que muchas de nuestras bibliotecas luzcan tan vacías… especialmente considerando que, al menos en las públicas, los asientos y la información es gratuita.
Majo: jaaaa!!!! no se si barista, pero al menos quitarnos este look de lentes, chongo y regañones.
Saludos a ambos, gracias por pasar a comentar.
Uff, creo que el mensaje del post fue clarísimo, la filosofía de la experiencia de consumo de café es lo que vende Starbucks, si alguien no tiene dinero para comprarlo, ya es otro boleto.
Por otro lado en términos estrictos económico, un Café del Día en Starbucks trae dos cafés americanos del Jarocho, que sumados equivalen al mismo precio.
La diferencia principal son sillones cómodos, buena iluminación, buen trato, lugar limpio, colores agradables, wifi.
Que Starbucks se haya convertido en un lugar dividido entre gente que trabaja y posers wannabes, no significa que deje de ser un lugar muy bien pensado para agradar a sus clientes… y por lo que indica este post, se trata de eso.
Si una persona prefiere el Jarocho, eso no dice nada en particular al respecto de como mejorar la experiencia en las bibliotecas.