En uno de esos momentos bibliotecarios que a veces se dan en Twitter, salió a la conversación si existen o no bibliotecarios en el santoral católico, así que Jordi Serrano (@jserranom) y yo lanzamos la pregunta. He aquí algunos resultados que muy amablemente nos hicieron llegar Honorio Penadés (@ehonorio en twitter), Francisco José Diago y Silvia Sunyer entre otros y que quiero compartirles por si algún día se topan con esta duda existencial:
- San Lorenzo Mártir (festividad 10 de agosto), es el Santo Patrono de los Bibliotecarios, uno de los siete diáconos de roma y quien fuera encomendado a administrar los bienes de la Iglesia, razón por la cual se le considera uno de los primeros archivistas y tesoreros de dicha institución.
- Santa Minucia (la Santa Patrona de los Catalogadores), quien, a pesar de no ser muy popular en su convento, organizó las tierras en propiedad fiel a cosechas permanentes y propiedad parada a la rotación de cultivo; quizá sea por esta organización tan detallada que los catalogadores la han hecho su santa patrona. Honorio Penadés lo ha explicado mejor que yo: …o que se atribuye a Sancta Minutia es la división de las tierras del monasterio en dos tipos de campos de cultivo: campos de longitud fija y campos de longitud variable. Por otra parte, reformó además el edificio monacal para establecer una entrada principal y varias entradas secundarias (la mayor de ellas, la de acceso de materias). Finalmente, introdujo el concepto de “verso de la portada” por su afición a mandar grabar poesías en el frontis del edificio. =)
- San Beda o Beda el Venerable (festiviad 25 y 27 de mayo), monje benedictino, escritor y erudito famoso por su Historia eclesiástica gentis Anglorum que le valió ser considerado el Padre de la Historia Inglesa, y aunque no sea un santo patrono “oficial” de nuestra labor, sus múltiples actividades bien lo llevarían a portar nuestro estandarte, en este post se explica mejor.
- Entre los Beatos encontramos a Luis Suárez Valdés Díaz de Miranda (beatificado el 28 de octubre de 2007), un agustino nacido en Asturios y martirizado en noviembre de 1936, fungió como pedagogo de novicios, administrador y bibliotecario de la revista “Ciudad de Dios.”
En resumen, no cabe duda que todos los días se aprende algo nuevo. Si falta alguno o quieren incluir a sus nominados, no duden en comentarlo.
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Actualización
Muchas gracias a Ferran Moreno y Luke Rosenberg por ayudar en esta actualización de lista de Patronos Bibliotecarios:
- Santa Wilborarda de Saint Gall, incluída en la Historia universal de la destrucción de los libros (2004) de Fernando Báez y quien tuvo una visión previa al incendio del Monasterio de Saint Gall y enterró los libros de la biblioteca de la que era responsable. Santa Wilborarde se encontró muerta en el sitio donde enterró los libros.
- Santa Catalina de Alejandría (festividad 25 de noviembre, y 26 de noviembre en la Iglesia Ortodoxa), célebre por su gran sabiduría y relacionada siempre a bibliotecarios, archivistas y maestros.
- San Jerónimo (festividad: 30 de septiembre), responsable de la primera traducción de la Vulgata y asociado con la traducción, la catalogación y la escritura.
- San Isidoro de Sevilla (festividad 26 de abril).
Fernando Báez, en su Historia universal de la destrucción de los libros, menciona también a santa Wiborada de Saint Gall, como santa relacionada con los libros. Otros santos patronos de los bibliotecarios: santa Catalina de Alejandría y san Jerónimo
También he visto referencias a otros patrones de nuestra profesión: a San Jerónimo (Eusebius Hieronymus Sophronius 340-420, festividad 30 de septiembre), a San Isidoro de Sevilla (560-636, festividad 26 de abril), y en un tiempo a Santa Catalina de Alejandría (24 ó 25 de noviembre, aunque no estoy seguro que se siga celebrando en la iglesia romana, tal vez solamente en la iglesia ortodoxa).
Muchas gracias Luke y Ferran por los datos. Los agrego a la lista.
Saludos
Echo en falta a un bibliotecario que fue Obispo y Santo. Y que además en sus últimos años de su vida anduvo por tierras riojanas y vascas. Se trata de San Gregorio Ostiense, Obispo de la ciudad italiana de Ostia, el cual fue bibliotecario de cuatro Papas. Vivió en el siglo XI. Sin embargo, no ha pasado a la historia por tal profesión si no por sus predicaciones y los milagros que realizó. Dicen que acabó con las plagas, especialmente con la de langosta que asolaban los campos. Dicen que ordenó que cuando falleciese lo montasen en un burro y allí donde se parase le hiciesen una basílica. Por lo que parece el burro se paró en una cima de un monte del valle de la Berrueza (Berrotza) en Navarra, y allí existe una basílica rodeada de pueblos dedicados a la agricultura.