Vía Galleycat llego a El ADN de un libro exitoso, una interesante infografía elaborada por Hiptype y donde se recogen algunos de los pasos claves para que un libro alcance el éxito.
“...un ácido nucleico que contiene instrucciones genéticas usadas en el desarrollo y funcionamiento de todos los organismos vivos conocidos y algunos virus, y es responsable de su transmisión hereditaria. Muchas veces, el ADN es comparado con un plano o una receta, o un código, ya que contiene las instrucciones necesarias para construir otros componentes de las células...”
De esta manera, podemos entender metafóricamente al ADN de un libro como toda instrucción para el desarrollo y funcionamiento del mismo, responsable de su transmisión hereditaria (lectura). En fin, que esta infografía es una especie de plano o receta con instrucciones precisas para construir todos los componentes que nos llevaran a un libro exitoso, pasos que no pueden saltarse; por ejemplo:
La calidad del contenido es imprescindible; sin embargo, quizá un aspirante a escritor deba tener presente que el 40% de los libros que tienen como protagonista a una mujer tienen más posibilidades de convertirse en un bestseller y que la mitad de las mujeres lectoras son quienes finalizan sus lecturas. ¿Será por eso que 50 shades of Gray de E.L. James alcanzó el éxito? Quizá, aunque esto viene a destruir el argumento de un contenido de calidad para un libro exitoso.
Los libros de ficción son también aquellos que mejor salud gozan, aunque en México la lectura de ficción esté tan mal vista por los que “se supone” que saben del tema y si no me creen, les recomiendo la lectura cuidadosa y placentera de este excelente libro mitad ensayo, mitad relatos donde se habla precisamente de la literatura de ficción en México.
Por cierto, sólo el 4% de los capítulos de muestra son leídos; así que asegúrense de iniciar con las palabras correctas o corren el riesgo de nunca ser leídos ni siquiera a manera de muestra, ¡ah! pero si logran que lean sus capítulos de prueba, asegúrense que el resto del libro sea lo suficientemente atractivo porque el 30% de los lectores abandona su lectura alrededor de la página 50. En resumen, escriban lo suficientemente interesante para mantener al lector de inicio a fin con ustedes.
Y no olviden el grosor de su libro, si tiene 300 páginas hay un 87% de probabilidad de que el autor lo termine pero, si quieren escribir un mamotreto de 700 páginas, quizá sólo el 35% de sus lectores lo finalice; así que vayan pensando en una serie de 300 páginas en cada volúmen.
Recuerden un buen argumento bien contado es quizá (¡porque hay cada excepción en los estantes!) lo que los lleve a un libro exitoso. ¿Se les ocurre algo más?
Vía Elsevier’s Library Connect Newsletter llego a Soy un bibliotecario social, una interesante infografía elaborada por Elsevier’s Library Connect Newsletter y el bibliotecario y analista en tecnología, Joe Murphy. Dicha infografía intenta mostrar que hablar del bibliotecario social es ir más allá de las redes sociales, que si bien no podemos negar es una parte quizá inevitable, debemos entender que es una muy pequeña; el bibliotecario social debe asumirse como un curador de contenidos, como un educador, como un filtro y también como una conexión, todo lo anterior con el único fin de apoyar al usuario a no perderse en la mar de información.
Como podemos ver, las tecnologías cambian, pero no la función principal que es la de ser LA conexión ideal, útil, detallada y cuidada entre la información y el usuario; ayer lo hacíamos con libros físicos o con códices (por mencionar un par de ejemplos), hoy lo hacemos con cientos de miles de recursos distintos audiovisuales disponibles en internet. Sin embargo, dadas las ingentes y crecientes cantidades de información, la nuestra es hoy más que nunca una labor de gran responsabilidad.
En una era donde se anuncia tan fácil y descaradamente la desaparición del bibliotecario (aunque, en realidad, llevamos desapareciendo más tiempo a manos no ya de la tecnología, sino de personas con una visión muy corta de lo que realmente hacemos), es quizá cuando nuestra labor como bibliotecarios sociales brilla más, si no me creen, dense una vuelta por el estudio Economic valuation of the British Library realizado recientemente y donde se demuestra el valor costo-beneficio de la Biblioteca Británica: “por cada £ invertida la British Library genera un beneficio de £5″.
Si bien es cierto que los motores de búsqueda han avanzado, siempre va a ser necesario un criterio profesional y basado en el conocimiento de los documentos y las necesidades del usuario para poder satisfacerlas, algo que hasta ahora ningún algoritmo o motor de búsqueda ha logrado superar. Lo anterior, sin dejar de lado, la labor como promotor de la lectura, la cultura, la salvaguarda de la historia de los pueblos, etc.
Justo antes de finalizar 2013 leía Ser bibliotecario: una profesión radical, la transcripción de una excelente conferencia ofrecida en Canadá por la periodista Naomi Klein en 2003 y a la que llegué gracias a Kaos en la red. A pesar de que 2003 puede parecernos bastante lejano, la situación que viven hoy en día las bibliotecas en todo el mundo (recortes de presupuesto y personal, etc.) hacen que la conferencia de Klein siga siendo tan actual como en aquel año.
Klein asegura que la nuestra es una profesión subversiva al prestar libros, ofrecer servicios de información y recreación abanderados con la gratuidad; sin embargo no tenemos una tarea sencilla, especialmente cuando muchas bibliotecas en Estados Unidos han tenido que “reajustarse” a las constantes crisis económicas que derivan en recortes presupuestales en el mejor de los casos (en España se vive situación similar), y en el cierre mismo de las bibliotecas cuando la cosa se pone muy fea. Estos reajustes comienzan a cuestionarse al llevar la bandera de gratuidad (recordemos que las bibliotecas públicas funcionan con fondos del Estado), especialmente cuando otros servicios públicos se están privatizando, tal es el caso del alcantarillado, sanidad, agua, etc.
El riesgo que se corre en las bibliotecas es la privatización y por ello, la gratuidad de estas y la labor del bibliotecario representa una amenaza frente a las grandes empresas y frente a la sociedad de consumo en la que nada es (o debe ser) gratis, de ahí que la nuestra sea una profesión subversiva y las bibliotecas nuestras mejores defensas. Desafortunadamente, algunas bibliotecas no pueden con la presión y comienzan a ceder semi-privatizando sus servicios; el ejemplo más claro lo encontramos cuando las bibliotecas cobran por algunos de sus servicios, como la conexión a internet o bien, abren librerías dentro de sus instalaciones.
¿Qué pasa aquí? ¿Abrir librerías dentro de las bibliotecas qué tan útil o benéfico es? ¿no es, de alguna forma, competir contra nosotros mismos? ¿cobrar el internet o cualquier otro servicio no es ir en contra de la esencia de la biblioteca pública?
Lo mío son meras preguntas al aire y lo menciono porque, aunque estoy del lado de Klein y de que no me gusta nada la idea de la privatización, de cobrar los servicios por mínimos o especiales que sean, no logro definir qué tan perjudicial o, en el peor de los casos, necesario, resulte a la larga privatizar nuestras bibliotecas; debo reconocer, sin embargo, que se abre una vez más la discusión no sólo sobre la función de la biblioteca pública, sino también sobre el futuro de la misma. Por cierto, Klein no tiene duda de lo perjudicial que resultará la privatización ya que los usuarios ya no diferenciarán entre servicios públicos y privados, y mucho menos, lucharán por su biblioteca si es que ésta no logra sobrevivir.
Y mientras le seguía dando vueltas a la conferencia de Klein, me topé con El futuro de las bibliotecas como Ebookstores, un post publicado hace unos días en el blog Universo Abierto donde presentan la otra cara de la moneda con la propuesta de Jamie LaRue, director de las Bibliotecas del Condado de Douglas en Colorado, Estados Unidos, quien junto con su equipo desarrolló una plataforma de distribución y venta de e-books independientes a través del catálogo de la biblioteca, esto significa que si el usuario no encuentra en el OPAC el libro que desea puede adquirirlo a través de Bilbary, una librería on-line con una oferta de 1,3 millones de títulos en formato ePub.
De entrada, parece una propuesta interesante en una profesión que a veces parece no propone, de hecho, la propuesta de LaRue va más allá de ser meras librerías o de integrarlas, sino que visualiza a la biblioteca como un espacio no sólo para ofrecer y/o vender contenidos, sino también para convertirse en cierto sentido en una editorial de autores independientes que ofrezca no sólo la plataforma para distribuirlos, sino también para crearlos y, desde luego, ofrecer toda la ayuda en el proceso creativo. Visto así, no está tan mal y de hecho, ya se ha hablado de las bibliotecas como espacios para la creación de contenidos. Pero, ¿al vender libros aún bajo este precepto, no es ir un paso hacia la privatización¿ ¿es ese nuestro futuro? Si somos un agente de cambio, ¿cómo luchar contra recortes, crisis, cierres y “reajustes”? ¿es esa la mejor manera? ¿por qué sí o por qué no?
¿Cuál es el costo-beneficio de comenzar a vender, privatizar e integrar librerías?
Los dejo pues con ambas lecturas y, aunque se que no es un tema sencillo, espero sus comentarios.
Antes que cualquier cosa, comienzo este post deseando a cada uno de ustedes un muy feliz y pleno 2014, lleno de libros y de cosas positivas.
Ahora sí, para no perder el tono librero de este blog, comienzo el primer post con la clásica pregunta, ¿qué es mejor el libro o la película?
Aunque en lo personal no me gusta comparar entre los libros y sus versiones fílmicas, a veces parece imposible permanecer ajeno a esta pregunta, creo que las películas hacen un gran trabajo al llevar hasta la audiencia un libro que a muchos espectadores no llegará de otra manera y siempre tiene un gran mérito adaptar una obra escrita al lenguaje cinematográfico, claro, no voy a negar que en el camino hay películas de lástima, pero no por ello hemos de quitar mérito y dar por sentado que la película nunca va a ser suficientemente buena.
En fin, seguramente a muchos no convencerá ese argumento y asegurarán que el libro siempre será mejor que la película, así que para ellos les traigo Books vs Film, una interesante infografía publicada en Lovereading.co.uk donde se comparan los libros contra sus versiones cinematográficas, por cierto que dichas comparaciones fueron realizadas con base en la revisión y análisis de al menos una docena de sitios especializados en la materia.
Aunque 39 libros se llevan las palmas, resultará sorprendente que al menos 19 adaptaciones cinematográficas superan al libro, entre estas últimas podemos encontrar algunos casos interesantes, por ejemplo:
Slumdog millionaire, escrita por Vikas Swarup, versión cinematográfica dirigida por Danny Boyle.
Brokeback mountain, escrita por Annie Proulx, versión cinematográfica dirigida por Ang Lee.
The english patient escrita por Michael Ondaatje y dirigida por Anthony Minghella.
Algunas de las películas que son igualadas al libro encontramos:
El pianista, escrita por Wladyslaw Szpilman, versión cinematográfica dirigida por Roman Polansky.
The virgin suicides escrita por JeffreyEugenides y cuya versión cinematográfica fue dirigida por Sofia Coppola.
¿Qué películas quedan muy por debajo de sus libros? Uno esperaría encontrar varias versiones, pero de forma sorpresiva, son pocos libro que quedan mal parados frente al libro.
Twilight saga: new moon de Stephenie Meyer, versión cinematográfica dirigida por Catherine Hardwicke. Confieso que no leí los libros y sólo vi la primera película, pero me cuesta trabajo pensar en cualquiera de las dos como obras maestras de la literatura o el cine.
En fin, no les cuento más y mejor juzguen ustedes, los dejo con la infografía y ya me contarán si están de acuerdo.
En este recuento de cosas y casos que son tan comunes los fines de año, también es común encontrar el destinado a los propósitos y deseos que (a veces ingenuamente) hacemos cuando se da el banderazo de salida; precisamente en Goodreads es posible ver en estos días quiénes cumplieron su meta de lectura de 2013. En lo personal, no le encuentro mucho sentido a que este propósito se defina en números, decir que voy a leer 20, 30 o 100 libros durante un año es (mera opinión) como apilar libros en estantes. Por eso la propuesta del Bingo Literario lanzada por Random House Canadá y replicada en este blog a principios de 2013 me pareció más interesante y divertida.
Pues bien, les presento nuevamente el Bingo Literario, los resultados de lectura en este 2013 y aclaro que no fue posible llenar muchas casillas y que algunos libros tuvieron que repartirse en al menos dos casillas. De izquierda a derecha:
Un libro que escogí por la portada
Aquí tengo varios:
The obnoxious librarian from Hades de Dennie Haye
Pelos en la lengua: disparatorio esencial de la RAE de Juan Domingo Argüelles, un libro que dice lo que muchos pensamos a veces de la RAE y sus disparates.
Mitos de la lengua: reflexiones sobre el lenguaje y nosotros sus hablantes coordinado por María Montes de Oca.
Un libro que viste a alguien leyendo
Ninguno, he visto varios libros en bibliotecas personales que se me antojan mucho, pero por alguna razón no los he leído.
Un libro que me ayudará profesionalmente
Creo que cada libro puede ayudar en distintos niveles en la profesión, pero creo que aquellos que hablan de la historia del libro:
La escritura, memoria de la humanidad de Georges Jean, compacto e interesante.
Un libro recomendado en TV
No veo mucho TV y no me fío mucho de las recomendaciones.
Un libro con un animal en la portada
Soy un gato de Natsume Soseki, divertido, aunque no se deja leer de un día para otro.
Un libro de la biblioteca
¡Ups! vergüenza, pero ninguno.
Un libro fuera de mi zona de confort
Estudios culturales: una guía gráfica de Ziaudin Sardar. No estuvo mal, aunque estoy segura que habría disfrutado un par de títulos de la misma serie; quizá se queden en lista de lecturas pendientes.
Un libro ganador en algún premio literario
El traje del muerto de Joe Hill (por cierto, hijo de Stephen King). Está bien, el libro no ganó ningún premio, pero el autor ha sido laureado por otros libros del género terror.
Un libro recomendado por un librero
Casi no acudo a libreros por recomendaciones, soy más de leer reseñas en blogs especializados en literatura, por ejemplo, Dinero para fantasmas de Edgardo Cozarinsky, no lo he finalizado pero se va dejando leer muy bien.
Un libro infantil o juvenil
La historia interminable de Michael Ende
Un libro que ha estado más de 5 años en tu librero
Intenté retomar Absalón, Absalón! de William Faulkner, pero creo que quedará otro tiempo en el librero, espero no sea mucho.
Un libro que alguien me recomendo
Los cristales soñadores de Theodore Sturgeon, una delicia y extrañeza de libro; y desde luego, me dejó con ganas de leer más del autor, el libro con el que me seguiré es Más que humano.
Un libro con un excelente comienzo
El tango de la guardia vieja de Arturo Pérez Reverte.
The etymologicon: A Circular Stroll Through the Hidden Connections of the English Language de Mark Forsyht, sin temor a equivocarme, el mejor libro de 2013.
Un libro escrito por una celebridad
Cualquier autor por el simple hecho de publicar debiera ser una celebridad; así que todos los que leí caen en este categoría, je.
Un libro con más de 400 páginas
Historia universal de la destrucción de libros: de las tablillas sumerias a la guerra de Irak de Fernando Báez (416 páginas). Esperaba otra cosa de este libro que a veces parecía más un listado que una historia, a pesar de ello hay datos muy interesantes.
Baila, Baila, baila de Murakami, aunque lo leí en electrónico, veo que en el impreso tiene nada más y nada menos que 464 páginas.
Un libro de poesía
Fallo nuevamente en esta categoría, tendré que ponerla como obigada en 2014.
Un libro del que escuchaste a través de un programa de radio
No lo leí, pero lo adquirí para regalo y espero que después me lo presten: Arañas, pesadillas y lagañas… y otras misiones para niñonautas de Kiren Miret.
Un libro con ilustraciones
La tabla periódica: la curiosa historia de los elementos de Hugh Aldersey-Williams, el libro que todo profesor de Química debe leer para saber como enseñar los elementos.
Un libro recomendado por mi barista
Mi barista me recomienda té, no hemos llegado a ese nivel de intimidad literaria, quizá estoy perdiendo una verdadera oportunidad.
Un libro recomendado por una celebridad
Depende qué se entienda por celebridad, mismo caso de la categoría Un libro escrito por una celebridad.
Un libro que debiste leer en la preparatoria
Yo diría que incluso desde la secundaria: La ciencia del color, historias y pasiones en torno a los pigmentos de Ana von Rebeur
Un libro que habrías escogido en la adolescencia
El árbol de las brujas de Ray Bradbury
Un libro que todos, menos yo, han leído
La historia interminable de Michel Ende. Qué les puedo decir, por fin lo leí y valió la pena.
Y como estoy consciente de que mi Bingo Literario no salió completo, pero no implica que no pueda crear casillas nuevas, van mis opciones:
Un libro que leí porque el autor me deja con ganas de más
El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas de Murakami, y yo creo que 2014 seguiré con algunos títulos más.
Anatomías: el cuerpo humano, sus partes y las historias que nos cuentan de Hugh Aldersey-Williams
Un libro que fue una decepción
La asombrosa historia de las palabras
Un libro que busqué hasta el cansancio
El árbol de las brujas de Ray Bradbury
Un libro de zombies
Lo confieso, los zombies son mi debilidad literaria, entonces no podía faltar Guerra mundial Z: una historia mundial de la guerra zombie de Max Brooks, y sí, aunque no me guste comparar, el libro es mucho mejor que la película.
Los caminantes de Carlos Sisi.
Un libro sobre libros
Historia universal de la destrucción de libros: de las tablillas sumerias a la guerra de Irak de Fernando Báez
El Sr. Penumbra y su librería 24 horas abierta de Robin Sloan
Demonio de libro de Clive Barker
Así las cosas con mi Bingo Literario, ¿a ustedes cómo les fue? ¿se animan a un Bingo para 2014? Los leo.
Los lectores ávidos y los coleccionistas de libros a menudo se sienten frustrados porque con sus habilidades y/o tiempo limitados son incapaces de encontrar libros raros o descatalogados. Usted puede implementar desde casa un servicio éxitoso de búsqueda de libros. Si, de hecho, es un lector ávido disfrutará ayudando a otros lectores mientras utiliza su propia biblioteca… Puede ser un negocio muy gratificante tanto en término de ganancias, como para hacer nuevas amistades.
– Allen Hall
¡Haberlo dicho antes!
Bibliotecarios y bibliotecarias del mundo, no se preocupen por los recortes de presupuesto y de personal tan comunes en tiempos de crisis mundial, ahora que estamos por comenzar el año que les parece un cambio de aires: dedíquense a buscar libros desde casa y monten un negocio exitoso, sólo sigan los sencillos pasos de 1101 Businesses You Can Start From Home (Wiley Small Business Editions).
Y si lo suyo ya no es buscar libros, acá algunos otros negocios más aventureros relacionados con estos bellos objetos que, según cuentan algunos, van a desaparecer pronto.
Tienda de audiolibros
Cientos y cientos de libros se han leído y grabado en cassettes de manera profesional, incluyendo a los grandes clásicos, novelas contemporáneas, no ficción e incluso literatura infantil. Estos audiolibros son especialmente apreciados por los ciegos, además millones de personas escuchan audiolibros en sus trayectos diarios…
Pero si a lo de los cassettes no le ven futuro –es que estas tecnologías cambian tanto– y lo que verdaderamente los mueve es el altruismo y el amor al arte, entonces quizá les interese un negocio de Libros sobre ruedas para llevar hasta las comunidades más alejadas (de esas que no faltan en este país) los libros a los que no tienen acceso y rentarlos, ¡que de algo tienen que vivir!
Otras buenas opciones para hacerse rico desde casa con los libros son:
Intercambio de libros, para este necesitarán del apoyo de otras personas que quieran intercambiar libros y, según 1101 Business you can start from home, con este negocio no sólo estarán apoyando al medio ambiente mientras reciclan papel, sino también reciclarán conocimiento.
Pues eso, ya sabe que si quiere forrarse de dinero lo único que tiene que hacer es abandonar su biblioteca de confianza y, paradójicamente, acudir a los libros tan de moda en una época donde se cree que ya los estamos perdiendo… Eso sí, vale aclarar que 1101 Business you can start from home es una edición de 1994, entonces en eso de “renovarse o morir” no hay motivo para no pensar en libros, pero quizá deba pensarlos en electrónico.
Y ya fuera de broma, interesante que el libro se vea como una buena oportunidad de negocio y empresa.
Por cierto, si se preguntan cómo di con este título, pues que a veces el proceso de descarte se torna divertido.
Como lo comentaba en el blog hermano LeerenPantalla, diciembre siempre se presta para hacer recuentos sobre lo mejor de lo mejor: los mejores gadgets, los mejores juegos, las mejores series televisivas y, desde luego, la literatura nunca es la excepción; en estas fechas es muy común que varias librerías y redes sociales de lectura presenten sus listas de los más vendidos o los más leídos –que aunque así se piense no es lo mismo, así que no confundamos la gimnasia con la magnesia–. Y siguiendo en este mismo tenor de las “listas de listas”, tampoco pueden faltar las selecciones de los libros más regalados en estas fechas, ya saben, en toda familia siempre existe el tío o la tía aguafiestas que regala libros en lugar de dulces, juguetes o aparatejos para seguir jugando ;), aunque seguramente no faltara el que todavía sea feliz con este tipo de regalos.
En fin, que en este recuento de fin de año, me he topado en EbookFriendly con una infografía histórica de 2001 a 2013 de los tres títulos más vendidos para regalar en navidad, interesante la selección de los que regalan libros:
Comencemos con 2013: el fútbol se impone entre los más vendidos para regalo con My autobiography de Alex Ferguson, ex futbolista escocés (en lo personal no regalaría este libro, pero bueno, esos son prejuicios aparte); Save with Jamie de Jamie Oliver, ocupa la segunda posición; y en tercer lugar tenemos la tercera entrega de Bridget Jones: mad about the boy de Helen Fielding, publicado recientemente.
Sorprende ver que los libros más adquiridos para regalar es muy distinta a las listas de ventas para lecturas personales como es la de Amazon o las listas de los más leídos, como la de Goodreads, en ambas el primer lugar se lo lleva Inferno de Dan Brown, mientras que en la infografía figura en 2009 con El símbolo perdido y en 2003 y 2004 con El Código da Vinci.
Harry Potter es otro que no puede faltar entre los regalos navideños con el tercer lugar en 2007; mientras que Eclipse de Stephenie Meyer se lleva también la tercera posición de los más regalados, pero en 2009.
Los dejo pues con esta infografía y con la satisfacción de no ver libros de Paulo Coelho o E.L. James entre lo más regalado, aunque como les decía, esos son prejuicios aparte.
¿Y ustedes, han regalado o han recibido como regalo alguno de estos libros?
“41% de los alumnos mexicanos no alcanzan el nivel de competencias básico (nivel 2) (promedio OCDE: 18%),” lo anterior de acuerdo con los resultados PISA 2012, donde vemos una vez más que el tema de la lectura en México sigue siendo el gran dolor de cabeza.
En la Encuesta PISA 2012 (que se centró en matemáticas, con lectura, ciencia y solución de problemas como áreas menores de evaluación) participaron 65 países, de los cuales 34 (México incluido) pertenecen a la OCDE y, entre otros resultados “interesantes” (por no decir preocupantes) para el área de lectura en México encontramos lo siguiente:
Menos del 0.5% de los alumnos mexicanos de 15 años logra alcanzar los niveles de competencia más altos (niveles 5 y 6).
El puntaje promedio de la OCDE para competencia lectora es de 496, mientras que México alcanza sólo los 424 puntos que equivalen a menos de dos años de escolaridad. Entonces, si no interpreto mal, el nivel lector de los estudiantes mexicanos es tan sólo de 2o de primaria.
Los hombres tienen mayor puntaje en matemáticas (30 puntos de diferencia), mientras que las mujeres tienen los puntajes más altos para lectura (24 puntos de diferencia).
En lo personal, me preocupa este nivel de competencias lectoras; sin embargo, en el informe se menciona que ha habido un avance en matemáticas y lectura, lo que a su vez supuestamente demuestra la posibilidad de tener una mejor calidad educativa y aumentar la cobertura de la educación en el país.
Sin embargo, y aquí es donde radica el gran pero de estos avances es que con dicho nivel de crecimiento nos tomará cerca de 25 años alcanzar los promedios actuales que tienen otros países participantes y, seguramente para dentro de 25 años cuando alcancemos los niveles actuales, dichos países ya habrán cubierto otros parámetros de crecimiento educativo.
Por ejemplo, Turquía que también participa en este estudio, tiene un nivel de gasto educativo y de autonomía menor al de México y a pesar de ello supera por 34 puntos el rendimiento educativo de nuestro país; si nos vamos al nivel lector, Turquía alcanza 475 puntos frente a los 424 de México. Vemos entonces que quizá la calidad de la educación no está del todo relacionada con el gasto educativo.
En resumen, los resultados para México de la encuesta PISA 2012 se pueden resumir en “hay avances, pero no hay avances” o, si queremos ser optimistas, “aún se puede mejorar” y el reto es enorme.