Los bibliotecarios
Los bibliotecarios son los maestros secretos del Universo. Controlan la información. Así que nunca hagas enojar a un bibliotecario.
Spider Robinson
(Visto en Librarianista).
Los bibliotecarios son los maestros secretos del Universo. Controlan la información. Así que nunca hagas enojar a un bibliotecario.
Spider Robinson
(Visto en Librarianista).
… por lo demás, de vez en cuando no nos vendría mal una lucha “épica” como ésta en las bibliotecas, para desempolvarnos un poco =).
(Visto en tramullas.com)
¿Alguna vez se han preguntado a qué se debe ese olor caracteristico de los libros viejos? En esta entrega del Glosario bibliotecológico hablaremos de los VOCs.
Para todos aquellos nostálgicos del libro impreso, y especialmente aquellos que disfrutan de su olor, quizá les interese saber que ese olor característico a humedad y moho que muchos de los libros viejos tienen se debe a los Compuestos Volátiles Orgánicos (VOCs por sus siglas en inglés) y que no son otra cosa que gases o vapores que se desprenden de los materiales, en este caso específico, del papel y los materiales con los que fue fabricado.
Aunque los VOCs dan el olor característico a libro viejo, cabe señalar que éste varía de acuerdo al estado de conservación del mismo. Así que nos son muy útiles al momento de establecer la antigüedad de un libro, pues nos dan pistas sobre los componentes químicos del papel, lo que nos permite a su vez determinar el periodo en que ese papel era fabricado.
Por último, quizá les interese saber que, de acuerdo con una investigación realizada por la American Chemical Society, el olor de los libros de los siglos XIX y XX se debe principalmente a la lignina, como base de la madera; el alquitrán de la resina de pino; cenizas; el pH del papel; el grado polimerización y las proteínas. Además los científicos afirman que el papel que se fabricó el siglo pasado no durará ni dos siglos, un expectativa de vida muy pobre comparada con las tabletas de arcilla de la Biblioteca de Alejandría; así que no sólo debemos preocuparnos por la durabilidad de los soportes actuales.
Así que, la próxima vez que te emociones con el olor de un libro, considera que no sólo estás oliendo los VOCs, tal vez esa misma nostalgia sea la que lo lleve a su degradación.
Visto en: La Biología estupenda de Eduardo Angulo.
Aprovechando que estamos por cerrar el año y que siempre es un buen momento para reflexionar lo que hemos hecho y lo que esperamos del año próximo, vale la pena hacer un recorrido por los artículos donde hablo precisamente de lo que se espera de la bibliotecología y de los bibliotecarios:
Como les comenté en el post A propósito de las Bibliotecas vs los Starbucks hace algún tiempo comencé y terminé de leer el libro La Experiencia Starbucks de Joseph A. Michelli (mismo que recomiendo ampliamente), así que les estoy debiendo una entrada sobre este libro. Pero antes de comenzar a hablar sobre el libro, veamos algunos datos importantes sobre Starbucks:
Estos son sólo algunos datos que me llevan a preguntarme, ¿cómo ha crecido tan rápido una empresa que se dedica sólo al café? pero lo más importante ¿cómo ha hecho para que la gente prefiera a un Starbucks sobre una biblioteca al momento del estudio o el trabajo? ¿cómo han logrado convertirse en un tercer espacio (recordemos que el primero es el hogar y el segundo, la oficina)?
Aquí van algunos puntos que se mencionan en el libro y que me gustaría rescatar/contrastar de lo que hacen y no hacen en esta cafetería frente a la labor que estamos llevando a cabo en nuestras bibliotecas. Como les comenté anteriormente, no se trata de convertir nuestros espacios en cafeterías, pero después de leer el libro me di cuenta que la experiencia Starbucks tampoco se trata sólo del café, sino de un servicio integral y coherente; sería interesante entonces que algunos bibliotecarios lo tradujeramos a: “_la experiencia de la Biblioteca no se trata sólo de buenos libros, sino de un servicio integral y coherente_”.
Según el libro, La experiencia Starbucks se resume en 5 principios:
Principio 1. Hacer propio el negocio
Esto es muy simple, en Starbucks no se habla de empleados, sino de socios, y aunque esto puede parecer un discurso de cualquier oficina de recursos humanos, en Starbucks los empleados pueden adquirir acciones, así que les conviene que la empresa venda y se las ingenian para que así lo haga. Pero además en Starbucks hablan de las 5 maneras de ser para hacer propio el negocio:
Principio 2. Todo tiene importancia
En Starbucks hasta el más mínimo detalle tiene importancia, la iluminación, el mobiliario, la temperatura y aroma del café, los vasos donde se sirven las bebidas, la atención de los socios, todo hace parte de un servicio integral. De nada sirve un buen café, si hay clientes que no acostumbran a beberlo o si el servicio es malo.
Principio 3. Sorprender y deleitar
En este y cualquier negocio o servicio, los clientes esperan que sus necesidades sean atendidas oportunamente; sin embargo, si el negocio en cuestión se adelanta y se aparta de lo convencional, redundará en un cliente, no sólo satisfecho, sino también sorprendido, lo que a su vez, redundará en un cliente que regresa. Aquí voy a compartirles un ejemplo que se menciona en el libro y que toca muy de cerca a los bibliotecarios:
Un ejemplo perfecto de esto es el de una sucursal de biblioteca que funcionaba en el vecindario y se preparaba para cambiar de local. Un buen número de las personas que trabajaban en dicha sucursal eran clientes diarios de una tienda Starbucks. Cuando la gerente de esa tienda se enteró de la proyectada mudanza, resolvió comprar el café de los bibliotecarios y llevárselo a su nuevo local. También averiguó cuál era el Starbucks más cercano a la nueva biblioteca y les presentó los bibliotecarios a los respectivos baristas…
Principio 4. Aceptar la resistencia
Desde luego, no todo es “miel sobre hojuelas” y toda gran empresa está bajo el ojo público y recibe duras críticas, Starbucks no es la excepción, de hecho, se ha enfrentado a un buen número de protestas y críticas en distintos diarios y blogs; sin embargo, siempre tienen oidos atentos a lo que se dice y la intención de resolver las disputas que surjan; por otro lado existe un gran respeto a lo que se dice de ellos; por ejemplo, no existe ninguna política para los blogs en donde se hace mención a la cafetería, y todo esto bajo la idea de que si al interior de los Starbucks una persona puede pasar el día entero con una sola taza de café sin que nadie le diga nada, lo mismo ocurre afuera de las tiendas; cualquiera es libre de escribir y opinar lo que quiera. Si la crítica es dura y cierta, entonces los administradores toman cartas en el asunto, poniéndose en contacto con la persona que escribió esa crítica para tratar de resolver el problema del que se trate.
Principio 5. Dejar huella
Los 4 principios anteriores tienen como única finalidad dejar huella en el cliente y lograr que este vuelva; un gran servicio, la anticipación a una solicitud, que el socio me llame por mi nombre y que sepa que tomo té y no café, que la empresa tenga un convenio de comercio equitativo… todo eso hace que la gente tenga siempre presente a Starbucks, que lo vean como el tercer lugar, que la gente vaya no sólo por el café, sino que vayan a estudiar, a trabajar, esa es la huella que pretende Starbucks, es la huella que las bibliotecas y los bibliotecarios deberíamos dejar para que siempre nos tengan presentes y como referentes no sólo de libros, sino como el espacio en el cual es posible estar.
Algo que me ha gustado de este libro es que, aunque todo lo que se menciona en él es bastante obvio, a veces parecemos olvidar lo esencial y lo que nuestros usuarios (clientes) necesitan realmente. En el libro se habla de la cafetería y cómo ha llegado a ser una referencia de estudio y trabajo para muchas personas; sin embargo, lo que en él se menciona no tiene ningún desperdicio para nuestras bibliotecas, si volvemos a leer los 5 principios de Starbucks, pero pensamos no en la cafetería, sino en bibliotecas, vemos que se puede hacer un trabajo muy interesante para crear La experiencia biblioteca, la que incluso no necesita café:
A continuación les extiendo la invitación que me hacen llegar del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación al 3er Seminario Internacional de la Transparencia a los Archivos: el derecho de acceso a la información que se llevará a cabo los días 1, 2 y 3 de diciembre y que se podrá seguir de forma presencial o a través de Internet:
Es grato compartirle que los días 1, 2 y 3 de diciembre del presente año, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en coordinación con el Instituto Federal Electoral, el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, y la Asociación Mexicana de Impartidores de Justicia, llevarán a cabo conjuntamente el “3er Seminario Internacional De la Transparencia a los Archivos: el derecho de acceso a la información”, en el Hotel Fiesta Inn Periférico Sur de la Ciudad de México.
Este evento tiene como finalidad compartir experiencias, mejores prácticas y casos de éxito, nacionales e internacionales, en materia de Documentación, Archivos y Transparencia, como una forma de capacitar, formar y actualizar a los servidores públicos, investigadores, y académicos. Asimismo, difundir y comprender el avance en temas como la democracia, las redes sociales, la protección de datos personales, la gestión de información, los archivos, el capital humano y la tecnología, como elementos claves que desarrollen el cambio ciudadano.
En este sentido, y continuando con los trabajos de las dos ediciones anteriores, se le hace una cordial invitación para que asista al 3er Seminario Internacionalde la Transparencia a los Archivos: el derecho de acceso a la información.
Este post sonará un tanto esotérico, sin embargo, aprovechándome un poco del “algo más” del título de este blog y dado que está relacionado con el libro, hoy les hablaré de la Bibliomancia.
La palabra Bibliomancia proviene del griego biblion, que significa libro y manteia, que quiere decir adivinación , es decir, el arte de la adivinación que se practicaba —o practica— abriendo un libro en cualquier página y leyendo el texto que se supone nos dará respuestas sobre nuestra vida. La RAE la define como “Arte adivinatoria que consiste en abrir un libro por una página al azar e interpretar lo que allí se dice.”
A esta práctica también se le conoce como esticomancia y los orígenes se remontan al Imperio Romano; aunque alcanzaría mayor auge a partir de la Edad Media. Dependiendo del libro utilizado la bibliomancia recibía los siguientes nombres: cuando se utilizaba la Eneida de Virgilio, se le llamaba “Sortes Virgilianae”; si se usaba la Iliada o la Odisea de Homero, entonces se trataba de “Sortes Homérica”; por último, en caso de utilizar la Biblia, se decía que era “Sortes Sanctorum”.
En cuanto a la Sortes Sanctorum, cabe destacar que la Biblia ha sido uno de los libros preferidos para esta práctica a lo largo de la historia, lo cual resulta curioso, pues es bien sabido que el cristianismo prohibió y condenó toda actividad relacionada con prácticas adivinatorias o que buscaran predecir el futuro, en el supuesto de que Dios era el único capaz de determinarlo y dictar nuestro destino.
Hoy en día, además de la Biblia, los que gustan de esta actividad, utilizan libros de esoterismo, ocultismo o metafísica; así que no faltarán en nuestras bibliotecas libros que nos ayuden a predecir nuestro futuro y quizá hasta resulte divertido probar con libros científicos.
Como nota final, queda probado una vez más que los libros no son sólo para leerse :).
Hace unas semanas el blog Cadaunadas, de don Enzo Abbagliati (@cadaunante para los amigos), cumplió 3 años en la blogósfera y tuve el honor de ser una de las invitadas a participar con una Cadaunada, como Enzo las llama, en el blog como parte de los festejos.
En mi participación hablo respecto a si es verdaderamente necesario clasificar los contenidos de internet y de ser así, quiénes serían los responsables; en cierta forma es un post (Cadaunada) que cuestiona si el papel del bibliotecario sólo se debe limitar al de ser clasificadores frente al reto que nos representan los contenidos en la web y que también ya había tratado en este otro post. En fin, creo que es mejor que vayan a leerlo allá y sirve que si aún no conocen Cadaunadas aprovechan para hacerlo, es un blog que recomiendo ampliamente y que espero continúe muchos años más. ¡Felicidades!
Mi Cadaunada: [3 años] ¿Realmente necesitamos la clasificación en Internet?
También la puedes leer el diario online chileno El Mostrador