El Préstamo Digital Controlado (CDL, Controlled Digital Lending) es un tema que desde hace algunos meses sigo de cerca y del que les debía un post. Debido a la pandemia está más vigente que nunca por la necesidad de brindar acceso a los distintos materiales en un contexto de bibliotecas cerradas. Prueba de ello son los distintos webinarios que Internet Archive ha llevado a cabo en este periodo. El más reciente y que recomiendo ampliamente es Frequently Asked Questions About Controlled Digital Lending.
¿Pero de qué hablamos cuando hablamos de CDL?
El CDL o Préstamo Digital Controlado es un método “emergente” que permite a las bibliotecas digitalizar libros y prestarlos de manera similar al préstamo de libros impresos, todo lo anterior de forma controlada y, pongamos atención en la palabra “controlada” porque es esto precisamente lo que hace que el CDL sea completamente legal. La biblioteca presta el mismo número de copias que tiene en impreso, una copia, un préstamo.
Pero para ser un poco más claros, de acuerdo con la Declaración el Préstamo Digital Controlado es:
El CDL permite que una biblioteca circule de forma controlada un título digitalizado en lugar de un libro físico. Con este enfoque la biblioteca sólo podrá prestar de forma simultánea el mismo número de copias que adquirió legalmente, generalmente a través de la compra o la donación. Por ejemplo, si una biblioteca posee tres copias de un título y digitaliza una copia, puede usar el CDL para circular una copia en digital y dos en formato impreso; o bien, tres copias digitales, o dos cpias digitales y un impreso. En cualquiera de los casos sólo puede circular el mismo número de copias que poseía antes de la digitalización. Esencialmente, el CDL debe mantener la relación de préstamo y propiedad. La circulación en cualquier formato es controlada de tal forma que sólo un usuario puede utilizar una copia a la vez, por un tiempo limitado. Además, el sistema CDL generalmente emplea medidas técnicas apropiadas para prevenir que los usuarios se queden de forma permanente con una copia o distribuyan copias adicionales.
Position statement on Controlled Digital Lending by libraries (2018)
Es decir que si una biblioteca tiene un ejemplar de Artimética de Baldor (uno de los libros clave en toda biblioteca pública mexicana) y decide digitalizarlo porque quizá su ejemplar impreso de tanto uso ya está por ser inservible o quizá porque la mayoría de sus usuarios no pueden ir físicamente para llevarse el libro en préstamo.
Cualquiera que sea la razón, aunque en teoría tiene dos copias sólo podrá prestar una (la impresa o la digital), por un periodo limitado (el establecido por la biblioteca en su sistema de préstamo) y el siguiente usuario que quiera ese mismo libro estará en lista de espera hasta que se devuelva la copia.
Al final del periodo, la copia del libro se devuelve y todos felices. Al menos usuarios y bibliotecarios, pues me temo que varias editoriales y algunos autores, no tanto.
El Préstamo Digital Controlado: una oportunidad para las bibliotecas
Aunque desde 2018 existe un posicionamiento oficial en relación con el Préstamo Digital Controlado, la pandemia por Covid-19 ha hecho visible la importancia de contar con acceso a los materiales.
No es raro pues que Internet Archive haya impulsando fuertemente el CDL en estos meses, pues ante el cierre de las bibliotecas y la falta de presupuesto para contar con una plataforma comercial de préstamo digital, las bibliotecas se vieron en la necesidad de dar acceso a estos materiales.
Además de la accesibilidad, otra ventaja del CDL es que contribuye con la preservación de colecciones raras o antiguas. Por otro lado, los usuarios con necesidades especiales pueden beneficiarse de las características de la copia digital: cambiar el tamaño de la letra, la orientación, el fondo de la pantalla o, incluso, utilizar distintas apps para convertir texto en audio.
Por cierto, que el CDL no aplica únicamente para libros impresos, tambié se utiliza con otros materiales siempre teniendo presente estas dos palabras “acceso controlado”.
LA clave del Préstamo Digital Controlado
En México se explora poco esta opción, no se explora de manera correcta o incluso me atrevería a asumir que se desconoce. Sin embargo, es momento de comenzar a ensayar este sistema, por eso acá la clave a tomar en cuenta para las bibliotecas que deseen implementarlo:
El CDL no es piratería pues a través de este método se digitalizarán sólo aquellos materiales que la biblioteca adquirió.
Pero quizá lo más importante es que no se trata simplemente de digitalizar un PDF y ponerlo a disposición de los usuarios de manera indiscriminada. La digitalización implica garantizar los derechos de autor; por ello es indispensable que las bibliotecas digitalicen y protejan dichos materiales con DRM, tal como lo hacen las editoriales o plataformas de préstamo digital en bibliotecas.
Desde luego que el Préstamo Digital Controlado tiene mucha reticencia especialmente entre editoriales que no entienden la importancia de que un libro suyo se preste en una biblioteca. Sin embargo, en tanto garanticemos la palabra “controlado” es perfectamente legal utilizar el CDL en las bibliotecas.
Si les interesa saber más sobre el tema les dejo el enlace a Controlled Digital Lending y si quieren apoyar por acá pueden firmar la declaración.