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8 Comments

  1. mary
    10 septiembre, 2013 @ 9:02

    pues lo que comentas en el articulo es cierto, muchos o pocos libros logran su luna de miel con los usuarios y de verdad que da tentación su interés por ellos y tristeza por lo que ni por sus pastas que son llamativas los quieren .
    El famoso descarte, para mi es lo crucial, por que DGB pide un descarte de libros como se menciona el llanero solitario, pero nunca salen de la biblioteca solo quedan enclaustrados en unas cajas y no se puede hacer nada con ellos porque ni para venta ni nada, por que son propiedad de la federación y pues de ser llaneros solitarios terminan como las monjas

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    • Veronica Juárez
      10 septiembre, 2013 @ 10:32

      Hola Mary, no tenía idea de que ese fuera el destino de los libros descartados.

      ¿Pero hay alguna bodega? ¿Se pierden, definitivamente?

      Una verdadera pena, estos libros serían aún muy útiles en otros lugares. 🙁

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  2. María Antonia Moreno
    13 septiembre, 2013 @ 3:35

    Buenos días, te dejo aquí el post que publicamos en el Centro de Desarrollo Sociocultural de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, titulado “Colección exhausta” http://cds.fundaciongsr.com/blog_detalle.php?id=320 , en él, entre otras consideraciones y reflexiones sobre qué ocurre con los libros en papel en nuestras bibliotecas, hablamos de un taller que realizamos este verano con los libros de descarte o expurgo, impartido por el artista japonés Yamagochi y dirigido a nuestros usuarios. Estos libros escultura se subastaron el 3 de agosto en el mercadillo tradicional por una buena causa, el apoyo a la investigación del cáncer de mama dentro de otro de nuestros programas: Imprescindibles, que vertebra acciones y retos solidarios.
    Saludos desde Peñaranda

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    • Veronica Juárez
      16 septiembre, 2013 @ 1:38

      Muy interesante y sin duda uno de los mejores destinos que pueden tener este tipo de libros. ¿Tienen contemplado seguir con actividades similares para estos materiales?

      Muchas gracias por compartir.

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      • María Antonia Moreno
        16 septiembre, 2013 @ 3:08

        Sí, precisamente, esa primera acción con Yamagochi ha abierto una nueva línea de trabajo con estos materiales; queremos seguir experimentando e investigando sobre el fondo analógico de una biblioteca, ése que languidece en las estanterías, sin uso real.

        Gracias, Verónica. Saludos!

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  3. Bea
    13 septiembre, 2013 @ 17:29

    Verónica jope la verdad?? me da tristeza vale que fuerte amiga ,un abrazo ya sabes me lo llevo siempre pongo tu nombre y tu enlace , feliz in de semana,

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  4. Alejandra García
    10 octubre, 2013 @ 12:27

    Hola Verónica

    Mi nombre es Alejandra García y trabajo como Jefa de la División de Servicios Bibliotecarios en la Dirección de Bibliotecas del Instituto Politécnico Nacional, he leído tus artículos y me interesa contactarte para un evento que se realiza con las 73 bibliotecas del Instituto, tendrás algún correo en donde pueda contactarte.

    Saludos

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    • Veronica Juárez
      12 octubre, 2013 @ 21:44

      Hola Alejandra, te mandé un mail desde donde podemos comunicarnos.
      Quedo atenta.
      Saludos

      Reply

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