…o leer por “placer”, o “promoción” de la lectura, o como ustedes quieran llamarle.
Aunque en realidad se llama Hysterical literature, un proyecto del fotógrafo Clayton Cubitt que pone a sus modelos a leer y… para qué les cuento, mejor véanlo, o vean los cuatro. Por cierto, que dicen que el fotógrafo participa activamente en el proyecto.
Bueno, bueno el proyecto; lo dicho, se pueden hacer tantas cosas con la lectura…
Visto en: Frikitecaris y Blog eros
Se acerca el 24 de octubre: Día Internacional de la Biblioteca y con ello una oportunidad más para celebrar estos espacios, así que para no perder esa bonita costumbre de festejar leyendo, acá algunas recomendaciones literarias de mis favoritos en 2012.
Hasta aquí mi lista de recomendados para esta celebración y ya saben, se aceptan propuestas de lectura para agregar a mi lista de pendientes. Vayámos pues a celebrar a alguna biblioteca.
Tenemos palabras prestigiosas y palabras desterradas. Vivimos el prestigio de la voz “libro” y lo mantendremos aun cuando en un futuro los libros desaparezcan tal y como los concebimos ahora. Seguramente la palabra sobrevivirá a la evaporación del objeto que designa, y hallaremos soluciones de libro, veremos penaltis de libro, analizaremos casos de libro… proclamaremos siempre que no hay ningún libro tan malo como para no tener algo bueno…, y todo habrá sido escrito en los libros; sonido éste, libro, que asociaremos siempre a la libertad de los espíritus por la cercanía de sus sílabas con el espíritu libre de los seres humanos. Hoy acudimos a esa palabra para realzar lo consagrado, y decimos en maniobra de seducción que alguien ha hecho todo lo que un libro diría que no hay que hacer, o que todos los libros desaconsejan acometer tal o cual empresa, prescindiendo de que los libros los han escrito personas, con sus dudas y sus defectos, y engrandeciendo así la obra, y la palabra que la nombra, por encima de quienes la crearon.
Grijelmo, Alex. La seducción de las palabras. México : Punto de Lectura, 2000.
Esta pregunta puede resultar ingenua y a muchos ociosa. No busco dar respuesta en este post, de hecho, creo que me estoy metiendo en “camisa de once varas” al tratar un tema tan complejo como la lectura, especialmente la lectura en nuestro país; no, definitivamente no pretendo hallar el hilo negro de la “falta” de lectura, lo mío es una duda genuina: ¿qué pasa con la lectura en México? ¿qué pasa realmente?
Pues, como ya lo he hablado en otras entradas, resulta que el amor por el libro viene en todos olores, los sabores y sí, también en todos los tamaños pues, sin importar lo grandes o pequeños que sean, ellos son los gigantes.
El corto que les voy a mostrar hoy y que encontré gracias al blog Frikitecaris (por cierto, ¿lo han leído? lo recomiendo ampliamente), cuenta la historia de Guus Thurkow, un amante de libros que se ha especializado elaborar réplicas en miniatura de libros y ya de paso ha formado una biblioteca, también miniatura faltaba menos, al más puro estilo de aquellas bibliotecas antiguas.
Aunque Pinterest fue lanzado en 2010, este 2012 ha sido su verdadero año de irrumpir y arrasar entre los usuarios de distintas redes sociales. Para los que no saben de qué va, Pinterest es una red social que funciona como los pizarrones de corcho que muchos tienen en sus oficinas y que utilizan para pegar fotos, notas y cualquier cantidad de cosas que funcionan a manera de recordatorio o de “gratos recuerdos”.
Lo que más se comparte en dicha red son fotos e imágenes de todo tipo que el usuario clasifica de acuerdo a sus intereses; sin embargo, cabe señalar que una de las vetas de Pinterest es la relacionada con el libro: gente leyendo, imágenes de bibliotecas, fotos de libros, portadas de libros y un amplio etcétera que viene a darnos una idea de lo actual, útil, importante e interesante que sigue siendo este aparatejo llamado libro.
A veces da la impresión que la nostalgia por el libro impreso, traducida la mayoría de las ocasiones en el olor del papel, nunca va a desaparecer; de hecho, parece que todo lo relacionado con el olor del papel es el último grito de la moda. Muchos de los nostálgicos siguen sin darse cuenta que este entrañable aroma no es otra cosa que el olor a la putrefacción del papel o, para que no se escuche tan feo y como ya he explicado en otras entradas, el particular olor del libro impreso se debe a los VOCs (Compuestos Volátiles Orgánicos) que evidencian el nivel de acidez y degradación del papel, para más claro, el olor rancio de muchas bibliotecas evidencia que sus colecciones están a punto de desaparecer.
El libro que no puede esperar from Twins Music on Vimeo.
Un libro que no puede esperar y desaparece mientras lo lees, ¿les suena raro? Les explico:
Mientras los que trabajan en el área de la restauración y la conservación del libro han luchado durante años por resguardar miles de libros de las garras del tiempo en forma de acidez del papel, de grasa de las manos (aunque ya en otro post explicamos que esto es más un mito que cualquier peligro real), incendios, humedad, hongos, parásitos del papel y demás; hay quienes ven como una buena idea que el libro desaparezca mientras lo vamos leyendo y ven en esta urgencia una oportunidad para impulsar a la gente a leer.