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1 Comment

  1. jj ra.
    7 diciembre, 2012 @ 6:56

    Testigo es también, o suele ser, ese dedo al que olvidamos recortarle la uña (ver Villoro, Juan: “El testigo”, etc., etc.) y que en mi caso, te lo juro, siempre resulta ser el pulgar derecho. Y, mientras los otros le andan en el lomo y los forros, ¿no son acaso los pulgares los que, mientras sostenemos el libro y leemos, están siempre atentos al discurrir del texto? Es más, el derecho siempre nos aventaja.

    Saludos, Vero.

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