Como les había anunciado la semana pasada vía Twitter y Facebook, el día de ayer estuve participando en el Panel Protección de Datos Personales vs Redes Sociales:lo que necesitamos saber y hacer dentro del marco de la Semana de la Transparencia y Rendición de Cuentas: la transparencia la hacemos todosorganizada por el Gobierno del Estado de Sinaloa.
Un panel donde abordamos el difícil tema de la protección de los datos personales en al era de las redes sociales y lo confrontamos con el uso que estamos haciendo de estas y de la información que vamos dejando en distintos espacios de la red; un tema que hoy en día no sólo está de moda, sino que a muchos causa una gran preocupación pues, si no somos concientes del uso correcto podemos ponernos en peligro, no sólo a nosotros, sino también a nuestros familiares y contactos. Sin embargo, como lo mencioné en mi intervención, es un tema que debe ocuparnos más que preocuparnos, pues somos finalmente los mismos usuarios quienes debemos ser responsables por nuestra información.
Aún cuando se haya aprobado una Ley de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares y que expuso magistralmente en la conferencia previa al panel la Lic. Samantha Alcalde Urbina del IFAI, estoy convencida que en materia de redes sociales las leyes no pueden ir al mismo ritmo y los filtros de privacidad de cada red social—que cambian constantemente haciendo público lo que antes era privado—tampoco serán suficientes si el usuario mismo no se hace responsable por lo que comparte en la red.
Se dieron algunas estadísticas de uso de las redes sociales en México y dado que los menores de edad son usuarios cautivos, se convierten en un blanco sencillo para las redes de pedofilia, para el acoso y para el cyberbullying al momento de compartir información sensible en las redes; por esta misma razón se convierten en la prioridad al momento de establecer distintos filtros de seguridad.
En la sesión de preguntas y respuestas se habló también respecto a que las redes sociales pueden ser una herramienta de monitoreo por parte del gobierno; sería ingenuo no creer que no se de; sin embargo, las redes sociales son sólo una pequeña parte de los lugares donde vamos dejando información: bancos, cámaras de seguridad, viajes, vuelos, consumos. Un tema que también preocupa es que actualmente muchas empresas contratan a una persona tomando como base el uso que el candidato está haciendo de las redes sociales y se volvió al punto de que el usuario debe ser quien se regule a sí mismo.
Afortunadamente, también se hablaron de las cuestiones positivas de las redes sociales y que creo son las que debemos potenciar, como por ejemplo, la participación y la organización comunitaria, el establecer contactos profesionales y la investigación, entre otras. Desde luego la recomendación final y el eje de este debate giró en torno a la concientización de que el derecho a la protección de los datos personales recae en el usuario, para ello siempre me gusta dar un tip que considero básico al momento de navegar en las redes sociales:
Lo que voy a compartir, ¿se lo contaría a un extraño en la calle? ¿a mi jefe? ¿a cualquier compañero en la escuela?
La reflexión final es que no hay que satanizar las redes sociales, sino hacer un uso correcto de ellas y, aunque la persona decida no utilizarlas, está en obligación de conocerlas y entenderlas para que pueda protegerse y proteger a sus familiares.
Por último, quiero agradecer al Gobierno de Sinaloa y, especialmente a la Lic. Angélica Rodríguez por extenderme la invitación a participar en este panel con un tema del que aún debemos no sólo discutir, sino concientizar y picar piedra y, en el que los bibliotecarios y bibliotecarias debemos de involucrarnos y apoyar con ALFIN.