Aunque suene extraño, hubo un tiempo en que los bibliotecarios no teníamos que explicar nuestro quehacer, y ocupar el cargo de una biblioteca estaba revestido de un gran prestigio, pues no cualquiera podía ocupar un puesto de tal magnitud.
Por sólo mencionar un ejemplo, la biblioteca más famosa de toda la historia humana, la Biblioteca de Alejandría, fundada aproximadamente en el 306 a.C albergó, no sólo la producción literaria más grande e importante conocida en aquella época, sino también solo a aquellos personajes de gran cultura se les confiaba su dirección; se piensa incluso que el primer siglo de vida de esta biblioteca estuvo dirigida por los profesores de los príncipes. Cabe mencionar además que el aporte de estos personajes al mundo del libro (o rollos de papiro y tabletas de arcilla en aquel entonces) y la biblioteca les hizo ganar aún más respeto.
En esta primera entrega, nombraremos a los personajes más importantes que contribuyeron a la conformación de lo que hasta ahora sigue siendo, la Biblioteca más importante de la historia:
- Ptolomeo Soter (367-283 a.C.). Seguramente fue asesorado por Demetrio de Falero para la fundación de esta magna Biblioteca aproximadamente en el 306 a.C, se dice que cuando comenzó a reunir los libros que formarían parte de la Biblioteca de Alejandría, acudió a las bibliotecas de Aristóteles y Teofrasto consideradas en aquél entonces las máximas representantes le la producción literaria griega. Así que la primera colección de la biblioteca constaba de 200,000 volúmenes.
- Ptolomeo II, fue el responsable de una de las mayores compras de libros a Neleo, sobrino de Teofrasto.
- Ptolomeo III (247-222 a.C.) sin duda alguna cargó sobre su espalda la enorme responsabilidad de superar la empresa de sus ancestros (Ptolomeo Soter y Ptolomeo II) y en cierta forma lo consiguió al hacerse del único ejemplar de las Obras completas de Esquilo que negoció con los atenienses a quienes les depositó 15 talentos de plata que serían devueltos una vez que se realizara una copia exacta de la obra. Desde luego, nunca se realizó ninguna copia y el escrito quedó en manos de la biblioteca para perderse siglos más tarde en el incendio del que fue responsable Amir ibn al-Ass el 22 de diciembre del 640 d.C. Es de esperar que Ptolomeo III ganara gran prestigio al lograr que el único ejemplar disponible de las obras de Esquilo se quedara en la Biblioteca de Alejandría; sin embargo, Ptolomeo III también ganó respeto al poner en marcha la catalogación de cerca de 200,000 rollos de papiro con los que ya contaba la biblioteca.
- Calímaco de Cirene (320-240 a.C.). Se tiene la idea equivocada de que fue bibliotecario, sin embargo, Calímaco era un prolífico poeta cuya producción se piensa rebasó los 800 volúmenes, mismos que abarcaban desde la sátira, pasando por la tragedia, hasta llegar a la comedia. Es importante para esta lista pues fue el responsable del primer catalogo del acervo de la biblioteca en 120 rollos (245 a.C.) conocidos como Pínakes de los autores ilustres en cada rama de la literatura y de lo que escribieron , razón por la cual se le atribuye ser el primer bibliógrafo de la historia.