De analfabetismo funcional y programas lectores fallidos

En compañíaHace unos días fue publicado el documento México lee: programa de fomento para la lectura y el libro coeditado por la SEP, CONACULTA y el Consejo Nacional de Fomento para el Libro y la Lectura; en él se pretende explicar la recientemente aprobada Ley de Fomento para la Cultura y el Libro y las pautas para lograr un país lector. De acuerdo con este documento, el Estado argumenta que el acceso a la cultura (incluida la lectura) incide directamente en altos índices de desarrollo humano.

Sí y No. Como bibliotecaria podría dar un discurso políticamente aceptado, conocido, nostálgico y algo hueco de la importancia de la lectura, pero creo que este ya es un tema bastante manoseado por muchos, con fines casi siempre truculentos, si no recordemos la Biblioteca Vasconcelos.

Creo que las autoridades y muchos nostálgicos de la lectura aún no se han dado cuenta de la verdadera importancia de la misma. Seamos honestos y vayámonos al mundo práctico, al día a día. ¿Qué pasa cuando cualquier ciudadano simplemente no sabe qué baño es el de hombres o mujeres porque no descifró el código que hay en las puertas de los baños públicos? ¿qué pasa cuando una persona se pierde en el metro aunque en cada estación existan mapas y señalizaciones? ¿qué pasa cuando un aparato electrónico se descompone simplemente porque el usuario no entendió las instrucciones (o no las leyó)? ¿qué pasa cuando alguien se intoxica por no seguir las indicaciones de determinado medicamento? Simple, la persona no sabe leer, decodificó los caracteres, pero no comprendió.

En México, la tasa de alfabetismo en 2005 era del 97% en mujeres y 97.1% en hombres, todos ellos entre 15 y 29 años. Índice nada despreciable y bastante alto por cierto, no cabe duda que el Estado ha hecho un estupendo trabajo en este aspecto (no quitemos el mérito) y en poco más de 20 años ha logrado alfabetizar a casi la totalidad de la población en el territorio nacional. Pero hay algo que se llama analfabetismo funcional es decir, las personas han adquirido las habilidades para descifrar los signos y pasar sus ojos por un texto, pero no han desarrollado la habilidad de interpretarlos, no comprenden los textos. Creo que en eso es en lo que están fallando nuestras autoridades y todos los que de alguna forma nos relacionamos con el mundo de la información y el libro. Es un hecho que la gente no lee, aunque en teoría tenga los conocimientos para “pasar la vista por lo escrito o impreso comprendiendo la significación de los caracteres empleados”.

Para qué es pues, importante la lectura: coincido en verdad con que es importante por el placer mismo de leer, porque se desarrolla la imaginación, porque nos hace mejores humanos; pero sólo soy capaz de dar este crédito a la lectura una vez que superemos etapas elementales del desarrollo lector.

Como se dice popularmente, no pretendamos correr sin antes haber aprendido a gatear; no pretendamos ir de la alfabetización a los niveles avanzados de hábitos lectores, sin antes haber pasado por una comprensión lectora, por una alfabetización funcional. Desafortunadamente en México no logramos dar ese salto; aún hace falta emprender campañas que sean un poco menos románticas y más realistas. Mientras se siga viendo a la lectura como un acto intelectual y exista la idea de que “leer nos hace mejores” sin saber explicar cómo la lectura nos hace mejores, entonces los planes y programas habidos y por haber siguen destinados al fracaso.

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