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2 Comments

  1. Victor
    29 noviembre, 2012 @ 7:41

    Esto me recuerda a la historia de la guerra civil española, que en la batalla de la ciudad universitaria el ejército republicano se vió obligado a usar libros de la Facultad de Filosofía como parapetos. Muchos de esos libros posteriormente se recuperaron y algunos cuentan con balazos como testigos mudos de aquella trágica historia: http://eprints.ucm.es/9463/1/Los_libros_de_las_bibliotecas_forman_magnificos_parapetos.pdf

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  2. David Ricardo C.
    27 marzo, 2014 @ 18:41

    A Charles Bukowsky los libros de la biblioteca pública de los Angeles le salvaron que se convirtiera en un suicida, un ladrón de bancos, un tipo que pega a su mujer, un carnicero o un motorista de la policía.
    Lo dice en su poema “El incendio de un sueño”.

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