La edición en la era digital

La edición en la era digital

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Vía eBookNewser he dado con esta interesante infografía donde presentan datos no menos importantes sobre la edición en la era digital. Por ejemplo, resulta sorprendente que la penetración de las tabletas, sea mayor a los e-reader y que para 2012 se proyecte que esta siga siendo aún mayor en países como Korea, Estados Unidos y Francia. Creo que en México la tendencia es similar tomando, en consideración que hay una mayor distribución de tabletas (incluído el iPad) mientras que los modelos de e-readers en México difícilmente alcanzan la decena.

Otro dato interesante son las barreras que los lectores enfrentan para adoptar la lectura en pantalla, y resulta interesante pues en primer lugar se encuentra la “experiencia del papel”, es decir, la gente sigue enamorada del objeto y parece que pasará un buen rato antes de que pongan atención en los contenidos. En segundo lugar y que, creo, refleja una preocupación real es el precio de los dispositivos; aunque hoy en día vemos dispositivos de lectura en menos de USD$200 como el reciente Kindle Fire, lo que para muchos representa un precio por demás competitivo, para otros sigue siendo un obstáculo al momento de adquirir un e-reader. Sin embargo, la buena noticia es que mientras más se desarrolle el tema del libro electrónico, los dispositivos se irán abaratando, en 2007 era imposible pensar en un Kindle por debajo de los USD$100 y hoy es una realidad con el Kindle Touch aUSD$99.

Una tercer barrera para adoptar la lectura en pantalla es lo cansado que resulta para la vista; aunque nadie puede negar que los ojos protestan, a veces me pregunto ¿cuánto tiempo pasamos frente a una computadora o ante la pantalla de un celular leyendo, escribiendo, twitteando, leyendo nuestros feeds o en Facebook? No es gratuito que actualmente existan cientos, si no es que miles, de aplicaciones de lectura para smartphones, Stanza y los cientos de libros para iPod/iPhone son tan sólo un par de ejemplos de que la gente lee en pantallas, no sólo de computadoras o de e-readers, sino también en pequeñas pantallas de smartphones, aunque resulte cansado.

En cuarto lugar como barrera para la adopción de la lectura en pantalla se encuentra que los lectores consideran a los dispositivos muy complicados; no lo dudo, y las empresas deben empeñarse precisamente en la usabilidad si es que quieren competir en un mercado, que, aunque con muchas dudas y escepticismo, viene fuerte.

Es curioso ver que la disponibilidad de contenidos en diferentes idiomas no se encuentre como barrera para la adopción de este formato; la realidad del mercado editorial en América Latina y España es muy distinta, en esta parte del mundo seguimos pidiendo a gritos contenidos en nuestro idioma y parece que las editoriales siguen haciendo caso omiso; como lo comentaba en otro post, aunque comienzan a surgir los primeros “atrevidos”, lo cierto es que un libro electrónico que se encuentra disponible en España, no lo está en países de América Latina y todo, gracias a las trabas de las editoriales. Me atrevería a afirmar que la principal barrera para la adopción de este formato, al menos en el mercado Latino y Español, tiene mucho que ver con la escasez de contenidos en español.

Otros datos interesantes presentados en esta infografía y que vale la pena destacar: la industria editorial en Estados Unidos tiene sólo un 5% de libros electrónicos, lo que da para reflexionar que aunque con un porcentaje bastante bajo el libro electrónico da y seguirá dando de qué hablar. Por otro lado, el 89% de los lectores buscan contenido de fácil acceso y gratuito.

Es curioso que en la infografía no aparezca por ningún lado el tema de los DRMs que son, sin temor a equivocarme, una de los grandes obstáculos para la adopción del libro electrónico, no sólo para los lectores, sino también para las bibliotecas que, tienen entre sus principales servicios el préstamo bibliotecario (a domicilio, en sala o interbibliotecario). El mercado editorial no puede perder de vista esto y es un hecho que mientras más llenan de candados a los libros, más difícil hacen la adopción y, por qué no mencionarlo, dan puntos a favor de la piratería que pone al alcance lo que las editoriales no permiten.

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