Habría que preguntarse, además, cuántos libros han sido destruidos al no ser publicados, cuántos libros en ediciones privadas se perdieron para siempre, cuántos libros que se dejan tirados en la playa, en el metro o en el banco de un parque han llegado a su final. Es difícil responder a estas inquietudes, pero lo cierto es que en este mismo momento, cuando usted lee estas líneas, al menos un libro está desapareciendo para siempre.
Fernando Báez. Historia universal de la destrucción de libros: de las tablillas sumerias a la guerra de Irak. Destino, 2004.